domingo, 2 de junio de 2013

EL PARADIGMA TECNOLÓGICO ATRAPADO EN EL SISTEMA MONETARIO

Llevamos ya más de 5 años de crisis y nada ha mejorado, más bien las cosas han empeorado.
Cada día se abre aun más la brecha entre ricos y pobres. Además, la deuda de los países crece y crece y el paro está llegando a límites insostenibles.
¿Y todo esto por qué? Pues por seguir utilizando el sistema monetario en una era tecnológica.
Nada, absolutamente nada de lo que se nos cuenta sobre la crisis es verdad. El problema no es el dinero. Los verdaderos problemas de la humanidad son el hambre, la pobreza, las guerras, el crimen, las enfermedades, el medio ambiente, las desigualdades sociales, etc.; en fin, todo aquello que atañe a la calidad de vida de las personas.
Pues bien, todos estos problemas, hoy en día, son generados por el dinero.
La política lleva años intentando una y otra vez resolver estos problemas, pero nunca ha tenido éxito. Lo único que ha conseguido es poner parches o enmascarar los problemas para ir tirando, y nada más.
La razón por la cual no se resuelven todos estos problemas es bastante evidente, y no es otra que la de que nadie ha abordado jamás la causa fundamental de los problemas, y la causa es el sistema económico y monetario que es utilizado actualmente en todo el mundo.
Manejamos un sistema monetario para el intercambio de bienes y servicios. Este sistema tuvo su justificación en el pasado hasta la llegada de las primeras máquinas, pero con la incorporación de la tecnología se ha quedado totalmente obsoleto.
El sistema monetario requiere de dos componentes básicas para poder funcionar que son: la escasez (por la cual se fija el precio de las cosas) y el crecimiento. Estos dos factores están desapareciendo a gran velocidad hoy en día, puesto que la escasez ha sido eliminada por la tecnología.
En el mundo de hoy tenemos la capacidad de producir más de lo que podemos consumir y con la ausencia de escasez adiós al crecimiento, y sin crecimiento, pues ya se sabe, colapso del sistema económico-financiero.
¿Entiendes ahora el por qué de la crisis? Pues no es ni más ni menos que para volver a producir escasez y así alargar la permanencia de este sistema.
El hombre desde sus orígenes ha pasado por varias etapas y cada etapa ha requerido un cambio fundamental en su modus vivendi. Al principio vivía en cavernas y estaba más preocupado de que no le comieran que de comer. Después se hizo cazador y recolector y, por supuesto, abandonó las cavernas. Luego descubrió la agricultura haciéndose sedentario e instalándose en ciudades, hasta que llego la revolución industrial con la que consiguió liberarse de parte del trabajo que había realizado desde sus orígenes.
Pues bien. Hasta aquí el sistema monetario tuvo su razón de ser dado que había escasez y margen para el crecimiento, pero actualmente estamos inmersos en una etapa tecnológica como jamás ha alcanzado nunca la humanidad.
Tenemos que cambiar el “chip” para dejar de relacionar todo con el dinero y sobre todo terminar, de una vez por todas, el cambiar trabajo por salario para sobrevivir. Hoy en día no es necesario, para eso está la tecnología y las máquinas.
Cada uno de nosotros podríamos perfectamente aportar (que no trabajar) 2 ó 3 horas al día de nuestro tiempo al desarrollo y funcionamiento de la sociedad, ya que las máquinas harían el 75% del trabajo rutinario e ingrato por nosotros, y a cambio tendríamos garantizados comida, cobijo, educación, energía, transporte, sanidad, etc.; es decir, todo aquello que hace que la vida sea digna de ser vivida. El resto de nuestro tiempo lo podríamos dedicar a estudiar, investigar, viajar, cultivar nuestras dotes culturales (pintura, escultura, música, literatura,...) y también, como no, a mejorar las relaciones humanas.
¿Tenemos la tecnología y los recursos suficientes para llevarlo a cabo? La respuesta es: SI. ¿Entonces, qué nos impide hacerlo? Y ahí chocamos con lo de siempre: porque nuestros dueños no quieren.
¿Y qué herramienta utilizan para impedírnoslo? Pues está claro: el dinero.
El sistema monetario tiene secuestrada la tecnología al igual que el conocimiento. Las grandes multinacionales de las diferentes industrias; ya sabes, la industria energética, farmacéutica, alimentaria, etc., disponen de patentes tecnológicas avanzadas que no salen a la luz por meros intereses económicos. Lo mismo ocurre con el conocimiento, no es igual la formación que recibe un estudiante en la universidad de Murcia a la que recibe en Harvard. Así que mientras exista el dinero esto no va a cambiar.
No le des más vueltas. No es verdad que tengamos que hacer recortes en educación, sanidad, bajar salarios y pensiones, etc. Todas estas medidas, que están enfocadas a ahorrar dinero, son un camelo. Ellos saben que la tecnología va a acabar con su estatus privilegiado y por eso quieren preservar este modelo a toda costa.
Esta es la verdadera realidad y, aunque parezca una secuencia sacada de una película de suspense en la que todos estamos esperando a ver cómo termina, no es ninguna broma, pues va a causar el sufrimiento y la muerte de millones de personas.
Como he dicho siempre, el cambio hacia un sistema más justo y equitativo se va a producir tarde o temprano, pero de nosotros depende el hacerlo cuanto antes para ahorrarnos este sufrimiento inútil.