Desde los medios de comunicación no hacen más
que bombardearnos diariamente con que el actual sistema de pensiones es
insostenible.
Para ello esgrimen el siguiente argumento.
Según los “expertos” para que el sistema
funcione tiene que haber como mínimo 2 personas produciendo y cotizando por
cada pensionista que no produce, pero sí consume; ese es el límite. Si ese número
de personas produciendo baja, el sistema es insostenible. Eso es lo que asegura
la “comisión de sabios” que el gobierno ha puesto a trabajar en la nueva ley de
la reforma de las pensiones, que nos van a aplicar a partir del 1 de enero de
2014 y que básicamente tiene dos objetivos: el primero, asegurarse por ley que
nunca más van a subir las pensiones (no consideremos subida ese ridículo e
insultante 0,25%) y en segundo lugar, y objetivo principal, obligar a la
mayoría de los futuros pensionistas, que se lo puedan costear, a invertir en
fondos privados de pensiones.
Analicemos ahora el principal argumento –según
los “expertos”- para el funcionamiento del sistema de pensiones y
posteriormente los dos objetivos que se pretenden conseguir aplicando esta
nueva ley.
Ligar la producción de 2 personas para mantener
a un pensionista es absurdo, y me explico. No se trata del número de personas,
sino de la producción en sí, es decir; ¿si 10 personas producen 20 kilos de
tomates 2 personas producen 4 kilos? No necesariamente. Una sola persona puede
producir 20 ó 40 kilos de tomates, con los medios y tecnología adecuada para
hacerlo. Entonces, no es válido que tenga que haber 2 personas produciendo por
cada pensionista dado que, hoy en día, una sola persona produciendo puede acarrear
los costes de 2 o más pensionistas. Pero, ojo. No nos dejemos confundir. Los empresarios
y grandes corporaciones también son personas que producen, y mucho. Lo que
sucede es que estos no cotizan lo que debieran y de ahí el déficit en el
sistema. Si echamos la vista atrás veremos que hace 50 años el número de
personas para producir cualquier bien era infinitamente superior al actual ¿verdad?
Pues bien. Dicho esto, queda desmontado el patético argumento de los “expertos”
y su mágica fórmula del “2 x 1”.
En cuanto a los objetivos que se pretende conseguir
con la nueva reforma de las pensiones, están muy claros. Al desvincular la
subida de las pensiones al IPC, garantizando una subida mínima del 0,25%, y con
la deuda pública actual que tiene España (92% del PIB) está claro que jamás se van
a revalorizar las pensiones, por lo que en 4-5 años el poder adquisitivo de los
pensionistas sufrirá una merma del 25-30%, y en el transcurso de otros 4-5 años otro 25-30%. Y así hasta que sean eliminadas del sistema.
¿Y todo para qué? Y aquí es donde viene el
principal objetivo. Pretenden, en definitiva, privatizar las pensiones
mediante la contratación de planes de pensiones privados, por parte de los
trabajadores, que están viendo como se desmorona el actual sistema estatal de
pensiones.
Este, y no otro, es el “gran botín” que
quieren llevarse, y detrás de ello están –como no podría ser de otra manera-
las grandes aseguradoras europeas, entre ellas las aseguradoras alemanas y
francesas, los fondos de inversión anglosajones -dominados por los grandes
fondos americanos- y, en menor medida, nuestros grandes bancos.