Cada vez va quedando menos para conseguir la
globalización definitiva del planeta.
Se puede decir que los países desarrollados
prácticamente ya están globalizados. Todos se rigen por las mismas reglas de
juego y en todos se ha implantado el mismo pensamiento único idiotizado.
No hay diferencia entre alemanes, españoles,
japoneses, portugueses, chinos, americanos, coreanos, finlandeses, etc.…. La
única diferencia que existe entre estos países es la renta per cápita y nada
más. Incluso se puede decir que ya ni siquiera son estados soberanos, pues
están a las órdenes de lo que se ha dado en llamar “los mercados” que no es
otra cosa que la gran banca y las grandes corporaciones. Ahora los estados
son GOLDMAN SACH, IBM, ITT, EXXON, GENERAL MOTORS, MICROSOFT, DUPONT, INDITEX……
etc. (Un dato: De las 100 mayores
economías del mundo, basándonos en el PIB, 51 son corporaciones, y de esas 51
corporaciones, 47 tienen su sede en los EEUU. Walmart, General Motors o Exxon,
por ejemplo, son más poderosas económicamente que Arabia Saudí, Polonia,
Noruega, Sudáfrica, Finlandia, Indonesia y muchos otros países.)
Como ocurre en todo el mundo desarrollado, los
habitantes de estos países son asustados, adoctrinados y manipulados diariamente
fundamentalmente mediante la televisión. Cada noche te acuestas –después de
haber recibido tu dosis televisiva correspondiente- con los deberes puestos
para la mañana siguiente. La televisión ya se ha encargado de decirte quien es
el bueno y quien el malo, quien merece tu aprobación y quien tu rechazo.
Incluso si puedes salir o no a la calle, ya que los espacios dedicados a la
meteorología son de lo más alarmante, dado que: si caen dos copos de nieve,
pues alerta naranja, si hace viento, alerta roja, si el termómetro pasa de los
40 grados, más alerta por ola de calor. Y así día tras día idiotizándonos y
coaccionándonos para llevarnos hacia donde ellos quieren.
Si no crees lo que digo haz la prueba. Intenta pasar
30 días (si es que eres capaz) sin ver la televisión, escuchar la radio, leer
la prensa, navegar por Internet y, por supuesto, sin utilizar el móvil. El mundo
te parecerá distinto. Notarás que han desaparecido la mayoría de tus
preocupaciones, que la gente que te rodea cotidianamente está muy asustada y tú
ya no, que empiezas a tomar tus propias decisiones basándote en tus propios
criterios y no en el criterio de otros. En definitiva, que empiezas a ser tú
mismo.
Con esto no quiero decir que prescindamos del
progreso, de la información y las comunicaciones. Todo lo contrario. Lo que yo
demando son medios de comunicación dignos, limpios e independientes y redes
sociales con total garantía de privacidad.
Hoy en día no hace falta hacer ningún tipo de
revolución para mover este sistema. Si la mayoría de nosotros hiciéramos esto,
o algo parecido a esto, por supuesto, abriendo algún canal de comunicación
serio y veraz, el mundo cambiaría radicalmente.
Definitivamente,
hay que pasar de ellos, de sus normas, de su dinero, de sus impuestos y, sobre
todo, de su televisión. Tenemos que aprender a ser nosotros mismos. No pasa
nada por ser diferentes, al contrario, eso nos enriquecería a todos.
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