miércoles, 9 de diciembre de 2015

PERMUTA DE INCUMPLIMIENTO CREDITICIO

Los primeros economistas del libre mercado, como Adam Smith, (economista escocés del siglo XVIII) decían que el interés individual y la competencia llevan a la prosperidad de la sociedad, ya que la competencia crea incentivos que motivan a la gente a perseverar y prosperar.
Así nació el liberalismo clásico, que derivó en el neoliberalismo actual, cuyo mayor exponente fue Milton Friedman (de la Escuela de Chicago) cuyos alumnos, los “Chicago Boys”, fueron los artífices de las reformas económicas y sociales llevadas a cabo en Chile durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Estas políticas económicas fueron fuertemente implementadas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher, en la década de los 80, hasta llegar a imponerse a día de hoy en la mayoría de países de todo el mundo.
Sin embargo, de lo que no hablaban estos economistas, y que se ha puesto de manifiesto en nuestra historia más reciente, es de cómo una economía basada en la competencia lleva inevitablemente a la corrupción; a la consolidación del poder y la riqueza de una minoría que juega con ventaja; a la estratificación social desigualitaria; a la parálisis tecnológica; a la discriminación en el acceso al conocimiento; a la anulación de la creatividad en la inmensa mayoría de la población; a la explotación laboral y, al final, a una forma encubierta de dictadura a cargo de una élite rica que, esa sí, goza te todo lo que no dispone la gran mayoría.
Verdaderamente lo que ha sucedido es que amén de tener que cumplir las normas totalitarias de los estados intervencionistas, tenemos además que sufrir las humillantes, crueles y fraudulentas políticas financieras -llevadas a cabo por la oligarquía económica- cuyo mayor exponente son los bancos y sus argucias financieras.
A día de hoy existen muchas prácticas fraudulentas, por parte de la banca internacional, que se comercializan en todo el mundo con absoluta impunidad, ya que son completamente legales. En el caso de España, y por citar solamente dos, se comercializaron las “Preferentes” y los “Valores Santander”, que acabaron con los ahorros de decenas de miles de personas, utilizando para ello estas prácticas fraudulentas.
Hay muchos chanchullos entre los llamados “derivados financieros” pero, de entre todos ellos, hay uno que sobresale especialmente por encima de todos y que muy probablemente contribuirá al “Armagedón” de la economía mundial. Me refiero a las permutas de incumplimiento crediticio o CDS.
¿Pero, qué es una permuta de incumplimiento crediticio?: Según Wikipedia, una permuta de incumplimiento crediticio (más conocida por su término en inglés, credit default swap o CDS) es un producto que consiste en una operación financiera de cobertura de riesgos, incluido dentro de la categoría de productos derivados de crédito, que se materializa mediante un contrato de swap (permuta) sobre un determinado instrumento de crédito (normalmente un bono o un préstamo) en el que el comprador de la permuta realiza una serie de pagos periódicos (denominados spread) al vendedor y, a cambio, recibe de éste una cantidad de dinero en caso de que el título que sirve de activo subyacente al contrato sea impagado a su vencimiento o la entidad emisora incurra en suspensión de pagos.
Toda esta definición de los CDS se puede traducir de la siguiente manera:
Imaginemos que un país o empresa necesita un crédito. Su economía no anda muy bien que digamos y las agencias de calificación, por ejemplo, Estándar & Poors, le ha dado una calificación de “BB”, o lo que es lo mismo: grado especulativo de no inversión.
Por otro lado tenemos, por ejemplo, un fondo de pensiones que necesita invertir 10 millones de dólares (la cantidad mínima para cada operación de CDS es de 10 millones de dólares) y, claro está, tiene reparos en prestarle el dinero a ese país o empresa con esa calificación de “BB”, pero, a la vez, es una inversión muy atractiva dado que le supondrá una buena rentabilidad, ya que la prima de riesgo de ese país o empresa, con esa calificación, será muy alta, con lo cual el interés que recibirá por su préstamo también será muy elevado.
Y aquí es donde entran en juego las empresas que comercializan con CDS.
Esta empresa que comercializa CDS le dirá al fondo de pensiones que le preste el dinero a ese país o empresa, mediante la contratación, con ellos, de una permuta de incumplimiento crediticio, o lo que es lo mismo: asegurar el dinero prestado a cambio de una cantidad de dinero a pagar a la empresa aseguradora.  
¿Y esto que significa?: Significa que el fondo de pensiones le deja el dinero, al país o empresa que lo demanda, a un interés, por ejemplo, de un 10% y de ese 10% le paga a la empresa que comercializa los CDS, por ejemplo, un 5%. A cambio, la empresa de CDS se compromete a abonar los 10 millones de dólares al fondo de pensiones, en el caso de que el país o empresa incurra en el impago del préstamo o se declare en quiebra y no pueda devolver el dinero.
Hasta aquí todo parece razonable pero, como veremos a continuación, no lo es:
En el caso de que el país o empresa incurra en el impago del préstamo, el fondo de pensiones deberá entregar deuda del país o empresa, por importe del valor nominal del crédito asegurado, a la empresa comercializadora de CDS y esta pagará los 10 millones de dólares del importe del préstamo asegurado al fondo de pensiones.
¡Ojo! que aquí es donde ahora se pone interesante.
Como he dicho el fondo de pensiones tiene que entregarle a la empresa que comercializo los CDS títulos de deuda del país o empresa equivalente al valor nominal asegurado. Como los CDS no hacen un contrato específico de una deuda concreta, sino que cubre el riesgo global de la deuda del país o empresa, pudiera darse el caso -y de hecho se da- que el fondo de pensiones acuda al mercado de deuda a comprar deuda, por el valor nominal equivalente a los 10 millones de dólares del país o empresa, y que en ese momentos este cotizando a un 50% del precio de su valor, por lo que el fondo de pensiones en la operación obtendría 5 Millones de dólares de benéfico.
Bueno. Este es simplemente uno de los hipotéticos casos de lo que te permiten hacer los CDS, pero en realidad hay un montón de variantes como, por ejemplo, asegurar solamente una parte del crédito, etc.
En resumen: que lo que era una especie de seguro contra impagos se ha convertido en un gigantesco mercado de derivados, donde nadie sabe de forma transparente quien tiene posiciones, lo cual ha provocado que el mercado de los CDS se haya desmadrado por completo.
Para agravar aún más el riesgo de este tipo de derivados, las empresas comercializadoras de CDS, al no estar obligadas a mantener ningún tipo de reserva para pagar a los compradores, pueden llegar a ser altamente explosivas. A los CDS se les culpa, por ejemplo, de ser los desencadenantes de la crisis de las “subprime” en julio de 2007, y a la caída en 2008 de American International Group (AIG) que tuvo que ser rescatada por la Reserva Federal de EEUU, para evitar su quiebra, debido a que no pudo hacer frente a los pagos de todos los CDS que tenía contratados.

La facilidad de empleo de los CDS y la inexistencia de regulación sobre los mismos, los han convertido en el instrumento más popular en el mercado de derivados. Hacia finales de los años 90 se manejaban montos cercanos a los 500.000 millones de dólares. Sin embargo, es en el años 2003 cuando se produce su despegue definitivo, llegando a alcanzar en 2007 la suma de 45,5 billones de dólares (casi todo el PIB mundial) que fue sobrepasado con creces en 2008, llegando a los 65 billones de dólares (1,35 veces la producción económica mundial)
CDS por país a 30 de julio de 2015
En este gráfico se puede observar que los países que tiene contratados más productos de este tipo –como es obvio- son precisamente los que tienen peor sus economías (caso de Venezuela o Grecia) precisamente por la razón explicada anteriormente.
Pero el problema más grave de los CDS es que se han convertido en un verdadero monstruo que nadie sabe cómo controlar. Se sabe que su volumen es mayor a toda la economía mundial, pero como consecuencia de su carácter desregulado y su total falta de transparencia, su monto es imposible de cuantificar. Según los expertos los CDS son actualmente los activos más tóxicos de todo el mercado, haciendo de él un auténtico casino.
Como podréis imaginar el uso especulativo de este tipo de derivados es asombroso. Pero hay una cosa todavía peor, y es que la gran mayoría de especialistas ignora su funcionamiento, según dicen ellos mismos.
En definitiva: como consecuencia de este tipo de negocio especulativo, proveniente de los derivados, el negocio de la banca tradicional está prácticamente muerto. De ahí que ahora los bancos ya no premien el ahorro con intereses rentables; es más, terminarán implantado intereses negativos; ya sabes: pagaremos por tener nuestro dinero en el banco.
Igualmente ha disminuido notablemente la concesión de pequeños créditos (por ejemplo a la pequeña y mediana empresa) ya que el negocio de la deuda, con la contratación de permutas de incumplimiento crediticio, es mucho más rentable para ellos que el negocio de la banca clásica. Es por esto que cada día toman más relevancia los bancos de inversión en detrimento de la banca tradicional. De ahí la reducción salvaje de plantilla y oficinas que ha llevado a cabo la banca durante esta mal llamada “crisis”.
En fin. Todo esto es el resultado de la llegada del neoliberalismo, que desreguló totalmente la actividad bancaria, permitiendo a estas entidades crear derivados especulativos y fraudulentos a diestro y siniestro y repartirlos por todo el mundo con total impunidad ya que, como he dicho antes, son totalmente legales.
Bueno, pues a ver quién arregla esto -si es que tiene arreglo- antes de que se lleve toda la economía mundial por delante. Todavía no he oído a ningún político hablar de ello. Bueno, que cosas se me ocurren. Se me olvidaba que los políticos sólo hablan para personas de corta edad: ¿pongamos 12 años? Así lo hicieron en el debate televisado por AtresMedia (antena 3 y la sexta) el “7D” los “4 jinetes de la poca credibilidad” (léase: Pedro, Pablo, Albert y Soraya).

lunes, 23 de noviembre de 2015

LO QUE VERDADERAMENTE DESENCADENÓ LA GUERRA DE SIRIA

La manipulación, tergiversación y desinformación que los medios de comunicación hacen diariamente sobre la guerra de Siria, y lo concerniente al EI, es vergonzosa.
En nuestra historia más reciente, todas las guerras desencadenadas han sido y son acometidas por motivos económicos y esta no es precisamente una excepción.
Toda la parafernalia de que si los Suníes son mayoría y están gobernados por una minoría de Chiíes que, por cierto, es verdad, y que Bashar al-Asad es un dictador que masacra a su pueblo, no tiene nada que ver con la realidad del desencadenamiento del conflicto. En Siria a parte de los Suníes y Chiíes están los alawitas, además de  otras etnias como los asirios, armenios, turcos, kurdos y miles de refugiados palestinos.
Todo este conglomerado hace que un país relativamente nuevo –tiene escasos cien años y se autogobierna desde hace 50- sea muy fácil de desestabilizar, ya que aun no se han asentado definitivamente las bases de su convivencia.
Pero vayamos por partes:
Europa, después de las catástrofes de Chernóbil y Fukushima, está decidida a ir abandonando paulatinamente la energía nuclear -cosa que ya ha hecho Alemania- e ir hacia la producción de energía eléctrica a través de gas: no olvidemos que Europa es un gran devorador de energía, y los países productores de hidrocarburos lo saben, abriéndose para ellos la posibilidad de hacer negocio y obtener pingües beneficios.
El desencadenamiento principal de esta guerra no es otro que el de los dos futuros gaseoductos, que pretenden construir Irán y Qatar respectivamente, para llevar el gas del yacimiento del Golfo Pérsico, cuya propiedad es compartida entre Irán y Qatar, hacia Europa.
Por una parte Irán tiene firmado un anteproyecto con Bashar al-Asad e Irak, con anterioridad al estallido de la guerra, para la construcción de un gaseoducto a través de Irak y Siria, hasta la ciudad portuaria de Tartus donde -¡ojo!- Rusia tiene una base naval. Este gaseoducto evitaría transportar el gas dando toda la vuelta a la Península Arábiga y salir por el Mar Rojo a través del canal de Suez al Mediterráneo, con el coste que eso conllevaría. Además, Rusia, aliado histórico de Irán, se beneficiaría, ya que con toda probabilidad sería la encargada de transportar ese gas hacia Europa.
Ni que decir tiene que este proyecto ha estado boicoteado desde el principio por Qatar y EEUU: por Qatar, como es obvio, por la ventaja que le supondrá a Irán el que su gas sea embarcado directamente en el Mediterráneo -privándole a él de hacer lo mismo- ya que Siria es la pieza clave para la construcción de los dos gaseoductos. Y en lo que respecta EEUU, estos no quieren ver ni en pintura un despegue económico de Irán, ya que este país es partidario de acabar con la hegemonía del dólar en la compra y venta de materias primas en el mundo.
Por otra parte está Qatar. El gaseoducto que pretende construir Qatar, para evitar lo mismo que Irán, sería a través de Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía. Es por eso que Siria es de vital importancia para Qatar y, por tanto, ha sido Qatar quien ha orquestado y financiado (se dice que con más de 5.000 millones de dólares) junto a EEUU, toda la desestabilización de Siria, para acabar con Bashar al-Asad, desencadenando el caos actual.
Otro de los actores invitados a este conflicto es el llamado Estado Islámico (EI o ISIS) que ha sido entrenado, financiado y utilizado por occidente (concretamente por la CIA, el M16 británico y el MOSSAD israelí) para colaborar en la desestabilización de diferentes países islámicos, entre ellos Siria para derrocar a Bashar al-Asad. Este grupo ha sabido aprovechar la coyuntura de la Guerra Civil en Siria y expandirse por gran parte de Siria e Irak, declarándose finalmente en abril de 2013 como Estado Islámico  y con pretensiones de propagarse a todos los países de Oriente Medio, el Magreb y llegar incluso a la Península Ibérica, pues siempre hablan de recuperar al-Ándalus.
Bueno. Pues aquí tenemos de dónde han salido los protagonistas de los diferentes  bandos de la guerra de Siria.
Hay un dicho popular que dice: “de esos polvos vienen ahora estos lodos”. O lo que es lo mismo: lo que empezó con la única pretensión de derrocar a Bashar al-Asad, para favorecer el gaseoducto de Qatar en detrimento del de Irán, se ha convertido en un conflicto internacional de intereses económicos, más la amenaza del EI.

jueves, 19 de noviembre de 2015

LA UTILIZACIÓN DEL TERRORISMO PARA SALVAGUARDAR LA ECONOMÍA

¡Así que estamos en guerra! Al menos eso es lo que ha dicho el presidente de Francia, François Hollande, después de los atentados del día 13 de noviembre de 2015 en París. Es más, ha anunciado un estado de emergencia de 3 meses (la constitución francesa no permite más de 12 días) y para ello cambiará la Constitución. También, ojo al dato, ha dicho a Bruselas que no cumplirá con los objetivos de déficit, ya que es prioritario acometer el gasto en la guerra contra el EI.
Pues qué bien. Con todo mi respeto y solidaridad con las víctimas -siempre pagamos los mismos- ya tienen la escusa perfecta para intentar salir o retrasar el colapso económico inminente que se avecina, con una salida bélica que, por cierto, es lo que históricamente siempre se ha hecho (sólo por poner un ejemplo: la salida de la Gran Depresión del 29 derivó en la 2ª guerra mundial)
Ahora están intentando hacer una gran coalición internacional –Francia y Rusia ya se han unido- para acabar con el EI y el terrorismo en general. Pero no olvidemos que el terrorismo ha sido creado, financiado y promovido por occidente –mejor dicho por EEUU- para salvaguardar sus intereses económicos y geo-políticos. Esto no lo digo yo, lo dicen, entre otros, ex agentes de la CIA y del M16. Ya les dijo Putin en una reunión de Naciones Unidas: “¿se dan cuenta de lo que han hecho?”
Se está generando tanto odio, por parte de unos y otros, que es casi imposible evitar lo que parece inevitable.
Como todo en esta vida, el fenómeno del terrorismo tiene solución. Lo que hay que tener es voluntad de encontrar esa solución. Pero no creo que los mismos que han creado este problema tengan intención de resolverlo y más aun cuando lo utilizan para acometer sus tropelías económicas y financieras.
Según todos los indicadores la economía mundial está por los suelos y a punto de colapsar.
Las economías de EEUU y Japón –sólo por citar a dos de las economías más grandes del mundo- están endeudadas hasta la médula y a punto de estallar. Y en China, según los analistas, no es oro todo lo que reluce, y aunque esté creciendo a un 6,9%, según la mayoría de indicadores está en desaceleración y con una deuda que ha pasado de los 2 billones de dólares en el año 2002 a 28 billones de dólares en el año 2015, y a esto hay que sumarle que tienen la mayor burbuja inmobiliaria de todo el planeta.
Las diferentes fases de flexibilización cuantitativa llevadas a cabo por los bancos centrales no han hecho más que agravar la situación y el mundo financiero se ha convertido en un gran casino en el que los únicos que sacan beneficio son los tramposos. Un ejemplo claro de esto es el caso del Deutsche Bank, que no quiere seguir ofreciendo a sus clientes depósitos, puesto que no necesita capital, gracias a que el Banco Central les proporciona todo el dinero gratis que necesitan, ya que el BCE tiene la potestad de emitir moneda con toda la facilidad del mundo. El siguiente paso que darán los bancos será la remuneración de intereses negativos; es decir, que habrá que pagar un interés por tener el dinero en el banco.
Pero el ejemplo más claro del gran casino en que se ha convertido el sistema financiero es el comercio de alta frecuencia o transacciones de alta frecuencia -HFT por sus siglas en inglés- que, como su nombre indica, consiste en comprar y vender miles de títulos al día a velocidad de vértigo (especulación pura y dura). Los fondos de cobertura, los operadores financieros y grandes firmas comerciales con muchos especialistas que han surgido en la última década, disponen de ordenadores súper-rápidos y programas muy complejos para disparar las órdenes en menos de una milésima de segundo. De hecho, en términos de volumen, las transacciones de alta frecuencia computarizadas representan actualmente entre dos tercios y tres cuartas partes de todas las operaciones de Wall Street. Alucinante ¿verdad?
Por mucho que nos digan que la economía se está recuperando, no es verdad, son solamente chanchullos y maquillaje financiero para aguantar el tirón.
Hay un indicativo claro de que esto es así. Se trata del Índice Báltico Seco que se ha desplomado más de un 50% desde marzo y los economistas temen que esta caída responda a una desaceleración generalizada del comercio global. (El Índice Báltico Seco -BDI por sus siglas en inglés- es un indicador diario de precios, elaborado a partir de los datos suministrados por los consignatarios de buques a la Baltic Exchange de Londres, que sirve de referencia del coste del transporte de mercancías a granel por las principales rutas marítimas del mundo)
¿Y qué nos está diciendo el índice BDI sobre el comercio y el crecimiento mundial?: resulta que la correlación entre el comercio mundial y el BDI es extremadamente fuerte. La Agencia Holandesa para el Análisis de la Política Económica (CPB) elabora mensualmente el CPB World Trade Monitor, una estadística sobre el comercio mundial. Pues bien. Al analizar los datos, resulta evidente que los volúmenes comerciales se han ido debilitando desde finales de 2013 hasta alcanzar mínimos históricos, por lo que todo parece indicar que el comercio mundial se está deteriorando a pasos agigantados y está entrando prácticamente en coma.
Bueno, pues esto es lo que tratan de evitar o retrasar los dueños del mundo, hasta que tomen posiciones en el nuevo paradigma que está por venir. Para ello están utilizando, entre otros, a un puñado de beduinos -la mayoría poco instruidos y sin futuro, llamado EI- que, por otra parte, si se les financia, adiestra y organiza, con el paso del tiempo se pueden convertir en una seria amenaza.

Parafraseando a Putin en uno de sus discursos ante las Naciones Unidas: “¿se dan cuenta de lo que han hecho?”

domingo, 15 de noviembre de 2015

CAIDA EMPICADA DEL EMPLEO

Tenemos un serio problema demográfico del que nadie habla, o no quiere hablar, porque probablemente nadie sabe cómo resolver.
Los que tenemos ya cierta edad, hemos podido comprobar cómo la población mundial prácticamente se ha triplicado en solamente 6 décadas, pasando de los 2.500 millones de habitantes en el año 1.955 a los 7.376 millones de personas que poblamos el planeta a día de hoy.
Eso quiere decir que también ha aumentado la población activa en el mundo que, según la OIT (Organización Internacional del Trabajo) comprende a personas de 16 años o más que pueden aportar trabajo para la producción de bienes y servicios durante un período específico, y que incluye tanto a las personas con empleo como a las personas desempleadas. Por lo tanto, lo que ha sucedido es que en tan sólo 6 décadas se han incorporado un número aproximado de 2.000 millones de personas más a la caza de un puesto de trabajo. Y digo a la caza de un puesto de trabajo porque todas estas personas deberán procurarse un empleo del que sacar un dinero para poder subsistir, ya que, en el mundo actual, si no dispones de dinero no puedes tener acceso a los bienes y servicios necesarios para llevar una vida digna. Hoy en día a todo se le ha aplicado un precio monetario, por lo tanto, no te queda otra opción que no sea la de trabajar para poder vivir.
¿Pero, qué está pasando con el empleo? ¿Por qué si cada día somos más trabajamos menos? Lo normal sería que ante un aumento de la población se necesitara más carga de trabajo para cubrir las necesidades de esa población, y verdaderamente es así. Lo que está ocurriendo es que ahora producimos más con menos; es decir, que necesitamos mucha menos gente para producir más cantidad de bienes y servicios, ya que las personas están siendo reemplazadas por máquinas, mucho más productivas y eficientes.
Un estudio realizado por la OIT revela que las políticas de liberalización del mercado de trabajo –reformas laborales, etc.-, llevadas a cabo en los países desarrollados tras la crisis, han provocado que tres cuartas partes de la población activa mundial trabaje con contratos temporales, precarios o por cuenta propia, perdiendo así toda protección laboral. Por otra parte, estas reformas no han servido para reducir la tasa de desempleo. Además, dicen que es probable –yo diría que es seguro- que este tipo de empleo vaya a prevalecer con mayor frecuencia a partir de ahora, dado que de lo que se trata es de tener a la gente ocupada para evitar una revuelta social, aunque ese trabajo no aporte nada, ni sea útil a la sociedad y, para más inri, no te saque de la pobreza.
Ya sé que lo normal es pensar que si bien se destruyen muchos puestos de trabajo, como consecuencia de la llegada de la tecnología, también se crean muchos nuevos. Y es verdad. Pero los nuevos puestos de trabajo son, por lo general, para personas de alta cualificación y su número no llega a alcanzar ni la cuarta parte del empleo que se destruye.
Pero veámoslo con datos.
En el año 2.011 el diario The Eonomist elaboró una relación sobre las empresas que más empleados tienen en el mundo y las 10 primeras son:
-     Departamento de Defensa de EEUU. Da empleo a 3,2 millones de personas.
-     Ejército chino. Tiene en nómina a 2,3 millones de personas.
-     Walmart. Es la empresa privada que proporciona más trabajo en el mundo. Emplea a 2,1 millones de personas.
-     McDonald’s.  Con 1,7 millones de asalariados.
-     China National Petroleum Corporation (CNPC). También emplea a 1,7 millones.
-     State Grid Corporation of China. La mayor transmisora y distribuidora de electricidad del mundo emplea a 1,6 millones de personas.
-     Servicio Nacional de Salud del Reino Unido. Proporciona 1,4 millones de puestos de trabajo.
-     Ferrocarriles de la India. Da trabajo a 1,4 millones de personas.
-     China Post Group. Correos chino da trabajo a 900.000 personas.
-     Hon Hai Precision Industry. El mayor fabricante del mundo en material electrónico chino emplea a 800.000 personas.
En total estas 10 empresas dan trabajo a 17.1 millones de personas, de la cuales, las 2 primeras -que son las que más trabajo procuran en el mundo- son ejércitos; es decir, trabajos que no aportan nada a la sociedad y que verdaderamente no harían falta. Y el resto de empresas podrían –y con toda seguridad terminarán haciéndolo- reducir un número importante de empleos automatizando parte de los puestos de trabajo actuales.
Por otro lado están las empresas tecnológicas.
En el año 2014 las 5 empresas tecnológicas que generaron más cantidad de empleo en el mundo fueron:
-     Samsung: 275.100 empleos
-     Sony: 105.000 empleos
-     Microsoft: 99.000 empleos
-     Apel: 80.300 empleos
-     Google: 48.000 empleos
En total 607.400 puestos de trabajo que, comparados con los 11 millones de empleos que proporcionan las 5 primeras empresas de la lista anterior, ponen de manifiesto que las nuevas tecnologías no son precisamente las que van a resolver el problema del desempleo.
Por muchas promesas que los políticos nos hagan el empleo no va a volver; es más, se seguirá destruyendo empleo.
Hay algunos economistas que aseguran que la falta de empleo es el fruto de una mala política y no consecuencia de la tecnología. ¡Qué tontería! Pues claro que todo es el fruto de la política. Si se tomara la decisión política de poner a trabajar a todo el mundo -por ejemplo: poniendo a cada persona dependiente y a los mayores de 75 años a alguien que se ocupe de ellos; creando puestos de trabajo para la limpieza y mantenimiento de montes, ríos y océanos; creando centros de investigación de todo tipo; y así un largo etc.- es seguro que se resolvería el problema del desempleo. Pero seamos realistas. Esa no es la sociedad en que vivimos. Vivimos en una sociedad en la que el dinero prima sobre las personas, y como la tecnología genera más beneficio que dar empleo a más personas, pues, de momento, parece que seguiremos así.
Actualmente hay millones de personas que están trabajando y no necesariamente producen bienes, aunque si algunos servicios. Servicios, por otra parte, nada relevantes y que fácilmente podríamos prescindir de ellos sin que hicieran la más mínima mella en la producción de bienes (de todos es sabido los “servicios” que prestan los intermediarios y que únicamente sirven para encarecer el producto)
Existen infinidad de trabajos que no aportan nada a la sociedad y que sólo se realizan por tener que mantener a la gente ocupada y al mismo tiempo procurarse un dinero para su subsistencia, ya que no hay otra manera de vivir. Abogados, economistas, banqueros, políticos, especuladores financieros, comerciales, aseguradoras, intermediarios de todo tipo, cuerpos de seguridad, y un largo etc., no aportan nada a la sociedad. Nos encaminamos hacia un modelo cada vez más tecnológico y muchos de estos puestos de trabajo tarde o temprano tenderán a desaparecer.
En una sociedad cada vez más tecnológica, que está basada en un modelo político-económico-monetario obsoleto e insostenible –como el actual- es seguro que cada día se destruirán más y más puestos de trabajo. Aunque, bueno, no es exactamente así. Es insostenible para la mayoría, pero no para una minoría. Y mientras esa minoría -que goza de todo el poder- no sea sustituida por la mayoría, esto, no va a cambiar. El empleo seguirá destruyéndose y prácticamente todos los puestos de trabajo que resistan la embestida de la tecnología serán cada día más precarios.

martes, 27 de octubre de 2015

LA POBREZA Y LA RIQUEZA

En el mundo somos actualmente 7.000 millones de seres humanos.
Según las estadísticas del Banco Mundial, en el año 2.015 el porcentaje de personas viviendo en la pobreza extrema –personas con menos de 1 dólar al día- es de 1.050 millones. También, en este mismo año, el número de personas viviendo en la pobreza –personas con menos de 2 dólares al día- se situó en 2.310 millones de personas, que no es “moco de pavo”.
Según el Proyecto Hombre de Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren al día en el mundo por hambre o causas relacionadas con el hambre, de los cuales, 18.000 son niños.
Del otro lado se encuentran los ricos.
La riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña élite rica. Para el año 2.016 se estima que el 1% más rico de la población mundial acaparará más riqueza que el 99% restante.  Prácticamente la totalidad de la riqueza en el mundo está en manos de un 10%, dejando para el 90% restante de la población menos del 5% del total de la riqueza.
¿Pero, qué está pasando? ¿Es que verdaderamente en el mundo se genera tan poca riqueza como para que exista tal cantidad de pobres?
Empecemos por recordar que el PIB es el valor de todos los bienes y servicios producidos en una economía durante un año.
Pues bien. Siguiendo este criterio el PIB mundial, sumando la economía sumergida y el dinero de los paraísos fiscales, es de aproximadamente 100 billones de euros. Si estos 100 billones de euros los dividimos entre los 7.000 millones de habitantes del planeta, tenemos que a cada uno de nosotros nos corresponderían 14.285 € al año; o lo que es lo mismo, 1.190 € al mes; o dicho de otra manera, 39 € al día. Eso quiere decir que una familia de 2 miembros tendría unos ingresos de 2.380 € al mes; una de 3 miembros 3.570 € al mes; de 4 miembros 4.760 € al mes, y así sucesivamente.
Estos datos nos indican que el mundo genera la suficiente riqueza para que todos pudiéramos llevar una vida digna y no existiera pobreza. Por lo que podemos deducir que el problema no es la falta de riqueza; el problema está en el reparto de la riqueza y, probablemente, en la generación de la misma.
Se ha escrito mucho sobre el por qué de la pobreza y de todo lo que influye para llegar a ella, pero verdaderamente a día de hoy, en una sociedad dominada por el poder económico, las causas principales de la pobreza en el mundo son simplemente dos: la ignorancia y el miedo. Son, por lo tanto, el miedo y la ignorancia -auto-infligidos o impuestos- los que mantienen a la gente atrapada en la pobreza. Por otro lado, lo que intensifica el miedo, y como consecuencia el bloqueo de la gente, es la ignorancia.
¿Por qué la gente es ignorante y está llena de miedos? Básicamente se resume en una sola cosa: por su educación; o mejor dicho, por su falta de educación y como consecuencia de conocimientos.
Generalmente en los sistemas educativos infligidos a las clases populares se enseña a utilizar las emociones para pensar y no a pensar y reflexionar dejando a un lado las emociones -cosa que hacen las élites- y que es esencial para salir de la pobreza.
La riqueza, al contrario que la pobreza, es valiente y atrevida y al igual que la pobreza también se fundamenta en dos causas que, por supuesto, son la antítesis de la pobreza: el conocimiento y el valor.
Normalmente los pobres suelen ser trabajadores por cuenta ajena que trabajan para los dueños de las empresas, además de para el gobierno, a través de retenciones e impuestos, y para el banco, que es al final donde va a parar su dinero. Pasan sus vidas ocupándose del negocio de otro y haciendo rica a esa otra persona y, por supuesto, a los bancos, porque al final para quien termina trabajando uno es para un banco.
Sin embargo, los ricos, no funcionan así. La realidad es que los ricos no están gravados con impuestos. Es la clase media la que paga impuestos.
Cada vez que un gobierno trata de penalizar a los ricos, ellos no sólo no se conforman, sino que reaccionan. Tienen el dinero y la fuerza suficiente para cambiar las cosas. Ellos no se quedan ahí cruzados de brazos –como la clase media- pagando impuestos voluntariamente. Ellos buscan formas de minimizar su carga impositiva. Contratan abogados y contables astutos, y persuaden a los políticos para cambiar leyes o crear escapatorias legales. En definitiva. Tienen los recursos para efectuar cambios, los promueven y al final consiguen lo que se proponen.
Resumiendo: la diferencia entre un pobre y un rico es que el pobre trabaja por el dinero, cediendo todo el poder a su empleador. Sin embargo, el rico no trabaja para un empleador. El rico pone a trabajar su dinero para él y de esa manera mantiene el control de su dinero y a la vez el poder.
Aunque ricos y pobres siempre han existido, nunca se ha dado la tremenda brecha que les separa hoy en día; desigualdad que, por otra parte, se debe al perverso y corrupto sistema económico-monetario actual que proporciona los suficientes “chanchullos financieros” tales como la flexibilización cuantitativa, el apalancamiento, los derivados, la inflación y deflación, y un largo etc. para que esto ocurra.
Como dijo el “sabio” Mújica: Cuando yo compro algo, o tú, no lo compramos con plata, lo compramos con el tiempo de vida que tuvimos que gastar para ganar esa plata con la que poder comprar. Tremendo ¿verdad?
Hay una segunda derivada de la que nadie parece darse cuenta y que, bajo mi punto de vista, es más preocupante que la desigualdad económica. Me refiero a la enorme  brecha que se está produciendo en el conocimiento y que jamás en la historia se ha dado. Está sucediendo lo mismo que con la economía y es que cada vez “los listos son más listos y los tontos más tontos” con perdón de la expresión. Pero como en el tema económico, y dejando de un lado el coeficiente intelectual de cada uno, está claro que no todos tenemos el mismo acceso al conocimiento y, lo que es peor, éste puede caer en buenas o malas manos, y eso si es peligroso.
Pensarás que esto ha ocurrido siempre y prácticamente no afecta a tu vida pero, si es así, estás totalmente equivocado. Son precisamente este tipo de desigualdades las que afectan a tu vida y cada día más.
Un ejemplo claro de esto es lo que está sucediendo ya a día de hoy.
Aunque no lo creas, muchos hospitales en todo el mundo están tomando decisiones drásticas tales como “quién va a morir, y quién vivirá” Esas decisiones se basan exclusivamente en cuánto dinero tienes, la edad que tienes y, por supuesto, el conocimiento que tienes. Si el paciente es ignorante y mayor, la protección médica se dará probablemente a alguien más joven, salvo que ese paciente mayor esté podrido de dinero. De no ser así al paciente pobre, mayor e ignorante se le colocará al final de la fila y si sobran medios y recursos se le atenderá, si no, no. Así que el rico podrá mantenerse vivo, mientras que los que no dispongan de recursos económicos morirán. Así de claro.
Un suceso verídico –del cual nos hemos enterado por los medios de comunicación- ha ocurrido no hace ni un mes en La Coruña. Es el caso de una anciana a la que no se le dispensó atención médica y se le dejó morir en el pasillo de un hospital de la Seguridad Social.
¿Te das cuenta ahora de lo malo que es ser pobre? Por eso la pobreza es el arma más potente utilizada por la élite mundial: o haces lo que ellos dicen o te amenazan con empobrecerte y eso ya sabemos todos lo que significa (véase el caso de Cuba, Venezuela y más recientemente Grecia)

lunes, 12 de octubre de 2015

LA BANCA QUIERE LA CADENA DE BLOQUES

Hace un par de años escribí un artículo titulado: “Bitcóin. ¿Un gran salto o más de lo mismo?
En dicho artículo explicaba que Bitcóin es una moneda electrónica descentralizada, basada en criptografía asimétrica, que reside en una plataforma distribuida P2P -hoy día llamada “cadena de bloques”- que no está controlada por ninguna autoridad central. Se caracteriza por facilitar las transacciones por Internet sin intermediarios y dicen sus creadores que su diseño, gracias a la criptografía, garantiza aspectos básicos como la irreversibilidad, no falsificación y no reutilización de las transacciones.
Lo que en realidad hace interesante a Bitcóin es que básicamente es una economía abierta e independiente que no depende de la política ni de los bancos ni de los gobiernos, permitiendo la concentración de la riqueza en un mercado libre y sin impuestos, haciendo posible una economía sin dinero ficticio y sin permitir la intervención fiscal del Estado.
Bitcóin nació en el año 2008 y se puso en funcionamiento en el 2009. En los  6 años que lleva funcionando, no sólo no ha fracasado, como vaticinaban algunos, sino que día a día ha ido ganando adeptos en prácticamente todo el mundo.
Tenemos el caso de Holanda donde el Bitcóin crece a pasos agigantados. Ámsterdam se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de las criptodivisas. El Banco Central holandés ha tomado la decisión de legalizar el Bitcóin. También se han creado los “Bulevares de Bitcóin” que te permiten comprar o vender Bitcóin con el dinero de tu cuenta corriente. En definitiva, podemos decir que actualmente en Holanda puedes hacer cualquier cosa con Bitcóin.
Este paso dado por Holanda pone de manifiesto que los grandes bancos del mundo están interesados en esta nueva tecnología –sobre todo en la cadena de bloques- ya que dicen que no adoptarán el bitcóin, y ponen como escusa que está asociado con el lavado de dinero proveniente del tráfico de armas y el narcotráfico (como si el dinero que fabrican ellos no hiciera lo mismo)
¿Y, por qué están interesados los bancos ahora en la cadena de bloques y no en el Bitcóin? Pues sencillamente porque el bitcóin es lo que les quita el poder de emitir moneda. Lo único que les interesa y con lo que pretenden hacerse es con la cadena de bloques que, dicen los entendidos, transmite valor por todo el mundo.
Cuando utilizamos como dinero el bitcóin, tenemos la certeza de que ese dinero es nuestro y adquirimos el control absoluto sobre él; en cambio, cuando depositamos el dinero en un banco, pasa a ser controlado por la entidad financiera  y a su vez por el Estado. Por lo tanto, parece razonable pensar que si queremos un futuro en el que tengamos el control sobre nuestro propio dinero, y así evitar los robos a los que nos someten las entidades financieras en cada crisis, deberíamos utilizar el bitcóin o algo parecido.
La Autoridad Bancaria Europea, entre otras, ha publicado multitud de advertencias acerca de los riesgos que entrañan las criptodivisas, para amedrentar a la gente y así evitar que cada día sean más utilizadas en detrimento del dinero fiat.
Habría que debatir seriamente qué dinero conlleva más riesgos: si el bitcóin o el dinero fiat.
Sobre el bitcóin se ha hablado y escrito largo y tendido -sobre todo mal- en los tradicionales medios de comunicación que, por otra parte, ya sabemos todos a quién obedecen. De momento, en tan solo 6 años de vida, es muy pronto para sacar conclusiones.
¿Pero, y el dinero fiat? Ese si lleva el tiempo suficiente como para sacar conclusiones sobre él. Y lo que es innegable, y así se ha demostrado a lo largo de la historia, es que no es nada seguro, dado que las monedas fiat son sólo pedazos de papel y números anotados en una base de datos, que los bancos centrales pueden crear a voluntad. El colapso de las monedas fiat es inevitable como se ha visto en el pasado más reciente en Islandia, Argentina y Zimbabwe.
La mayoría de la gente piensa que el dinero fiat que tiene depositado en el banco es como un seguro de vida, y no es verdad. El dinero fiat es de todo menos seguro, ya que entre otras cosas puedes:
·        Perderlo todo ya que los bancos pueden ir a la quiebra, y esto ha ocurrido ya en numerosas ocasiones.
·        Quedarte sin dinero al ser bloqueada tu cuenta bancaria: Los bancos se reservan el derecho a congelar tu cuenta sin tu consentimiento en cualquier momento, por ejemplo, a petición de una autoridad fiscal, por un embargo, o simplemente un problema con tu cónyuge.
·        El valor de tu dinero fiat puede variar rápidamente, incluso podría llegar a cero: El valor del Dólar americano y de otras monedas ha disminuido considerablemente. Por ejemplo, desde el año 1913 a día de hoy el Dólar estadounidense ha caído un 97%.
·        El dinero fiat puede ser fácilmente falsificado: nunca sabremos en realidad el dinero falso que circula por el mundo.
Bueno, pues estas son solamente algunas de las desventajas del dinero fiat que están altamente constatadas, pero no sabemos aun que ocurrirá con el Bitcóin ya que todavía es pronto para sacar conclusiones.
La oportunidad que se le abre a los bancos -después de haber destrozado la economía mundial con sus “chanchullos financieros”- es altamente atractiva. Se han dado cuenta de que la tecnología de la cadena de bloques es lo que ha estado soñando toda su vida un banquero. ¿Y, por qué? Pues sencillamente porque esto les permitiría seguir extrayendo riqueza pero con la ventaja de no tomar ningún riesgo; es decir, ya no necesitarían generar dinero de una deuda, como hasta ahora, eliminando así el riesgo de los impagos.
Habría que preguntar a los cárteles bancarios -obsesionados con las cadenas de bloques-  si estas cadenas “privadas” serán utilizadas también para levantar bloqueos contra instituciones financieras más pequeñas o naciones más débiles, tal como lo hacen SWIFT y CHAPS hoy en día. (SWIFT es una organización que tiene a cargo una red internacional de comunicaciones financieras entre bancos y otras entidades financieras, y CHAP es un método de autentificación remota o inalámbrica que, entre otras cosas, se utilizan con estos fines)
Esperemos que por el bien de todos nosotros esta tecnología no sea monopolizada por los bancos ya que, si sigue siendo como hasta ahora, es probable que en un futuro no muy lejano la mayor red financiera del mundo pudiera no ser propiedad de un banco, y la moneda de mayor circulación no ser emitida por un Estado. Realmente atractivo ¿verdad?
Aunque parece que, según los expertos en la materia, la cadena de bloques no es nuestro “señor salvador” pero el bitcóin sí. Claro está, siempre según la opinión de dichos expertos.

sábado, 3 de octubre de 2015

EL CULEBRÓN CATALÁN

Es tal la manipulación, tergiversación y distorsión de los hechos, por parte de los medios de comunicación, que la mayoría de la gente de este país no es capaz de ver que “el culebrón catalán” no es más que una maniobra de distracción, para convertir, en mi modesta opinión, a España en un Estado Federal y con ello acallar, de una vez por todas, todo atisbo de autodeterminación en cualquier parte de España.
Si hiciéramos una encuesta a nivel nacional seguro que la mayoría de la gente estaría de acuerdo con la implantación de un Estado Federal. ¿Pero, qué es un Estado Federal? Un Estado Federal, según reza la definición políticamente correcta, es una forma de organización política descentralizada, con un Estado central y distintos entes territoriales autónomos (Estados Federados) que se relacionan conforme a lo dispuesto en una Constitución central, donde se establece cómo se distribuyen las competencias entre las instituciones centrales y las territoriales. Estos Estados Federados, a su vez, pueden tener también su propia Constitución.
Bueno, pues esto es lo que nos dicen que es un Estado Federal. Pero no os dejéis engañar, porque para lo que verdaderamente sirve que España se convierta en un Estado Federal no es ni más ni menos que para poder seguir llevando a cabo, lo que se está aplicando desde hace décadas en prácticamente todo el mundo, y que no es otra cosa que la sustitución sibilina o reemplazo de los gobiernos por el poder privado.
Hay al menos 58 movimientos independentistas en Europa que alientan a sus regiones a formar países autónomos. Pero no seamos ingenuos. La UE nunca va a consentir una Cataluña, Escocia, Córcega, Flandes, País Vasco, etc. independientes, entre otras razones, porque la UE es el mayor experimento que se está llevando a cabo a nivel mundial, a modo de laboratorio, para posteriormente ir hacia la implantación de un gobierno mundial; eso sí, probablemente lo llamarán federal, claro.
Estamos metidos de lleno en eso que llaman globalización y esto ya no hay quien lo pare. Otra cosa es si esa globalización favorecerá o no los intereses de los ciudadanos.
¿Y, quién es el mayor impulsor de que España se convierta en un Estado Federal? Pues Pedro Sánchez, el nuevo flamante líder carismático y guapetón del PSOE –posible futuro presidente de España- que, por si no lo sabías, fue invitado este año a la reunión del Club Bildelberg, aunque se dice que no acudió (que no acudiera no quiere decir que no reciba ordenes del famoso club). Así que ya sabemos quién ha decidido convertir a España en un Estado Federal y está utilizando a Cataluña para conseguirlo.
Pues eso, y no otra cosa, es lo que creo yo que ocurrirá. Al final de lo que se trata es de construir una España a la medida de la elite mundial y no a la medida de los españoles, ya sean catalanes, vascos, gallegos o extremeños.
Lo verdaderamente preocupante es que todavía hay una gran mayoría de gente que cree que el Gobierno de España o el de Cataluña tienen poder de decisión sobre estos temas, y no es así. Quienes realmente toman las decisiones importantes a nivel mundial son organizaciones tan poderosas como estás:
·        El Club Bildelberg: fundado por el príncipe Bernardo de Holanda y David Rockefeller. Está integrado por titiriteros que, por encargo de la élite, mueven los hilos del gobierno mundial en la sombra.
·        La Comisión Trilateral: es una organización internacional privada fundada en 1973, y vinculada al Club Bildelberg, establecida para fomentar una mayor cooperación entre los Estados Unidos, Europa y Japón. Aglutina a personalidades destacadas de la economía y los negocios.
·        La enigmática secta judía “B’nai B’rith”: cuenta entre sus miembros con los judíos más poderosos del mundo y por supuesto con Henry Kissinger. Extienden su poder por todo el planeta.
·        El Instituto Tavistok: tiene como objetivo fundamental desarrollar campañas de insidiosa propaganda y la manipulación de la opinión pública a nivel global. El trabajo pionero de Tavistock es la ciencia del comportamiento, siguiendo las líneas freudianas de "control" de los seres humanos. Entre otras cosas desarrolló las técnicas de lavado de cerebro masivo.
·        El Council on Foreign Relations (CFR) o Consejo de Relaciones Exteriores: integrado por unos 3.600 miembros del más alto nivel.
Para que te hagas una idea del poder que tiene este grupo algunos de sus miembros son: los directivos de los grandes bancos como el Chase Manhattan de la familia Rockefeller que se fusionó con el banco J. P. Morgan, el Bank of America y el CitiGroup; los directivos y formadores de opinión de los ocho mayores monopolios multimedia mundiales; los rectores y decanos de las grandes universidades y facultades como Harvard, MIT Massachussets Institute of Technology, Columbia, Johns Hopkins, Princeton, Yale, Stanford, y Chicago; y -factor clave en esta verdadera rueda de poder planetario-, los 150 puestos más importantes del gobierno de los EEUU, incluyendo los cargos más relevantes en sus fuerzas armadas.
Todas estas instituciones, y muchas otras más, son las que toman las decisiones importantes del planeta y, por supuesto, entre otras cosas ponen y quitan gobiernos, hacen y deshacen guerras y deciden quién se independiza o no. ¡Ah! y todas ellas son instituciones privadas.

martes, 22 de septiembre de 2015

LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA

A ver si pasa pronto el 27-S y dejamos de una vez el mono-tema del independentismo catalán, porque en mi vida he escuchado semejante cantidad de chorradas y de despropósitos, tanto por parte de los independentistas como por parte de los que no lo son. Por no hablar, claro está, del Gobierno de España y toda su caterva de “paniaguados” que son, entre otros, los que más han influido para que se llagase a esta situación.
Qué el pueblo Catalán quiere independizarse; está en su derecho. Otra cosa es cómo hacerlo. Pero no voy a entrar aquí ahora en eso.
Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y negar esa evidencia es no tener los pies en el suelo.
De llevarse a cabo la independencia de Cataluña es seguro que unos pocos saldrían beneficiados y otros perjudicados, pero lo que es al grueso de la tropa; es decir, a la gran mayoría de la población catalana, le iría exactamente igual.
Es de suponer –porque de momento no existe nada que lo reemplace- que una vez que el pueblo catalán sea independiente tendrá un Gobierno ¿no? Por lo tanto, seguirá siendo gobernado.
¿Y qué significa ser gobernado?
Ser gobernado es ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, encasillado, adoctrinado, sermoneado, fiscalizado, estimado, apreciado, censurado, mandado por seres que no tienen ni título, ni ciencia, ni virtud. Ser gobernado significa, en cada operación, en cada transición, ser anotado, registrado, censado, tarifado, timbrado, tallado, cotizado, patentado, licenciado, autorizado, apostillado, amonestado, contenido, reformado, enmendado, corregido. Es, bajo pretexto de utilidad pública y en nombre del interés general, ser expuesto a contribución, ejercido, desollado, explotado, monopolizado, depredado, mistificado, robado; luego, a la menor resistencia, a la primera palabra de queja, reprimido, multado, vilipendiado, vejado, acosado, maltratado, aporreado, desarmado, agarrotado, encarcelado, fusilado, ametrallado, juzgado, condenado, deportado, sacrificado, vendido, traicionado y, para colmo, burlado, ridiculizado, ultrajado y deshonrado. ¡He aquí el gobierno, he aquí su moralidad, he aquí su justicia! (Sacado del libro “Política para Amador” de Fernando Savater)
Bueno, pues eso. A ver quién es capaz de independizarse del Gobierno, porque, lo otro, para la mayoría, no es otra cosa que más de lo mismo, salvo algunas excepciones.

APALANCAMIENTO

Para la mayoría de nosotros esta palabreja “Apalancamiento” nos suena a hacer algún tipo de fuerza con una palanca o algo parecido, pero en economía el apalancamiento financiero es otra cosa, que bien podría haberse llamado “me lo llevo crudo”.
¿Pero, qué es el apalancamiento financiero? pues es simplemente usar el endeudamiento para financiar una operación. Tan sencillo como eso. Es decir, que en lugar de realizar una operación con nuestro propio dinero, lo  que hacemos es utilizar una parte de nuestro dinero y otra parte de un crédito.
Esto, como casi todo en economía, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La principal ventaja es que se puede multiplicar, y mucho, la rentabilidad y el principal inconveniente es que, si la operación no sale bien, se acabe siendo insolvente.
Voy a poner un ejemplo con cifras para que se vea más claro.
Supongamos que queremos realizar una operación en bolsa e invertir 100.000 € en acciones. Al cabo de un tiempo determinado (pongamos un año) las acciones han subido y ahora su valor es de 150.000 €. Vendemos las acciones y hemos obtenido una rentabilidad del 50% en un año; es decir 50.000 €.
Pues bien. ¿Qué hubiera ocurrido si hubiésemos realizado la misma operación pero con cierto apalancamiento financiero?
Imaginemos que queremos realizar la inversión en bolsa de los 100.000 € y para ello ponemos de nuestro propio bolsillo 20.000 euros y un banco nos presta los otros 80.000 € restantes a un interés del 10% anual. Como ya he dicho, al cabo de un año las acciones han subido y las vendemos por un valor de 150.000 €. ¿Cuánto hemos ganado? Pues hagamos cuentas: Primero devolvemos al banco lo que nos ha prestado que son los 80.000 € de principal más el 10% de interés que son 8.000 € más. Es decir, hemos ganado 150.000 € menos los 88.000 € que hemos devuelto al banco menos los 20.000 € que pusimos de nuestro propio bolsillo: Total 42.000 euros. Esta cantidad es menor que los 50.000 € iniciales ¿verdad? Sí, pero en realidad nuestro capital inicial, en este caso, eran 20.000 €, y hemos ganado 42.000 €, es decir, le hemos sacado a nuestros 20.000 € una rentabilidad de un 210%. La rentabilidad se ha multiplicado, y de qué manera.
Ahora bien, también existe el riesgo de que al cabo del año las acciones bajen y valgan 90.000 €. En el caso en que no haya apalancamiento, o sea, que todo el dinero fuera de nuestro propio bolsillo, habremos perdido 10.000 €. Pero si la operación la hemos realizado con apalancamiento habremos perdido 10.000 € más 8.000 € de intereses. Casi el doble. Pero con una diferencia muy importante. En el primer caso hemos perdido dinero que era nuestro: teníamos 100.000 € que invertimos y perdimos el 10%, o sea, 10.000 €. Y en el segundo caso teníamos 20.000 euros y al banco hay que devolverle 88.000 euros de los 90.000 que valían las acciones. Sólo recuperamos 2.000 euros. Es decir, las pérdidas son del 90%. Lo que significa que las pérdidas también se multiplican con el apalancamiento.
Y lo más grave. Imaginemos que las acciones pasan a valer 70.000 € o menos. No sólo habríamos perdido todo nuestro dinero, sino que no podríamos afrontar la totalidad del pago de los 80.000 €, más los 8.000 € de intereses, que nos prestó el banco. Ahora sí que tenemos un problema. Somos insolventes y entonces adiós a nuestros activos: casas, coches, joyas, etc.
Como verás estos tíos listos han maquinado multitud de estrategias para hacerse con el dinero ajeno, porque no creo yo que nadie, en su sano juicio, vaya a realizar una operación con apalancamiento si no tiene la certeza de que la operación será un éxito (ya sabes: información privilegiada). Lo otro, la insolvencia, se queda para todo ese montón de incautos avariciosos que son los “paganinis” de esta gran estafa. Esto último es lo que le ha pasado a millones de chinos que invirtieron en bolsa con apalancamiento y se han quedado sin sus activos.