viernes, 7 de agosto de 2015

RENTA BÁSICA UNIVERSAL

Últimamente ha salido a debate en nuestro país, por parte de un sector muy determinado de la población, la inclusión, en un futuro no muy lejano, de una renta básica universal.
Este debate ya es antiguo, aunque dadas las circunstancias actuales es de urgente necesidad debatirlo en profundidad y, bajo mi punto de vista, aplicarlo a la mayor brevedad, siempre, claro está, en la medida de lo posible.
Según Wikipedia, La renta básica universal es un ingreso pagado por el estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva.
Esto, que dicho así suena como algo utópico de aplicar en una sociedad capitalista, no es más que el derecho que tiene todo ser humano a llevar una vida digna y disfrutar de los recursos del planeta. Pero como a todos los recursos se les ha puesto un precio y por ahora no hay más alternativa que el sistema monetario, es imprescindible para cada individuo disponer de una renta que le de acceso a los recursos del planeta para poder subsistir.
¿Por qué es importante ahora la inclusión de una renta básica?
Pues sencillamente porque se está produciendo un cambio muy rápido en nuestra sociedad, con la llegada de la tecnología, donde se está creando una nueva clase social muy amplia –y en constante crecimiento- que siempre va a vivir en el umbral de la pobreza, a la que podemos llamar “clase precaria” que es la que está sustituyendo a lo que se dio en llamar clase trabajadora y que después se denominó clase media.
Esta clase precaria está abocada a ser pobre, aunque tenga un trabajo remunerado, y sus aspiraciones de prosperar van a ser prácticamente nulas, salvo que aplicásemos una renta básica universal.
Una renta básica universal haría -al contrario de lo que el pensamiento neoliberal cree- prosperar al ser humano.
Pero vayamos por partes:
¿Por qué se está creando esta nueva clase social precaria?
Pues, entre otras cosas, porque la mano de obra se ha cuadruplicado en todo el mundo solamente en el transcurso de las dos últimas décadas. Esto ejerce una presión a la baja de los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores y en este proceso se han incrementado drásticamente las desigualdades sociales.
Luego está la llegada de la tecnología que está automatizando una gran parte de los puestos de trabajo -y va a seguir haciéndolo- con la pérdida de empleo que esto supone.
Con esto no quiero decir que el trabajo o, lo que es lo mismo, la actividad humana vaya a desaparecer. Al contrario, pero lo que va a cambiar es la forma de hacerlo.
La verdad es que en el mundo hay actualmente millones de personas que se enfrentan a una vida cada vez más difícil e insegura y este fenómeno no es baladí ya que  supera todas las fronteras geográficas, pues se está dando en todas las partes del mundo empezando por países como EEUU, Japón, Reino Unido, China, etc.
¿Por qué una renta básica universal desatascaría esta situación?
Al disponer de una renta que garantizase a la gente los servicios mínimos, ya no tendrían la necesidad de aceptar trabajos y salarios precarios. Simplemente negociarían mejor sus contratos laborales desapareciendo el abuso de hoy en día. Del mismo modo, los trabajos más desagradables y peligrosos serían mejor remunerados.
Las personas al no tener que esclavizarse de por vida a un trabajo mal remunerado y disponer de más tiempo y tranquilidad en sus vidas -pues ahora sí podrían trabajar a tiempo parcial- utilizarían de un modo muy distinto su capacidad intelectual creativa, a la vez que se desarrollaría más su sentido solidario con los demás.
También se potenciaría su capacidad emprendedora al no tener el miedo al fracaso y perderlo todo.
Esto no me lo estoy inventando yo. Son las conclusiones de experiencias pioneras en este sentido llevadas a cabo en países como Brasil, Namibia y la India.
Pero como todo en esta vida, la renta básica universal tiene sus detractores.
El principal argumento que utilizan los detractores es el de que si a la gente le cubres sus necesidades y ya no tiene que ganarse la vida, lo que hará es holgazanear. Pues bien. Este argumento, amén de ser patético, es un insulto a la naturaleza humana. Todo el mundo quiere prosperar y si no lo hace es porque el precio que tiene que pagar es muy alto o sencillamente no le dejan.
Otro argumento es el de que una renta básica universal tiene un coste que no se puede financiar. Pues bien. Esto simplemente no es verdad.
Si hemos sido capaces de financiar una primera y segunda guerra mundial; una guerra de Vietnam; una guerra del golfo; y cualquier otra de las múltiples guerras habidas y por haber en el globo terráqueo, además de la carrera armamentística en todo el planeta, no creo que el sistema financiero no de para costear una renta básica universal.
Simplemente con que aflorase el fraude fiscal en todo el mundo y desaparecieran los paraísos fiscales se podría costear una renta básica universal que, en un principio, podría ser mínima pero que se iría incrementando con el tiempo. Además, no olvidemos que el dinero FIAT es inventado.
Esto a lo que tanta gente –sobre todo la más pudiente- no hace más que ponerle trabas, no es más que el sueño de siempre del ser humano de un reparto más equitativo de la riqueza; aunque a mí me gusta más decir el reparto de los recursos del planeta.
Esperemos que por el bien de nuestros hijos y nietos se de un paso pronto en este sentido, pues de lo contrario iremos irremediablemente hacia la consolidación de esta clase precaria en todo el mundo.

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