martes, 22 de septiembre de 2015

APALANCAMIENTO

Para la mayoría de nosotros esta palabreja “Apalancamiento” nos suena a hacer algún tipo de fuerza con una palanca o algo parecido, pero en economía el apalancamiento financiero es otra cosa, que bien podría haberse llamado “me lo llevo crudo”.
¿Pero, qué es el apalancamiento financiero? pues es simplemente usar el endeudamiento para financiar una operación. Tan sencillo como eso. Es decir, que en lugar de realizar una operación con nuestro propio dinero, lo  que hacemos es utilizar una parte de nuestro dinero y otra parte de un crédito.
Esto, como casi todo en economía, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La principal ventaja es que se puede multiplicar, y mucho, la rentabilidad y el principal inconveniente es que, si la operación no sale bien, se acabe siendo insolvente.
Voy a poner un ejemplo con cifras para que se vea más claro.
Supongamos que queremos realizar una operación en bolsa e invertir 100.000 € en acciones. Al cabo de un tiempo determinado (pongamos un año) las acciones han subido y ahora su valor es de 150.000 €. Vendemos las acciones y hemos obtenido una rentabilidad del 50% en un año; es decir 50.000 €.
Pues bien. ¿Qué hubiera ocurrido si hubiésemos realizado la misma operación pero con cierto apalancamiento financiero?
Imaginemos que queremos realizar la inversión en bolsa de los 100.000 € y para ello ponemos de nuestro propio bolsillo 20.000 euros y un banco nos presta los otros 80.000 € restantes a un interés del 10% anual. Como ya he dicho, al cabo de un año las acciones han subido y las vendemos por un valor de 150.000 €. ¿Cuánto hemos ganado? Pues hagamos cuentas: Primero devolvemos al banco lo que nos ha prestado que son los 80.000 € de principal más el 10% de interés que son 8.000 € más. Es decir, hemos ganado 150.000 € menos los 88.000 € que hemos devuelto al banco menos los 20.000 € que pusimos de nuestro propio bolsillo: Total 42.000 euros. Esta cantidad es menor que los 50.000 € iniciales ¿verdad? Sí, pero en realidad nuestro capital inicial, en este caso, eran 20.000 €, y hemos ganado 42.000 €, es decir, le hemos sacado a nuestros 20.000 € una rentabilidad de un 210%. La rentabilidad se ha multiplicado, y de qué manera.
Ahora bien, también existe el riesgo de que al cabo del año las acciones bajen y valgan 90.000 €. En el caso en que no haya apalancamiento, o sea, que todo el dinero fuera de nuestro propio bolsillo, habremos perdido 10.000 €. Pero si la operación la hemos realizado con apalancamiento habremos perdido 10.000 € más 8.000 € de intereses. Casi el doble. Pero con una diferencia muy importante. En el primer caso hemos perdido dinero que era nuestro: teníamos 100.000 € que invertimos y perdimos el 10%, o sea, 10.000 €. Y en el segundo caso teníamos 20.000 euros y al banco hay que devolverle 88.000 euros de los 90.000 que valían las acciones. Sólo recuperamos 2.000 euros. Es decir, las pérdidas son del 90%. Lo que significa que las pérdidas también se multiplican con el apalancamiento.
Y lo más grave. Imaginemos que las acciones pasan a valer 70.000 € o menos. No sólo habríamos perdido todo nuestro dinero, sino que no podríamos afrontar la totalidad del pago de los 80.000 €, más los 8.000 € de intereses, que nos prestó el banco. Ahora sí que tenemos un problema. Somos insolventes y entonces adiós a nuestros activos: casas, coches, joyas, etc.
Como verás estos tíos listos han maquinado multitud de estrategias para hacerse con el dinero ajeno, porque no creo yo que nadie, en su sano juicio, vaya a realizar una operación con apalancamiento si no tiene la certeza de que la operación será un éxito (ya sabes: información privilegiada). Lo otro, la insolvencia, se queda para todo ese montón de incautos avariciosos que son los “paganinis” de esta gran estafa. Esto último es lo que le ha pasado a millones de chinos que invirtieron en bolsa con apalancamiento y se han quedado sin sus activos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario