martes, 20 de diciembre de 2016

“SWS”: EL SOFTWARE QUE CONTROLA EL MUNDO

“Si no tienes nada que ocultar no tienes nada que temer”.
Esta frase se ha convertido en un mantra que escuchamos habitualmente cuando cuestionamos por qué somos espiados. Y si no fuera suficiente para tranquilizarnos, entonces se utiliza el estúpido argumento de que es por nuestra propia seguridad.
Se dice que si un producto es gratuito, al final, el producto eres tú.
Todos nuestros mensajes de correo electrónico, WhatsApp, llamadas telefónicas, transacciones comerciales, pagos realizados con tarjeta de crédito, msn, conversaciones en redes sociales, registros GPS del teléfono móvil y tantos y tantos centenares de datos, que están siendo recogidos de nosotros en cada momento, forman parte de una gigantesca base de datos que contiene una versión digital de prácticamente cada persona que habita el planeta. ¿Sorprendente verdad? Pues es real.
En el año 2004 la Universidad de Purdue, en EEUU, desarrolló un software llamado Synthetic Environment for Analysis and Simulations (SEAS). Este software fue creado para ayudar a las principales compañías de EEUU a llevar a cabo una planificación estratégica; es decir: analizar los gustos del consumidor y preparar una estrategia comercial para venderle lo que sea.
Con el tiempo, la tecnología ha ido avanzando casi de manera exponencial, y con la llegada de los nuevos ordenadores cuánticos y el desarrollo de la Inteligencia Artificial, el SEAS ha dado paso a un nuevo software de simulación, a escala planetaria, llamado Sentient World Simulation (SWS); que traducido al español podría ser algo así como: Sensible Simulación Mundial.
Pues bien. Según parece este simulador es un fiel reflejo del mundo real y puede predecir y evaluar cualquier acontecimiento. O lo que es lo mismo: es capaz de simular por completo el funcionamiento de todo el planeta, con sus 7 mil millones de personas, ante cualquier evento presente y futuro.
Este software está capacitado para simular, por ejemplo, una pandemia a escala planetaria, la tercera guerra mundial, crisis financieras, colapsos económicos, catástrofes naturales, etc., y conocer con total precisión, y de antemano, los efectos y el comportamiento de las personas ante tales acontecimientos.
Esto dicho así parece un “cuento chino” sacado de cualquier teoría conspiranoica, pero no lo dudes, es una realidad a día de hoy y podría dar respuesta, entre otras cosas, a preguntas como estas:
¿Es posible que las noticias que vemos a diario, en todos los medios de comunicación, al unísono, sean diseñadas por este simulador para conducirnos hacia un pensamiento o una actitud determinada?
¿Las políticas neoliberales, llevadas a cabo en todo el mundo, podrían haber sido programadas por este simulador?
¿Son realmente una estrategia del simulador los complejos productos financieros que mueven y condicionan la economía mundial?
¿Y si esa base de datos estuviera siendo utilizada por los gobiernos de los países más desarrollados para llevar a la población a un estado de sumisión total?
Es curioso, pero toda esta serie de tecnología siempre se desarrolla en EEUU. ¿Casualidad? Pues no, ya que EEUU ha sido el país elegido por las élites para ser el ejecutor de sus planes de globalización y control del mundo.
Verdaderamente no sabemos qué tecnología hay detrás de esto y cuan fiable es. Pero hay un montón de acontecimientos, produciéndose por todo el mundo, corroborando la puesta en marcha de este fabuloso simulador, que bien podría haberse convertido en el programador de nuestro futuro.
A estas alturas nadie duda de que nos encontramos inmersos en pleno programa de globalización. Para ello, entre otras cosas, se han creado tres grandes mercados en América, Europa y Asia -a través de los diferentes tratados de libre comercio- que posteriormente serán integrados en un bloque comercial único, creando así un solo mercado compuesto de trabajadores-consumidores a nivel mundial.
No sé si somos conscientes de ello, pero esta revolución tecnológica ha facilitado la expansión de los valores culturales norteamericanos por todo el mundo, con Hollywood como principal promotor. Nuestro planeta se está convirtiendo lentamente en los “Estados Unidos”. Países y grupos enteros de personas están siendo lentamente despojados de su cultura e impulsados a creer que no existe una manera mejor y más segura de convivencia que no sea la promovida por el modelo norteamericano.
El mundo cada día es más conformista: nadie lo duda. Las técnicas de sometimiento de masas están dando sus frutos y no se tardará mucho en conseguir el tan ansiado “mundo feliz”; es decir, la humanidad sometida, bajo su propia voluntad, a los designios  de unos pocos.
Nuestro grado de mansedumbre cada día se acrecienta más y más. Hemos pasado, en tan solo unos pocos años, a perder muchos de los derechos laborales y sociales logrados en el transcurso de siglos de lucha. Del mismo modo nuestro poder adquisitivo ha mermado entre 15-30% en tan sólo 5 años. Y lo preocupante es que lo hemos aceptado con la más absoluta resignación.
Hay un dato que circula por Internet que no sé si será real: En el año 1937 hubo en EEUU un total de 4.740 huelgas y, sin embargo, en 2007 sólo se produjeron 21. Por supuesto, estamos hablando de huelgas no de manifestaciones. ¿Tendrá algo que ver el SWS en todo esto?
A consecuencia de la masificación del planeta, está totalmente demostrado que la mayoría de los ciudadanos del mundo viven actualmente peor que en cualquier otro momento de la historia. Los recursos materiales y avances tecnológicos no llegan más que a una minoría de la población, con lo cual, la vida de la mayoría de los seres humanos no ha mejorado; al contrario, ha empeorado.
Vivimos en una sociedad cada vez más oprimida y esclavizada, llena de leyes y prohibiciones. El control total y absoluto de nuestras vidas es inminente y lo más curioso es que no somos conscientes de ello.
La gente todavía goza de un nivel básico de libertad personal, entre otras cosas, porque aun dispone de dinero en metálico. Pero en el momento en que se consiga implantar el dinero electrónico, digital o como lo quieran llamar, estaremos perdidos.
Después de alcanzado el objetivo de acabar con el dinero en metálico, se pasará a una nueva fase en la que todo nuestro dinero, datos personales, financieros, historial médico, etc., serán introducidos en los diferentes dispositivos electrónicos que portaremos cada uno de nosotros (teléfonos móviles, pulseras, tarjetas, etc.). Por último desaparecerán de nuestras vidas todos los dispositivos electrónicos para incorporar toda la información a un microchip que será implantado en nuestro propio cuerpo.
Evidentemente, con los conocimientos científicos en neurociencias, al tener un pequeño microchip implantado dentro de nuestro cuerpo, podremos ser regulados y manipulados a nivel emocional, lo que dará origen a un nuevo individuo cuyos únicos pensamientos serán los de trabajar, consumir, procrear, comer y dormir, aunque no sé si este individuo ha nacido ya. Y aquí lo tenemos: el sueño de las élites hecho realidad. Bienvenido “mundo feliz”.
Sí. Este es el futuro que nos espera y, como ya te habrás dado cuenta, el SWS -o el que reemplace a este- será fundamental para llevarlo a cabo.
Es indudable que si no dejamos que se nos implante el microchip, esto no sucederá. De la misma manera que todo este proceso se puede retrasar si no desaparece el dinero en metálico. ¿Te das cuenta, entonces, de lo importante que es no caer en la trampa de permitir la desaparición del dinero en efectivo?
Me temo que la implantación del dinero electrónico y la desaparición de efectivo es prácticamente ya una realidad. Actualmente España ha pasado de poder realizar pagos en metálico de no más que 2.500 € a sólo 1.000 €, con la escusa de acabar con el fraude fiscal. Y esto mismo está ocurriendo en todo el mundo, con el beneplácito de la gente que está encantada de poder pagar con el móvil que, por cierto, se ha convertido en el administrador de nuestra vida.  
Sin darnos cuenta somos nosotros, con nuestra forma de actuar, los que estamos llevando este proceso adelante. Si queremos retrasarlo y disfrutar de la poca y maltrecha libertad que aun nos queda deberíamos intentar, en la medida de lo posible, retrasar la desaparición del dinero en efectivo y, por supuesto, dejar de lado el móvil, cosa que se me antoja imposible de realizar.
Ya sé que nadie se va a tomar esto en serio y, además, probablemente no serviría para nada.
En los próximos 60 años, la Inteligencia Artificial y la Ingeniería Genética serán determinantes en nuestras vidas.
En el siglo XX los gobiernos invertían en el estado del bienestar porque necesitaban a la gente: había un montón de cosas por hacer y la única manera de hacerlo era a base de tener trabajando a mucha gente. Pero en este siglo XXI la gente cada día es menos necesaria: ¿entiendes ahora los recortes en el estado del bienestar?
Con la llegada de la Inteligencia Artificial, y avances tecnológicos como el SWS, la sociedad futura  estará compuesta por una élite de super-humanos, que tendrá acceso a los más sofisticados avances, y una gran masa, dominada por esa élite, que será utilizada como “klines” de usar y tirar. Por otra parte, políticos y economistas –que ahora son “la creme de la creme” de nuestra sociedad- van a ser prescindibles, les guste o no les guste, ya que probablemente el mundo del futuro se autorregulará solo; bueno, con la inestimable ayuda de la Inteligencia Artificial.
Una cosa es cierta. Todo este proceso se está llevando a cabo poco a poco, paso a paso, y nada ni nadie lo va a detener, salvo un cataclismo a nivel mundial.

domingo, 4 de diciembre de 2016

TAMBORES DE GUERRA

En este momento de crisis global, donde la política ya no es capaz de someter a los poderes fácticos -que campan a sus anchas- y el paradigma del siglo XX se está viniendo abajo, todo parece indicar que para salir de este atolladero no queda otra alternativa que desencadenar un conflicto bélico a escala mundial. Al menos es lo que vienen asegurando los expertos en estos temas, tanto rusos como americanos, de un tiempo a esta parte.
Como todo el mundo habrá notado –si sigue las noticias sobre los conflictos de Siria, Ucrania, Mar de China, etc.- desde hace meses parece que los tambores de guerra suenan cada vez con más fuerza.
Está claro que últimamente está habiendo muchos movimientos a nivel mundial en este sentido y ya son muchos los países que aparentemente se preparan para un acontecimiento bélico.
Un claro ejemplo lo tenemos en Europa, donde países como Alemania, Suecia y Francia, se plantean reintroducir de nuevo el servicio militar obligatorio, algo que a día de hoy parece anacrónico.
Otros países, como la República Checa, están alentando a sus ciudadanos para que hagan acopio de alimentos no perecederos: ¿por temor a un conflicto bélico?
También la Eurocámara ha aprobado por primera vez en su historia, en octubre de este año, un fondo comunitario de dinero público para, según ellos, la investigación en I+D en Defensa, o dicho de otra manera y sin tapujos: la UE ha decidido formar su propio ejército y armarse hasta los dientes.
¿Y qué decir de EEUU? Su recién elegido Presidente lleva en su programa una fuerte partida de los presupuestos para, según él, modernizar las fuerzas armadas. Como anécdota decir que EEUU tiene desplegadas fuerzas militares en 140 países de los 194 que existen en la actualidad.
Ante toda esta sarta de noticias es lógico pensar: ¿Entonces es que vamos irremisiblemente hacia la tercera guerra mundial?
Pues no. Todo esto es, bajo mi punto de vista, falso de toda falsedad.
Una cosa es mantener una serie de conflictos en el mundo, como actualmente la guerra de Siria, para mantener en marcha la industria armamentística, y otra muy distinta desencadenar una tercera guerra mundial, en el que el mundo saltaría por los aires.
Yo no creo que las grandes potencias, militar y económicamente hablando, como EEUU, la UE, Rusia y China se vayan a enzarzar en una guerra que les destruiría a todos.
Para lo que verdaderamente estos países, y tantos otros, se están preparando es para defenderse de su propia población amén de la oleada de migrantes que van a tener que soportar.
Sí, esto es así. Los tiempos están cambiando más rápido de lo que la sociedad puede asimilar.
En un mundo, donde todo está supeditado al dinero; es decir, necesitamos trabajar para conseguir dinero con el que poder subsistir, la cosa se empieza a complicar, ya que cada vez es más difícil encontrar trabajo.
Los empleos no sólo no van a volver; al contrario, cada día se destruirán más y más. La migración de los países más pobre hacia los  más ricos está aumentando de forma exponencial y no va a parar. ¿Y qué decir de la población mayor de 65 años? Cada vez será más numerosa y sin trabajo ni pensión de jubilación no podrá subsistir, dado que el Sistema Público de Pensiones que conocemos se ha convertido en inviable. En este nuevo paradigma ya no se dan -ni se van a volver a dar- los tres factores de cuando se puso en marcha el actual Sistema Público de Pensiones: pleno empleo, salarios decentes e indexados a la inflación y una esperanza de vida de aproximadamente diez años tras la jubilación.
Estos datos ponen de manifiesto que el actual modelo está llegando a su fin, con lo cual, la mayoría de la población está abocada a quedarse fuera del sistema.
Pues bien. Lo que está ocurriendo es que los países más avanzados se han dado cuenta del problema y empiezan a prepararse para tratar de mantener el orden antes de encontrar una solución.
Lo que todos esos países están haciendo no es prepararse para una tercera guerra mundial, sino tomar medidas para el nuevo paradigma que está por llegar, en el que no tendrá cabida la mayor parte de la población.
Se estima que para mover la economía del planeta ya no es necesario más que un 20% de la población y decreciendo; así que ese 80% o más restante, que irremisiblemente se quedará fuera, es de esperar que va a montar la de “Dios es Cristo”.
Al no haber sitio para todos, en este nuevo paradigma económico, es seguro que los disturbios, saqueos, conflictos y pillajes de todo tipo se van a suceder día sí y día también.
Por eso los estados están tomando posiciones haciéndose con ejércitos, cada vez más modernos y numerosos, para defenderse de esa gran mayoría que se va a quedar fuera del sistema.
Esto no es una ilusión mía puesto que, como cualquiera puede comprobar, ha empezado ya. Todos los días vemos los disturbios que se están produciendo en cualquier parte del mundo; y esos disturbios son ocasionados por esa gente que se está quedando fuera del sistema.
Los mal llamados “anti-sistema” verdaderamente no son tal; más bien es al revés: es el sistema el que es “anti-ellos” puesto que los ha expulsado del mismo, dejándoles sin trabajo, sin casa y sin nada. Y esto no solo no va a parar, sino que irá in crescendo.
Entonces: ¿qué pasará cuando el desempleo afecte a un 40-60% de la población? Pues que no habrá más remedio que decantarse por una de estas dos alternativas: aplicar una renta básica universal o deshacerse de toda esa población sobrante.

jueves, 17 de noviembre de 2016

EL PODER OMNÍMODO DEL DINERO

Una de las razones -yo diría la más importante- por la que el mundo cada vez es más desigual es por el poder omnímodo que ha tomado el dinero en nuestra sociedad. Bueno, aunque verdaderamente no es así, ya que lo que siempre fue conocido como dinero ahora se ha convertido en divisa: diferencia que la gente, e incluso los propios banqueros, no comprende. Pero eso es otro tema del que no me voy a ocupar ahora.
Lo que la gente no sabe es que el dinero actual es un farsante que sigilosamente nos está robando las dos cosas más importantes de nuestra vida: nuestro tiempo y nuestra libertad.
La riqueza –al igual que la energía- no se destruye, sólo se transforma. Eso quiere decir que si la mayoría de la gente supiera cómo opera verdaderamente el sistema financiero, no creo que se dejara arrebatar su riqueza.
La forma de cómo funciona este sistema perverso y fraudulento es esencial para darnos cuenta de semejante farsa en la que vivimos.
Económica y culturalmente el mundo más o menos está dividido de la siguiente manera:
·  Tenemos un 90% de la población mundial compuesta por borregos analfabetos, mayoritariamente pobres, que no saben nada de nada y sólo ven futbol, culebrones o cualquier otro tipo de entretenimiento en el que no sea necesario pensar.
·    Luego está un 9% que ha recibido educación y cultura y que realiza profesiones útiles para la sociedad como médicos, ingenieros, etc. Aunque gozan de salarios dignos (no grandes salarios) no tienen poder ni influencia.
·     Y por último tenemos al 1% restante que es el que se queda con toda la riqueza y, por lo tanto, es quien ejerce el poder.
Pues bien. Toda esta desproporcionada distribución de la riqueza ha sido posible gracias al sistema monetario; o lo que es lo mismo: al dinero.
La mayoría de la gente no sabe qué es y cómo funciona el dinero. Si lo supiera no se dejaría engañar, manipular y controlar por los bancos y por los gobiernos.
Lo primero que tenemos que comprender es que ese dinero -el cual necesitamos para poder subsistir y que nos roba 40 años de nuestra vida- es creado de la nada. Además, quitando un 3 ó 4%, a lo sumo, que existe en moneda circulante, el resto no es real: son simplemente números anotados en los ordenadores centrales de los bancos, y nada más.
El dinero nació como instrumento de intercambio de bienes y servicios, para hacer posible el comercio, y su finalidad era única y exclusivamente esa. Pero con el tiempo esto ha cambiado, y mucho.
Después de las crisis económicas acaecidas en la primera mitad del siglo XX, las cuales dieron lugar a dos guerras mundiales, el mundo aprobó, en el Tratado de Bretton Woods, una serie de medidas para intentar evitar que esto volviera a suceder (al menos esa es la escusa que pusieron). En él se crearon dos instituciones que, desde entonces, han sido claves en la economía mundial: me refiero, por supuesto, al Banco Mundial (BM) y al Fondo Monetario Internacional (FMI). También se estableció el Dólar como moneda de referencia internacional, adoptándose el patrón oro. Pero es a partir de 1971, en que Nixon derogó el patrón oro y el tratado de Bretton Woods se derrumbó, cuando el dinero se volvió absolutamente ingobernable.
Aunque son los bancos centrales los que tienen la potestad y el monopolio de la creación de dinero -mediante, entre otras cosas, programas de flexibilización cuantitativa- lo cierto es que la mayor parte del dinero que circula por la economía ha sido creado de la nada por los bancos privados comerciales.
Actualmente la política monetaria se basa en el Sistema de Reserva Fraccionaria.
¿Pero qué es el Sistema de Reserva Fraccionaria?
El Sistema de Reserva Fraccionaria es un invento bancario con el cual los bancos crean dinero de la nada. Así de simple
Este sistema está basado en el hecho de que los clientes que depositan su dinero en el banco no suelen reclamar todos sus depósitos a la vez; ni tampoco todos los prestamistas suelen estar prestando al mismo tiempo; ni todos los deudores pagan sus préstamos al unísono. Porque, como diría José Mota: ¿y si sí?: Pues si todos lo hicieran al mismo tiempo el Sistema de Reserva Fraccionaria simplemente no se daría.
Los bancos están obligados por ley a mantener como reserva sólo una parte del monto de los depósitos de sus clientes, lo que se llama coeficiente de caja, que es el porcentaje de los depósitos totales que los bancos deben mantener en una cuenta abierta en el banco central como reserva.  
Veamos ahora un ejemplo, para entenderlo mejor, de cómo se crea el dinero de la nada por parte de los bancos.
Supongamos que Juan deposita 1.000 € en un su banco, que por ley tiene un coeficiente de caja del 10%. Esto quiere decir que el banco ha de depositar 100 € en su cuenta del banco central correspondiente, como reserva, y puede prestar los 900 € restantes del depósito que realizó Juan.
Ahora el banco presta los 900 € a Pedro para compra un ordenador a Mariano.
Mariano, a su vez, deposita los 900 € en su banco. El banco de Mariano realiza la misma operación: deposita 90 € en su cuenta del banco central, como reserva, y presta los 810 € restantes a Andrés.
Andrés paga los 810 € a Ángel por la reparación de su coche.
Ángel deposita los 810 € en su banco. El banco de Ángel repite la misma operación: deposita 81 € en su cuenta del banco central y presta los 729 € restantes a cualquier otro que demande un préstamo.
Y así se repite la operación sucesivamente mientras quede dinero que seguir prestando a otros clientes, después de satisfacer la exigencia del coeficiente de caja.
Como vemos, en solo tres pasos el Sistema de Reserva Fraccionaria ha creado 2.710 € a partir de una cantidad inicial de 1.000 €. Así pues, Juan sigue contando con sus 1.000 €, depositados en su banco, y al mismo tiempo Mariano tiene 900 € y Ángel 810 €. En sólo tres pasos el banco ha creado de la nada 1.710 € que antes no existían. Pero lo peor no es eso, sino que Pedro y Andrés, amén de tener que devolver al banco el dinero prestado, deben hacerlo con intereses: ¿y de dónde van a sacar el dinero para pagar los intereses si ese dinero no ha sido creado?
Esto, se pongan como se pongan los gobiernos y los banqueros, es una estafa en toda regla, y se hace con el consentimiento de los propios gobiernos y de los bancos centrales. Y lo más importante. Ese nuevo dinero creado de la nada le resta valor al ya existente; es lo que denominamos inflación. Por eso si tienes dinero ahorrado, ganado durante toda tu vida, depositado en el banco para, por ejemplo, tener cubiertas tus necesidades una vez que te jubiles, te darás cuenta que al cabo de unos años ese dinero ya no es lo que era: se ha devaluado y ya no te da ni para pagar el recibo de la luz.
¿Y quién saca tajada de esta estafa? Pues evidentemente los dueños del poder político y del dinero, que no son otros que los políticos corruptos que ocupan cargos de responsabilidad y las grandes corporaciones y bancos.
Nos guste o no, la realidad es que los políticos sólo prestan sus servicios al 1% más rico de la población. Ambos forman parte de esa élite que se reparte el botín y los cargos, tanto públicos como privados, en función de sus propios intereses, dando lugar a eso que popularmente se denomina “puertas giratorias”.
La población debería saber que en todo el mundo muchos de los altos directivos de empresas como Goldman Sachs, Lehman Brothers, J.P. Morgan, Endesa, Telefónica,….etc, terminan trabajando en los diferentes gobiernos y viceversa.
A continuación citaré solamente algunos de los casos más conocidos:
-Mario Draghi: Presidente del BCE. Fue Vicepresidente de Goldman Sachs entre 2002 y 2006.
-Pedro Solbes: Ministro de Economía (2004-2009) miembro del Consejo de Administración de ENEL (Endesa)  y Consejero de Barclays Bank.
-Mario Monti: Primer Ministro Italiano y Ministro de Economía. Asesor de Goldman Sachs. Miembro del Club Bilderberg y la Trilateral.
-Rodrigo Rato: Ministro de Economía (1996) Director del FMI (2004-2007) Consejero Asesor del Banco de Santander (2008)
-Luis de Guindos: Presidente de Lehman Brothers España (2004) Ministro de Economía (2011-2016 y actualmente sigue en el cargo)
-Felipe González: Presidente del Gobierno (1982-1996) Consejero de Gas Natural Fenosa desde 2010
-José María Aznar: Presidente del Gobierno (1996-2004) Asesor de Presidencia de Endesa.
-Lucas Papademos: Primer Ministro Griego (2011-2012) Miembro de la Comisión Trilateral (1998)
-Henry Paulson: Ex-Secretario del Tesoro de EEUU. Presidente Ejecutivo de Goldman Sachs. Miembro del FMI
Bueno, lo dejaremos aquí ya que la lista podría ser interminable.
¿Y cómo hacen los políticos para sacar dinero del sistema a nuestra costa?
Los políticos generan deuda contraída de la nada a través de los bancos. Gastan el dinero público en proyectos faraónicos que van a parar a las manos de empresas amigas, que más adelante les devolverán el favor. Ya sabes: las famosas “puertas giratorias”.
Con estas operaciones se genera un déficit público insostenible, que no es otra cosa que una deuda contraída de la nada a través de un banco. Ni que decir tiene que todo este proceso se hace de una manera muy complicada para que nadie lo entienda.
Obviamente, como no hay dinero para pagar, debido a que se han contraído deudas inabarcables, como solución se acude a un rescate. Y aquí es donde entran en juego esas instituciones como el FMI o el BM concediendo un nuevo préstamo al país.
Pero para pagar el nuevo préstamo, que también es creado de la nada, se exige al país que aplique unas medidas que garantice el pago de la deuda, como la privatización de empresas y servicios públicos, los cuales irán a parar a manos de las empresas amigas (recordemos que en España se cambio el artículo 135 de la Constitución para garantizar el pago de la deuda)
Las medidas más duras, evidentemente, recaen siempre sobre la clase media que verá incrementados sus impuestos, bajados sus salarios, recortados sus derechos,… etc. En definitiva: a consecuencia de la deuda su vida será más precaria y esclavizada.
Otra cosa que la gente ignora es que más del 50% de nuestros ingresos se van en impuestos. Pero esto no es así para las grandes fortunas. Ellos, entre otras cosas, tienen los paraísos fiscales que se encargan de guardar la cuarta parte de la riqueza mundial.
La gente oye hablar de paraísos fiscales pensando que son dos o tres islitas del Caribe, pero les sorprendería saber la cantidad que hay.   
Existen 73 paraísos fiscales alrededor de todo el planeta, que no son precisamente pocos si los comparamos con los 194 países que actualmente hay en el mundo. Los paraísos fiscales son territorios cuyos sistemas tributarios favorecen, de manera especial, a sus no residentes, tanto a personas físicas como entidades jurídicas.
Listado de Paraísos Fiscales:
Andorra, Corea, Anguila, Letonia, Antigua y Barbuda, Líbano, Aruba, Liberia, Austria, Liechtenstein, Bahamas, Luxemburgo, Bahrein, Macao, Barbados, Malasia, Bélgica, Maldivas, Belice, Malta, Bermudas, Islas Marshall, Botsuana, Mauricio, Islas Vírgenes Británicas, Mónaco, Brunei Darussalam, Montserrat, Canadá, Nauru, Islas Caimán, Países Bajos, Islas Cook, Antillas Neerlandesas, Costa Rica, Panamá, Chipre, Filipinas, Dinamarca, Portugal, Dominica, Samoa, Francia, San Marino, Alemania, Seychelles, Ghana, Singapur, Gibraltar, España, Granada, San Cristóbal y Nieves, Guatemala, Santa Lucía, Guernsey, San Vicente y las Granadinas, Hong Kong, Suiza, Hungría, Islas Turcas y Caicos, India, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda, Reino Unido, Isla de Man, Uruguay, Israel, Islas Vírgenes de EE.UU., Italia, EE.UU. ,Japón, Vanuatu y Jersey.
Te chocará que países como España o Alemania estén en la lista pero, como ya dije antes, un paraíso fiscal es aquel que favorece de manera especial a los no residentes, y tanto España como Alemania lo hacen.
Deberíamos ser lo suficientemente inteligentes para darnos cuenta de que tanto el déficit público, la deuda, las puertas giratorias, los paraísos fiscales, la pobreza, etc., no son verdaderamente problemas; sino consecuencias de vivir anclados a un sistema monetario extremadamente corrupto, cada vez más absurdo y esclavizante para las personas.
Los políticos trabajan para los lobbies financieros dejando al ciudadano de a pie cada vez más indefenso y pobre. Ese 99% de la población cada día está menos protegida y es más vulnerable a padecer una miseria económica perpetua, mientras los bancos y las grandes corporaciones ganan millones de dólares al día.
¿Cómo es posible? Pues lo es, entre otras razones, porque nosotros lo queremos así. Con nuestro voto (votemos al partido que votemos) estamos colaborando a mantener este engaño, ya que tanto el sistema político como el sistema económico forman parte de la misma estafa. Porque ¡señores! esto no es consecuencia de una crisis, como se nos dice; es consecuencia de la mayor estafa de la historia de la humanidad. Y esa estafa se llama dinero.
Verdaderamente son sólo unos pocos los que manipulan y controlan nuestras vidas por medio del dinero y las leyes.
Por mediación del dinero ese 1% se ha hecho con todos los recursos del planeta y ahora el resto tenemos que pagar por ellos. Si no tenemos cuidado llegará el día que nos cobren por respirar (por cierto: una empresa canadiense ya vende aire embotellado a China)
Esto no nos debería extrañar puesto que actualmente estamos pagando por el agua.
A nivel de curiosidad diré que prácticamente toda el agua de escorrentía y el agua subterránea del planeta está pasando a manos de empresas privadas. Actualmente son los bancos los más interesados en el agua y están comprando muchos acuíferos; y si los bancos están invirtiendo en el agua, debería preocuparnos, y mucho.  
Si mediante el dinero no fuera suficiente para controlar nuestras vidas, entonces aplican las leyes, que son simplemente un fiel reflejo de la ineficiencia de la política, que no sabe resolver nada.
Si la política supiera resolver los problemas no serían necesarias las leyes; dado que si, por ejemplo, consiguiéramos automatizar el tráfico y obtener así un 0% de siniestralidad, accidentes, atascos, etc., no necesitaríamos ninguna ley que lo regulase.
En definitiva, mediante las leyes nos prohiben todo aquello que no pueden controlar con el dinero.
Hay una creencia equivocada de la gente sobre las élites, que piensa que su propósito es hacerse cada vez con más dinero. Pues no es así. Desde siempre, el objetivo esencial de las élites ha sido hacerse con el control absoluto de los recursos del planeta. Acumular dinero nunca ha sido su objetivo (tienen todo el que pueden desear ya que lo fabrican ellos de la nada). Usan el dinero simplemente como instrumento.
Mientras nosotros sigamos sin darnos cuenta de que verdaderamente el dinero es un instrumento para ellos y un fin para nosotros, tendrán la batalla ganada y siempre seremos sus esclavos.
Ahora bien. También no es menos cierto que el sistema monetario ha llegado a su máxima expansión y es totalmente insostenible. Además las nuevas tecnologías lo están convirtiendo en algo caduco e inadecuado para los tiempos que están por llegar.
Toda la banca, sin excepción, está técnicamente en quiebra, y por más flexibilización cuantitativa que se aplique, no hará más que empeorar la situación.
Como es lógico, las élites saben que vamos hacia un mundo donde el dinero, tal y como lo conocemos, y por ende los bancos, ya no tendrán su razón de ser. Y si esto no es así: ¿por qué los bancos están reestructurando -cuando no aniquilando- el chiringuito actual?
Bajo mi modesta opinión está claro que se preparan para el nuevo sistema monetario que está por venir; de ahí su interés por la cadena de bloques.
La gente, en la ingenuidad de sus mentes, cree que las nuevas tecnologías nos están llevando hacia un mundo mejor: ¿pero un mundo mejor en qué sentido?
Evidentemente los adelantos tecnológicos nos han hecho la vida más cómoda y es incuestionable que vivimos más y mejor. Pero ¡ojo! Porque tecnología y dinero puede resultar una mezcla altamente explosiva.
No hace mucho tiempo los animales domésticos vivían libremente en el campo. Eran ellos los encargados de procurarse sustento y de buscar cobijo para protegerse de las inclemencias del tiempo. Pero llegó el progreso con su tecnología y, por supuesto, con su dinero. Ahora viven en granjas (espacios cerrados y en algunos casos jaulas) pero eso sí: tienen asegurado cobijo, sustento y atención sanitaria. En definitiva: llevan una vida mejor y más cómoda. ¿Pero a qué precio?
Estamos inmersos de lleno en un periodo de transición que va a ser  muy difícil y traumático. Se trata de derribar el viejo paradigma y dar paso al nuevo. Así que no deberíamos desaprovechar la ocasión para, de una vez por todas, desterrar el sistema monetario de nuestras vidas.
Pero me temo que esto es solamente un sueño, ya que las mismas élites que están acabando con el viejo paradigma, también están dirigiendo la metamorfosis hacia el nuevo que, por supuesto, estará totalmente controlado por ellos.
El dinero es un arma letal para las personas y ha alcanzado su máximo esplendor con el capitalismo; pero mi pregunta es: ¿verdaderamente estamos en un sistema capitalista? Yo personalmente lo dudo, ya que las políticas económicas llevadas a cabo, desde hace más de 30 años, han ido en dirección contraria dando origen a algo mucho peor: un capitalismo draconiano llamado neoliberalismo.
Es evidente que sin capital no hay capitalismo. Y no puede haber capital sin unos intereses (actualmente cero) que atraigan al capital inversión y a los ahorros. Del mismo modo, el máximo exponente del capitalismo es el consumo, y no puede haber consumo bajando sueldos, subiendo impuestos y creando empleo precario. En definitiva: se trata es de que el capital esté sólo en manos de una élite y quede vetado para el resto.
Si dejamos que las élites vuelvan a implantar un nuevo sistema monetario es seguro que será más esclavizante que el actual. Si el dinero que hemos conocido hasta ahora nos ha llevado a esta situación de desigualdad y esclavitud, imagínate el día que todo el dinero esté, por ejemplo, en un microchip incorporado en un dispositivo electrónico o implantado en nuestro propio cuerpo. Entonces nuestro grado de esclavización será total, si es que no lo es ya.
¿Verdad que no te imaginas un mundo sin dinero? Pues no es tan descabellado dado que disponemos de la tecnología suficiente para hacerlo.
Todos, o casi todos, los problemas de nuestra sociedad vienen de la existencia de ricos y pobres; o sea, del dinero.
Es casi seguro (porque hay gente “pa to”) que la mayoría de nosotros estamos de acuerdo en que sin ricos ni pobres el mundo sería muy distinto al que conocemos. Con toda seguridad no será perfecto pero, como he dicho muchas veces, sería más igualitario y mejor que el actual. Y esto sólo se puede conseguir cuando dejemos de un lado el dinero, ya que el dinero se ha convertido en el arma por excelencia de dominación y subyugación de toda la humanidad.

martes, 25 de octubre de 2016

CONOCIMIENTO AVANZADO: UNA REALIDAD DESCONOCIDA

El conocimiento avanzado es una realidad hoy en día aunque, por desgracia, no está al alcance de la inmensa mayoría de la población.
Cada día el mundo se encuentra más dividido en dos: los que tienen dinero y los que no lo tienen; los que tienen acceso al conocimiento y los que no lo tienen. Y ambos están interrelacionados entre sí.
Si el dinero se ha convertido en el “Gran Dios” de toda la humanidad, el conocimiento avanzado, sin embargo, es el gran desconocido.
Voy a dar una pincelada, a nivel de ejemplo, sobre tres teorías que personalmente me parecen fascinantes y, sin embargo, pasan inadvertidas para la mayoría de la población.
Antes de nada he de decir que mi ignorancia en estos temas se asemeja mucho a un “agujero negro”.
TEORÍA DE RELATIVIDAD, MECÁNICA CUÁNTICA Y TEORÍA DE CUERDAS:
Una de tantas cosas que la mayoría de la población ignora es el origen y funcionamiento del universo.
Nuestro concepto del universo se basa en dos teorías diferentes: una es la Teoría General de la Relatividad de Einstein -aplicable con las partes más grandes del universo como las estrellas y las galaxias- y la otra es la Mecánica Cuántica, que rige los elementos más pequeños del universo como las partículas subatómicas.
Cada una de estas dos teorías son muy fiables en sus respectivos campos, sin embargo, cuando los científicos tratan de combinarlas para hacer una única teoría que explique los misterios del universo, se les hace imposible hacerlas coincidir.
Porque vamos a ver. Si las galaxias y los átomos son partes del mismo universo, no se les debería seguir estudiando con dos teorías que no coinciden entre sí. Entonces: ¿Cómo solucionar esto?
Después de estrujarse mucho el cerebro, parece que los científicos han dado con algo que podría explicar estas dos propuestas, unificándolas en un solo sistema que lo integraría todo: me estoy refiriendo, por supuesto, a la Teoría de Cuerdas.
Pero vayamos por partes y veamos básicamente que dice cada una de estas teorías y alguna de sus aplicaciones y deducciones.
Teoría de la Relatividad de Einstein.
Hay dos Teorías de la Relatividad: Relatividad Especial y Relatividad General. Lo novedoso de estas teorías es que nos muestran que nuestras percepciones del espacio y el tiempo son flexibles y cambiantes, o mejor dicho, relativas.
En el siglo XX Albert Einstein revolucionó las ciencias acerca de la estructura espacio-tiempo.
Primero se dio cuenta de que el espacio y el tiempo se mezclan a causa del movimiento, de tal forma que lo importante es la mezcla entre el espacio y el tiempo que, desde entonces, hemos pasado a denominar espacio-tiempo.
Posteriormente Einstein fue introduciendo la idea de que ese espacio-tiempo no es una estructura rígida, sino una estructura dinámica que se puede deformar, estirar, contraer o retorcer y eso es lo que nosotros experimentamos como la fuerza de la gravedad, de tal forma que todas las maneras posibles de deformar localmente el espacio-tiempo corresponden a la experiencia física de la interacción gravitacional.
Probablemente lo más conocido sobre la relatividad de Einstein es la Paradoja de los Gemelos: consiste en dos gemelos de los cuales uno de ellos emprende un viaje en una nave hacia una estrella que está a 10 años luz y a una velocidad cercana a la de la luz. Si sumamos lo que tarda en ir y volver, la nave regresa 20 años después. Al reencontrase con el gemelo que no viajó, el gemelo astronauta observa que él está prácticamente igual que el día del despegue, mientras que su hermano ha envejecido 20 años.
Pues bien. Según la Teoría de la Relatividad esto es posible porque los dos hechos no son simultáneos a la vez. Esto se ha puesto de manifiesto haciendo experimentos con partículas elementales que, por ejemplo, se desintegran en una millonésima de segundo. Cuando estas partículas son aceleradas; es decir, se les somete a gran velocidad, tardan 30 veces más en desintegrarse, porque para ellas el tiempo transcurre más despacio. Esto es un hecho y se comprueba todos los días en los aceleradores de partículas.
Aplicaciones:
La Teoría de la Relatividad de Einstein, por ejemplo, es empleada en el GPS o Sistema de Posicionamiento Global. Sin ella no podríamos calcular correctamente una posición ya que no conseguiríamos corregir el desfase temporal de los satélites con respecto a la tierra. Si no tuviéramos en cuenta las correcciones de la Relatividad General, la discrepancia del reloj de un GPS de un coche y el reloj del satélite sería de 38 microsegundos por día. Cada microsegundo se corresponde con un error en la determinación de la posición de 300 metros. Lo que quiere decir que sin esta corrección el GPS nos llevaría varios kilómetros lejos de nuestro destino.
Mecánica Cuántica
Dicho de una manera fácilmente entendible, se puede decir que la Mecánica Cuántica es la teoría científica que nos explica cómo funcionan las cosas extremadamente pequeñas, tan pequeñas como los átomos o electrones.
Existen tres efectos fascinantes que predice la Mecánica Cuántica que son:
1.  Que las cosas tan pequeñas, como átomos y electrones, pueden estar en un sitio y en todos los sitios del universo a la vez.
2.  Que cuando hacemos experimentos con cosas tan pequeñas como los átomos, la naturaleza nos pone un límite a lo que podemos conocer; es decir, no podemos asegurar qué ocurrirá, simplemente podemos predecir que con cierta probabilidad ocurrirá esto o lo otro.
3.  Que la física cuántica abre un debate en torno a la naturaleza de la realidad, con preguntas tales como: ¿qué es la realidad? ¿existe la realidad cuando la observamos? ¿existe la realidad cuando no la observamos? ¿la realidad es igual cuando la observamos y cuando no la observamos?
El comportamiento tan extraño de las cosas extremadamente pequeñas, descrita por la Mecánica Cuántica, nos puede parecer absurdo, pero no lo es en absoluto.  El mismo Albert Einstein –precursor de la Mecánica Cuántica- se posó los últimos 20 años de su vida tratando de demostrar que esa teoría no podía ser, que era incorrecta o que le faltaba algo; en definitiva, que no podía creer que el mundo se comportara de una manera tan extraña. Hoy en día, después de múltiples experimentos, se ha demostrado que Einstein se equivocaba y que la Mecánica Cuántica está en lo cierto.
Aplicaciones:
Mucha de la tecnología que utilizamos a día de hoy se lo debemos a la Mecánica Cuántica como, por ejemplo: los laser de los lectores de DVD; los hornos microondas; las cedulas fotoeléctricas de las puertas automáticas; los transistores presentes en todo tipo de aparatos electrónicos; y, lo más revolucionario: los ordenadores cuánticos.
En estos ordenadores cuánticos –en los cuales se está trabajando hoy en día-  la información ya no está dispuesta en “bit”, sino en “qubit” o bit cuánticos (Wikipedia: qubit es un sistema cuántico con dos estados propios y que puede ser manipulado arbitrariamente. Su importancia radica en que la cantidad de información contenida en un qubit, y, en particular, la forma en que esta información puede ser manipulada, es fundamental y cualitativamente diferente de un bit clásico. Hay operaciones lógicas, por ejemplo, que son posibles en un qubit y no en un bit.)
Se estima que cuando se consiga un ordenador de 60 qubit (hoy en día está en 12 qubit) tendría más capacidad de cálculo que todos los ordenadores del mundo calculando al mismo tiempo.
Teoría de Cuerdas
Parece ser que la Teoría de Cuerdas ha unificado las dos anteriores y ha conseguido explicar el comportamiento del universo.
Para empezar hay que tener dos cosas presentes:
Primero que todo lo descrito por la Teoría de Cuerdas no ha sido confirmado experimentalmente. Y segundo que no hay una sola Teoría de Cuerdas.
La idea de la Teoría de Cuerdas se puede entender con tres ingredientes esenciales:
-   Uno es la cuerda: un filamento diminuto que, dependiendo de cuanto vibre, genera cada una de las partículas elementales que conocemos.
-     El segundo ingrediente sería las dimensiones extra que necesita la teoría para que se cumpla (según los científicos necesitamos como mínimo 9 dimensiones espaciales para que la gravedad se porte bien)
-   Y el tercer ingrediente son las branas: objetos donde se encuentran ancladas todas las cuerdas que, además, llena todo el espacio.
Deducciones:
Al igual que la astrofísica nos dice que hay varias maneras de fabricar un sistema planetario que, de hecho, existen en el cosmos, puede ser que lo que la Teoría de Cuerdas nos está diciendo es que también hay varias maneras de fabricar un universo, y que nosotros somos uno, con una compactificación concreta, entre muchos otros universos completamente distintos, conviviendo en un Multiverso.
CONCLUSIÓN:
Bueno, pues después de exponer brevemente estas tres fascinantes teorías ahora deberíamos hacernos algunas preguntas:
¿Por qué estas cosas son desconocidas para la mayoría de la población?
¿A quién le interesa que esto no sea de dominio público?
¿Dónde podría estar la humanidad si cosas como estas estuvieran al alcance de todos?
P.D.: por favor, no caer en el patético argumento de que somos nosotros los que elegimos ser ignorantes.
La respuesta está, evidentemente, en nuestro sistema educativo, ya que se nos educa para ser mediocres y sumisos, y no para desarrollar nuestro talento. Así de claro.
Los mismos educadores, las propias familias, los políticos y los medios de comunicación se encargan de fomentar esta educación mediocre en detrimento de promover el talento.
Durante los últimos cien años, en todo el mundo se ha dado una educación ideológica y adoctrinada,  ya sea desde un punto de vista político, cultural, religioso o económico. Se ha utilizado la educación para formar un tipo de sociedad, un tipo de concepción del mundo o de moral al gusto de las élites que, entre otras cosas, necesitaban mano de obra barata y sumisa para llevar a cabo sus planes.
Pero esto está cambiando. Con la llegada de la tecnología ya no es necesaria toda esa mano de obra barata, pues se está siendo sustituida por máquinas, robots y ordenadores, más eficientes y menos conflictivos que las personas.
Actualmente hemos llegado a un punto de nuestra evolución en el que el talento es esencial. Nuestra sociedad ha entrado en una etapa en la que demanda mucho talento y, sin embargo, la gente no sabe lo que es, lo ignora. Bueno, pues el talento no es otra cosa que el buen uso de nuestra inteligencia.
En pleno siglo XXI -con la de retos que se nos vienen encima-  impulsar el talento es primordial. ¿Entonces por qué no se hace?, ¿por qué es sólo patrimonio de unos pocos?
Pues por la sencilla razón de que hay una élite -esa que está por encima de las grandes corporaciones y la banca- que tiene secuestrado el conocimiento avanzado y no quiere, para nada, que se divulgue a nivel popular.
¿Y todo esto por qué? Pues porque como son un atajo de cleptócratas, no pueden evitar el afán de controlarnos para poder seguir disfrutando de su posición privilegiada como los amos del mundo. Quieren, y así lo han decidido, que la mayoría sigamos siendo mediocres e ignorantes consumidores compulsivos. Quieren que sigamos colaborando con este sistema basado en el consumo irresponsable que nos hace cada vez más infelices y a ellos cada vez más poderosos y ricos.
Este sistema corrupto y desigual sólo se puede cambiar a través del conocimiento avanzado y la élite lo sabe. Por eso su afán de mantenernos en la mediocridad.
Actualmente sin dinero no se puede vivir; simplemente se sobrevive, y no todo el mundo lo consigue. Pero en los tiempos que están por venir, me temo que sin conocimiento avanzado tampoco.
Deberíamos empezar a tener más interés por este tipo de cosas en detrimento de toda esa propaganda mediática (política, económica, social, deportiva, etc.) que no hace más que confundirnos e idiotizarnos.

domingo, 16 de octubre de 2016

PROGRAMACIÓN MENTAL

¿Existe lo que llamamos realidad o es meramente una percepción nuestra?
¿Somos nosotros los verdaderos dueños de nuestra realidad?
¿Cómo y quién crea esa realidad?
Preguntas como estas, u otras similares a estas, deberíamos hacernos constantemente para no dejarnos llevar por tanta propaganda de todo tipo: política, económica, religiosa, emocional, etc.
Vivimos en un mundo con multitud de “realidades” paralelas que sólo existen en el interior de nuestra mente.
El primer paso que debemos dar, para comprender que la realidad a la que todos nos aferramos es simplemente circunstancial, es que nuestra identidad cultural; nuestras creencias; nuestras ideologías de todo tipo y nuestros valores, sólo existen dentro de nuestra mente y, además, no son iguales para todos: son sencillamente meros mecanismos psíquicos de programación mental, profesados desde el origen de los tiempos.
Me refiero a que somos nosotros mismos los que creamos nuestra propia identidad cultural, nuestras ideologías y creencias, y que una vez creadas e instaladas en nuestra mente, son ellas las que toman el mando y nos utilizan haciéndonos creer que vivimos esa realidad.
Nuestras propias creaciones psíquicas nos hacen esclavos, ya que borran de la mente nuestra identidad individual. Al identificarnos ciegamente con nuestras creencias, dejamos que dichas creencias tomen el control de nuestras vidas y nos utilicen como instrumentos a su servicio, haciendo que confundamos una ficción, creada por nosotros mismos, con una supuesta realidad.
Pues bien. Todo esto se consigue haciendo que cada uno de nosotros nos identifiquemos plenamente con una conducta determinada de programación mental. Si te identificas como español, de derechas, católico y del Real Madrid, tu vida estará condicionada por estas creencias e ideologías, de igual manera que si te identificaras como iraquí, islamista y musulmán: dos “realidades” paralelas creadas por nosotros mismos, dado que los conceptos español, iraquí, católico, de derechas, etc., no son reales, sino pura invención nuestra.    
Si observamos a nuestro alrededor, podremos comprobar el grado de estupidez, uniformidad y atontamiento en el que la mayoría de la población se encuentra sumergida. Esto se ha conseguido a base de obediencia ciega a los propios mecanismos mentales que hemos creando, que nada tiene que ver con el individuo que cada uno llevamos dentro.
Para que esto se perpetúe en el tiempo, la persona programada no se limitará únicamente a actuar como tal, sino que, además, tratará por todos los medios de inocular esa misma programación mental a otras personas, bien sea a sus propios descendientes, aprovechando la existencia de vínculos emocionales y de autoridad, o por la fuerza, si dispone del poder suficiente para ello.
Un ejemplo de esto lo pude verificar el otro día al acudir a una celebración familiar: el cumpleaños de una niña de 1 año. Allí pude comprobar cómo sin darnos cuenta programamos a nuestros “cachorros”, desde la más tierna infancia, para hacerles esclavos consumidores, creándoles el sentido de posesión y anulando por completo su capacidad creativa, con juguetes interactivos que no dejan lugar a la imaginación.
¿Cómo crees que podrían controlarnos todas esas personas, ansiosas de poder, si no dispusieran de mecanismos para crear a su antojo todas esas ideologías, creencias, identidades patrióticas, deportivas, culturales, etc., con las que manipularnos?
¿Entiendes ahora cuál es la auténtica raíz de nuestra estupidez?
Este sistema se ha creado para fabricar ignorantes esclavos consumidores fácilmente manipulables. Un sistema con un plan de educación de lo más elemental posible y aburrido. Un sistema que divulga una religión -da igual la que sea- patética. Un sistema que promueve trabajos tediosos y absurdos que no aportan nada a la sociedad. En definitiva. Se trata de crear gente ignorante –sin conocimientos avanzados- que sólo quiere dinero rápido, salir de fiesta, ir al gimnasio porque está de moda, estar tirado en el sofá viendo la tele o jugando a videojuegos estúpidos, cuando no haciendo algún viaje turístico sin sentido o cualquier otra actividad que no requiera la capacidad de pensar; es decir, limitarse solamente a seguir las pautas de su programación mental.
Hay quien dice que la mayor parte de la población humana está en indiscutible proceso de involución y que cada día nos hacemos más débiles, y enfermizos, más tarados y tontos. ¿Será verdad?
¿Pero qué pasaría si nadie se identificara con ninguna de estas creencias de programación mental? O lo que es lo mismo: ¿Qué pasaría si no hubiéramos recibido ninguna dosis de eso que llamamos educación? (no confundir educación con conocimiento)
Pues que probablemente no existirían ni dioses; ni patrias; ni reyes.
Esa falsa realidad en la que vivimos, con la cual colaboramos diariamente, y que todos aceptamos diciendo “es lo que hay”, no se debería tolerar.
El mundo es como es porque nosotros lo queremos así. Todas esas falsas realidades han sido creadas por nosotros y, de la misma manera, podemos cambiarlas o prescindir de ellas.
El conocimiento –que no la educación- ha llegado en la actualidad a un nivel suficientemente avanzado para que todos pudiéramos beneficiarnos de ello. Sin embargo, seguimos anclados en el sistema de creencias que distorsiona nuestra verdadera realidad.
Así que cada vez que oigas: “es lo que hay”, “no queda otro remedio”, “es un mal menor”, “es el mejor de los sistemas conocidos”, etc., no dejes que te tomen el pelo, porque sencillamente no es verdad, ya que siempre hay alternativas.
Si como he dicho antes, somos nosotros los que hemos creado nuestra propia realidad, a base de creencias e ideologías de todo tipo, también somos nosotros mismos quien lo podemos cambiar.
Hay fundamentalmente dos cosas con las que la élite controla el mundo: el conocimiento y el dinero.
Si queremos recuperar nuestra verdadera identidad como individuos libres, únicos e irrepetibles, hemos de ponerle remedio.
Debemos elevar el grado de conocimiento de las personas. Para ello no hay más que decirles la verdad -no esa falsa realidad hecha a base de creencias e ideologías- y, por supuesto, proporcionarles el acceso al verdadero conocimiento.
Respecto al dinero: si no controlamos el dinero, no controlaremos los recursos, que son la fuente de nuestra existencia.
Hoy en día el sistema financiero que rige el mundo no es más que una gran “estafa Ponzi” en manos de una élite privilegiada (Wikipedia: operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores)
Nuestro actual sistema financiero es tan anacrónico que, por ejemplo, cuando pides un préstamo, lo único que hace el banco es apuntar en tu cuenta esa cantidad y nada más; y ahora tú empiezas a pagar intereses por un dinero que no existe, nunca ha existido y nunca existirá: así de simple. Y lo curioso del caso es que de simple que es, nadie lo cree.
Es hora de ir abandonando falsas realidades como, por ejemplo, la política (invento este para adormecer a las masas) y dar paso a nuestra verdadera realidad.
¿Es que el ser humano, con su manifiesta capacidad de crear, no puede hacerlo mejor?
¿Qué mundo podríamos tener si los individuos, en lugar de reproducir nuestra programación mental, mantuviéramos siempre la autonomía total de nuestra mente?
¿Qué pasaría si nadie se identificara jamás con ningún mecanismo de programación mental?
¿Sería posible vivir en paz en una sociedad sin todas esas sandeces metidas en nuestra cabeza?
Todas estas son preguntas sin respuesta, ya que nunca en la historia de la humanidad se ha dado ese escenario.
Por desgracia, hoy en día la programación mental se ha convertido en un arma tan poderosa que no creo que la élite jamás vayas a prescindir de ella. Cada día la gente es más defensora a ultranza de cualquier ideología bien sea política, religiosa, deportiva, cultural, animalista, o “medio pensionista”. A la gente le gusta identificarse con lo que sea y eso le hace sentirse integrado. Y la pregunta es: ¿integrado dónde? Pues en este sistema de “memos” en el que estamos todos inmersos.