lunes, 20 de junio de 2016

ATRAPADOS POR LA VIOLENCIA

El mundo se ha convertido en un lugar lleno de cretinos. Esto no supondría ningún problema si no existiera eso que llaman democracia, que hace que esta mayoría sea quien verdaderamente va a decidir sobre nuestras vidas. ¿Entiendes ahora por qué ese empeño en democratizar a todos los países del mundo?
La mayoría de los acontecimientos que vemos diariamente en los medios de comunicación masivos no son por casualidad. Son noticias dirigidas hacia toda esa masa de cretinos que luego revierten en la sociedad de la manera esperada.
¿Alguien cree que la violencia en el Europeo de fútbol de Francia es consecuencia del fútbol? ¿Qué los grupos encapuchados radicales anti sistema, que revientan las manifestaciones, existen por casualidad? ¿Qué el terrorismo nació de la mano de cuatro chiflados descontentos?
El mundo se ha transformado en un lugar en el que, según Henry Giroux, -autor del libro “América en guerra consigo misma”- la violencia es la única forma de placer. Esto quiere decir que el mundo está saturado de violencia, llegando a ser en algunas culturas -caso de las “maras” de Honduras- más importante que la religión.
La violencia hoy en día es el principio fundamental por el que se rige la sociedad civil en todas sus manifestaciones, ya sean sociales, políticas, religiosas, deportivas, espectáculos, cine, juegos, etc.
La violencia ha pasado a ser el mediador definitivo a través del cual resolvemos todos nuestros problemas: violencia mediante la guerra, violencia policial, violencia callejera, violencia verbal, violencia emocional, violencia de género, etc.
Aunque bien es verdad que siempre ha existido violencia, esta no viene de fábrica incorporada en nuestros genes. La violencia ha sido, desde siempre, muy sutilmente inculcada en nosotros desde la más tierna infancia. Pero es ahora, en nuestras sociedades modernas, donde se ha convertido en el arma fundamental utilizada por las élites para nuestro propio control y sometimiento.
Creámoslo o no, hoy en día los grupos de poder están utilizando la violencia para dirigir a la sociedad hacia donde ellos quieren. Se trata de hechos violentos que, aunque no se pueda demostrar que hayan sido orquestados por estos grupos de poder, apestan a operación de “falsa bandera” (Wikipedia: operación encubierta llevada a cabo por gobiernos, corporaciones y otras organizaciones, diseñada para aparecer como si fuera realizada por otras entidades)
Un ejemplo claro fue la famosa “Operación Gladio”, descubierta el 24 de octubre de 1990 por, entre otros, Giulio Andreotti. Gladio fue una organización terrorista anticomunista secreta desarrollada en Europa Occidental y apoyada y financiada por la CIA. Si hace 40 años nos hubieran dicho que los brutales atentados terroristas que azotaban Europa, y que eran achacados sistemáticamente a anarquistas y comunistas, en realidad eran realizados por una alianza de grupos de extrema derecha, gobiernos al servicio de la OTAN, la CIA y una logia masónica vinculada al vaticano, no lo hubiéramos creído. Durante la “Operación Gladio” fueron realizados diferentes atentados de “falsa bandera” -como el de la estación de Bolonia, en Italia- para desacreditar la imagen pública de partidos políticos al señalarlos falsamente como los autores del ataque.
A lo largo de nuestra historia más reciente, son múltiples los casos documentados y comprobados de “falsa bandera” como, por ejemplo, los cuatro que cito a continuación:
La masacre de Katyn: En 1940 Stalin ordenó a su policía secreta que ejecutara a 22.000 ciudadanos polacos, entre ellos oficiales del ejército polaco, policías, intelectuales y otros civiles, para falsamente culpar de ello a los nazis. El actual presidente ruso, Vladimir Putin, el ex líder soviético, Mijaíl Gorbachov y el Parlamento ruso, lo admitieron públicamente.
Gaddaffi terrorista: Un agente del Mossad admitió que, en 1984, el Mossad colocó un transmisor de radio en el complejo de Gaddafi en Trípoli, Libia, que transmitió comunicaciones terroristas falsas, registradas por el Mossad, con el fin de mostrar a Gaddaffi como partidario del terrorismo. Ronald Reagan bombardeó Libia inmediatamente después.
Guerra de Irak: Altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos admiten ahora que la guerra de Irak fue realmente provocada por el petróleo y no por las armas de destrucción masiva, que nunca se encontraron.
Guerra de Siria: Fuentes estadounidenses de alto nivel reconocieron que el gobierno turco, un país miembro de la OTAN, llevó a cabo los ataques con armas químicas de los que se culpó al gobierno sirio de Bashar al Assad.
Pues bien. Después de haber visto todo esto yo me pregunto: ¿es acaso un acto de “falsa bandera” el  asesinato de la parlamentaria laborista británica, Jo Cox? Deberíamos hacernos una serie de preguntas al respecto como, por ejemplo: ¿Quién ha asesinado a esta mujer? ¿Por qué? ¿Alguien se beneficia de ello? ¿Hay dinero de por medio?
Es muy sospechoso que en medio de la campaña del referéndum sobre el Brexit (en el que las encuestas dan como ganador a los partidarios de salir de la UE) se asesine a una parlamentaria “dulce y tierna” defensora de los refugiados y, lo más importante, favorable a ultranza de seguir en la UE.
La noticia ha sido muy impactante a nivel emocional. El hecho de que el autor sea un tipo relacionado con la extrema derecha radical, que ataca con violencia a una dulce mujer pacifista defensora de la permanencia del Reino Unido en la UE, da que pensar. Si a esto le unimos la inadmisible violencia desplegada por los hooligans –según dicen radicales de extrema derecha- en Francia, durante la Eurocopa de fútbol, con los cuales se podría relacionar al agresor, tenemos la conjuración perfecta para manipular a las masas británicas. De esta manera, ese porcentaje de indecisos votarían a favor de la permanencia, ya que de hacer lo contrario sentirían un tremendo sentimiento de culpa, pensando que votan lo mismo que ese asesino o los hooligans de extrema derecha con los que se le relaciona.

Bueno, pues, si esto es así, parece que empieza a dar sus frutos. Al día siguiente del asesinato de Jo Cox, las encuestas, como por arte de magia, se dieron la vuelta y ahora dan como ganador a los partidarios de seguir en la UE.
Todos sabemos que hay ciertas etiquetas que cuando te las colocan quedas desprestigiado y pierdes toda credibilidad. Me refiero a etiquetas tales como radical de extrema derecha o de extrema izquierda, conspirador, anti sistema, etc.
No seamos ingenuos. Que los británicos estén o no en la UE sólo les interesa a los de siempre, que no son otros que los especuladores de derivados, con Goldman Sachs a la cabeza. A los ciudadanos de a pie europeos y, por supuesto, a los del resto del mundo, se la trae al pairo. Entre otras cosas porque los británicos actualmente “están” pero “no están” en la UE (no forman parte, por ejemplo, del Espacio Schengen ni del Euro)

No hay lugar a dudas de que la violencia se ha convertido en un arma muy eficaz. Probablemente –como en tantas y tantas ocasiones- esto nunca se pueda demostrar, pero al final siempre es lo mismo: intereses económicos-geopolíticos, que terminan convirtiéndose en dinero y, como consecuencia, en poder.

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