domingo, 14 de enero de 2018

¡ESPAÑA HA SALIDO DE LA CRISIS!: NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD

Según una reciente encuesta, las cinco mayores preocupaciones de los españoles, por este orden, son: paro, corrupción, políticos, economía e independentismo catalán.
Y yo me pregunto: ¿dónde se han dejado la deuda? Porque todo lo anterior es “pecata minuta” comparado con la deuda.
No hay que ser un “Lince” para darse cuenta de que política y economía son los dos pilares que sustentan nuestra sociedad. Estos dos pilares deciden sobre nuestra salud, educación, trabajo, salario, recursos naturales y hasta quiénes son nuestros amigos y enemigos. En definitiva, deciden todo lo concerniente a nosotros.
Actualmente para el ciudadano de a pie política y economía se reducen a lo siguiente: meter un ridículo voto cada cuatro años en una urna, y dejar que otros nos administren los recursos. Y todo porque cada día somos más estúpidos, sumisos y conformistas.
Dicho esto, está claro que deberíamos “ponernos las pilas” y no dejar que otros decidan y planifiquen nuestra vida por nosotros, pero con el grado de lavado de cerebro, llevado a cabo a escala mundial, se me antoja arduamente difícil.
Últimamente el Gobierno no hace otra cosa que anunciar a bombo y platillo que el país ha salido de la recesión. Nos dice que se está creando empleo, aumentando el PIB y que nuestra economía es una de las que más crece de  la UE.
Esto dicho así podría hacernos creer que somos la “vanguardia” de Europa, y que hemos salido de la crisis por la puerta grande, pero, por supuesto, es falso de toda falsedad, ya que este país se encuentra técnicamente en quiebra y la cruda realidad es que se está manteniendo gracias a la deuda.
El asalto a las arcas del Estado por parte de la banca ha sido bestial. Las ayudas superan con creces los 400 mil millones de euros y no esa “ridícula” cifra oficial de 60 mil millones que nos vende el Gobierno.
En tan sólo unos pocos años hemos pasado de ser uno de los mejores países, en relación con la deuda soberana, a colocarnos entre los más problemáticos: de una deuda de 340 mil millones hemos pasado a superar el billón de euros, tres veces más y creciendo.
La mayoría de la gente no es consciente del endeudamiento que padecemos. Según el Gobierno, España tiene una deuda pública del 100% de su PIB. Pero esto simplemente no es verdad, y lo explicaré.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que hay dos tipos de deuda pública: una la de engañar y otra la de verdad, que respectivamente se denominan de “déficit excesivo” y “pasivos en circulación”.
Veamos qué diferencia hay entre cada una de ellas.
La deuda de “déficit excesivo” -que es una convención contable de Bruselas para aquellos países que, como España, tienen un déficit público de más de un 3% del PIB- es la que presenta el Gobierno y asciende a 1,14 billones de euros. Esta, obviamente es mentira y se calcula manipulando los datos.
La de “pasivos en circulación”, es la que notifica trimestralmente el Banco de España, y se refiere a la deuda pública total que debemos realmente y que, por supuesto, tenemos que devolver con intereses. Esa deuda asciende a 1,58 billones de euros.
La diferencia entre ambas no es poca cosa, ya que una supone el 100% del PIB y la otra el 139%.
Como de todos es sabido, el mayor gasto de los Presupuestos Generales del Estado se destina a las pensiones, que asciende aproximadamente a 140 mil millones de euros. Pues bien. A partir de este año, la llamada hucha de las pensiones se ha quedado sin fondos, por lo que habrá que hacerle frente con nuevos créditos, lo que supondrá seguir aumentando nuestro endeudamiento.
Por otra parte -como la mentira en la política está institucionalizada-, nos dicen que el PIB de España está creciendo. Para que nos hagamos una idea, si el PIB sube 1 euro la deuda sube 3 euros, esa es la verdadera proporción. Y claro está, esto es totalmente insostenible. Bueno, será sostenible mientras el BCE nos siga dando dinero a espuertas y sigamos acumulando deuda.
Pero el BCE ha comenzado el año preparando al mercado para poner fin a su programa de flexibilización cuantitativa; o dicho de otra manera, el fin de la era del dinero barato. Si esto es así, significa que España tendrá que pagar un interés por la deuda inasumible.
Y la pregunta es: ¿hasta cuando el BCE nos va a seguir prestando dinero?
Un país con una deuda del 139% de su PIB está técnicamente en quiebra y es solo cuestión de tiempo que entre en suspensión de pagos. La deuda nunca la podremos pagar y los intereses de cada año superan los 30.000 millones de euros. ¿Alguien es consciente de lo que significa esto?
Porque aquí no vale dejar de pagar, ya que el día que dejes de pagar ese mismo día te dejan de prestar; es decir, que la deuda hay que pagarla sí o sí, de lo contrario hemos de afrontar las consecuencias.
Vista la cuantía real de la deuda, la pregunta no es si España entrará en suspensión de pagos sino cuándo y el día que esto suceda lo vamos a pasar muy mal, puesto que ya no tenemos de dónde tirar, y me explico.
Antes de la llegada de la democracia, las empresas de electricidad, agua, infraestructuras y telecomunicaciones, entre otras, se consideraban empresas de servicios públicos. ¿Y qué son los servicios públicos? Pues aquellas prestaciones elementales que necesitamos para vivir en sociedad.
Lo que ha sucedido, es que todas esas empresas han sido privatizadas pasando a manos de cleptócratas, que ahora nos cobran un dineral por esos servicios, con el consiguiente enriquecimiento de ellos y el empobrecimiento de nosotros.
No sé cómo vamos a salir de esta, pero presumiblemente volvamos a ver reducir pensiones, salarios, sanidad, educación, etc. Y esto nos llevará a convertirnos en otra Grecia, salvando las distancias, claro.
Posiblemente yo me empeñe en ver un país distópico, puede ser, pero también el Gobierno se empeña en hacernos creer en un país utópico, ese de “España va bien”, y no es así.
Por lo tanto: ¡Ojo con la deuda!

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