La creación de Podemos, de Ciudadanos y el
llamado Proceso Catalán están claramente relacionados entre sí y forman parte
del mismo entramado que tiene un claro objetivo: hacer Presidente del Gobierno
a Albert Rivera; el Macron español.
La designación de Albert Rivera para ocupar la
presidencia del Gobierno de España no es una casualidad del azar; al contrario,
ha sido elegido para salvaguardar los intereses del poder global del dinero que
es quien lo ha puesto ahí.
No es ningún secreto que el mundo está en
manos de la banca. Actualmente la banca tiene colocados a sus hombres en
prácticamente todas las instituciones más importantes del mundo: Albert Rivera
es un “hombre de la banca”, como lo son también Emmanuel Macron (Presidente de
Francia), Mario Draghi (Presidente del BCE), Luis de Guindos (Vicepresidente
del BCE) y medio Gobierno de los EEUU.
Cualquiera que haya seguido los acontecimientos
acaecidos en España, desde la muerte de Franco hasta nuestros días, se habrá
dado cuenta de que lo único que hemos cambiado en este país es de pastores, ya
que seguimos siendo un rebaño de ovejas dentro del mismo redil.
Con la llegada a España de la falsa
democracia, se instauró un sistema bipartidista que ha estado repartiéndose el
poder desde entonces. Esto –como no podía ser de otra manera en cualquier
sistema oligárquico que se precie- ha dado pie a innumerables casos de
corrupción y al hartazgo generalizado de la gente.
Al estallar la crisis -con el consiguiente
recorte del estado del bienestar- se produjo una indignación popular muy
peligrosa que, obviamente, había que atajar.
Y aquí es donde entra en escena la irrupción
de Podemos.
Podemos no ha sido otra cosa que una
estrategia de distracción nacional, dirigida por profesionales en Ingeniería
Social, para abortar una más que
posible revolución. Pero no nos equivoquemos: Podemos jamás llegará a gobernar
España; nunca se lo permitirán.
El mundo está actualmente controlado por los
poderes económicos en connivencia con los grandes medios de comunicación.
Hay una máxima en política: si no sales en la
“caja tonta” sencillamente no existes, y Podemos es un invento de la TV.
Es de lo más ingenuo pensar que los “mass
media” darán cobertura a cualquiera que pretenda exponer opiniones e ideas que
puedan poner en peligro el Sistema. Por eso, a las tertulias políticas
televisivas siempre acuden los mismos, y nunca veremos a verdaderos anarquistas
o anti-sistema, por más que nos vendan la idea de la libertad de expresión.
Dicho esto, es más que evidente que si Pablo
Iglesias era invitado a todas las tertulias políticas de canales de televisión,
tan sospechosos de ser “anti-sistema” como Intereconomía, Trece TV, La Sexta,
La Cuatro o Telecinco, era porque a alguien le interesaba que difundiera ese
discurso de indignación.
Podemos tenía una función muy clara de
Ingeniería Social que cumplir: aglutinar a todos los indignados en un mismo
sitio para ser controlados. Y así ha sido.
Una vez que la Ingeniería Social ha
solucionado el problema de los indignados, la oligarquía española -harta de las
constantes “cagadas” de PP y PSOE- ha decidido poner a un hombre suyo al frente
del país. Y ese hombre no es otro que Albert Rivera: el Macron español que, no
olvidemos, formó parte de los servicios jurídicos de La Caixa, ahora CaixaBank
y segundo banco más importante de España.
Albert Rivera es un líder fabricado
artificialmente por los “mass media”. Ha sido entrevistado por todos los grandes
medios de comunicación, como si de un “gran líder nacional” se tratara, cuando
todavía no era conocido por nadie. La promoción mediática desproporcionada que
ha tenido Albert Rivera, con respecto a decenas de partidos anónimos que nunca salen
del ostracismo, ha sido bestial.
No nos equivoquemos. Ciudadanos es un
partido neoliberal, en toda regla, creado por la banca. Es una réplica
exacta de “En Marche”: partido de Emmanuel Macron que actualmente gobierna
Francia.
Los que verdaderamente están detrás de
Ciudadanos -que son los mismos que lo
financian- eligieron el momento de mayor impacto mediático para darlo a
conocer: el Proceso Catalán.
El Proceso Catalán ha sido utilizado para
catapultar a Ciudadanos a la arena política nacional. Su estrategia fue la de
irrumpir en el instante de mayor fulgor independentista en Cataluña: aparecer
en el sitio adecuado en el momento oportuno.
El sentimiento anti-independentista de los nacionalistas
españoles ha sido aprovechado por Ciudadanos para sacar réditos electorales,
como hemos podido comprobar recientemente en las elecciones al Parlamento de
Cataluña, del 21 de diciembre de 2017, donde Ciudadanos fue el partido más
votado.
Llevamos prácticamente tres meses desde las
elecciones al Parlamento Catalán y la situación sigue estancada. Todas esas
maniobras para elegir como candidato a la presidencia de la Generalitat a un
fugado o a un encarcelado, no son más que patrañas para alargar el Proceso.
¿Y a quién le interesa enquistar el Proceso
Catalán? Evidentemente al PP por razones obvias, pero, sin lugar a dudas, a quien
más beneficia es a Albert Rivera: Ciudadanos, y particularmente Albert Rivera,
se alimentan casi en exclusiva del sentimiento anti-independentista y -por qué
no decirlo- también anti-catalanista de los españoles.
Es por eso, y no por otra razón, que la
Ingeniería Social tratará de mantener vivo el Proceso Catalán como mínimo hasta
que se acerquen las próximas elecciones generales, en las que Albert Rivera,
enarbolando la bandera constitucionalista, intentará ganar en las urnas a los
dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) ahora castigados por los oligarcas.
Bueno. Pues este es un claro ejemplo de cómo
la Ingeniería Social se sirve de los elementos necesarios –en este caso de Podemos,
Ciudadanos y el Proceso Catalán- para, sin realizar grandes maniobras, mantener
a salvo el Sistema. O dicho de otra manera: la sutileza de la Ingeniería Social
hace creer a la gente que algo está cambiando, cuando la realidad es que no se
ha movido nada ni un ápice y el Sistema sigue intacto.
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