jueves, 8 de marzo de 2018

ALBERT RIVERA: EL MACRON ESPAÑOL

La creación de Podemos, de Ciudadanos y el llamado Proceso Catalán están claramente relacionados entre sí y forman parte del mismo entramado que tiene un claro objetivo: hacer Presidente del Gobierno a Albert Rivera; el Macron español.
La designación de Albert Rivera para ocupar la presidencia del Gobierno de España no es una casualidad del azar; al contrario, ha sido elegido para salvaguardar los intereses del poder global del dinero que es quien lo ha puesto ahí.
No es ningún secreto que el mundo está en manos de la banca. Actualmente la banca tiene colocados a sus hombres en prácticamente todas las instituciones más importantes del mundo: Albert Rivera es un “hombre de la banca”, como lo son también Emmanuel Macron (Presidente de Francia), Mario Draghi (Presidente del BCE), Luis de Guindos (Vicepresidente del BCE) y medio Gobierno de los EEUU.
Cualquiera que haya seguido los acontecimientos acaecidos en España, desde la muerte de Franco hasta nuestros días, se habrá dado cuenta de que lo único que hemos cambiado en este país es de pastores, ya que seguimos siendo un rebaño de ovejas dentro del mismo redil.
Con la llegada a España de la falsa democracia, se instauró un sistema bipartidista que ha estado repartiéndose el poder desde entonces. Esto –como no podía ser de otra manera en cualquier sistema oligárquico que se precie- ha dado pie a innumerables casos de corrupción y al hartazgo generalizado de la gente.
Al estallar la crisis -con el consiguiente recorte del estado del bienestar- se produjo una indignación popular muy peligrosa que, obviamente, había que atajar.
Y aquí es donde entra en escena la irrupción de Podemos. 
Podemos no ha sido otra cosa que una estrategia de distracción nacional, dirigida por profesionales en Ingeniería Social, para  abortar una más que posible revolución. Pero no nos equivoquemos: Podemos jamás llegará a gobernar España; nunca se lo permitirán.
El mundo está actualmente controlado por los poderes económicos en connivencia con los grandes medios de comunicación.
Hay una máxima en política: si no sales en la “caja tonta” sencillamente no existes, y Podemos es un invento de la TV.
Es de lo más ingenuo pensar que los “mass media” darán cobertura a cualquiera que pretenda exponer opiniones e ideas que puedan poner en peligro el Sistema. Por eso, a las tertulias políticas televisivas siempre acuden los mismos, y nunca veremos a verdaderos anarquistas o anti-sistema, por más que nos vendan la idea de la libertad de expresión.
Dicho esto, es más que evidente que si Pablo Iglesias era invitado a todas las tertulias políticas de canales de televisión, tan sospechosos de ser “anti-sistema” como Intereconomía, Trece TV, La Sexta, La Cuatro o Telecinco, era porque a alguien le interesaba que difundiera ese discurso de indignación.
Podemos tenía una función muy clara de Ingeniería Social que cumplir: aglutinar a todos los indignados en un mismo sitio para ser controlados. Y así ha sido.
Una vez que la Ingeniería Social ha solucionado el problema de los indignados, la oligarquía española -harta de las constantes “cagadas” de PP y PSOE- ha decidido poner a un hombre suyo al frente del país. Y ese hombre no es otro que Albert Rivera: el Macron español que, no olvidemos, formó parte de los servicios jurídicos de La Caixa, ahora CaixaBank y segundo banco más importante de España.
Albert Rivera es un líder fabricado artificialmente por los “mass media”. Ha sido entrevistado por todos los grandes medios de comunicación, como si de un “gran líder nacional” se tratara, cuando todavía no era conocido por nadie. La promoción mediática desproporcionada que ha tenido Albert Rivera, con respecto a decenas de partidos anónimos que nunca salen del ostracismo, ha sido bestial.
No nos equivoquemos. Ciudadanos es un partido neoliberal, en toda regla, creado por la banca. Es una réplica exacta de “En Marche”: partido de Emmanuel Macron que actualmente gobierna Francia.
Los que verdaderamente están detrás de Ciudadanos  -que son los mismos que lo financian- eligieron el momento de mayor impacto mediático para darlo a conocer: el Proceso Catalán.
El Proceso Catalán ha sido utilizado para catapultar a Ciudadanos a la arena política nacional. Su estrategia fue la de irrumpir en el instante de mayor fulgor independentista en Cataluña: aparecer en el sitio adecuado en el momento oportuno.
El sentimiento anti-independentista de los nacionalistas españoles ha sido aprovechado por Ciudadanos para sacar réditos electorales, como hemos podido comprobar recientemente en las elecciones al Parlamento de Cataluña, del 21 de diciembre de 2017, donde Ciudadanos fue el partido más votado.
Llevamos prácticamente tres meses desde las elecciones al Parlamento Catalán y la situación sigue estancada. Todas esas maniobras para elegir como candidato a la presidencia de la Generalitat a un fugado o a un encarcelado, no son más que patrañas para alargar el Proceso.
¿Y a quién le interesa enquistar el Proceso Catalán? Evidentemente al PP por razones obvias, pero, sin lugar a dudas, a quien más beneficia es a Albert Rivera: Ciudadanos, y particularmente Albert Rivera, se alimentan casi en exclusiva del sentimiento anti-independentista y -por qué no decirlo- también anti-catalanista de los españoles.
Es por eso, y no por otra razón, que la Ingeniería Social tratará de mantener vivo el Proceso Catalán como mínimo hasta que se acerquen las próximas elecciones generales, en las que Albert Rivera, enarbolando la bandera constitucionalista, intentará ganar en las urnas a los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) ahora castigados por los oligarcas.
Bueno. Pues este es un claro ejemplo de cómo la Ingeniería Social se sirve de los elementos necesarios –en este caso de Podemos, Ciudadanos y el Proceso Catalán- para, sin realizar grandes maniobras, mantener a salvo el Sistema. O dicho de otra manera: la sutileza de la Ingeniería Social hace creer a la gente que algo está cambiando, cuando la realidad es que no se ha movido nada ni un ápice y el Sistema sigue intacto.

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