sábado, 29 de agosto de 2020

¿NECESITAMOS ORDENAR EL MUNDO?


Ante los acontecimientos acaecidos en las últimas décadas, y visto que los avances tecnológicos y científicos están cambiando nuestra sociedad a pasos agigantados, deberíamos hacernos la siguiente pregunta: ¿verdaderamente necesitamos ordenar el mundo? Y la respuesta tajante es, SÍ. Ahora bien, como todo en esta vida, hay maneras y maneras de ordenar el mundo, ya que una cosa es ordenarlo y otra muy distinta la implantación de eso que se ha dado en llamar Nuevo Orden Mundial.
David Rockefeller, fiel servidor del Nuevo Orden Mundial, dijo: Algunos me acusan de trabajar contra Estados Unidos y de ser internacionalista habiendo creado una política y economía global mundial. Pues bien, no solo me declaro culpable de ello, sino que me siento orgulloso
Y otra frase atribuida a él, más inquietante: “Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial
Lo primero que debemos saber es quién es esa élite que ha decidido qué es lo mejor para nosotros antes de aceptar su Nuevo Orden Mundial.
Es bien sabido que estos “personajes” se consideran a sí mismos los dueños del planeta y de todos sus recursos. Nosotros, los seres humanos, somos su mejor activo, pero todo parece indicar que con la llegada de la tecnología nos hemos convertido en prescindibles.
O empezamos a entender esto o estamos perdidos.
Han pasado seis meses desde que comenzó esta nueva situación, provocada por la falsa pandemia, y ya podemos empezar a ver algunos cambios.
A poco observador que sea uno, se habrá dado cuenta de que hoy existe un “nuevo” paradigma que antes no existía; que hay un  orden” diferente al de antes de la “pandemia” y de que esto se repite a nivel “mundial”: Nuevo Orden Mundial.
En este periodo se han aprobado un montón de nuevas leyes y normas sin apenas enterarnos. Si comparamos la situación actual con la que teníamos en enero de este mismo año, nos daremos cuenta de que ahora las calles están más despejadas; de que los comercios, las playas, los restaurantes y bares están como más ordenados y de que este mismo patrón se repite a lo largo y ancho del planeta. Pero este nuevo ordenamiento se está llevando a cabo mediante la imposición y el engaño, y eso es inadmisible.
Existe un informe del año 2010, de la Fundación Rockefeller, titulado “Scenarios for the Future of Technology and International Development” (aquí el informe en inglés ), que prevé cuáles podrían ser los escenarios del planeta ante una posible pandemia. En el informe se habla sobre las cuarentenas, los encierros, el uso de mascarillas y de que los ciudadanos voluntariamente entregaron parte de su soberanía y su vida privada, a cambio de una mayor seguridad y estabilidad. Esto, que se predijo para el año 2012, se ha cumplido al pie de la letra en 2020.
Pero lo más sorprendente del informe, es que pone a China como modelo de manejo de la supuesta pandemia por su rápida adopción de medidas totalitarias, que son las mismas que realmente ha tomado China en 2020.
En la página 18 del informe (el tiempo verbal utilizado es el pasado) se dice: “A algunos países les fue mejor, a China en particular. La rápida imposición y aplicación de la cuarentena obligatoria por parte del gobierno chino para todos los ciudadanos, así como su cierre instantáneo y casi hermético de todas las fronteras, salvó millones de vidas, impidió la propagación del virus mucho antes que en otros países y permitió una recuperación pospandémica más rápida”. ¡ALUCINANTE! Qué capacidad de visión.
En el mismo informe también se habla de que “la pandemia provoca una deriva de todos los gobiernos hacia un totalitarismo global, basado en un agobiante control policial sobre los movimientos de las personas, la paralización de la economía y unos ciudadanos esclavizados que ven un retroceso en sus derechos y libertades. ¡BRILLANTE! Sí señor. Otra vez en todo el centro de la diana: exactamente lo mismo que está pasando ahora. No olvidemos que esto se escribió en el año 2010
¿Necesitas más pruebas de que esta falsa pandemia es un plan que forma parte de una agenda de control mundial de la población y de la economía?
¿Entiendes ahora por qué el Gobierno no necesita de epidemiólogos  expertos que le asesoren las decisiones que se están tomando?
¿Te das cuenta de que el confinamiento de personas sanas, el uso obligatorio de mascarillas, la distancia de seguridad, la reducción de aforos, y el resto de medidas tomadas por el Gobierno no son sanitarias, sino un experimento social cuyo propósito es crear una crisis económica mundial para imponer su Nuevo Orden Mundial?
¿Sabías que la estrategia de “aislamiento social” se remonta a hace 70 años y fue desarrollada por la CIA como técnica de tortura, al igual que el uso de mascarillas obligatorio para los presos de Guantánamo?
¿Todavía piensas que la coincidencia entre lo que fue "imaginado" por la Fundación Rockefeller en el año 2010 y lo que está pasando es CASUAL?
Bueno, pues este mismo grado de coincidencia también se dio en el Evento 201 celebrado en octubre de 2019 en Nueva York. El evento fue organizado por el Instituto Johns Hopkins, el Foro Económico Mundial, y la Fundación Bill y Melinda Gates. Menudas “tres patas de banco”, todos promotores del Nuevo Orden Mundial.
Para terminar, decir que en China, el país más poblado del planeta (1.400 millones de habitantes), la “pandemia” se acabó. ¿Y cómo es posible si en el resto del mundo no hacen más que aparecer más y más brotes y rebrotes? Pues porque China ya ha hecho sus deberes: dominio absoluto sobre su población -mediante aplicación móvil y agenda de crédito social- y la creación de su nueva moneda digital, el Renminbi: medidas esenciales que cada país debe implementar antes de la implantación definitiva del Nuevo Orden Mundial.

viernes, 21 de agosto de 2020

EXCEPTO LOS MUERTOS, TODO ES MENTIRA EN ESTA PANDEMIA


Este artículo no es mío. Es un artículo de el diario ABC (nada sospechoso de ser conspiranoico), que se publicó el domingo 15 de agosto de 2020, justo el mismo día que se convocó la manifestación de la Plaza de Colón, en Madrid, para defender nuestros derechos y libertades.
Lo hago público en mi blog, porque no lo podrás leer en el ABC a no ser que estés suscrito. Léelo detenidamente, ya que aclara algunas cosas.
Excepto los muertos, todo es mentira en esta pandemia
Soy consciente que la tendencia general es endosar a Gobierno y comunidades autónomas ocultamiento, por subestimación, del verdadero número de fallecidos por Covid-19. No comparto totalmente este enfoque y, por el contrario, considero que las defunciones por Covid-19, incluso en infectados “confirmados” (30% de falsos positivos posibles, Sin Hang Lee, “Journal of Geriatrics and Rehabilitation”, 17/07/2020), son menos que las oficiales. Si cabe, esto es aún más grave al apuntar a muertes en exceso de personas no infectadas, fragilizadas y desatendidas. La mayoría de exceso de muertes (respecto a la media de defunciones del mismo periodo de los últimos años) se debe a otras causas.
En primer lugar, el «syndrome de glissement-abandon» (dejarse ir) o muerte «psychogène» (Jean Carrié, 1952) en personas mayores que durante la epidemia se sintieron, con razón o sin ella, traumáticamente abandonas a domicilio, hospital o residencias (fallecen en tres semanas); en segundo lugar, el terror a infectarse en el hospital de personas con patologías graves, para todos los efectos huidas, que al no recibir seguimiento, intervención ni atención urgente fallecieron (y las que fallecerán).
Así las cosas, del Informe n°36 del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), “Situación De Covid-19. Casos diagnosticados a partir 10 de mayo” obtenemos conclusiones demoledoras relativas a la estrategia y directrices de política sanitaria impuestas por el Gobierno y CC.AA. en aras de minimizar el número de muertos causados por la epidemia en curso. Se trata de una encuesta epidemiológica de casos confirmados. Abstracción hecha de falsos positivos, los casos reales, de haberse hecho más test, serían a buen seguro el doble lo cual haría caer mecánica e imparablemente la tasa de letalidad al 0,3%-0,4%.
En la Tabla 4 del susodicho informe (distribución por grupos de edad) confeccionada por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) con los casos de Covid-19 por nivel de gravedad notificados a Renave con inicio de síntomas y diagnóstico posterior al 10/05/2020 (23/07/2020, fecha de la extracción de datos) se observa que hubo en total 228 defunciones por 35.482 infectados. Obtenemos una tasa de letalidad de 0,6% (228/35.482=0.006=0,6%). Esta tasa discrepa incontestablemente de la que se obtendría para la población general con el número de fallecidos (casi 45.000 confirmados y sospechosos) por Covid-19 estimados por nuestros colegas de «El País» (26/07). EP, Johns Hopkins University, INE, SCIII, deben revisar sus cifras, al copiarse entre sí repercuten los errores. Hay que orientarse siempre por la tasa de letalidad. La pertinente es la aquí calculada (por exceso).
Un primer estudio (26/04) de cuatro investigadores universitarios estimó la tasa de letalidad española en 3,1% contabilizando aproximadamente 38.000 fallecidos en cálculo deslizante. El Ministerio de Sanidad, en el momento de la publicación de la insostenible investigación, proponía 23.822 muertos (28/04). La discrepancia provenía de considerar fallecidos por Covid-19 prácticamente todas las muertes en exceso a partir de los informes del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) elaborados por el ISCIII. Los cálculos eran tan chocantes que con 32 infectados obtenían un fallecido. El estudio nacional de seroprevalencia llevado posteriormente a buen término por el ISCIII es más solvente pero también adolece de graves limitaciones a pesar de haber sido publicado por «The Lancet» (6/07/2020).
Los autores del estudio lo reconocen elegantemente. La tasa de letalidad que obtienen sigue siendo excesivamente elevada (1,14%). Sin embargo, al haber confirmado el estudio del ISCIII la elevada seroprevalencia del personal sanitario disponían de todos los elementos para una estimación robusta. Es cierto que un muestreo aleatorizado, representativo de la población española, debe tener en cuenta criterios de sexo, edad, categoría socioprofesional, región, renta, talla de la aglomeración, etc. Estos criterios no los cumple en su totalidad el colectivo de sanitarios pero se pueden aproximar bastante bien. Con cifras oficiales, la tasa de letalidad entre profesionales sanitarios (52.500 infectados hasta el 25 de junio) puede estimarse en el 0,13% para un rango de edad entre más de 20 y menos de 70 años. Si ponderamos con la tasa de letalidad para la población entre 0 y 20 años obtenemos aproximadamente una tasa de letalidad de 0,11% en el rango 0-70 años. Finalmente, teniendo en cuenta la tasa de letalidad de mayores de 70 años obtenemos una estimación global de 0,5%-0,6%, en consonancia con la que se desprende del informe del CNE arriba referenciado.
Viene ahora lo más inquietante. En la susodicha Tabla 4 se observa que solamente en los rangos 70-79 años y más de 80 se constatan más defunciones que estancias en la UCI. En los de más de 80 años el dato es aterrador: de 781 pacientes hospitalizados solo 20 pasaron por la UCI pero se registran 150 fallecidos. Con una prognosis correcta, dada la sintomatología tan brutal en fase severa (neumonías específicas y «tormentas de citocinas») es dudoso que los 130 pacientes hospitalizados, de más de 80 años, que fallecieron sin pasar por la UCI muriesen por el Covid-19. Habida cuenta que se los reportó infectados se les asignó esa causa de muerte. Además, una cosa es haber sido infectado por el Sars-CoV-2 y otra, bien distinta, morir de ello. Uno puede padecer cáncer y fallecer de un ataque al corazón o una peritonitis sobre todo si ha sobrepasado la esperanza de vida teórica. Entonces ¿de qué fallecieron? Fallecieron del “syndrome de glissement-abandon”: no es el virus el que mata sino la situación resentida. La tristeza, la pena, el desamparo que invade a los mayores en el hospital (o residencias o a domicilio) les resulta fatal, no el virus (o no siempre).
En síntesis, tomando en cuenta falsos positivos, tasa de letalidad discrepante con exceso de muertes por el Covid-19 (confirmadas y sospechosas), muertos por distintas dolencias que en vida, aterrorizados, no acudieron al hospital para no infectarse y fallecidos por “syndrome de glissement-abandon” estimo entre 20.000-24.000 los fallecidos directamente por Covid-19. Siguen siendo muchos, ciertamente, pero no son menos los no infectados que no supimos salvar.
Juan José R. Calaza

lunes, 17 de agosto de 2020

¡DEJARNOS DE UNA PUÑETERA VEZ EN PAZ!


El mundo está en manos de unos psicópatas dementes que sistemáticamente juegan a ser dioses. Y no estoy hablando únicamente de la élite. Estoy hablando, también, de políticos, de jueces y de algunos científicos, médicos, ingenieros, abogados, empresarios, etc. -forrados de dinero- sin cuya colaboración esto no sería posible.
Este colectivo de psicópatas componen una minoría ideológica autoritaria que, amparándose en una supremacía arrogante, tienen al resto de la población sumida en la esclavitud, la ignorancia y la pobreza.
Lo triste, es que entre todos no llegan al 3% de la población mundial. Y la pregunta es: ¿y cómo es que una minoría tiene bajo la suela de su zapato a la mayoría? Muy fácil: tienen en sus manos los medios de comunicación, las fuerzas armadas, la tecnología y el dinero.
Ni en mis peores pesadillas hubiese podido imaginar que viviría una situación como la actual. Pero lo más humillante, preocupante y decepcionante es ver la sumisión indecente de la gente que no es capaz de mover el culo aunque se lo estén quemando.
Seguir hablando del coronavirus, a estas alturas, es mentalmente agotador. Ya he expuesto en mis anteriores artículos las mentiras sobre esta falsa pandemia y no voy a seguir por ese camino. Los datos están ahí.
La masa borreguil está claro que nunca se cuestiona nada. Pues bien, ahí va una serie de preguntas que deberían hacerse antes de aceptar una tiranía que va a arruinar sus vidas.
¿Sabías que los portales que se dedican a denunciar bulos, como Newtral.es (de Ana Pastor) o Maldita.es (de Julio Montes y Celia Jiménez), -todos salidos de la cadena globalista La 6ª TV-, fueron subvencionados por el Gobierno?
¿Te has parado a pensar por qué los medios de comunicación siguen “erre que erre” infundiendo miedo a la población, insistiendo en darnos el número de nuevos casos positivos aunque sean asintomáticos? ¿Te has preguntado cuál es la verdadera intención?
¿Sabes que en España el grupo de expertos que dictan las normas sanitarias (confinamiento, uso obligatorio de mascarillas, reducción de aforo en negocios, distancia de seguridad, prohibición de fumar en las calles, etc.) no existe y nunca existió?
¿Sabes que el Gobierno dictó hace poco un decreto según el cual puede volver a declarar estado de alarma sin consultar al Parlamento?
¿No te parece extraño que el poder global del dinero (IBEX 35 y compañía)  esté perdiendo miles de millones de euros diarios por salvar la vida del “populacho”?
¿Sabías que el 13 de julio de 2020 se modificó la directiva que prohibía  liberar organismos genéticamente modificados?
¿Sabes que en la próxima reunión del Foro Económico Mundial se abordará el reseteo económico-monetario?
Y por último. ¿Sabes que esto sumirá a España en una ruina económica sin precedentes y que acabará con el sustento de millones de personas?
El Covid-19 y la OMS no nos han quitado nada. Los que nos han robado el futuro de nuestros hijos, además de nuestros derechos y libertades, son los gobiernos de turno que siguen al pie de la letra las consignas de los Think tank del pensamiento globalista. 
Esta gentuza nos está robando la normalidad, las ganas de vivir, la sonrisa de la cara, la dignidad, la esperanza y el futuro. Están cerrando nuestros negocios, escuelas, centros culturales, playas, montes ríos y mares. Nos prohíben respirar con naturalidad, nos distancian de nuestra familia y amigos, están enterrando a nuestros ancianos en vida y, por nuestra supuesta seguridad, nos van a inocular una vacuna que vete a saber qué contendrá. Y la pregunta es: ¿crees que una vida así merece la pena ser vivida? Pues tú mismo, porque esto ha venido para quedarse.
La mente de la gente está siendo destrozada por una fuerza mucho más destructiva que la producida por una bomba atómica. Una fuerza que ha convertido a las personas en paranoicas. Y esa fuerza no es otra que el miedo.
Esas personas presas del miedo (incluso del pánico) son algunos de nuestros amigos, de nuestros familiares, de nuestros vecinos. En definitiva, gente que conocemos de toda la vida, inteligente y sensata, que ya no reconocemos.
Es una escena dantesca ver las calles y plazas de nuestras ciudades llenas de zombis con mascarilla apartándose unos de otros. ¡Patético!
Lo que estamos padeciendo no es una pandemia, sino una dictadura global atroz, brutal e insoportable (el franquismo comparado con esto fue una “dictablanda”) que ha venido para quedarse y de la que es imposible escapar (de la dictadura de Franco podías huir a Francia, Inglaterra, etc., pero de una dictadura global no).
A todas esas personas miedosas les digo: esto no va de salvarnos la vida (si así fuera, con repartir equitativamente la riqueza del planeta se salvaría la vida, no de unos cientos de miles, sino de miles de millones de personas), esto va de eugenesia, de apartarte de tus semejantes y de tu control físico y mental.
No te dejes engañar. La nueva normalidad no es más que un totalitarismo patológico para transformar radicalmente la sociedad.
¡Por favor! Dejad el miedo a un lado y pensar en todo lo que está pasando.
Hay que decir en voz alta, que se oiga en todo el mundo:
¡¡¡DEJARNOS DE UNA PUÑETERA VEZ EN PAZ!!!
De lo contrario, esta gente acabará con nosotros de una u otra manera.

martes, 11 de agosto de 2020

NO PUEDEN OBLIGARNOS A LLEVAR MASCARILLA


Es esperpéntico salir a la calle y ver a todo el mundo con una bozal en la boca. Sí, he dicho bozal, porque es lo que es. Los hay de todo tipo: de celulosa, de fibra de vidrio, de tela y de diseño; sobre todo de diseño.
El descaro es descomunal. La prueba irrefutable de que las mascarillas no sirven para nada –y lo saben- es que no cumplen los requisitos básicos de seguridad e higiene pero, sin embargo, están homologadas y permitidas por el Gobierno.
¡Ah! que sí cumplen su función: callarnos y atemorizarnos.
Por eso al Gobierno le da igual lo que te pongas en la boca. El caso es que te pongas algo. Nada más.
“La mascarilla es obligatoria porque así lo ha dicho la televisión”. Es la respuesta habitual de la gente cuando le preguntas por qué lleva puesta una mascarilla.
Pero se equivocan. Según el Real Decreto, que regula el uso obligatorio de mascarillas en el BOE del 9 de jun, te la pones en función de tu propio criterio, puesto que el Real Decreto deja bien clarito que donde dije “digo” ahora digo “Diego”, para curarse en salud, evidentemente.
El Real Decreto dice lo siguiente:
Capítulo II: “Medidas de prevención e higiene”
Artículo 6. Uso obligatorio de mascarillas.
1. Las personas de seis años en adelante quedan obligadas al uso de mascarillas en los siguientes supuestos:
a) En la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros
b) En los medios de transporte aéreo, marítimo, en autobús, o por ferrocarril, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio.
En el caso de los pasajeros de buques y embarcaciones, no será necesario el uso de mascarillas cuando se encuentren dentro de su camarote o en sus cubiertas o espacios exteriores cuando resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros.
2. La obligación contenida en el apartado anterior no será exigible para las personas que presenten algún tipo de enfermedad (no especifica cuál)  o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla (¿hay alguien que no respira con dificultad a través de una mascarilla?) o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización (como acabáis de leer, en ningún caso se especifica la obligatoriedad de un justificante médico).
Tampoco será exigible en el caso de ejercicio de deporte individual al aire libre, ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Curiosamente, nadie habla de las consecuencias adversas para la salud que supone el llevar una mascarilla durante varias horas al día y por periodos de varios meses o años.
Y aquí viene el “quid de la cuestión”. Como ningún organismo e institución (Gobierno, Colegio de Médicos e incluso la OMS)  se hace responsable de los daños que pueda ocasionar el uso prolongado de llevar mascarilla, es por eso que la ley deja una puerta abierta a la libre interpretación. Es decir. Si a mí me da un infarto y el cardiólogo dice que ha sido provocado por el uso de llevar durante largos periodos de tiempo una mascarilla, ¿dónde  y a quién reclamar si nadie se hace responsable? Por eso la ley deja muy claro que si tienes algún tipo de enfermedad (no especifica cuál) o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla, estás exento de llevarla. Así, si alguien reclama, le dirán que en el Real Decreto se especifica que pudiera estar exento.
Como todos sabemos, el Gobierno ha dado competencias en este sentido a las Comunidades Autónomas. Para seguir el juego de esta farsa, ahora las CCAA dicen que el uso de las mascarillas es obligatorio hasta para ir a mear (perdón por la grosería). Pero -¡importantísimo!- en todas las nuevas normativas de las CCAA se incluye el mismo párrafo de la exención de llevarlas. Por algo será.
Pues bien. Una vez aclarado lo que dice la norma, veamos ahora toda una serie de legislación que defiende nuestros derechos y libertades y que nuestros gobiernos se pasan sistemáticamente por el arco del triunfo.
Legislación actual vigente en materia de derechos y libertades
En el artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.pdf se dice: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
Llevar una mascarilla es una tortura además de un trato degradante.
En la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanosl de la UNESCO (19/10/2005) se dice:
Artículo 6 – Consentimiento
1. Toda intervención médica preventiva (como es el caso de llevar una mascarilla), diagnóstica y terapéutica sólo habrá de llevarse a cabo previo consentimiento libre e informado de la persona interesada, basado en la información adecuada. Cuando proceda, el consentimiento debería ser expreso y la persona interesada podrá revocarlo en todo momento y por cualquier motivo, sin que esto entrañe para ella desventaja o perjuicio alguno.
Esto quiere decir que tienes que consentir y, por rehusar la mascarilla, no podrán negarte ningún derecho como circular por donde quieras.
Parte II - DEROGACIONES EN SITUACIONES EXCEPCIONALES
Derechos que no pueden ser suspendidos.
1. Ningún Estado parte, ni siquiera en situaciones de excepción que amenacen la vida de la nación, podrá suspender las garantías contenidas en el Pacto con respecto al derecho a la vida; a no ser sometido a torturas, ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; a no ser sometido sin libre consentimiento a experimentos médicos o científicos; a no ser sometido a la esclavitud ni a ser servidumbre no voluntaria; el derecho a no ser encarcelado……. Estos derechos no admiten derogación en ninguna condición aún cuando se afirme que su propósito sea defender la vida de la nación.
Está claro que no pueden suspender nuestro derecho a la movilidad. Además, el uso continuado de una mascarilla puede ser una tortura degradante. Por si no lo sabes, los presos en Guantánamo llevan puesta una mascarilla y mantienen una distancia de seguridad entre ellos. ¡A ver!, que yo me aclare: o bien a los presos de Guantánamo se les “mima” o bien a nosotros se nos tortura, ¿o no?
También tenemos los artículos 15 y 18 de nuestra Constitución.
Artículo 15 de la Constitución Española:
Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.
Evidentemente, el ir todo el día con una mascarilla es un trato inhumano y degradante.
Artículo 18 de la Constitución Española
Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito
Con una mascarilla puesta todo el santo día, ya me contarás dónde queda tu derecho a la propia imagen.
Pero esto no termina aquí.
La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos del paciente a ser informado., dice:
Artículo 2. Principios básicos.
1. La dignidad de la persona humana, el respeto a la autonomía de su voluntad y a su intimidad orientarán toda la actividad encaminada a obtener, utilizar, archivar, custodiar y transmitir la información y la documentación clínica.
2. Toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere, con carácter general, el previo consentimiento de los pacientes o usuarios. El consentimiento, que debe obtenerse después de que el paciente reciba una información adecuada, se hará por escrito en los supuestos previstos en la Ley. (…….)
¿Te queda claro que necesitan nuestro consentimiento para hacernos una prueba de PCR o llevar una mascarilla?
Multa ilegal y recurrible
Y ahora lo que a todos nos preocupa: ser sancionados por no llevar mascarilla.
Como habrás podido comprobar, en toda la legislación existente, tus derechos deberían estar firmemente garantizados, cosa que no siempre ocurre. La mayoría de las veces es por nuestro propio desconocimiento de la ley, y, la otra, por la interpretación o desconocimiento de la ley por parte del funcionario en cuestión.
En el Código Penal Español, en su Sección 3ª. De los delitos cometidos por funcionarios públicos contra otros derechos individuales, el Artículo 542 dice: “Incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a cuatro años la autoridad o el funcionario público que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las Leyes”.
A eso se la llama prevaricar (definición de la RAE: se entiende por “prevaricación” el delito consistente en que una autoridad, un juez o un funcionario dicte a sabiendas una resolución injusta).
Bueno, pues esto es lo que dice la ley.
Con estas leyes en la mano, parece que nuestros derechos y libertades están protegidos. Pero siento decir que no es seguro.
Nuestros Ayuntamientos, Comunidades Autonomías, Gobierno, Comisión Europea y un sinfín de tratados, acuerdos internacionales y normativas, forman una extensa red legislativa con unos entresijos donde perderse. Así, donde hay una ley, hay otra contra-ley en otro sitio que modifica o anula la anterior.
Pensar que somos individuos libres, que vivimos en una democracia, en un país libre, y que tenemos unos derechos garantizados por una cosa llamada Constitución es una quimera como hemos podido comprobar este año.
Bueno. Pues ahora “eres libre” de ponerte o no la mascarilla. Pero, como decía “el fariseo” (personaje creado por José Mota):
-Que sepas que ser eres.
-¿El qué?
-Un “pringao” con un bozal en el hocico.
¡¡¡DESPIERTA!!!

viernes, 7 de agosto de 2020

¡MIENTEN!

Que vivimos en un mundo donde la mentira se ha institucionalizado ya prácticamente nadie lo duda.
La premisa para el confinamiento, sufrido por gran parte de la población mundial, fue que el Covid-19 es una enfermedad altamente mortal. Así que, para “salvarnos”, nuestros gobernantes, con el más absoluto desprecio hacia nuestros derechos y libertades más elementales, decidieron imponer un estado de alarma y tuvimos que encerrarnos en casa durante tres largos meses.
Luego resultó que, en realidad, el virus no era tan mortal. Pero el encierro sí lo fue: casi 20.000 personas, de las 28.000 muertes ocasionadas en España por Covid-19, murieron en las residencias de ancianos cerradas a cal y canto por el confinamiento.
Todo este cúmulo de mentiras, que llevamos soportando 5 meses las 24 horas del día, ha servido para hacer de nosotros una panda de imbéciles asustados, dispuestos a ir al matadero sin rechistar.
En esta “tragicomedia” todo el mundo miente.
Miente la OMS; miente la ONU; miente la OTAN; miente el FMI; miente el BM; miente la FED; miente el BCE; miente China; miente EEUU;  miente la EU; mienten los test PCR con sus brotes, rebrotes, picos y repicos; mienten los medios de comunicación y mienten los corruptos gobiernos que están colaborando con la implantación del Nuevo Orden Mundial. Y, por supuesto, se mienten a sí mismos todos aquellos que están siendo víctimas de la mentira: el arma más efectiva para la destrucción psiquico-mental del ser humano.
La mayoría de la gente desconoce que existe un centro de investigación en Fort Detrick -localizado en Frederick, Maryland, EEUU-, que es la instalación militar de armas biológicas más grande del mundo, además de especialistas en técnicas para el control de la mente, donde incluyen el uso de drogas, lobotomías, terapia de electrochoque, privación sensorial y tortura.
Su programa estrella se denomina MKULTRA, cuyo objetivo lo definió perfectamente Paul Gaynor, jefe del Servicio de Investigación de Seguridad de la CIA, cuando dijo: “Podemos obtener el control de un individuo hasta el punto de que haga nuestra voluntad en contra de la suya propia e incluso en contra de las leyes fundamentales de la naturaleza”
Hoy en día, Fort Detrick es la principal base militar de los EEUU en investigación biológica y el control mental. Y no estamos hablando de un laboratorio de tres al cuarto. Estamos hablando de un complejo enorme con 600 edificios que albergan a más de 8.000 personas entre militares e investigadores.
Fort Detrick lleva décadas invirtiendo miles de millones de dólares en ingeniería biológica y de control mental. Según un informe de la televisión japonesa, es muy probable que el Covid-19 tenga algo que ver con este lugar. El informe de la TV Asahi Corporation de Japón, afirma que un misterioso brote infeccioso tuvo lugar en las inmediaciones de Fort Detrick unas semanas antes de los Juegos Mundiales Militares que se celebraron en la ciudad China de Wuhan, justo antes de aparecer el virus. Atletas de Bélgica, Francia, Italia, Alemania, Luxemburgo y Suecia revelaron que cayeron enfermos en los Juegos Militares. Posteriormente, dedujeron que enfermaron de Covid-19. Por lo tanto, la delegación estadounidense pudo ser la causante de la infección.
Los deportistas militares de EEUU (que sorprendentemente quedaron en el puesto nº 35, detrás de países como Finlandia o Irán) se alojaron en el Hotel Wuhan Oriental, que está a tan solo 300 metros del mercado de mariscos de Wuhan, donde se dice que tuvo lugar el origen del coronavirus.
Bueno, pues esta es otra de tantas teorías sobre la aparición y propagación del Covid-19. Tú puedes creer la que quieras, o ninguna.
La OMS no es la solución, es el problema.
La OMS acaba de anunciar que la pandemia será muy larga. Elemental, ya que no concluirá hasta que haya cumplido su objetivo, que no es otro que el de conseguir una drástica reducción de la población mundial, implementar un proceso digitalizado de control de la población superviviente y el reseteo del sistema económico-monetario. Además, es seguro que habrá un segundo, tercer,… rebrote, puesto que ya lo ha anunciado Anthony Fauci (el mismo que pronosticó la pandemia mucho antes de producirse) y la OMS.
Sin televisión no hay pandemia que valga.
¿Te imaginas qué pasaría si se diera el mismo seguimiento mediático al reto de enfermedades como el cáncer, diabetes, enfermedades coronarias, alzhéimer, etc.? Pues que la sanidad estaría perpetuamente colapsada y la paranoia sería incompatible con la propia vida.
Pues bien. Aunque en menor medida, esto está pasando. Todos sabemos que las enfermedades citadas anteriormente son más mortíferas que el Covid-19, pero pasan inadvertidas, porque al no ser mediáticamente expuestas al gran público, mostrando sus miserias, no alarman (ojos que no ven corazón que no siente).
Evidentemente, aquí todos mienten. La única verdad de lo que estamos viviendo es que nos empobrecemos a pasos agigantados como nunca antes lo habíamos hecho y que tendrá consecuencias infinitamente mayores que las producidas por el Covid-19. Pero parece que esto no es relevante para los medios de comunicación.
El sistema económico-monetario ha tocado fondo, eso es una realidad.
Desde las décadas de los años 70-80 se sabía con absoluta certeza que el modelo económico-social colapsaría (sobre el año 2030, según predijo Richard C. Duncan en su famosa Teoría de Olduvai, de 1989, o entre 2040-2050, como aseveró Jay Forrester en su estudio llevado a cabo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en 1973).
Y la pregunta es: si se sabía que esto iba a pasar, ¿por qué no se hizo nada al respecto? Pues por la imperiosa necesidad de desarrollar tecnologías que permitieran eliminar el factor humano y así poder implantar sin el menor problema su Nuevo Orden Mundial. Y ese momento ha llegado.
Divide et impera.
Aunque la situación que estamos viviendo es completamente nueva, sin embargo, se vuelve a utilizar la misma estrategia de siempre: “divide et impera” (divide y vencerás)
La pandemia tiene al mundo dividido en dos: los que creen en la pandemia (“creyentes”) y lo que no creen (“negacionistas”) -así nos llaman-. Los “creyentes” obedecen ciegamente sin rechistar y se han convertido en víctimas de su propia creencia a la vez que en verdugos de los “negacionistas”. Y, por desgracia, son inmensamente mayoritarios.
Es evidente que soy uno de esos “negacionistas”, ya que no comparto absolutamente nada de la versión institucional. Ahora bien, nosotros no negamos nada, solamente denunciamos mentiras y, por supuesto, respetamos a los “creyentes”. Sin embargo, ellos no hacen lo mismo: nos insultan, nos agreden y nos imponen una serie de medidas nocivas para nuestra salud física, mental  y económica.

Visto cómo se están desarrollando los acontecimientos, y ante la impotencia de ver que no se puede competir con el poder omnipotente de la televisión, la  guerra está perdida de antemano.
Dicho esto, a muchos de nosotros lo único que nos gustaría es poder vivir –el tiempo que nos quede- en armonía, ya que el enemigo no es ni el que lleva mascarilla ni tampoco el que no la lleva.
¡Señores “creyentes”! No tengan miedo. Nosotros, los “negacionistas”, no podemos trasmitirles nada, ya que ustedes están “PROTEGIDOS” por sus mascarillas, su distancia de seguridad y su auto-confinamiento voluntario. Yo, personalmente, prometo no acercarme a ustedes ni importunarles ni tocarles; e incluso aprenderé a ignorarles. Pero me gustaría reprocidad por su parte. ¿Es mucho pedir?
¡Ah!, y sigan alimentando la mentira que ya verán que bien nos va a ir.

lunes, 3 de agosto de 2020

NUEVO ORDEN MUNDIAL: “PAN Y CIRCO” Y “AMANECER ROJO”


La mayoría de la gente ha oído hablar del Nuevo Orden Mundial pero no sabe lo que es, qué significa para nuestras vidas y quiénes lo quieren imponer.
En el año 1995, el periodista canadiense, Serge Monast (1945-1996), dio a conocer un documento (supuestamente filtrado) titulado “Protocolos de Toronto 666”. Hay que hacer constar que Monast murió un año después de un ataque al corazón, en circunstancias sospechosas, solo un día después de haber salido de la cárcel, por lo que se cree que fue asesinado.
El documento en sí, trata de una conspiración a largo plazo para establecer un gobierno mundial mediante la corrupción de personas y estados. Es decir, la implantación de un Nuevo Orden Mundial.
Consta de dos partes. Una, titulada “Pan y Circo”, fechada en 1967, y la otra, con el título de “Amanecer Rojo”, de junio de 1985.
El documento cuenta lo acordado en dos reuniones secretas, organizadas por los “666” (término que utilizan para sí mismos: los 6 mayores bancos del mundo, los 6 mayores oligopólios energéticos y los 6 mayores consorcios alimentarios que incluyen, también, a la industria farmacéutica.
En la primera parte, la que data de 1967, se habla en primer lugar del objetivo del proyecto que no es otro que un “genocidio de lo que es vital
Para ello se proponen hacer (estamos hablando de 1967) lo siguiente:
Todos los períodos históricos que llevaron a la decadencia de civilizaciones estuvieron marcados, sin excepción, por el “Espíritu del Hombre Errante”. Hoy tenemos que conseguir que este “Espíritu” se convierta en una “Sociedad Mundial del Ocio” en todas sus formas. Este “Ocio” debe incluir Sexo, Drogas, Deportes, Viajes/Exotismo, y Ocio en general, pero accesible a todas las capas de la Sociedad.
El hombre debe llegar a creer que es “Moderno”, y que su modernidad incluye su habilidad y su oportunidad de disfrutar ampliamente, y ya mismo, de todo lo que le rodea. Para alcanzar este objetivo, es imprescindible ser capaces de infiltrarnos en los Medios de Comunicación (Radio, Televisión, Periódicos), los mundos de la “Moda” y la “Cultura” (el mundo de la Nueva Música), a través de los cuales influimos ciertamente en todas las capas de las Sociedades Occidentales. De esta forma, sometiendo a nuestra voluntad los “Sentidos de la Juventud” (los adultos del mañana) tendremos vía libre para infiltrar y transformar en profundidad el Sistema Político, el Judicial, y la Educación, lo cual nos permitirá modificar en profundidad el rumbo, la orientación futura de las Sociedades objetivo de nuestro Plan.
Debemos, en primer lugar, hacer desaparecer la “Familia” (lo cual conllevará la desaparición de las enseñanzas religiosas ancestrales) y, en segundo lugar, igualar a todos los individuos haciendo desaparecer las “Clases Sociales”, especialmente la “Clase Media”.
Para completar la ruptura de la familia, del sistema educativo, y por tanto, de la sociedad en general, es esencial promover la “Libertad Sexual” a todos los niveles de la Sociedad Occidental. El individuo y, por tanto, las masas, debe ser inducido a la obsesión por satisfacer sus instintos básicos por cualquier medio. Sabemos que este paso constituirá el punto álgido a través del cual cualquier Sociedad terminará derrumbándose sobre sí misma. ¿No es esto lo que le ocurrió al Imperio Romano cuando alcanzó su punto álgido y a todas las civilizaciones similares a lo largo de la historia?
Esta puerta abierta a la incentivación de la “Libertad Sexual”, el “Divorcio” y el “Aborto” libres, el reconocimiento legal de las diferentes formas de homosexualidad, nos ayudará a modificar en profundidad las bases históricas del “Derecho Legal” de las Sociedades.
A través del Estado, propongámonos enfatizar el “respeto” obligatorio a la diversidad de “Culturas”, de “Pueblos”, de “Religiones”, de “Etnias”, todos los cuales serán medios, para nosotros, para hacer poner la “Libertad Individual” por encima de la “Unidad Nacional”, lo que nos permitirá dividir mejor a las poblaciones de los Estados-Nación, y así debilitarlos en su autoridad y en su capacidad de maniobrar.
En la segunda parte, de junio de 1985, el objetivo del proyecto, esta vez, es el “establecimiento de lo oculto en todo el mundo y asegurarse el control del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés), de la Comisión de Bruselas, de la ONU y de otros Organismos internacionales (como la OMS).
Se dice concretamente:Los últimos 18 años han resultado muy provechosos para el avance de nuestros proyectos internacionales. Puedo deciros, hermanos, que ya casi estamos tocando nuestro objetivo. La caída de las Naciones Unidas es ahora una cuestión de tiempo, más bien breve, debo admitir con total seguridad”.
¿Qué es esto, una conspiración de algún “iluminado” o una denuncia en toda regla de una verdadera conspiración contra la humanidad?
Si estás interesado en leerlo (lo recomiendo, son solo 20 páginas) puedes hacerlo pinchando en Protocolos de Toronto 666.pdf y saca tus propias conclusiones.