Es por esto que incluyo este manifiesto en mi blog.
Manifiesto
No han aislado ni purificado el virus
SARS-Cov2, pero afirman su existencia sin ninguna evidencia científica y hasta
prometen vacunas imposibles.
Todas las estadísticas oficiales son falsas.
Diagnostican una supuesta enfermedad -con síntomas análogos a otras muy
comunes, como la gripe o la neumonía- simplemente con un test PCR inespecífico
que no es ninguna prueba diagnóstica.
El PCR detecta indiscriminadamente cientos de
virus, bacterias y microorganismos, detecta todos los tipos de coronavirus,
incluso el de la gripe común, puedes dar positivo si tienes una mera gripe.
Los test de PCR hacen una secuenciación de un
material genético que tiene que transformar previamente ARN a ADN y luego hacer
la lectura de la secuencia de nucleótidos y que coincida con lo que se supone
pertenece al virus, pero el problema es que la PCR sólo analiza unos 200
nucleótidos mientras que la secuencia genómica del virus tiene cerca de 30.000,
luego el fragmento para comparar es muy pequeño.
Prohíben las autopsias para ocultar pruebas de
sus falsos diagnósticos. Ningún médico forense ha encontrado jamás ni un solo
virus del SARS-Cov2 en el cadáver de nadie. No hay una sola autopsia en el
mundo que diga lo contrario.
Casi todos los fallecidos habían sido previamente
vacunados contra la gripe común según un estudio científico del Hospital de
Barbastro. La tasa de fallecimiento en los vacunados contra la gripe
cuadruplica la de los no vacunados. Los vacunados contra la gripe mueren más a
causa de la "Interferencia inmunológica entre el POLISORBATO 80 de la
vacuna antigripal adyuvada y el SARS-CoV-2" según el informe.
Censuran información relevante, incluso sobre
tratamientos eficaces y baratos, porque perjudica a las multinacionales
farmacéuticas.
Te cuentan que mueren por neumonía hasta que
médicos italianos descubren que el problema son los trombos y que basta una
simple aspirina para evitar que te enchufen a un respirador (el 80% murieron en
el intento). Confinan a los sanos en contra de toda lógica científica, siempre
se ha aislado a los enfermos.
Sin ninguna evidencia científica hablan de
enfermos asintomáticos, lo que es contradictorio porque el enfermo es el que
tiene síntomas de enfermedad. Incluso llegan a decir que los asintomáticos son
transmisores. Los asintomáticos no son enfermos, no pueden contagiar a nadie
porque no tienen carga viral aunque estén incubando un virus.
Para combatir una supuesta enfermedad
respiratoria te obligan a taparte la boca y la nariz con una mascarilla -que no
protege del virus- incluso en el exterior, aunque estemos a 42 grados a la
sombra, lo que no te permite respirar y oxigenarte.
Una nota de prensa del Consejo General de
Colegios Oficiales de Médicos, publicada el 26 de febrero de 2020, decía
literalmente: “Las mascarillas no sirven de nada al aire libre”.
La propia OMS y el Centro Europeo de
Prevención de Enfermedades desaconsejan la mascarilla en población sana.
Consulte el documento de la OMS con fecha de 6 de Abril de 2020 y el documento
que ratifica la postura oficial del organismo, con fecha de 5 de Junio de 2020.
Sólo se recomienda su uso para médicos, enfermos y cuidadores, en entornos de
más contagiosidad como los hospitales.
Para colmo amenazan con una vacunación forzosa
y obligatoria con una pseudovacuna (de una multinacional privada) de nueva
generación que modificará tu ADN convirtiéndote en un producto transgénico. Y
te hará dependiente de esa vacuna para toda la vida.
Nos dicen que tomaron las decisiones
consultando primero a un “Comité de Expertos”. Luego nos enteramos de que no
existe y nunca existió.
Lo cierto es que hace 12 años esto no sería
una pandemia. La OMS cambió su definición de "pandemia" en mayo de
2009. El criterio médico basado en la gravedad fue sustituido por el criterio
político basado en la cantidad de países afectados. Antes era necesario que las
cifras de muertos y contagiados fueran mucho más elevadas para declarar la
pandemia, ahora solo es necesario que muchos países tengan infectados, aunque
haya un solo caso en cada país.
No es un virus mortal. El 93% de la población
que ha fallecido en España tenía más de 70 años y solo el 5% de ellos fueron
tratados en UCI. Es un virus no letal por sí mismo. Solo mata a quienes tienen
patologías previas y un sistema inmune deprimido. Es el caso de los 20.000
ancianos que han muerto en residencias, donde no hubo atención médica adecuada.
Quedaron aislados, sin Sol y sin ver a sus seres queridos durante 3 meses.
Murieron en soledad. Hay mucho que investigar sobre lo que ocurrió en las
residencias de mayores en España, muchas de ellas privatizadas y gestionadas
por los “Fondos Buitre” de los bancos.
El confinamiento y la distancia social matan.
¿Sabías que es la primera vez en la historia que se decreta un confinamiento de
población sana? Lo normal según todos los epidemiólogos y médicos serios es
confinar exclusivamente a los enfermos. Durante el confinamiento se nos impide
estar en contacto con la naturaleza, con nuestros seres queridos en muchos
casos y nuestras amistades (recordemos que somos seres sociales). Todo ello
provoca una caída de nuestras defensas y nuestra inmunidad natural, haciendo
más fácil que caigamos enfermos.
Según la OMS, una muerte de Covid se define
como “un fallecimiento resultante de una enfermedad clínicamente compatible en
un caso probable o confirmado, a menos que exista una clara causa alternativa
de muerte que no pueda relacionarse con la enfermedad”. Blanco y en botella, no
hace falta que tengas el virus para que te incluyan en la lista oficial, la de
la OMS, como muerto de Covid. Basta con que "probablemente" tengas el
virus. Sin necesidad de hacer el test. Porque yo lo digo. Y punto. O que puedas
tenerlo según una prueba falsa del PCR, que no es un test diagnóstico ni
específico, aunque seas un falso positivo y no tengas ni un solo síntoma.
El problema no es el virus, es el test PCR y
sus falsos positivos. Lo demostró el presidente de Tanzania. Mandó muestras de
una cabra, un pájaro, una papaya... Y dieron positivo. ¿Qué hacen para
justificar esto? ¿Retiran los falsos test PCR? ¿Piden disculpas por haberse
equivocado? No, siguen adelante con sus mentiras y engaños, con su locura. Han
sacrificado 92.000 visones en una granja de Teruel porque dicen que daban
positivo en sus falsos test.
El relato oficial sobre la falsa pandemia se
basa en la supuesta eficacia diagnóstica del test PCR. La estadística oficial
de enfermos y de fallecidos se confecciona en base a una prueba falsa,
inespecífica. Dar positivo en el PCR no significa de ninguna manera que estés
enfermo de Covid. Sólo significa que puedes tener algún virus inespecífico,
alguna bacteria o cualquier microorganismo de los muchos que detecta el PCR.
Pero eso no es raro, todos tenemos millones de virus y bacterias en cada gota
de sudor, en cada gota de sangre, en cada lágrima. Los que afirman que, como
dice el relato oficial, estamos contagiados porque lo dice el PCR, están
negando la evidencia científica. La desprecian. Son anticientíficos, son
negacionistas del paradigma científico.
Lo del personal sanitario es de traca. Primero
dicen que hay 52.000 que han dado positivo en PCR, pero resulta que solo han
fallecido 32, menos del 0,1%. O sea que si llevas una bata blanca te mueres 10
o 20 veces menos que los demás. Ahora resulta que le hacen el test PCR a más de
8.000 sanitarios y solo dan positivo 45, o sea menos del 0,1%. A la sazón, si
solo están contagiados el 0,1% y de ellos solo se mueren el 0,1%, si eres
personal sanitario es más fácil que te toque el euromillón que morir de Covid.
Entonces, ¿de qué tienen miedo?
Si después de ser falsamente diagnosticado te
mueres de un infarto, o de cáncer, te incluirán en la absurda lista oficial del
Covid19.
La eficacia del PCR no es más que eso, una
burda mentira oficial, un bulo. Y si dices lo contrario te censuran a ti por
difundir bulos. Pero la verdad es obstinada, está pandemia es tan falsa como
los test PCR cuyo inventor, un premio Nobel de Química, se hartó de explicar
que el PCR no es válido para la detección de virus específicos.
Están matando moscas a cañonazos. El arresto
domiciliario decretado por el gobierno no solo es ilegal y una atrocidad social
que ha arruinado a millones de familias, sino que "no sirve para
nada" como han demostrado muchos médicos, virólogos y premios Nobel.
En Alemania, una comisión extra parlamentaria
ha puesto en evidencia la desproporción de las medidas del gobierno y los
efectos colaterales de la falsa pandemia.
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg,
reconoció que la mayoría, de las duras medidas de confinamiento que estableció
en el país quizás no eran imprescindibles: "¿Era necesario cerrar las
escuelas?", le preguntaron a la mandataria, a lo que ella respondió:
"Tal vez no".
La OMS es una institución corrupta y
privatizada en la que ya no podemos confiar porque está financiada por el
cártel criminal de las multinacionales quimico-farmacéuticas fabricantes de
pseudo vacunas que no son seguras ni necesarias.
Nos aterrorizan con el Covid mientras nos
matan con el hambre y la tele nos lo oculta. Un 10% de la población mundial
pasa hambre y está desnutrida.
Según la ONU después del verano morirán
300.000 personas de hambre cada día, tres millones cada 10 días, 30 millones
cada 100 días. ¿Y nos tenemos que preocupar del Covid que solo mata ancianos o
personas con otras patologías previas y que mata menos que la gripe común?
Dicen que las medidas de confinamiento son
para salvarnos la vida. Pero es mentira, la vacuna contra el hambre existe, se
llama comida, ¿por qué no hacen nada para salvar la vida de los que van a morir
de hambre?
Sin ninguna prueba diagnóstica seria ni
evidencia científica te despojan de tus derechos fundamentales y tus derechos
humanos y te someten a arresto domiciliario ¡Incluso si das negativo en su
falso test PCR!
Para el decano del Colegio Oficial de Biólogos
de Canarias: "No existe ninguna razón biológica o epidemiológica que
justifique la alarma desmedida y el miedo injustificado a esta enfermedad que,
si bien es nueva en nuestro territorio, no supone en ningún caso un riesgo
grave para la población. Se transmite por contacto muy directo y continuado, y
no es una enfermedad grave".
No se cumple ninguno de los postulados de
Koch, requisito necesario para declarar una pandemia.
Para el decano del Colegio Oficial de Biólogos
de Euskadi: "no se tiene claro a ciencia cierta si el SARS-CoV-2 se ha
aislado correctamente, se puede confundir el virus de ARN con vesículas
extracelulares o exosomas que contienen proteínas y ARN, que se pueden
confundir con un virus habiendo sido necesario que ese aislamiento se hubiese
ajustado a los postulados de Koch, lo cual, según dijo la misma OMS, no llegó a
cumplirse. La única prueba que se ha presentado es la secuenciación de
nucleótidos en base a bibliotecas genómicas".
Según el Doctor en bioquímica y farmacia
Marcelo Peretta: “La PCR es una maravillosa herramienta de la biología
molecular cuyo uso es para la clonación de material genético, no para la
detección de virus. Por lo tanto todas las estadísticas mundiales y locales
sobre contagiados, enfermos y muertos con el virus mediático son completamente
falsas.
El Comisario Jefe de Policía en Dortmund,
Alemania, dijo: "No hay pandemia, no vamos a multar más. Todos los
oficiales que aún hagan cumplir aquellas medidas serán arrestados. Únanse a la
población y detendremos este gran fraude".
Las medidas de confinamiento, aislamiento
social y uso de mascarillas en todo momento y lugar son medidas injustificadas
y equivocadas, provocan muchos más males que los que presuntamente podrían
evitar.
En realidad, los enfermos de Covid solo
representan un 0,6% de la ocupación hospitalaria en España y el 80% de ellos no
son nuevos ingresos, llevan meses en el hospital.
Se ha detectado el virus en muestras de las
aguas residuales de Barcelona de 2019. Si el Covid19 ya estaba circulando en
España y en el mundo desde hace más de un año significa que el año pasado ya
hubo coronavirus, probablemente igual que este año, pero no pasó nada relevante
porque la OMS no declaró la Pandemia, no se desató el pánico, la gente no tuvo
miedo al virus, los gobiernos no declararon el confinamiento, nadie usaba
mascarillas, no se suspendieron operaciones y tratamientos, no se mató a miles
de ancianos intentando ponerle un respirador que no hubieran necesitado si se
les trata correctamente y no se destruyó el empleo y la economía doméstica de
millones de familias.
El científico Michael Levitt aseguró que
"el verdadero virus fue el del pánico". Y añadió: "Creo que el
confinamiento no salvó vidas", afirma este profesor de la Universidad de
Stanford, agregando que, en su opinión, incluso pudo "haber costado
vidas".
Más que el virus, lo que mata es el miedo que
inyectan los medios y la falsa pandemia declarada por la OMS. Tal vez el año
que viene, si la OMS no declara la pandemia y los medios no inyectan terror en
nuestros cerebros, no pase nada relevante, como el año pasado. ¿Vamos a dejar
que los grandes medios y la OMS financiados ambos por los banqueros
internacionales y sus multinacionales, provoquen otra hecatombe social el año
que viene?
La gente muere, es verdad, sobre todo los
ancianos, pero no están claras las causas, casi todos tenían patologías
previas, un sistema inmune debilitado y estaban vacunados de la gripe común.
Tampoco se pueden esclarecer: no hay autopsias.
Existen multitud de documentos que prueban que
muchos fallecidos en los hospitales, en las residencias, o en sus domicilios,
durante los primeros meses, en realidad murieron por otras causas completamente
ajenas. Se abandonó a los enfermos de otras patologías, se suspendieron
tratamientos, se suspendieron operaciones previstas, se enviaron enfermos
dependientes a su casa, mucha gente dejó de acudir al médico o a urgencias por
miedo a ser contagiado o encerrado, se suspendió la atención primaria, se
impidió la atención médica, incluso se prohibieron los cuidados de familiares y
amigos con la excusa de la cuarentena.
La mayoría de la gente no muere por la falsa
pandemia, muere por sus efectos colaterales. Según un estudio, los efectos
colaterales de la "pandemia" decretada por la OMS incluyen 1,4
millones más de muertes de tuberculosis en todo el mundo causados por los
encierros y restricciones del coronavirus. ¿La OMS no calculó esto? ¿O es un
genocidio premeditado?
En una gráfica reciente de la OMS se reconoce
que en abril y mayo prácticamente no hubo casos de gripe común o Influenza en
el mundo. Claro, todos fueron etiquetados como Covid-19 gracias a los falsos
test PCR. ¿Encuentran alguna otra explicación?
Tampoco se muere casi nadie de gripe común es
España, en abril y mayo no hubo casi fallecidos según los datos oficiales del
Ministerio de Sanidad (Sistema Centinela), y no es que no hubiera, es que
fueron incluidos en la lista oficial de muertos por Covid.
El Índice Nacional de Defunciones, a fecha de
29 de julio de 2020, indica que la mortalidad este año no es superior a la del
año pasado o el otro, antes al contrario. En esa fecha habían fallecido en
España 181.777 personas, frente a las 418.317 que fallecieron en 2019.
Y toda esta falsa pandemia parece que tiene
como finalidad inyectar masivamente a la población una pseudo vacuna que
provocará alteraciones irreversibles en nuestro ADN y esterilidad. La vacuna
podría causar la esterilización masiva de la población según la Junta Argentina
para la Revisión Científica.
Dice sin ruborizarse la principal
representante de la OMS que "hemos creado un mundo dependiente de las
vacunas", justo lo que quería el cártel criminal de las multinacionales
farmacéuticas. La Pandemia es su negocio. Es precisamente de esa dependencia de
la que tenemos que salir, las vacunas no son seguras y causan a menudo graves
daños a la salud. Tampoco son siempre necesarias y de ninguna manera pueden ser
obligatorias.
Nadie tiene derecho a atentar contra tu
integridad física y moral obligándome por la fuerza, con el ejército si hace
falta, a inyectar en tu cuerpo sustancias tóxicas peligrosas cuando ni siquiera
nos dicen de qué sustancias se trata, qué efectos adversos tienen y si pueden
modificar tu ADN.
La OMS y el estamento científico están
haciendo un estrepitoso ridículo, mientras sigan al servicio de los Bancos
usureros y sus multinacionales no tendrán credibilidad. La ciencia debe ponerse
del otro lado de la barricada, de parte de los ciudadanos y de la verdad.
Por último, nunca olvides que la verdad tiene
tres fases, en la primera te niegan todo o te ignoran, en la segunda te
insultan o te ridiculizan, en la tercera aceptan. Estamos ahora en la fase dos,
pronto aceptará todo el mundo que esto es una falsa pandemia.
Firmado:
Esteban Cabal, escritor y ecologista, Natalia
Prego, Asociación de Médicos por la Verdad, Josep Pamies, agricultor, Dulce
Revolución, Bárbara Allende (Ouka Lele), poeta y fotógrafa, Carmen París,
cantante, Inmaculada Torme, profesora, Francisco Girbau, economista, Carmen
Cullot, psicóloga, Amador Brahojos, escultor, Isabel Mayoral, bióloga, Marcela
Caldumbide, abogada, Mª Isabel Trujillo, trabajadora social, Ascensión
Domínguez, enfermera, Carmen Ruisenoi, enfermera, Roberto Hernánez,
investigador, N. Kennedy, profesor, Manuel Garrido, médico, José Ramón Lobo,
terapeuta, Alfredo Matute, médico odontólogo, Suzanne Powel, escritora, Olga
Martínez, Regidora TV. Gorka López, bioconstructor. Pablo Hernández, enfermero,
Amina El Hataf, médico odontólogo, Manuel R. Moreno, fisioterapeuta, Sara de
Mingo, escritora, Esperanza González, farmacéutica, Alberto Catalá, químico,
Ana Torío, aux. de clínica, Violant Clop, periodista, Cemco Iglesias, experto
en salud pública, Claudia Reig, profesora, Begoña Pérez, aux. enfermería, Juan
Manuel Díaz, músico, Jesús Burguillo, bombero, Carlos Montiel, carpintero,
Rogelio López Garrido, profesor, Teresa Yáñez, pianista, Tania García, maestra,
Fernando Cabal, editor, Miguel Ángel Rozas, funcionario y presidente de Planeta
Verde, Walter Obregón, abogado, Carlos Ortega, violinista, Pilar Feijoo,
profesora, Ruben Carles, compositor, Silvia Ramírez, psicóloga, Isaac Ridó,
fisioterapeuta, Antonia Moras, funcionaria Sanidad, Pilar Marín, auxiliar
enfermería, Loban Jhotam, jurista, Marta Moreno, maestra, Rosa de las Nieves,
periodista, José Luis López, fisioterapeuta, Beth Pormia, aux. enfermería, M.
Luisa Salamanca, actriz, Gloria Rojas, técnico de enfermería, Ana Asenjo,
arquitecta, Manuel Gons, profesor, Blas Guevara, autónomo, Jesús Aledro,
ingeniero, Laura Aragón, educadora social, Mª Cruz García, modista, Belén
Núñez, ingeniero agrónomo, Sergio Torrentes, conserje, Rosa Rodríguez,
periodista, Oscar Echarte, procurador, Mª Pilar Balmaseda, maestra Fernando
Cortés, arquitecto, Víctor M. Muñiz, bombero, Celia Lura, enfermera, Trinidad
Sánchez, docente, Leire Lozano, terapéuta, Jesús Díaz, fisioterapéuta, Antonio
Gallego, conductor, Alfredo Parra, ingeniero, Luisa Moreno, osteópata,
Francisco Segura, mecánico, Carmen Jiménez, psicóloga, Carlos López, psicólogo,
Antonia Galván, terapeuta, Clara Eugenia Gregororio, escritora, Ida Karlsson,
profesora, Pilar Baselga, profesora, Nati Márquez, profesora, Mª Ángeles
Linares, maestra, Anato Capdevila, aux. griatría, Francisca Bartolomé,
decoradora, Mª Gena Domínguez, profesora de yoga, Malva Esquerre, maestra,
Marta López, artista, Yolada Álvarez, actriz, Mª Consuelo Fernández, escritora,
Jesús García, profesor, Mª José Grobas, bombero, Juan Ramón Espinosa,
funcionario, Armando López, jubilado, Cristina Paz, pedagoga, Mª Carmen
Rodríguez, funcionaria, Iván Soler Sorolla, artesano, Yolanda Guirao,
desempleada, José Luengo, geofísico... y seguro que cientos, miles o millones de
personas más.
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