Existe una gran estructura mundial de poder
-lo que vengo llamando “el poder global del dinero”- que es quien realmente
toma las decisiones sobre lo que se cuece en este planeta.
Esta compleja red involucra a las principales
instituciones bancarias como la FED, BCE, FMI, BM, BPI, el Foro Económico
Mundial y las grandes industrias del petróleo, armamentística, farmacéutica,
alimentaria, multimedia y tecnológica que, junto a los centros de pensamiento (‘Think tanks’)
como el consejo de Relaciones Exteriores o el Club Bildelberg, entre otros, son
los verdaderos amos del mundo, los que ponen y quitan gobiernos y, en
definitiva, los que deciden sobre nuestras vidas.
EL Covid-19 no ha venido por casualidad. Lo
que está sucediendo no es más que lo que estaba programado de antemano, por lo
tanto, lo que tenía que ocurrir. Pero para entenderlo es esencial tener una
imagen global de todo lo que nos rodea: Inteligencia Artificial, chemtrails, tecnología
5G, proyecto HAARP, reseteo económico mundial, criptodivisas, nanotecnología,
vacunas de ARN/ADN, microondas, MENS (tecnología electromecánica de
dispositivos microscópicos como sensores y robots que pueden detectar luz, temperatura,
vibración, magnetismo o productos químicos) y un larguísimo etcétera.
Estos son algunos de los ingredientes de un
ambicioso plan, para cambiar el mundo, que se ha estado cocinando delante de
nuestras propias narices sin que hayamos sido capaces de verlo. Sin embargo, ahora
está saliendo a la luz y todas las piezas del puzle empiezan a encajar.
El ciclo económico que comenzó con los
acuerdos de Bretton Woods ha llegado a su fin y es imprescindible, además de
urgente, sustituirlo.
Claus Schwab del Foro Económico Mundial, Eric
Schmidt de Google y Bill Gates de Microsoft, entre otros, están diseñando un
mundo nuevo anclado en la tecnología. Es la mayor operación de cambio de
paradigma jamás emprendida en la historia de la humanidad.
La Agenda de la reunión anual del Foro
Económico Mundial, que se celebra cada año en Davos, tiene previsto para el
2021 acometer el “Gran Reinicio”: una agenda global que busca monitorear y
controlar al mundo a través de la vigilancia digital y crear las bases de una
nueva sociedad. Este plan busca crear una identificación electrónica para cada
individuo que incluirá dinero, historial médico y crédito social.
Hay un vídeo que circula por internet titulado
“El genocidio COVID-19 de 2020” en el que se recoge documentación que demuestra
la planificación de la falsa pandemia. El vídeo empieza diciendo: “El
“Proyecto Covid-19" ha sido planeado desde hace mucho tiempo en documentos
y ejercicios de simulación por el eugenista Bill Gates y la Fundación
Rockefeller. Se trata de una plataforma con 200 niveles detallados
proporcionada por el Foro Económico Mundial, dirigido por Klaus Schwab,
tecnócrata y promotor del transhumanismo, con el fin de proporcionar
instrucciones detalladas sobre cómo se debe utilizar la pandemia
"Covid-19" para poner en práctica el reajuste monetario mundial, la
moneda digital, la tecnocracia y el gobierno totalitario en todo el mundo, bajo
el disfraz del socialismo y el ambientalismo, con China como modelo, para
esclavizar a la humanidad mediante una siniestra conspiración de vacunas. Tremendo,
¿verdad?
Después de casi un año de soportar barbaridades
y humillaciones, mucha gente se pregunta si los médicos no tienen nada que
decir. Pero para poder entender a los médicos hay que ir atrás en el tiempo.
A principios del siglo XX había una disputa
sobre la validez de la teoría microbiana de las enfermedades defendida por
Louis Pasteur y negada por Antoine Béchamp. Evidentemente, las farmacéuticas
apoyaron a Pasteur, ya que sus intereses se verían beneficiados. Entonces, le
encargaron a Abraham Flexner (educador norteamericano que llevó a cabo la
reforma de la educación superior de las escuelas de medicina en EEUU y Canadá) estandarizar
los temarios para que solo se enseñara una visión totalmente bioquímica y
farmacológica en las facultades de medicina.
Y aquí lo tenemos: la causa de las enfermedades
son los microorganismos. Por lo tanto, la cura son los antibióticos y vacunas
que, evidentemente, vende la industria farmacéutica.
Por otra parte, hay que tener en cuenta de que
la OMS está financiada mayoritariamente por la industria farmacéutica. Así que
quien da las directrices a la OMS, para que declare una pandemia y ponga en
marcha el protocolo de actuaciones, es la propia industria farmacéutica y no los
médicos: los médicos, mayoritariamente, son técnicos que han aprendido un temario
en la facultad de medicina -que no ponen en duda- y ejecutan según les han
enseñado. Luego, hay médicos no adoctrinados que piensan por sí mismos, hoy día
llamados negacionistas.
Vivimos un momento histórico donde estamos
atrapados en una sutil dictadura tecnología.
¿Os habéis preguntado por qué cada dos por
tres tenemos que resintonizar nuestros televisores y actualizar nuestros
teléfonos móviles y ordenadores? Pues porque están utilizando un arma
psicotrónica llamada “sonido del silencio” donde, mediante unas frecuencias
determinadas imperceptibles para nuestro consciente, emiten mensajes
subliminales que, sin embargo, si son captadas por el subconsciente.
Estas armas se utilizaron por primera vez en
la Guerra del Golfo con un éxito absoluto. Los efectos físicos, emocionales y
psicológicos de esta tecnología hicieron posible que 100.000 soldados iraquíes
(expertos en la guerra contra Irán durante 8 años) se rindieran sin disparar un
solo tiro y besaran literalmente las botas de sus agresores. ¡Brillante! ¿No
crees?
Por otro lado, los avances tecnológicos han
conseguido saber en qué frecuencia se mueven nuestras emociones (aunque te
suene raro, esta tecnología existe). Saben cuál es la frecuencia del miedo y la
están emitiendo sin parar subliminalmente mediante el “sonido del silencio”.
Por eso la gente tiene ahora más miedo y es más sumisa que nunca. Y no
precisamente por lo que se dice, ya que eso lo han escuchado siempre, sino
porque están siendo bombardeados constantemente por esas frecuencias. Y no
importa si ves un telediario, una película, un partido de fútbol o abres un
WhatsApp. Recibes tu dosis de miedo y apaciguamiento de todas formas. Recuerda:
“cuando algo es gratis el producto eres tú” ¿Entiendes ahora la
importancia del 5G, chemtrails, proyecto HAARP, Inteligencia Artificial, MEMS,
etc.?
El neurocientífico Michel Desmurget, director
de investigación del Instituto Nacional de la Salud de Francia, ha escrito un
libro titulado “La fábrica de cretinos digitales”, donde describe los efectos
que los medios digitales están teniendo sobre nuestra sociedad. A grandes
rasgos, dice que la tecnología digital nos está volviendo más estúpidos.
Gracias a la tecnología digital el “Proyecto
Covid-19” está siendo un éxito rotundo. Con la escusa de esta falsa pandemia se
han ido introduciendo globalmente disposiciones totalitarias disfrazadas de
medidas sanitarias.
Pero la culpa del éxito de la falsa pandemia
no es totalmente de la tecnología. Los verdaderos culpables somos nosotros por sumisos. Por permitir todo tipo de aberraciones
como la de llevar un bozal y consentir que lo lleven nuestros hijos. Por
alejarnos los unos de los otros. Por tolerar toda clase de atropellos contra
nuestros derechos y libertades. En definitiva, por colaborar con la injusticia
y no decir ni “pio”. Y ahora nos dejaremos vacunar como imbéciles contra un
virus que no se ha demostrado su existencia.
A ver si nos enteramos de una vez de que ninguna
emergencia por muy sanitaria que sea debe anular nuestra libertad. Hay una línea roja que no se puede cruzar por ningún
motivo. Porque, ¿quién es el Gobierno para prohibirnos celebrar la Navidad con
nuestra familia y mantenernos en un estado policial permanente? NADA JUSTIFICA
SEMEJANTE ATROPELLO.
Si tan preocupado esta el Gobierno por nuestra
salud que aplique medidas sanitarias reales y no militares como confinamientos,
toques de queda, etc. Que construya hospitales y triplique el número de
médicos, enfermeras y lo que haga falta. Serán medidas mil veces más efectivas
y más baratas que hundir la economía y hacer enfermar a la población.
La aplicación de este drástico protocolo
militar-policial está haciendo verdaderos estragos en el país. Porque lo que
nadie te dice es que están aumentando las muertes por cáncer, infartos,
suicidios, depresiones, estados de ansiedad, miseria, etc. El país entero está
enfermando y agonizando económicamente y nadie hace nada por remediarlo.
¡Ojo al dato! Según deagel.com (empresa dedicada a la inteligencia, que proporciona
noticias sobre aviación militar internacional y tecnologías avanzadas a
clientes como la NSA, OTAN, BM y ONU, entre otros) el mundo se encamina
a un “reseteo” donde millones de personas dejarán de formar parte de sus países.
Este escenario dantesco está previsto para el año 2025 y nos lo están
anunciando con antelación.
¿Será verdad? ¿Serán capaces de hacerlo?
Bueno, no tienes más que echar un vistazo a nuestra historia más reciente para
darte cuenta de que capaces son. Otra cosa es que se lo permitamos. Pero con la
estupidez reinante me temo que se lo permitiremos igual que les hemos permitido
que nos pongan un bozal.
Reconozcámoslo, no somos más que ovejas de un gran rebaño a disposición lo que quiera el pastor.
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