En la UE no caben de felicidad por el triunfo
en EEUU del globalista Joe Biden. Incluso muchos presidentes de la UE (entre
ellos el nuestro, como no) se han apresurado a felicitarle antes de la
resolución del litigio puesto en marcha por los abogados de Trump sobre el
posible fraude electoral. Y no es para menos ya que, una vez que Donald Trump
esté fuera de la Casa Blanca, podrán aplicar su agenda globalista 2030 sin que
nadie les ponga palos en las ruedas.
Así lo corrobora el periódico global El País
con tres titulares: “Merkel invita a Biden a trabajar “codo con codo” para
afrontar los retos globales”. “China espera que Biden mueva ficha en la
relación más importante del mundo”. “El expresidente Bush se desmarca de
Trump y felicita a Biden: Se ha ganado la oportunidad de unir nuestro país”
Como todo el mundo sabe, Joe Bidem ha ganado
las elecciones en EEUU, no sin una denuncia de fraude electoral por parte de
Donald Trump. Según el propio Trump, se han utilizado un montón de argucias y
juego sucio para arrebatarle la presidencia: debates manipulados, encuestas falsas, fraude informático, manipulación del voto por correo, votos
a su favor descartados, cuentas de Twitter bloqueadas, máquinas de votación pirateadas, votantes muertos o ilegales, etc., etc.
Y la pregunta es: ¿será capaz Donald Trump de
cambiar el resultado de las elecciones? Yo no lo creo, porque por muchos y
buenos abogados que tenga Trump, hay que entender que si la mafia globalista,
capitaneada por el “estado profundo”, ha sido capaz de sacar a Donald Trump de
la Casa Blanca mediante fraude electoral, no va a permitir bajo ningún concepto
una victoria judicial de unos “abogaduchos”.
Además, ¿quién nos garantiza que todo esto no
es más que otra maniobra de distracción? Porque no seamos ingenuos, tanto demócratas
como republicanos son fieles partidarios del Nuevo Orden Mundial. Es sabido que
los Bush (republicanos como Donald Trump), con dos presidentes de EEUU en la
familia, siempre fueron defensores e impulsores del Nuevo Orden Mundial.
Esto es una prueba más de que los gobiernos,
tanto de izquierdas o de derechas, son simples títeres en manos del poder
global del dinero, “estado profundo” o como lo queramos llamar. Seamos
realistas. Si el presidente del país más poderoso del mundo tuviera realmente
poder, Donald Trump hubiera hecho muchas de las cosas que dijo que haría pero
no ha podido; bueno, mejor dicho, no se lo han permitido.
No te dejes engañar. En EEUU ha ocurrido lo
mismo que ocurrió en España: los globalistas necesitaban cambiar a Rajoy por
Sánchez y en USA a Trump por Bidem, para llevar a cabo esta nueva fase de la
agenda globalista.
El “estado profundo” sabe que los cambios que
se van a producir son más fáciles de aceptar por porte del “populacho” si los
lleva a cabo un gobierno de izquierdas que de derechas. Por eso necesitaban
sacar a Trump de la Casa Blanca y poner a Bidem (un hombre con un pasado oscuro
fácil de manipular) para avanzar en el Nuevo Orden Mundial.
Bidem es un hombre mayor (77 años) con una
salud delicada que no sabemos si será capad de aguantar 4 años la presidencia
de los EEUU. Y aquí es donde entra en escena Kamala Devi Harris: la negrita (no
es despectivo) de los globalistas que ha sido preparada para convertirse en la mujer
que capitaneará el Nuevo Orden Mundial.
Bidem y Harris (presidente y vicepresidente,
respectivamente) van a formar un tándem con el plan globalista más ambicioso y
concreto para ejecutar durante los próximos 4 años.
Según han informado fuentes de la campaña al Washington
Post, Biden tiene cuatro objetivos en mente: la reincorporación inmediata del
país a la Organización Mundial de la Salud; retomar los acuerdos medioambientales
de París; la suspensión del veto de entrada a residentes de ciertos países
musulmanes y la reanudación del protocolo de estancia para migrantes ilegales
que llegaron al país siendo menores de edad. En resumen, deshacer las políticas
de Donald Trump más impopulares.
Pero todo esto no es más que mera propaganda
para aplacar la ira del “populacho”. Lo verdaderamente importante vendrá de la
mano del plan de choque anti Covid que Biden ha anunciado pondrá en marcha nada
más ocupar el cargo. Y ese plan no es otro que el que se está llevando a cabo
en todo el mundo: hundir la economía del país, imponer vacunas obligatorias
para controlar a sus ciudadanos y hacer el gran reseteo económico. En resumen,
la implantación definitiva del Nuevo Orden Mundial.
Lo demás, cantos de sirenas.
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