sábado, 24 de abril de 2021

LO QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESCONDEN SOBRE LOS EFECTOS ADVERSOS DE LAS VACUNAS CONTRA EL COVID-19

Llevamos un año de mentiras, ocultación, manipulación y fatiga informativa.

Todo empezó con una campaña propagandística salvaje a nivel mundial del miedo, que rápidamente se convirtió en histeria. Después pasamos a la psicosis delirante, donde todo lo que hacemos conlleva un peligro de contagio (respirar, hablar, compartir, etc.). Y ahora, hemos llegado a un punto en el que ya no necesitamos al Gobierno o a la policía para que nos reprenda si desobedecemos las normas, ya que somos nosotros mismos los que ejercemos de “controladores del grupo". En definitiva, son nuestros conciudadanos los que nos castigan con el odio y el desprecio, que son más efectivos que una sanción.

Pues bien. Esta misma estrategia se está utilizando para llevar a cabo la vacunación masiva, ya que la gente se vacuna porque la mayoría lo hace, y no por otra razón, puesto que generalmente no entiende nada de vacunas.

Las cuarentenas, los toques de queda, las mascarillas y todo lo demás no son más que parte de un plan para aterrorizar y coaccionar a la gente y así poder establecer un sistema de vigilancia total. Este sistema esclavizará al mundo entero mediante pasaportes de vacunas y todo tipo de documentos que obligará a la gente a pedir permiso para ejercer sus derechos más elementales. ¿No te das cuenta de que el Covid-19 es una falsa crisis creada, sin solución, para desterrar la democracia y obligar a la gente a obedecer sus órdenes?

Antes de seguir leyendo es imprescindible que veas este vídeo de tan solo 59 segundos. Es el vídeo que la Comunidad de Madrid ha confeccionado para promocionar la campaña de vacunación contra el Covid-19, donde se ha elegido a un “destacado elenco de expertos” que recomiendan la vacunación, afirmando que es segura e indispensable.

Si acabas de ver el vídeo, y no eres de los que tienen el cerebro lobotomizado, te habrá producido cuanto menos sonrojo, por no decir otra cosa.

Que para promocionar una “vacuna”, que puede cambiar -y de hecho cambiará- para siempre nuestras vidas, se elija a periodistas, deportistas, actores y a gente del papel couché es una tomadura de pelo además de es un insulto a la inteligencia. Es lo mismo que si alguien que no sabe leer te recomienda que leas la guía telefónica, porque es un libro que contiene información sobre muchas personas, por lo tanto, asegura que es indispensable para tu formación”. Y digo yo: ¿Qué sabrá él lo que contiene la guía telefónica si no sabe leer?

Pero Vayamos a las vacunas.

Noticia de la Agencia Europea del Medicamento: “6.662 muertos y 299.065 efectos secundarios graves declarados en Europa, tras la "vacunación" Covid-19, a fecha 10 de abril de 2021”. ¡ATENCIÓN! Si tenemos en cuenta que solo se declara aproximadamente el 1% de los casos, podríamos estar hablando de una situación terrible. Y esto solo puede ser el principio, pues ya veremos qué pasará en unos meses o en un par de años.

Estos datos han sido proporcionados por la página web de la Agencia Europea de Medicamentos. La página se creó en 2012 para tener acceso público a informes de sospechas de efectos secundarios o reacciones adversas a medicamentos. Los informes son enviados electrónicamente a EudraVigilance por las autoridades reguladoras de medicamentos nacionales y por las empresas farmacéuticas que poseen autorizaciones de comercialización (licencias) para los medicamentos. 

Evidentemente, ningún medio de comunicación de masas ha dado la noticia.

Los medios de comunicación tampoco hablan de multitud de estudios, como, por ejemplo, este, que advierte del peligro de las “vacunas” de ARNm, que inducen a enfermedades basadas en priones, que hacen que tu cerebro se degenere progresivamente.

Tampoco les parece relevante cuando el Dr. Vanden Bossche (probablemente una de las 10 personas que más sabe de vacunas en el mundo que, además, no tiene la sospecha de ser anti vacunas, ya que estuvo trabajando en la Alianza para la Vacunación, GAVI, fundada por Bill Gates) asegura estar muy preocupado por la vacunación masiva y ha escrito una carta a la OMS, la ONU y a la UE exigiéndoles que paren de inmediato la vacunación o se producirá un genocidio.

O cuando la prestigiosa Dr. Karina Acevedo Whitehouse (una mujer pro vacunas), explica en esta larga videoconferencia-g que es un coronavirus, qué son las vacunas y cuántos tipos de vacunas hay -entre ellas la de ARNm-,  advierte del peligro de muerte que pueden tener las personas vacunadas cuando se expongan en el futuro a alguna de las mutaciones del Sars-Cov-2.

También ignoran al Dr. Peter Breggin, antiguo asesor del Instituto Nacional de Salud Mental, cuando dijo: "La vacuna es mucho más peligrosa que la enfermedad del COVID-19".

¿Y qué decir del Dr. Michael Yeadon, ex vicepresidente y científico jefe de alergia y respiración de Pfizer? Yeadon dijo que la respuesta demostradamente falsa de los gobiernos al Covid-19 podría conducir a algo mucho más allá de la carnicería producida en las guerras y masacres del siglo XX. Y concluyó: “es lo que yo haría si quisiera deshacerme del 90% de la población”.

Bueno, pues los medios de comunicación ignoran a estos prestigiosos personajes y a otros tantos miles como estos.

La operación Covid-19 sigue su curso y ahora está en la etapa de vacunar a la población en masa, cueste lo que cueste, con la complicidad de los medios de comunicación que están ocultando al gran público lo que realmente está pasando con las vacunas.

Es absolutamente descorazonador ver lo que está sucediendo en nuestra sociedad en los últimos tiempos. La verdad es que nunca imaginé que hubiera tanta gente inconsciente con esa falta de responsabilidad sobre sus derechos, su libertad e incluso su propia vida.

Pero hay dos cosas que sí se han hecho públicas que deberían hacer reflexionar a la gente: Una, que las vacunas han sido aprobadas con carácter de urgencia y catalogadas en estado de fase experimental. Y dos, que las empresas farmacéuticas ni ningún médico se responsabilizan de los daños que ocasionen las vacunas.

Entonces, ¿cómo pueden los medios de comunicación asegurar que las vacunas inmunizan y son seguras cuando los propios fabricantes ni siquiera dicen tal cosa?

Como verás, hasta ellos mismos no lo pueden decir más claro. Sin embargo, cada día hay más gente esperando ansiosamente a ser llamada a vacunarse, poniendo alegremente en riesgo su vida a corto, medio o a largo plazo. Y la pone en riesgo puesto que, según el gráfico de abajo (sacado de este estudio-6), la posibilidad de morir de Covid-19 es prácticamente nula para las personas menores de 30 años; del 0,05% al 0,5% para los de 30 a 60 años; y es solamente es a partir de los 70 años cuando la mortalidad sube entre el 1% y 5% según la edad avanza (la media de mortalidad del Covid-19 es de 82,4 años). Si como dicen los propios fabricantes, las vacunas no son seguras en un 5%, ¿por qué arriesgarse con la vacuna si la probabilidad de morir por Covid-19 es muy inferior?

¡IMPORTANTÍSIMO! Lo que muestra este gráfico es que muchas muertes por Covid-19 habrían ocurrido de todos modos como parte de los riesgos normales a los que nos enfrentamos las personas, en particular los ancianos y aquellos con problemas crónicos de salud que son las principales víctimas de Covid-19.

Ya son muchos los expertos que aseguran que estas “vacunas” son un instrumento de interferencia genética. O lo que es lo mismo: un arma genética, que una vez inoculada hace que los supervivientes se conviertan en organismos genéticamente modificados. Esto significa que los vacunados ya no podrán cambiar las consecuencias que les acarree la vacuna y tendrán que aceptarlas: si desarrollan un síntoma de vacunación nadie podrá ayudarles, ya que el daño causado por este tipo de vacunas será genéticamente irreversible.

El protocolo que se está siguiendo para vacunar a la gente (y lo digo por experiencia propia) es el siguiente: lo que hacen es comunicarte telefónicamente o mediante un SMS lugar, día y hora donde vacunarse, nada más. No se informa de que son vacunas experimentales que necesitan de la autorización por escrito del paciente y de la responsabilidad del facultativo que la autoriza (no hay ningún facultativo que se haga responsable). Tampoco se informa de lo que contiene y de sus efectos adversos. Es decir, se están pasando por el arco del triunfo el Código de Núremberg.

Pero lo triste del caso es que la gente se está vacunando en contra de su voluntad por amenazas  y rumores, que circulan de boca en boca, tales como la de que no se va a poder trabajar si no te vacunas. Pero eso, hoy por hoy, es ilegal, y lo saben, de ahí la coacción. Si te ocurre esto, diles que te lo comuniquen por escrito y verás cómo dan marcha atrás.

La gente cree ingenuamente todo lo que dice la televisión, que asegura haber unanimidad entre los científicos, las instituciones  y los medios de comunicación en favor de las vacunas. Pero la realidad es bien distinta: no hay tal unanimidad.

Los científicos están muy divididos. Podríamos decir que hay dos grandes grupos: por un lado, tenemos un grupo de científicos, médicos y biólogos independientes de todo el mundo -más numeroso de lo que la gente cree-, con un discurso unánime sobre los grandes riesgos de las vacunas génicas y de la vacunación universal; y, por otro, los expertos oficialistas con serios conflictos de intereses. ¿Qué ocurre? Pues que mientras los primeros son silenciados y censurados, a los segundos se les da una publicidad en los medios de comunicación que raya la propaganda más obscena. Y si a esto le añadimos que instituciones como la EMA, la FDA y la mismísima OMS hace tiempo que dejaron de ser independientes y están controladas por Gavi (Alianza para la Vacunación) y las multinacionales farmacéuticas, pues apaga y vámonos.

Como siempre no creas todo lo que lees aquí. Infórmate, investiga y saca tus propias conclusiones. Y si aún así sigues queriendo vacunarte, ¡Buena suerte! La vas a necesitar.


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