miércoles, 19 de mayo de 2021

VACUNAS PARA LA REDUCCIÓN Y CONTROL DE LA POBLACIÓN MUNDIAL

La idea de controlar la población mundial no es nueva y lleva con nosotros desde hace mucho tiempo.

En la antigua Grecia, Platón ya debatió, por entonces, la importancia del control de la población y, Aristóteles, en este sentido, condenó el infanticidio, solo cuando se hace con vistas a mantener la población baja, pero justificó el aborto cuándo una familia se ha excedido de su cuota fijada de niños.

En 1798, Thomas Malthus escribió un Ensayo Sobre los Principios de la Población. En él decía que pese al progreso de la tecnología agrícola y de la producción de alimentos, el crecimiento de la población neutralizaría este progreso y una parte importante de la humanidad siempre permanecería en la miseria y el hambre. También enfatizaba sobre lo positivo de las guerras, las enfermedades, los cataclismos, las hambrunas y los genocidios para el control de la población.

En 1859, Charles Darwin publica El Origen de las Especies, en el que insinúa la problemática de la población humana. Fue, sin embargo, su primo, Francis Galton, quien se obsesionó con esa idea y acuñó el término "eugenesia".

A principios del siglo 20 la eugenesia fue materia académica en las universidades americanas, apareciendo las primeras organizaciones eugenésicas. Por entonces, el Instituto Kaiser Wilhelm y el Instituto Cold Spring Harbor rechazaron el pensamiento de que todos los seres humanos nacen iguales y propagaron la idea de crear una raza de linaje noble o superior. Y a partir de aquí este concepto ha ido increscendo.

Margaret Sanger era partidaria de la eugenesia negativa: una filosofía social que argumenta que la especie puede mejorar mediante la intervención social. Sus propuestas incluían una política restrictiva de la inmigración, el libre acceso a los métodos anticonceptivos, la segregación racial y la esterilización de los discapacitados intelectuales. Fundó la Liga Estadounidense para el Control de la Natalidad (American Birth Control League) que, posteriormente, se convirtió, en 1942, en la Federación Estadounidense para la Planificación Familiar (Planned Parenthood Federation of America - PPFA).

A mediados del siglo XX, Thomas Watson, Presidente de IBM, creó una filial en Polonia –la Watson Business Machines- para apoyar a los nazis en su invasión y poder controlar la operación desde Nueva York.

¿Por qué cuento todo esto? Pues enseguida lo vas a descubrir. Pon atención que ahora es cuando la cosa se pone interesante y verás como todo comienza a tomar sentido.

Resulta que el padre de Bill Gates trabajaba en Planned Parenthood y su madre en la Dirección Corporativa de IBM. Fue ella quien proporcionó a su hijo una asociación con IBM y así pudo fundar Microsoft y forrarse, siendo en la actualidad uno de los hombres más ricos del mundo.

Y he aquí que el señor Bill Gates (hijo de padre y madre eugenistas), sin ninguna formación médica ni biológica, se ha convertido en el mayor “filántropo” impulsor de vacunas del mundo. Evidentemente esto se da de bruces con su idea (probablemente inculcada por papá y mamá) de que es imprescindible reducir drásticamente la población mundial. De por sí, en una conferencia grabada en 2015-k (ver vídeo del minuto 5:30 a 6:02) dijo: “Si hacemos un buen trabajo con las vacunas reduciremos la población mundial entre un 10 o un 15%.

Esto ya lo advirtió Eisenhower, que hablo del peligro que supondría para EEUU que una élite tecnológica de científicos secuestraran las políticas públicas, como así ha sucedido.

La Fundación Bill y Melinda Gates financia a la Organización Mundial de la Salud (OMS), al Instituto Nacional de Salud (NIH) de los EEUU, a Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EEUU y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) entre otras instituciones. ¿Y de dónde ha salido la declaración de pandemia y la solución para atajarla mediante la vacunación masiva de la población? Pues de estas instituciones.

Y ahora la pregunta del millón: ¿Crees que todo esto es casualidad?

Llevo repitiendo hasta la saciedad que nunca ha sido una crisis sanitaria, que no debería haberse catalogado de pandemia y de que las medidas adoptadas han sido del todo exageradas y tenían otro fin.

Esto no es más que un plan eugenésico a medio-largo plazo y, por supuesto, un plan para cambiar de paradigma, dado que el sistema financiero fiduciario reventó. Todo lo demás es “pan y circo” para distracción del “populacho” que, como siempre, es el último en enterarse.

La máxima de seguir el rastro del dinero para esclarecer la verdad se sigue cumpliendo a rajatabla, ya que si hay dinero detrás hay negocio; si hay negocio hay estafa; si hay estafa hay estafadores y si hay estafadores hay “primos”. Y ahora que nadie se enfade e intente ubicarse en uno de los dos grupos que he mencionado a ver dónde encaja. Evidentemente, en el de los “primos”, ¿verdad?

Está más que comprobado que las cosas desde la distancia se ven siempre con otra perspectiva, por lo tanto, cuando pase el tiempo (deseo que no sea mucho) nos daremos cuenta de que vivimos la mayor mentira jamás contada. Estos casos ya se han dado otras veces: recuerda las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein que jamás existieron y fueron la escusa para declarar la guerra a Irak.

Espero al menos que este año macabro nos haya servido para darnos cuenta de que la democracia es una farsa; que nuestro sistema político está corrompido hasta la médula; que la mayoría de las personas de nuestra sociedad son ignorantes y cobardes; que los grandes medios de comunicación no son más que el aparato de propaganda del sistema; que la policía no está al servicio del pueblo, sino al servicio de una minoría poderosa; que algunos científicos no son de fiar y de que eso que llaman progreso es una ilusión engañosa. Si no es así, entonces, es que no hemos aprendido nada.  

Eso sería muy preocupante, dado que el sistema no se detendrá ante nada para mantener su poder y, si es posible –como está sucediendo ahora-, aumentar sus niveles de control y explotación. Pero estamos acostumbrados a que nos mientan con total impunidad y a no reaccionar, por eso les es tan fácil hacer lo que les viene en gana. 

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