lunes, 7 de junio de 2021

EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA FALSA PANDEMIA SE HA CONVERTIDO EN LA COARTADA PERFECTA PARA ACOMETER EL GRAN REINICIO

Hace ya más de un año que no deambulaba por las calles de Madrid. Y aunque imaginaba la repercusión que la falsa pandemia ha tenido sobre la economía, el comprobarlo con mis propios ojos ha supuesto una bofetada de realidad.

Calles comerciales como Princesa, Alberto Aguilera, Serrano o Velázquez con la mayoría de sus negocios cerrados no es precisamente algo que se vea todos los días. Si a eso le sumamos la ausencia de personal (recordemos que Madrid en primavera es un hervidero de gente paseando, comprando o de bares) nos da una idea de la ruina económica que se le viene encima a este país. Y digo se le viene encima, porque la mayoría de la gente todavía no se ha enterado.

A groso modo, el 80% de los locales comerciales se han visto obligados a cerrar sus puertas y, desgraciadamente, muchos lo han hecho para siempre.

La falsa pandemia ha provocado prácticamente la paralización de ciertos sectores como el comercio, la hostelería o el turismo, provocando la caída de varios indicadores económicos que evidencian una gran recesión.

Veamos algunos de estos indicadores económicos

-Según el INE, en tasa interanual el PIB español del segundo trimestre de 2020 (en pleno confinamiento) se contrajo un 21,5%.

-Solo en el mes de Abril de 2020 se sumaron a las listas del paro 282.891 personas (fuente: Ministerio de Empleo y Seguridad Social).

-La Encuesta de Población Activa del INE contabilizó alrededor de 3,3 millones de parados, hasta junio de 2020, si bien no se incluyó a los trabajadores afectados por los ERTEs al considerarlos como ocupados.

-En España, el recorte del 13,2% de las horas trabajadas equivale a la destrucción de 2,01 millones de empleos, según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

-Por último, según los datos publicados por las consejerías autonómicas de empleo, en España se han presentado en los primeros meses del 2020 unos 450.000 ERTEs, que afectan a más de 2,7 millones de trabajadores.

Es cuanto menos sorprendente que estas cifras de escándalo no parezcan importarle a nadie, empezando por el propio Gobierno, ya que en este país no se habla de otra cosa que no sea de vacunas, vacunas y más vacunas.

Y ahora seamos serios. ¿Tú crees que nuestro Gobierno es idiota y no sabe que con la excusa del Covid-19 ha arruinando este país?

Vamos a ver. El gobierno está ahí para administrar el país y no para decirnos cómo tenemos que vivir nuestra vida, qué medicamentos debemos tomar, con quién nos podemos reunir y a dónde podemos ir. Lo que ha hecho este Gobierno es dejar de lado sus funciones administrativas (que es para lo único que ha sido elegido) y convertirse en nuestro médico, sociólogo y amo y señor de nuestra vida sin que nosotros le hayamos otorgado esa potestad.

Pensar que arruinar este país y volvernos a todos paranoicos ha sido por nuestro bien es de una ingenuidad supina, además de una maldad. Por lo tanto, debe haber una buena razón detrás que “justifique” tal crueldad. Y, por supuesto, la hay: la implementación del Gran Reinicio con la introducción de un nuevo sistema monetario y una nueva dictadura sanitaria.

Cronología de los hechos.

En las últimas décadas las crisis financieras han ido sucediéndose cada vez en ciclos más cortos y la del 2008 fue la piedra angular que dio paso a toda esta locura que estamos viviendo. Como no querían perder el poder, se las arreglaron para decirnos que tenían todo bajo control, y no lo tenían, pero lo solucionaron temporalmente imprimiendo más dinero y rescatando a los malhechores.

Esta fue una solución temporal, hasta que las cosas volvieron a ponerse peor. Por esta razón, y antes de que el sistema implosionara, pusieron en marcha la “Operación Covid-19” (preparada años atrás) como estrategia de distracción para ganar tiempo antes de acometer lo que ellos llaman el Gran Reinicio.

¿Te has parado a pensar por qué Europa está siendo el centro neurálgico de la pandemia? Pues por una sola razón: Europa está completamente arruinada.

El BCE, que no es más que el Banco Central Alemán disfrazado de Banco Central Europeo, está quebrado. Esto es así, aunque, evidentemente, nadie te lo va a decir. El BCE no ha hecho otra cosa que comprar todos los bonos (papeles que no tienen ningún valor), gastarse los fondos de pensiones de los europeos e imprimir euros a diestro y siniestro sin ningún respaldo. Si la gente despertase y se enterase de lo que realmente está sucediendo tendrían un problema real, y esa es una de las razones por las que están tratando de controlar Europa.

Pero vayamos al Gran Reinicio.

Ya no se puede ocultar por más tiempo que el sistema monetario que salió de los acuerdos de Bretton Woods ha colapsado y solo se mantiene a base de flexibilización cuantitativa. Es evidente que esto no puede seguir así indefinidamente, y lo saben. De ahí que los principales bancos centrales llevan años trabajando en el desarrollo de un nuevo sistema monetario: las monedas digitales de los bancos centrales CBDC, con las cuales pretenden seguir manteniendo el poder.

El primero en llevar a cabo este cambio será China, que ya tiene su Yuan Digital totalmente listo para ser implementado en todo el país antes de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín, que se celebrarán en febrero de 2022. O sea, a la vuelta de la esquina. El resto de bancos centrales como la FED, el BCE, el Banco de Inglaterra, Japón, Canadá, Suiza o Suecia tienen previsto hacerlo antes de 2025.

La gente, distraída con la “Operación Covid-19”, no está poniendo atención en este asunto que es de vital importancia para el futuro inmediato que nos espera.

Para el que no lo sepa, explicaré en qué consiste exactamente la nueva moneda digital de los bancos centrales. Se trata de hacer que todos los ciudadanos tengan su dinero (moneda digital igual que las que ellos critican, pero centralizada) depositado en el banco central y que los pagos y transferencias se hagan desde una aplicación en el teléfono móvil u otro artilugio electrónico creado para tal fin. A simple vista así de simple e inocente, pero no tan simple e inocente.

En un mundo sin dinero físico, donde solo exista el depositado en el banco central, la autoridad monetaria manejará el valor de los depósitos a su antojo. Del mismo modo, el Estado tendrá el registro absoluto de las cuentas corrientes de los ciudadanos, controlando los ingresos y gastos y disponiendo de la capacidad de autorizar qué pagos se pueden realizar y cuáles no. En definitiva, el sueño de todo oligarca hecho realidad, ya que quien controla el dinero controla el mundo.

De esto va la “Operación Covid-19”: de llevar a cabo el Gran Reinicio, para el cual llevan preparándonos durante años mediante estrategias como el terrorismo, el cambio climático y últimamente las pandemias.

La invención del terrorismo trajo consigo unos controles personales como nunca antes tuvimos y vinieron para quedarse. El “cambio climático” ha incrementado políticas restrictivas  y metamorfosis aberrantes en todo el mundo venidas también para quedarse. Y la falsa pandemia ha conseguido una sociedad anclada en una dictadura sanitaria que nos ha esclavizado de por vida.

Quítate la venda de los ojos. Este es el mundo real en el que vivimos.

La conspiración actual que las élites, estado profundo o como lo queramos llamar, están llevando a cabo no es una teoría de cuatro conspiranoicos, sino un hecho real como estamos comprobando por nosotros mismos.

¿Para qué crees que se aplicaron, y se siguen aplicando, todas esas medidas restrictivas como confinamientos, uso obligatorio de mascarillas o toques de queda? Pues para obligarnos a aceptar el Gran Reinicio.

¿Lo vamos a consentir? 

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