Para cualquiera
que haya prestado atención a los acontecimientos acaecidos en los últimos tiempos,
se habrá dado cuenta de que la élite lleva años asaltando la economía mundial.
Vivimos un
periodo convulso a consecuencia de una falsa pandemia cuyo verdadero objetivo tiene
diferentes propósitos:
-Destruir las
pequeñas y medianas empresas para acabar con la clase media.
-Transferir la riqueza del pueblo, para empobrecerlo, a los
bolsillos de los grandes multimillonarios.
-Colapsar el comercio
y el turismo para reemplazarlo por el comercio electrónico y el turismo virtual.
-Establecer
marcos tecnológicos y de bioseguridad para el control total de la población.
-Hacer “ciudades
inteligentes” donde poder “encarcelar” a todos los ciudadanos.
-Y, por supuesto,
deshacerse del mayor número de personas posibles, para hacer realidad el “sueño
húmedo” de la élite: conseguir lo que ellos llaman una “población sostenible”.
Cualquiera de
estas cosas que, evidentemente, constituyen un robo y una violación de los
derechos y libertades de cualquier sociedad democrática, están siendo llevadas
a cabo con la más absoluta impunidad, gracias a esta falsa pandemia y su “vacuna
asesina” cuasi obligatoria. Y digo lo de cuasi obligatoria, porque nunca en la
historia de las vacunas nadie perdió su puesto de trabajo ni le discriminaron
por no inocularse una vacuna.
Que las élites
quieren deshacerse del mayor número de personas que habitan el Planeta, ya no
cabe la menor duda. De paso, quieren eliminar a los oponentes políticos no
controlados por ellos y mantener al resto de la población a raya.
Lo que vamos a
ver de aquí en adelante es cómo nos van a racionar el acceso a determinados
bienes y servicios, que ellos consideran no aptos para nosotros, como son el
turismo de masas, el uso del automóvil privado, el consumo de carne, los viajes
en avión, etc.
Naturalmente, ellos
seguirán manteniendo todos sus privilegios como han hecho hasta ahora.
Pero la pregunta
inevitable es: ¿por qué la élite está haciendo lo que está haciendo si ellos lo
tienen todo? La respuesta es obvia y sencilla.
La élite lleva
años diciendo que la Tierra está superpoblada. Cree que tanta población agotará
rápidamente los recursos del planeta y la civilización colapsará en unas pocas décadas.
Pero aunque su creencia no está del todo desencaminada, ellos no son quiénes
para orquestar una trama genocida de esta envergadura, presumiblemente para dar
respuesta a la tremenda crisis que se avecina.
Por si todavía
dudas de que este circo no es más que un criminal proyecto genocida planificado
hace años, te dejo tres preguntas a ver si tienes respuesta para ellas:
-¿Cómo te
explicas que en el año 2017 aparecieran en la página web del Banco Mundial test
para el Covid-19 si aún no se había utilizado nunca ese vocablo? (año 2017 test Covid-19/view)
-¿Cómo es posible
que tanto Moderna como el NIAID (Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades
Infecciosas de EEUU) tuvieran una vacuna, en diciembre de 2019, contra el
Covid-19 si aún no se había dado a conocer la enfermedad? (Moderna y el NIAID disponían de una vacuna
Covid en diciembre de 2019/view)
-¿Cómo puede
haber 73 patentes registradas, entre 2008 y 2019, que tienen los elementos
supuestamente novedosos del SARS CoV-2, para ensayar con el Covid-19 si todavía
no existía? (Patentes/view) y (vídeo patentes Covid-19/view)
En España
prácticamente el 90% de la población está vacunada con al menos una dosis. Pero
el “éxito” de “vacunar” a un número tan elevado de personas se debe a la coacción,
a la presión social, a los engaños y a un desprecio total por parte del
Gobierno del cumplimiento de la ley como lo demuestra, por ejemplo, que el
Tribunal Constitucional haya declarado ilegales los dos estados de alarma
decretados por el Gobierno; que el Tribunal Supremo resolviera que los
confinamientos y toques de queda nunca obedecieron a cuestiones sanitarias; que
jamás existió el famoso “comité de expertos” que recomendó todas las infames medidas
impuestas o que el Ministerio de Sanidad, dando respuesta a un auto del Juzgado
Central de lo Contencioso Administrativo nº 7 de Madrid, afirmara que no tiene
muestra alguna del supuesto virus SARS-COV-2.
Por supuesto, estas
noticias han sido sistemáticamente ninguneadas por los medios de comunicación
de masas –fundamentalmente por la televisión- que visto lo visto no quieren
saber nada del asunto y han comenzado a dar prioridad a noticias y sucesos de
otra índole, como, por ejemplo, la erupción del volcán de La Palma, dejando
prácticamente de lado lo relacionado con los escandalosos incumplimientos de la
ley por parte del Gobierno.
Piensa un poco. Dado
que el relato oficial es tan engañoso y contradictorio, ¿te has preguntado para
qué inocularse una “vacuna” que no inmuniza, que los vacunados pueden contagiar
y se pueden contagiar del mismo modo que los no vacunados y que, además, los
vacunados tienen que seguir cumpliendo el “ritual covidiano” como es la
necesidad de hacer test o enseñar un pasaporte Covid para viajar y acudir a eventos
sociales, seguir con la obligatoriedad de llevar mascarilla y mantener la distancia
de seguridad?
Entonces, si
tengo que utilizar test o pasaporte Covid, usar una mascarilla y distanciarme de
los demás estando completamente vacunado, ¿para qué coño sirve la “vacuna”? Buena
pregunta ¿verdad? Pues eso es lo que me gustaría saber.
Visto lo visto,
todo parece indicar que el objetivo principal de esta farsa era “vacunar” al
mayor número de personas fuera como fuera. Así que yo diría que, por lo menos
en España, ¡misión cumplida!
Bueno, pues ahora solo queda esperar al siguiente pinchazo, ya que Pfizer y Moderna han anunciado que sus vacunas dejan de ser efectivas después de 6 meses. Creo que ya lo dije: esto no va a acabar nunca.
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