viernes, 4 de febrero de 2022

HACIA EL MODELO SUECO

Hablar de Suecia es sinónimo de país altamente desarrollado y seguro, ya que no ha participado en ningún conflicto bélico desde 1814.

Suecia tiene una población de 10,4 millones de habitantes, ocupa el puesto número 24 en el ranking mundial por su PIB y está a la vanguardia de la tecnología en varios campos. 

Políticamente hablando, Suecia es una monarquía constitucional donde “Papá Estado” ejerce el papel de guardián legal de sus ciudadanos. Por lo tanto, el Estado es una especie de padre putativo al que adoran todos los suecos.

¿Pero es verdaderamente Suecia el “paraíso” que nos han vendido?

Como todo el mundo sabe, Suecia ha sido el único país de Europa, y prácticamente del mundo desarrollado, que no ha tenido restricciones durante la falsa pandemia. Eso quiere decir que sus ciudadanos no han estado confinados ni sometidos a la tortura de tener que llevar un “pañal” en la boca. Sin embargo, se da la paradoja de que la población sueca ha sido vacunada voluntaria y masivamente contra el Covid-19. ¿Cómo se explica eso?

A estas alturas de la película, ya no se puede ocultar que los cambios que se están produciendo en nuestras sociedades no son más que los requeridos para llevar a cabo el famoso “Gran Reinicio” y la “Agenda 2030”. En Europa se están implementando gradualmente para, según declaraciones del eurodiputado rumano, Cristian Terhes, ir hacia un sistema de crédito social al estilo chino. Pero qué curioso, si nos fijamos, resulta que esos cambios ya han sido introducidos en la sociedad sueca.

Veamos algunos ejemplos.

La Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha propuesto una identificación digital única para cada ciudadano de la UE. Pues bien. Los suecos ya tienen asignado un número personal (identificación digital) que es imprescindible para cualquier gestión en Suecia: administraciones públicas, bancos, asociaciones, operadores telefónicos, proveedores de gas y electricidad, pabellones deportivos, etc.

En Europa se están introduciendo los contadores eléctricos inteligentes en cada hogar. Suecia ya tiene equipados los hogares con contadores eléctricos inteligentes -los llamados Energybox- supuestamente para que el ciudadano ahorre dinero. Pero resulta que el Energybox es tecnología HAARP (High-Frequency Active Auroral Research Project), un programa de vigilancia total  y de control.

Uno de los principales objetivos de la UE es desarrollar el Euro digital y una vez lo tenga listo dejar de lado el dinero en metálico. Desde 2018, el efectivo ha sido prácticamente eliminado en Suecia. Los bancos ya no tienen cajeros automáticos y los comerciantes rechazan el efectivo. Como resultado, el gobierno tiene el control sobre cada corona sueca y de toda la masa financiera del país.

El 20 de enero de 2022, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una nueva ley europea sobre los microchips. En Suecia, el chip subcutáneo se está imponiendo a pasos agigantados. La gente se siente seducida por este nuevo invento que sustituye a llaves, tarjetas bancarias, billetes de tren, entradas de cine, etc. Piensan: “¡Es genial! ¡Hace la vida más fácil!”

En todos los países de la UE se está implementando la nueva ideología sobre la igualdad de género. En Suecia piensan que hay que volverse neutral en cuanto al género. El “hen” se ha convertido en el tercer género sexual oficial. O sea, que en Suecia tenemos niños, niñas y henes.

Los movimientos LGBT están surgiendo como setas por toda Europa, pero es en Suecia donde tiene más legitimidad a nivel mundial. Personalmente, no tengo nada en contra de este colectivo, sin embargo, está siendo utilizado muy sutilmente por el poder para manipular a las masas.

La UE está instaurando el “Pasaporte de Vacunas” para hacerlo obligatorio en toda Europa. En diciembre de 2021, Suecia presentó su proyecto para implantar el chip que serviría como “Pasaporte de Vacuna”. Eso sí, estrictamente voluntario. Esto recuerda esa frase de Jacques Attali: “La selección de idiotas se hará por sí sola, irán por sí mismos al matadero”.

Bueno, pues estos son solo algunos ejemplos que demuestran que el gobierno sueco lo tiene todo atado y bien atado. Sus métodos de control mental son muy sofisticados y han estado operando durante décadas. Por eso, a pesar de la ausencia de confinamiento, del uso obligatorio de mascarillas y de coacciones para la inoculación, la tasa de vacunación en Suecia es altísima. 

El Estado sueco tiene tal control sobre sus ciudadanos que desde el primer momento ya estaban predispuestos para ser inyectados, por eso no necesitaron coacción. El adoctrinamiento, así como el pensamiento único han sido implantados en la sociedad sueca muy sutilmente. Todos los suecos se educan y forman con el mismo molde y todos se rigen por el mismo patrón. Por eso en Suecia no verás ninguna manifestación en las calles protestando contra Papá Estado, eso es impensable y, además, está muy mal visto. Y ay de aquel que no quiera someterse al pensamiento único sueco. Automáticamente es excluido de la sociedad. Vamos, que está acabado socialmente y, por supuesto, financieramente. Aparte de eso, el sueco es libre de elegir la libertad sueca, naturalmente. 

Pues este modelo es el que se quiere implantar en la UE: una sociedad placentera donde nada se impondrá por la fuerza, sino por seducción, sugerencia y responsabilidad (lavado de cerebro).

Puede que a mucha gente le guste el modelo sueco –para gustos se hicieron los colores-, pero no es más que otro paradigma de régimen totalitario disfrazado de régimen democrático. Evidentemente no es China, pero se le parece mucho. 

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