¿Saben los
ciudadanos españoles que estamos a punto de que se apruebe la reforma de la Ley
de Seguridad Nacional?
El Gobierno, que
ha puesto todo su empeño en arruinar el país, no tardando mucho acabará
declarando a la nación en quiebra. Para poder paliar la situación (esa es la
excusa que van a poner), no le va a quedar más remedio que acceder a los
ahorros y patrimonio de los ciudadanos. Por eso necesita aprobar la reforma de
la Ley de Seguridad Nacional (Ley 36/2015), cuyo proyecto ya se votó en el Congreso de los Diputados con
el apoyo del PSOE, PP y VOX.
España
actualmente cuenta con 47.326.687 habitantes. Según datos del Fondo Monetario
Internacional, tiene un PIB anual de 1.205.063 millones de euros, una renta per
cápita de 24.680 €, una deuda total de 1.427.235 millones de euros, un
porcentaje de deuda sobre su PIB del 118,40% y un déficit del 6,87%.
Por otro lado, el
gasto público español es extremadamente elevado. El Gobierno Central con sus 22
Ministerios, los 17 “mini reinos de taifas” de las Comunidades Autónomas, una
plantilla de funcionarios públicos de las más altas del mundo y más de nueve
millones de pensionistas hacen que los Presupuestos Generales del Estado
siempre se queden cortos. Si a esto le sumamos la inflación galopante que ha
traído la incesante flexibilización cuantitativa y el parón que sufrió el país
por la falsa pandemia, el resultado es una deuda pública que no deja de crecer.
Para hacernos una idea de lo que estamos hablando, desde 1995 la deuda pública
española ha aumentado un 350%.
¿Esto qué quiere
decir? Pues que esta situación no la ha traído ni el Covid ni la guerra de
Ucrania, esto se lleva gestando desde hace décadas.
Los ciudadanos de
este país, como los de cualquier otro, no sabemos realmente lo que se cuece
entre bambalinas en la esfera política y económica: lo que se dice en los
medios es una cosa y la realidad es otra.
Si hiciéramos una
encuesta y le preguntásemos a la gente si sabe que está a punto de aprobarse la
reforma de la Ley de Seguridad Nacional y lo que eso significa, probablemente
nos encontraríamos con una mayoría abrumadora que ni siquiera ha oído hablar de
ello. Y los que sí han oído hablar de ello creen, tal y como les han contado,
que los cambios son simplemente para incrementar la seguridad ante una nueva
“crisis sanitaria”.
Sin embargo, en el
artículo 28 del proyecto se deja bien claro que, ante una situación de “crisis”
de cualquier índole, bien sea sanitaria, económica, cibernética, marítima,
aeroespacial o medioambiental, la expropiación y confiscación de la propiedad
privada puede y debe aplicarse por el bienestar de la nación.
Esto pone de
manifiesto que la reforma de la Ley de Seguridad ciudadana da plenos poderes al
Gobierno para que, si España entra en quiebra, pueda ordenar un
"corralito", de la noche a la mañana, como ya se ha hecho en Grecia,
Chipre, Argentina o recientemente Sri Lanka. Y lo que es más importante. Esta
Ley otorgará al Estado poder para acceder a nuestras cuentas bancarias y
expropiar nuestros ahorros “temporalmente”. En estas circunstancias, los
ciudadanos solo podremos retirar pequeñas cantidades de dinero y, según anunció
recientemente el Gobierno, se podrá embargar a todos aquellos que superen el
salario mínimo y no, como hasta ahora, los 100.000 €.
A ver si nos
enteramos de una puñetera vez de que España es un país con la suficiente
riqueza y capacidad emprendedora de sus ciudadanos para no tener que ir nunca a
la quiebra. Si vamos a la quiebra es porque así lo han querido nuestros dirigentes,
que no hacen otra cosa que poner palos en las ruedas de la economía para que
esta colapse; no te quepa la menor duda.
Entonces, la
pregunta inevitable es: ¿quién o quiénes están interesados en que España se
hunda? Pues los mismos que quieren destruir nuestras sociedades, nuestros
trabajos, nuestras naciones y, en definitiva, acabar con el ser humano tal y
como lo conocemos.
No es casualidad
que el Foro Económico Mundial (FEM) esté tan firmemente posicionado detrás del
Cambio Climático, de la Agenda 2030 y del Gran Reinicio.
Con la excusa de
"salvar el planeta”, el FEM (testaferro de le élite) tiene previsto la
destrucción de los pueblos en beneficio de esa “casta” de maníacos que conforma
el 0,1% de la población mundial. Lo que pretende es imponer en todo el planeta
un mundo globalizado, gestionado por una coalición de corporaciones capitaneadas por la OMS y la ONU.
El FEM quiere infiltrarse (de hecho ya lo está haciendo) en los
gobiernos utilizando los alumnos que salen de su escuela de líderes globales
(Macron en Francia, Trudeau en Canadá, Ardren en Nueva Zelanda…). También
quiere introducirse en nuestros cuerpos y en nuestras mentes usando todo tipo
de tecnología. En definitiva, quiere controlar lo que hacemos, lo que decimos y
hasta lo que pensamos. Y no lo digo yo, lo han dicho ellos mismos en la reunión
celebrada este año en Davos.
Cualquiera que haya seguido las conferencias del FEM, sabrá que allí se
ha hablado, por ejemplo, del seguimiento individualizado de la huella de
carbono, de limitar la libertad de expresión o de la exigencia de “pasaportes” para
navegar por la red, entre otras cosas.
¿Tú quieres un mundo así? Pues sigue callado y obedeciendo todas las
nuevas ocurrencias de estos seres patológicos y lo tendrás.
Bajo mi punto de
vista, no es de personas inteligentes dejar las cosas que atañen directamente a
nuestras vidas -como es el caso de la Seguridad Nacional- en manos de unos
payasos, llamados políticos, que trabajan a las órdenes del poder global del
dinero que, por cierto, les paga muy bien.
Mi pregunta final es: ¿Dejaremos que se apruebe la reforma de la Ley de Seguridad Nacional? Si España ha sido el país número uno del mundo en acatar con un fervor enfermizo la histeria covidiana, me temo que sí.
El largo 40% de abstención en Andalucia ( más los blancos y nulos desafectos) no deja de ser un rayo de esperanza.
ResponderEliminarVenganza!!! Gritan los cielos...y los infiernos...igual!!!!