Dicen los
“expertos” que la
“pandemia” ha puesto de manifiesto la carencia que tienen las ciudades desde el
punto de vista de salud y sostenibilidad, y que, por lo tanto, se ha
incrementado el deseo de vivir en ciudades, pueblos y barrios funcionales a
tamaño humano. Evidentemente, para conseguir entornos urbanos más habitables
será necesario que las administraciones implanten nuevas políticas de urbanismo.
Y aquí es donde se quiere que entren en juego las “ciudades 15 minutos”.
Pero, ¿qué es una “ciudad 15 minutos”? El concepto de “ciudad 15 minutos” se basa en el trabajo del urbanista, Clarence Perry, “La Unidad Vecinal”, que ha sido readaptado a los tiempos modernos
por Carlos Moreno, Catedrático
de Emprendimiento de la Universidad Sorbona de París.
Según Carlos
Moreno, la “ciudad 15 minutos” es aquella en la que la cercanía de los servicios
facilita la vida de los ciudadanos. Lo que se pretende, es tener una mini
ciudad dentro de una gran ciudad, donde no haya que desplazarse –no más de 15
minutos- para poder comprar, acceder a la sanidad, trabajar, acudir a
diferentes eventos culturales, deportivos, etc. En definitiva, poder tener
cubiertas prácticamente todas nuestras necesidades de vida en un radio de 15
minutos alrededor de nuestra residencia habitual.
Algunas ciudades como Oxford, París, Barcelona,
Porland, Buenos Aires, Brisbane o Melbourne, entre otras, están incrementando
esta iniciativa. Parece que Oxford ha tomado la delantera y ya tiene un
proyecto muy avanzado que pretende poner en marcha en 2024. Con la excusa del cambio climático, donde los convencidos de esta
estupidez quieren acabar con las emisiones de CO2 a la Atmósfera,
van a encerrar a la gente ya no es ciudades, que también, sino en distritos. Así que mucho me
temo que no se trata de hacernos la vida más agradable, sino de encerrarnos en
ese “lindo paraíso de 15 minutos”.
Según una publicación reciente, el Consejo
del Condado de Oxfordshire se está preparando para comenzar en 2024 cuarentenas
climáticas. Van a dividir la ciudad de Oxford en 6 vecindarios de 15 minutos, e
instalarán todo tipo de artilugios electrónicos para controlar quien entra y
sale. En resumen, con la excusa de salvar el planeta van a encerrar a los
ciudadanos en distritos (celdas) dentro de ciudades (prisión).
Mucha de la tecnología para llevar a cabo
la opresión y vigilancia que se precisa para implementar un proyecto como este
ya está funcionando. Controles en aeropuertos, cámaras instaladas por todas
partes, registros biométricos, códigos QR, pasaportes sanitarios, tarjetas de
identificación digital, “vacunas” y ahora la llegada inminente de las monedas
digitales de los bancos centrales (CBDC) son todo lo que se necesita para
encerrarnos a los borregos para siempre y convertirnos de una vez por todas en
lo que somos, ganado.
Lo más increíble es que no se requerirá la
presencia de un policía en cada esquina para que no salgamos de nuestra “ciudad
15 minutos”. Serán el Internet de las
Cosas, los Big Data, la Inteligencia Artificial, la Blockchain, el Crédito Social
y las monedas digitales de los bancos centrales (CDBC) los carceleros de esta
prisión”. Tal es así, que nuestro coche (si es que aún lo tenemos) se
parará automáticamente si salimos de nuestro distrito sin permiso. Tampoco
podremos comprar nada que no esté autorizado y nuestro dinero no servirá fuera
del radio de 15 minutos. Y como todo quedará grabado y registrado, podremos ser
sancionados de inmediato. Increíble, ¿verdad? Pues la tecnología para hacerlo
existe, así que mucho me temo que solo es cuestión de tiempo.
Ante tanta nueva situación distópica es
urgente preguntarse: ¿qué le ha pasado al hombre? ¿Por qué ha aceptado una
dominación que raya la obscenidad? ¿Cómo permite a otros hombres que le digan
lo que puede o no puede hacer y le encadenen al obligado cumplimiento de
estúpidas leyes draconianas?
Hubo un tiempo en el que no existía ninguna
de esas leyes absurdas que regulan todos los aspectos de nuestra existencia. Ciertamente,
la vida era dura y las cosas distaban mucho de ser perfectas, pero la gente
era, a todos los efectos, tremendamente más libre que en la actualidad. Fue una
época de libertad que podríamos denominar “superior” comparándola con lo que es
hoy.
En la actualidad contamos con adelantos
tecnológicos para lograr una sociedad casi perfecta. Entonces, ¿por qué estamos
como estamos? Pues porque nuestros dueños –esos dementes egoístas que se han
apoderado de todo- ya se han asegurado de limitar nuestras capacidades innatas,
de que recibamos una educación mediocre, de que el verdadero conocimiento esté
fuera de nuestro alcance y de que solo estemos interesados en el
entretenimiento banal. De esta manera han aniquilado al hombre y creado al “hombre-masa”: un
borrego que carece del más mínimo pensamiento crítico y se cree todas las
estupideces habidas y por haber.
Visto lo vivido estos tres últimos años creo
que nos encerrarán en “ciudades 15 minutos”, entregando voluntariamente nuestra
libertad a cambio de esa supuesta seguridad. Pero la libertad no se puede ceder.
La libertar se vive y punto. Nadie puede ser dueño de nuestra libertad por
muchos papeles que así lo acrediten. ¿Cómo es posible que la gente no entienda
esto?
La mayoría de la población ha perdido el
norte. Vive en un estado de ansiedad permanente provocado por un miedo
continuo. Es una sociedad que no piensa, que está tremendamente insatisfecha y
solo espera la gratificación pecunia semanal, mensual o anual de sus amos. En
eso nos hemos convertido.
Lo que estamos a punto de aceptar es, sin
duda, la puntilla para nuestra especie y pone de manifiesto la cruda realidad:
la humanidad está al borde de la aniquilación voluntaria, si es que no lo está
ya.
Un distópico proceso de control político-financiero centralizado se ha
puesto en marcha. En los próximos 3-5 años ese control se acelerará a través del
sistema monetario: harán desaparecer el dinero físico que nos da libertad, dando
paso a las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) que nos
esclavizaran. Y cuando esto ocurra ya no habrá vuelta atrás.
¿Crees que es otra teoría conspiranoica? Pues piensa que también lo fueron en su día que con la excusa del Covid “vacunarían” a toda la población mundial, que el cambio climático antropogénico sería un suculento negocio o que se avecinaba una tremenda deflación. Sin embargo, esas supuestas teorías de la conspiración se han cumplido. Recuérdalo cuando estés encerrado “disfrutando” del puto “paraíso de 15 minutos”.
Una valoración: BIEN, COÑO, BIEN. Una cita:"lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse HUMANO"(ORWEL). Y una pijotá: no empleé tanto el puñetero verbo IMPLEMENTAR.
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