domingo, 26 de septiembre de 2021

DEFINITIVAMENTE, TODO ES UN PUTO NEGOCIO

La mayoría de la gente ignora por completo la existencia de una serie de instituciones supranacionales que están por encima del bien y del mal. Son los llamados “think tanks”, que Wikipedia define como laboratorios de ideas, institutos de investigación, gabinetes estratégicos y centros de pensamiento y reflexión, entre otras cosas.

Dicho así, suena como algo muy serio y  transparente, pero la realidad es bien distinta, ya que estos grupos están integrados por personas que no han sido elegidas democráticamente por nadie y su única misión es ejercen su influencia sobre los gobiernos títere de cada país.

Entre los “think tanks” más destacados se encuentran el Consejo de Relaciones Exteriores, el Club Bilderberg, la Fundación Carnegie para la Paz, el Club de Roma, la Fundación Rockefeller, la Comisión Trilateral, la Fundación Bill y Melinda Gates, el Foro Económico Mundial  y un larguísimo etcétera.

Con la excusa de la seguridad, tres han sido los “problemas” inventados para llevar al mundo hacia un nuevo régimen totalitario: el terrorismo, el calentamiento global y una falsa pandemia.

Con motivo de los atentados de las Torres Gemelas, llevados a cabo el 11 de septiembre de 2001, vimos cómo el Gobierno de EEUU puso en marcha de inmediato toda una serie de controles de vigilancia extremos. A día de hoy, el terrorismo prácticamente ha desaparecido o causa muy pocas víctimas (menos que la propia policía). Sin embargo, los controles no solo no desaparecieron, sino que fueron incrementándose año tras año hasta llegar a unos niveles que rayan la paranoia. Esto ha servido de excusa para invadir países y saquear sus recursos naturales, amén de reavivar la industria armamentística. Como verás, el terrorismo no ha sido otra cosa que un gran negocio.

Pues bien. Este mismo patrón se reproduce en el tema del calentamiento global y la falsa pandemia.

El calentamiento global ha traído consigo la instauración de un impuesto al carbono, futuras restricciones de los viajes en avión, la desaparición paulatina de los vehículos movidos por combustibles fósiles y el progresivo cerrojazo de la energía térmica y nuclear. Y todo para favorecer a la llamada “industria verde” que, por si no lo sabes, también contamina el medio ambiente.

No es que algunas de estas medidas no sean bien recibidas, el problema es el de siempre: se crea un chanchullo ecológico para el beneficio de una minoría en detrimento de la gran mayoría. En definitiva, un buen negocio para algunos y la ruina y la esclavitud para otros.

¿Y qué pasa con la falsa pandemia? En el caso de la gestión de la falsa pandemia, mucha gente cree, erróneamente, que nuestros gobiernos son incompetentes por implementar medidas contradictorias. Pero nada más lejos de la realidad: todo se hace deliberadamente y con un propósito.

¿Te has parado a pensar por qué y para qué están llevando a cabo esta tiranía nuestros gobernantes? ¿Crees sinceramente que lo hacen por nuestro bien? ¿No te has preguntado si lo están haciendo porque les reporta pingües beneficios? ¿De verdad crees que nuestros gobernantes saben algo sobre ciencia y salud? Es más, ¿saben de algo que no sea medrar? ¿Y qué pasa con los que sí saben? Pues que se están embolsando cantidades astronómicas de dinero de las farmacéuticas por hacer la vista gorda o directamente colaborar con ellas.

Por si aún no te has enterado, la UE ha otorgado a España miles de millones de euros para paliar la crisis provocada por falsa pandemia que ellos mismos han creado. Por su parte, el Gobierno de España está dando a las Comunidades Autónomas miles de millones de euros por mantener las medidas disruptivas anti-Covid, y éstas, a su vez, están llenando de dinero los bolsillos de los hospitales, que cobran una suculenta subvención  por cada cama ocupada por un paciente Covid, cifra que llega a multiplicarse por 15 si el ingreso es en UCI. ¿Todavía no lo ves? Pues aquí lo tienes: otro gran negocio.

La verdad es que no podemos imaginar el inmenso negocio que hay detrás de todo esto. Por cierto, de eso va el suculento negocio del Gran Reinicio: de mantener en pie el cadáver del viejo sistema, a base de flexibilización cuantitativa, hasta la llegada del nuevo.

El mundo actual ya no se compone de naciones independientes: ahora todo es un mero negocio. Hoy en día las naciones forman parte de un mundo globalizado dominado por el poder global del dinero: un complejo e inmenso tejido corporativo que se encarga de controlar y dirigir todos los aspectos de nuestras vidas.

Como en tantas ocasiones, nuevamente el “populacho” será sometido, pero con una salvedad: esta vez será global y simultáneo.

Ahora quien se atreva a desafiar su Nuevo Orden Mundial será apartado de la sociedad: si no eres fiel cumplidor del “ritual covidiano” no podrás ir a un restaurante ni viajar ni tener acceso al supermercado ni ser atendido en un hospital, etc., tal y como ya estamos viendo en diferentes partes del mundo. Si no cumples con su agenda verde, serás sancionado e incluso encarcelado. Y si te saltas alguna de las medidas antiterroristas puedes incluso ser ejecutado.

Pero lo más frustrante, es que esto está ocurriendo ante la frialdad, pasividad y absoluta tranquilidad de los ojos de las propias víctimas que lo consienten.

Que no te confundan. No se trata de “covidianos” o “negacionistas” ni de seguidores o detractores del calentamiento global ni de terroristas o anti-terroristas; ese debate ha sido creado por ellos para dividirnos y distraernos de la realidad. Se trata de libertad o tiranía. Y claro está: la tiranía es un gran negocio, la libertad no. 

viernes, 17 de septiembre de 2021

PASAPORTE COVID: PRECURSOR DEL CHIP

Nuestros políticos, algunos médicos y la mayoría de medios de comunicación, en general, no cesan de seguir pidiendo restringir nuestros derechos y libertades. Con la excusa de una falsa pandemia, y predicciones apocalípticas de nuevas variantes más contagiosas, todos estos “actores” están colaborando a llevar al mundo hacia un régimen totalitario como nunca existió.

Tras un innumerable cúmulo de mentiras, incongruencias y represión sin límites es hora de hacer balance.

Nuestro gobierno lleva más de un año y medio intentando hacer “la cuadratura del círculo” para proteger a la población de una supuesta pandemia. Pero que lo que se dice proteger, proteger, no nos ha protegido de nada: los contagios siguen aumentando y las muertes se siguen sucediendo, incluso con el 70% de la población vacunada, según sus propios datos. Por lo tanto, llevar a la ruina económica a autónomos y pequeños negocios, generar millones de traumas en la población infantil, provocar millones de depresiones y psicotizar a gran parte de la población, a base de mantenerles constantemente en una situación de miedo infundado, no ha servido de nada, ¿o sí?

La verdad es que nunca se debió encerrar a la gente en casa para, supuestamente, “aplanar la curva”; nunca hizo falta llevar mascarilla; nunca tuvo sentido el distanciamiento social; nunca debieron autorizarse los inútiles toques de queda y, por supuesto, nunca fue necesaria una vacunación en masa. ¿Y por qué digo esto? Pues porque si todo eso hubiera servido de algo ya no tendríamos “pandemia”.

Todo aquel que no tenga una venda en los ojos se habrá dado cuenta de que la cruda realidad es que todas estas medidas no son más que técnicas psicológicas para el control y manipulación de masas que, indudablemente, han traído y traerán consecuencias.

Las últimas estadísticas muestran un ascenso exponencial de problemas de salud mental y trastornos del sueño. Constatan un aumento considerable de suicidios, que son superiores a las muertes ocasionadas por Covid-19, en una franja determinada de la población. Un aumento escandaloso de la pobreza, y lo más preocupante, una polarización de la sociedad cada vez más peligrosa.

Miles de millones de personas, ingenuamente, intentan recuperar sus derechos y libertades cumpliendo a rajatabla los interminables rituales y sacrificios que les están exigiendo para obtener su pasaporte Covid. Pero lo que no saben, es que esos pasaportes son la antesala de su eterna esclavitud.

Según Thales (compañía francesa de electrónica dedicada al desarrollo de sistemas de información y servicios para los mercados aeroespacial, de defensa y seguridad), no es sólo un pasaporte de vacunación: “los llamados "pasaportes digitales de vacunación" desempeñarán un papel fundamental para que los ciudadanos puedan acceder a todo tipo de servicios y servirán de precursores del despliegue de los identificadores digitales móviles.

Todo lo que se esconde detrás del código QR de un certificado de vacunación no es más que un control absoluto y dictatorial, que será de obligado cumplimiento para hacer “vida social”.

Los pasaportes de vacunas reestructurarán completamente la sociedad. Estos pasaportes no son el objetivo final en sí mismos, sino que son parte de un plan mucho más ambicioso para implementar, entre otras cosas, un sistema de crédito social como el de China. Posteriormente, los pasaportes incluirán otros datos médicos, monetarios, biológicos, financieros, personales y cualquier cosa que pueda ser susceptible de ser digitalizada y rastreada.

Pero esto no termina con el pasaporte Covid. El siguiente paso será conectar el cuerpo humano a Internet.

El nuevo mundo globalizado e interconectado funciona a través de Internet. La tecnología inalámbrica ha puesto Internet en nuestros bolsillos y ahora el Internet de las Cosas está conectando absolutamente todo a Internet. Por lo tanto, solo falta conectar el cuerpo humano.

Utilizando la misma tecnología en que se basa el Internet de las Cosas, ahora se ha creado el Internet de los Cuerpos: una extensa red de cuerpos humanos que estarán conectados a Internet. Este programa forma parte de la famosa 4ª Revolución Industrial promovida por el FEM y su fundador Klaus Schwab. Con el Internet de los Cuerpos será posible acceder a nuestros pensamientos y sentimientos. Se podrá saber en cada momento qué comemos, a dónde nos dirigimos, qué compramos, cuánta energía consumimos, cuáles son nuestras constantes vitales, qué dice nuestro genoma sobre nuestra salud mental, cómo estamos envejeciendo,… y, por supuesto, con la capacidad de manipularlo.

Alguno se estará preguntando: ¿Y cómo se conecta un cuerpo humano a Internet? Pues a través de multitud de dispositivos. Por ejemplo, a través de microchips subcutáneos inyectados bajo la piel; a través de semiconductores de grafeno permanentemente ensamblados a nuestros cuerpos (recuerda que hay estudios de microscopía:9 que han demostrado que las vacunas llevan óxido de grafeno); a través de tatuajes inteligentes (los promocionados por Bill Gates) y, por supuesto, a través de toda una nueva gama de sensores que está creando DARPA.

Lo que acabo de exponer no es ciencia ficción ambientada en un futuro lejano, sino que son tecnologías reales desarrolladas o en fase de desarrollo.

Si permitimos que esto se lleve a cabo, nuestra esclavitud y pérdida total de autonomía estará garantizada. Por eso es importantísimo alejarse de este nuevo sistema médico totalitario y sus vacunaciones masivas. Pero, para lograrlo, tendría que haber una mayoría suficiente de la población que se negara a cumplir con el ritual “covidiano”. Aunque mucho me temo que todas esas personas que aceptan las vacunas sin más, que se cubren la boca con un bozal y que guardan el patético distanciamiento social aceptarán con gusto todos y cada uno de los nuevos controles –a cada cual más distópico- sin rechistar, ya que este tipo de persona idolatra la obediencia y jamás se cuestiona nada.

Bueno, pues los pasaportes de vacunas han llegado y, como habrás podido comprobar, no eran ninguna teoría de la conspiración. Y el chip también llegará, no lo dudes. 

domingo, 5 de septiembre de 2021

¿“VACUNA” MILAGROSA O “VACUNA” ASESINA?

 ¿Te acuerdas cuando se aseguraba que las “vacunas” proporcionarían inmunidad absoluta permanente y protección contra el Covid-19? ¿Cuándo se decía que después de la “vacuna” todo volvería a la normalidad? Bueno, pues esa narrativa se esfumó y ahora se afirma todo lo contrario.

Ante la evidencia cada vez más abrumadora de los estragos que están provocando las “vacunas”, los medios de comunicación y los organismos oficiales se han visto en la obligación de admitir que ni son seguras ni inmunizan.

Tal es así, que el “prestigioso” periódico Neoyorkino, New York Time, publicó el 18 de agosto de 2021 un artículo titulado "Israel, que en su día fue el modelo para derrotar al Covid-19, se enfrenta a una nueva ola de infecciones”.

El artículo admite abiertamente que las “vacunas” Covid administradas a más de 2.500 millones de personas en todo el mundo no funcionan, y que las personas que se vacunaron son las que ahora enferman y mueren.

Pero la cosa no queda ahí. Ahora, los CDC admiten abiertamente que las vacunas aumentan el riesgo de enfermedad. Es decir, que no sólo las vacunas no funcionan, sino que empeoran la situación. Aquí tienes un vídeo de 9 segundos donde la directora del los CDC, Walenksy, lo admite d

A continuación citaré algunos datos y casos concretos, de los estragos que está provocando la “vacuna” en el mundo, que son ignorados sistemáticamente por los medios de comunicación de masas:

-Informe, de 324 páginas, donde se habla de los problemas y muerte de la gente con la “vacuna”, con más de 1.500 casos reales. La gente habla de la vacuna.pdf

-En Méjico 538 maestros mueren después de recibir la “vacuna” Covid-19. victimas-del Covid-19 en Sinaloa 20210806-0353.html

-Más de 22.000 personas MUERTAS en Brasil tras la primera dosis de la “vacuna” Covid-19, según un informe de los medios oficiales. Covid-19 vacinacao duas doses mortes internacoes.5D

-Vídeo, de 5 minutos, que pone rostro a las más de 30 personas –la mayoría jóvenes- que han perdido la vida tras la “vacuna”. Vídeo Gente ASESINADA con la vacuna COVID:0

También te dejo este demoledor vídeo de 1:40 minutos, donde se fuerza a una adolescente a vacunarse en contra de su voluntad.

-La base de datos de la Unión Europea de informes de sospechas de reacciones a medicamentos,  EudraVigilance, (recuerda que solo se reportan entre el 1% y 10% de los casos) informa que a fecha 31 de julio de 2021 han fallecido 20.595 personas y han habido 1.960.607 lesiones (30% graves), después de las inyecciones de COVID-19.

-Si comparamos los datos Covid en España del día 6 de agosto de 2020 (recordemos que a esta fecha todavía no se había iniciado la campaña de vacunación masiva) con los del día 6 de agosto de 2021 (con más del 65% de la población vacunada), veremos que con la vacunación los datos han empeorado sustancialmente.
-Y ahora una comparativa de las defunciones ocurridas en España por Covid-19 durante 14 días en agosto de 2020 (61 muertes sin “vacuna”) y 14 días en agosto de 2021 (626 muertes con “vacuna”). Fuente Ministerio de Sanidad.

Como verás, las muertes se han multiplicado por 100 después de la vacunación. Pero además de haberse multiplicado por 100, lo paradójico es que esas muertes se están produciendo entre la población mayor de 70 años -fundamentalmente en las residencias de ancianos- que, como todos sabemos, están 100% vacunados con las dos dosis reglamentarias. No obstante, la propaganda mediática sigue maquillando grotescamente la evidencia dando más publicidad a los pocos casos de no vacunados.

Definitivamente estos datos demuestran que la vacunación no solo no ha solucionado el problema, sino que lo ha agravado. Por lo tanto, lo lógico sería parar inmediatamente la vacunación. Sin embargo, nuestros gobiernos están “erre que erre” con vacunar a toda la población. Es más, siguen asustando y coaccionando a la gente para que reciba “vacunas” de refuerzo adicionales, sabiendo, como así lo han reconocido, que las “vacunas” Covid no funcionan y no ofrecen ningún tipo de protección duradera.

Cuando el doctor Robert Malone, uno de los miembros del grupo que desarrolló la técnica de ARNm, dice que estas vacunas no sirven y son demasiado peligrosas. Cuando Mike Yeadon, ex vicepresidente de Pfizer, asegura que por cada niño que muera de Covid morirán 100 a causa de la vacuna. Cuando el premio Nobel Luc Montagnier, descubridor del VIH, dice que este es el mayor genocidio en la historia de la humanidad y cuando la doctora Dolores Cahill, inmunóloga irlandesa, afirma que dentro de dos o tres años el 80% de los vacunados estarán muertos, ¿no crees que deberíamos considerarlo?

Después de más de un año y medio de mentiras, algunas personas empiezan a estar hartas. Se están dando cuenta de cómo les están cambiando sus vidas y no están dispuestas a seguir soportándolo. Es el caso de Francia, donde una parte importante de la población se lo ha tomado muy en serio y no lo va a consentir.

A lo largo de la historia, la población ha aceptado las vacunas como medicina preventiva. Tal es así, que la gran mayoría ni siquiera se le ocurriría pensar en la posibilidad de que una vacuna pudiera ser utilizada como arma biológica contra el “populacho”. Sin embargo, cada día se acumulan más y más pruebas sólidas de que la “vacuna” autorizada de urgencia para paliar esta falsa pandemia poco o nada tiene que ver con la salud y mucho con la “reestructuración” de la sociedad.

A medida que se intensifican las “vacunas” -cuasi obligatorias-, los pasaportes Covid y las nuevas restricciones, más gente parece despertar de su prolongado letargo. Estamos llegando a un punto de inflexión, donde una cada vez más numerosa parte de la población empieza a darse cuenta de que todo esto forma parte de un plan para reducir la población mundial y someter a toda la humanidad a  un control aún más autoritario.

Pero he de decir que no todo es esperanzador.

Desde hace décadas, hemos entrando en una etapa donde el  ciudadano medio se ha convertido en un ser superfluo de -llamémoslo así- “copiar y pegar”, donde lo único que le importa es “disfrutar” y sobrevivir en su diminuta burbuja. Tal es el grado de su simplicidad, que ha llegado a aceptar un encierro voluntario y ahora se está dejando matar sin oponer resistencia.

¿Y cómo se ha conseguido un ser tan anodino? Muy fácil: tratándole como a un retrasado mental. Cuando tratas a alguien por un tiempo prolongado como si fuera un imbécil, al final consigues hacerle un imbécil.

De esto se ha encargado la todopoderosa televisión. Lleva décadas dirigiéndose a nosotros como si careciéramos de  cerebro y nos lo tuviera que dar todo pensado. Cada informativo, cada programa de entretenimiento, cada tertulia, etc. se encarga en cada momento de decirnos cómo debemos pensar y actuar.

Cuando consultamos el espacio meteorológico, no solo nos está dando el tiempo que vamos a tener para los próximos días, sino que, a través de sus alertas amarillas, naranjas o rojas, nos dice lo que tenemos que hacer: ponte las botas para la nieve, usa una gorra para protegerte del Sol, lleva un paraguas por si llueve, etc.

Y lo  mismo acurre con los informativos. Además de informarnos del tráfico y, por supuesto, de sus dramáticos accidentes, nos dicen que si vamos a viajar llenemos el depósito de combustible, que hagamos una parada cada 2 horas para descansar y hacer pipí o que nos pongamos el cinturón de seguridad.

Y esto es así día tras día: nos tratan como si fuéramos retrasados mentales y no tuviéramos la capacidad de decidir ese tipo de cosas por nosotros mismos.

Pues así es como se fabrica un imbécil, y amén que lo han conseguido.

Con estos antecedentes mi pregunta es: ¿crees que un pueblo así es capaz de revelarse contra la tiranía?