viernes, 29 de abril de 2022

EL ETERNO ENGAÑO DE LAS ELECCIONES “DEMOCRÁTICAS”

El 24 de abril de 2022 Emmanuel Macron fue reelegido Presidente de la República Francesa con  el 58,5%  de los votos. Personalmente, me cuesta mucho creer que después de 5 años dando por culo a los franceses, y habiéndose convertido en el tío más odiado de Francia, vuelva a ser reelegido para el cargo. Así que una de dos: o nos mienten como bellacos, y las elecciones son un amaño, o los franceses se han vuelto estúpidos, y no es precisamente ese el concepto que tengo yo de los franceses.

Pero la cosa es mucho más simple de lo que parece: solo es cuestión de hacer números.

Veamos. Si Marine Le Pen  obtuvo  el 41,5%  de los votos, la abstención fue del 28,01%, los votos en blanco fueron el 4,57% y los votos nulos el 1,62% tenemos que, en realidad, el 75,7 de los franceses con derecho a voto no quiere ni por asomo a Emmanuel Macron.

Llamar a esta farsa “elecciones democráticas” es cuanto menos una broma de mal gusto, si no fuera por el desprecio más absoluto hacia la gran mayoría de los franceses que van a ver como “la magia de la democracia” se lo hará comer con patatas durante los próximos cinco años.

Parece ser que, salvo ese 24,3% que le ha votado, el resto del pueblo francés no olvida que Macron vendió los mejores activos del país e incremento en 616 mil millones la deuda. Tampoco olvida el capítulo de protestas acumulado durante su primer mandato: caso Benalla, chalecos amarillos, restricciones de derechos fundamentales, represión, abusos, detenciones y violencia de Estado como nunca se había visto en Francia desde la Comuna de París en 1.871.

Macron es un fiel lacayo del poder global del dinero pues, como es sabido, procede de la banca Rothschild y de la Escuela de Jóvenes Promesas del FEM de Klaus Schwab. Si en su primer mandato ya tuvo la osadía de hacer lo que le viniera en gana, ahora irá más allá de lo que los mismos franceses que le han votado puedan imaginar. Y si alguien se atreve a cuestionarle, dirá que tiene el respaldo de los franceses que le votaron para llevar a cabo su programa, que incluirá todo aquello que el FEM tiene previsto para llevar a cabo el Gran Reinicio.

Pues así es como, a través de las falsas democracias, el poder global del dinero coloca a sus esbirros al frente de los gobiernos títeres que nos gobiernan. Evidentemente, el ejemplo francés puede ser extrapolable, prácticamente, al resto de países del mundo y cada país tiene su Macron. En el caso de España nuestro Macron es Pedro Sánchez, en el de EEUU Joe Biden, en Italia Mario Dragui….., y así podríamos seguir país por país.

¿Quieres saber en realidad quiénes son las personas que te gobiernan? Porque detrás del poder global del dinero están personas con nombre y apellido.

Todos sabemos que existen unos ricachones que siempre están en las listas de las personas más ricas del mundo. Según la última valoración de la revista Forbes, este es el patrimonio de las 10 personas más ricas del mundo:

·        Elon Musk: 362.000 millones de dólares

·        Jeff Bezos: 192.000 millones de dólares

·        Bernard Arnault: 167.000 millones de dólares

·        Bill Gates: 137.000 millones de dólares

·        Larry Page: 129.000 millones de dólares

·        Sergey Brin: 125.000 millones de dólares

·        Mark Zuckerberg: 122.000 millones de dólares

·        Steve Ballmer: 119.000 millones de dólares

·        Larry Ellison: 116.000 millones de dólares

·        Warren Buffet: 105.000 millones de dólares

Pero estas personas ni son las más ricas del mundo ni las que nos gobiernan, aunque tienen muchísima influencia. Las verdaderas familias más ricas del mundo (que nunca figuran en ninguna lista) son los  Rothschild, Rockefeller, Warburg, Morgan, Lazard, Moses Israel, Kuhn Loeb, Lehman Brothers, Goldman Sachs y unos cuantos más, cuyos tentáculos de poder llegan a todas partes y de los que la mayoría de los mortales nunca ha oído hablar y mucho menos del monto de sus fortunas.

Y ahora yo te pregunto: ¿de verdad crees que estas personas van a dejar su fortuna y su vida en manos de un gobierno salido del pueblo y elegido democráticamente por el “populacho”? Y una pregunta más comprometida. Si tú estuvieras en su lugar, ¿lo harías?

Por cierto. La suma de las fortunas de las 10 personas más ricas del mundo, según Forbes, asciende a la friolera de 1.445.000 millones de dólares. Si los repartiéramos entre los 7.700 millones de personas que habitamos el planeta, tocaríamos a la nada despreciable cantidad de 187 millones de dólares por habitante. Así que fíjate si los gobiernos lo tienen fácil: solamente expropiando a 10 personas, y repartiendo su fortuna, todo el mundo sería inmensamente rico.

Como ya te habrás dado cuenta, lo importante para estas personas no es el dinero; dinero es lo que les sobra. Lo importante es el poder, y para tener el poder necesitan tener el control. Por eso lo controlan todo: el dinero, los gobiernos, los medios de comunicación, las instituciones supranacionales y, sobre todo, las fuerzas armadas sin cuyo control todo lo demás no sería posible.

Desengáñate. El “populacho” nunca hemos disfrutamos ni de libertad ni de democracia ni de justicia. Así que la próxima vez que estés en la cola de un colegio electoral, piensa que lo único que estás haciendo con tu voto es legitimar toda esta sarta de mentiras, y que lo que vas a votar ya está decidido de antemano, como acabamos de ver en el caso de Francia con su recientemente reelegido Presidente de la República, Emmanuel Macron. 

martes, 19 de abril de 2022

DOBLEGADOS A TRAVÉS DE LA NECEDAD

El espectáculo dantesco al que hemos asistido durante los dos últimos años ha sido demoledor. Aguantar las 24 horas del día un maltrato psicológico, por parte de los medios de comunicación, ha conducido a muchos a aislarse de su entorno social más cercano y a cambiar por completo su forma de vida.

Ahora estamos viendo que los medios de comunicación han abandonado el bombardeo constante de la falsa pandemia. Incluso el Gobierno -con una IA de 426 casos por cada 100 mil habitantes- ha decidido eliminar la obligatoriedad de los aislamientos para las personas con Covid “asintomáticas” o que presenten enfermedad “leve”. Es decir, que si estás enfermo “leve” de Covid ya puedes hacer tu “vida normal”, pero si estás sano y no tienes un pasaporte Covid no podrás viajar ni visitar a un familiar en un hospital de Galicia. ¡Alucinante! Conviene recordar que durante las restricciones más duras la IA era de 125 casos por cada 100 mil habitantes.

Este nuevo escenario está haciendo creer ingenuamente a la gente que esto se ha acabado. Pero no, no se ha acabado. Todavía faltan algunos episodios más como son el hundimiento de la economía, una posible guerra a gran escala, la farsa del cambio climático antropogénico (antes llamado calentamiento global), un apagón cibernético y probablemente algo más que todavía no nos han anunciado.

Que nuestros políticos hayan cambiado la pandemia por la guerra no es más que parte del guión, porque es lo que toca ahora para justificar la inflación y el desastre económico. ¿Y cuál ha sido nuestra reacción? Pues la misma que cuando nos encerraron por primera vez: tragar, tragar y volver a tragar.

No seamos ingenuos. Todo es un gran complot, y, por supuesto, la guerra de Ucrania forma parte de ese complot, como también lo forma el cierre del puerto de Shanghái. Si Putin y Xi Jinping se comprometieron a acelerar la aplicación de la Agenda 2030, mediante las “vacunas”, el control de epidemias, el cambio climático y el desarrollo sostenible, está claro que también forman parte de la Cuarta Revolución Industrial del Foro Económico Mundial.

Mientras sigamos sin reconocer que este es un proyecto de ingeniería social, y no un burdo cúmulo de casualidades, su perversa agenda seguirá avanzando. Lo que están haciendo, muy sutilmente, es aprovechar la necedad humana para conducir a la gente por su propia voluntad hacia un mundo orwelliano.

No es cuestión de insultar a nadie, pero, ¿cuántos necios crees que hay a tu alrededor? Como personas adoctrinadas que somos es muy probable que subestimemos la cantidad. ¿Por qué digo esto? Pues porque hacemos la falsa suposición de que las personas son inteligentes en función de su trabajo, su nivel de educación, su apariencia o sus logros económicos. Pero no es así.

Veamos la definición de “necio” según la RAE: “Persona que insiste en los propios errores o se aferra a ideas o posturas equivocadas, demostrando con ello poca inteligencia”. Léase, por ejemplo, seguir votando (comentario del autor).  

Verdaderamente nadie sabe a ciencia cierta cuántos necios hay. Pero si de algo nos ha servido la experiencia vivida en estos dos últimos años es que hemos podido comprobar que son legión. A partir del día 20 de abril de 2022 en España ya no será obligatorio llevar una mascarilla en interiores. ¿Crees que vas a ver los supermercados, los cines o teatros sin mascarillas? Ni lo sueñes. Bueno, pues puedes ir contando bozales y tendrás una idea de la cantidad de necios por km2.

La necedad es una constante en cualquier sociedad, ya que la misma sociedad se encarga de que así sea. El porcentaje de gente necia no va en función de si se es analfabeto, universitario, rico o pobre: se puede ser ingeniero, abogado o camarero y ser igualmente necio. Tal es así, que en todas las instituciones, incluidas la OMS, la OTAN y la ONU, hay gente necia, y no digamos en los gobiernos, parlamentos y partidos políticos.

Ser necio sería anecdótico si no fuera por la importancia que tiene a la hora de conformar una sociedad anclada en lo que llamamos democracia. Esto lo saben muy bien los “tíos listos” que, aunque son una insignificante minoría, manejan a la perfección a toda esa masa de necios. Y si no, que alguien me explique cómo ha podido Macron ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, después de someter a semejantes humillaciones a su propio pueblo.

Pero uno no nace necio. Entonces, ¿de dónde salen?

Veamos, a continuación, los resultados de un estudio realizado por científicos de La NASA, donde se demostró que los humanos nacemos con un talento natural de creatividad e inteligencia innata, que se va perdiendo una vez ingresamos en el sistema educativo.

Los científicos aplicaron una prueba, que analizaba la capacidad de generar ideas nuevas e innovadoras para los problemas, a 1.600 niños de entre 4 y 5 años. Lo que encontraron les sorprendió: un 98% tenían esa capacidad. Quedaron tan asombrados que decidieron seguir con el estudio y evaluaron a los niños nuevamente a los 10 años. ¿Y cuál fue el resultado?  Que solo el 30% de los niños conservaba esa capacidad. Cuando los niños fueron evaluados a los 15 años la cifra se había reducido al 12%, y cuando llegaron a adultos su creatividad se desplomó hasta el 2%.

Esto demuestra que todos nacemos inteligentes y es el sistema educativo el que acaba por doblegarnos hacia la mediocridad y necedad, salvo raras excepciones.

Conclusión.

Una sociedad solo prosperará adecuadamente cuando tenga la capacidad de producir ciudadanos inteligentes que actúen en interés de toda la comunidad. De lo contrario, quedará a merced de esa masa ingente de necios que sistemáticamente es manipulada por los “tíos listos”, dejándose arrebatar sus derechos más fundamentales, su riqueza y hasta su propia vida como ha ocurrido tantas veces a lo largo de la historia.

Piénsalo. Una sociedad inteligente nunca habría aceptado las infames restricciones, los encierros, el uso obligatorio de mascarillas, la tortura de los niños en los centros educacionales, unas “vacunas” experimentales de las que nadie se hace responsable, los pasaportes Covid y un sinfín de despropósitos a cual mayor. Y, por supuesto, no confiaría en políticos, medios de comunicación y autoridades sanitarias que promovieran tales aberraciones. Sin embargo, estamos viendo todo lo contrario. Entonces, pregúntate. Con este grado de necedad, ¿qué futuro crees que nos espera? 

viernes, 8 de abril de 2022

PUTIN LANZA SU ARTILLERÍA FINANCIERA CONTRA EL DÓLAR

Estamos de lleno en medio de un cambio social sin precedentes que se está llevando a cabo mediante la propaganda, la mentira, el engaño y el miedo. Es un nuevo paradigma diseñado para controlar el planeta bajo un sistema de gobierno totalitario a escala global.

Tenemos que entender que todos los acontecimientos mundiales -incluida la  falsa pandemia, el colapso financiero y la guerra de Ucrania- son en realidad producto del mismo plan estratégico para lograr el Gran Reinicio y convertir el mundo en una sola nación gobernada por los esbirros del Foro Económico Mundial.

Todos los principales países del planeta, incluidos Rusia y China, están de acuerdo en llevar a cabo la Cuarta Revolución Industrial del FEM y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Los acontecimientos de los últimos tiempos son cualquier cosa menos lo que los principales medios de comunicación, incluidos también algunos medios alternativos, nos dicen que son. Estados Unidos, la Unión Europea y, cómo no, Ucrania, Rusia y China, entre otros, forman parte de la misma agenda que pretende la destrucción del sistema monetario mundial, la desaparición del dinero en efectivo, la creación de un sistema financiero totalmente digitalizado y el control total de todos los ciudadanos del planeta.

Las artimañas que vayan a utilizar para llevar a cabo su agenda pueden ser de lo más variopintas y aparentemente contradictorias, pero no nos dejemos engañar, porque, al final, van encaminadas a cumplir el mismo objetivo.

Cada nuevo acontecimiento hunde un poco más la economía. Si la falsa pandemia sirvió para arruinar pequeños negocios y destruir millones de puestos de trabajo y la guerra de Ucrania ha disparado la inflación, el nuevo golpe de efecto de Rusia ha dado un paso más hacia la caída del sistema monetario.

El día 28 de marzo de 2022, el  Banco Central de Rusia anunció oficialmente que el rublo queda vinculado al oro. La tarifa será de 5.000 rublos por gramo de oro.  Como una onza de oro son 28 gramos, supone que la onza de oro serían 140.000 rublos.

Poniendo un tipo de cambio de rublos a dólares de 100 rublos 1 dólar (en el momento de escribir esto 75 rublos 1 dólar), la conversión a dólares estadounidenses sería de 1.400 dólares por onza en rublos, en lugar de los 1.928 dólares por onza. ¿Qué significa esto? Pues que Rusia acaba de eliminar alrededor del 30% del valor del dólar estadounidense, en términos de lingotes de oro en todo el mundo.

Rusia también había anunciado con anterioridad que sólo vendería su petróleo y gas en rublos, lo que hace que tanto el petróleo como el gas rusos queden vinculados al oro. Así que todo aquel que quiera comprar gas y petróleo a Rusia lo tendrá que comprar en rublos o bien pagar con oro.

Por otra parte, parece que las “sanciones” impuestas a Rusia no han dado sus frutos. Los esfuerzos de EEUU y la UE por colapsar el valor de la divisa rusa han sido baldíos, ya que el rublo ha vuelto a su nivel anterior a la guerra y, sin embargo, es el dólar el que se ha depreciado frente al rublo.

Entonces, cabría preguntarse: ¿Cómo han podido ser tan inútiles los asesores económicos de EEUU y la UE? ¿O no son tan inútiles?

Acciones como la protagonizada por Rusia son un ataque en toda la línea de flotación del sistema monetario para acabar con la hegemonía mundial del dólar estadounidense.  Así que lo que acaba de hacer Rusia es lanzar un misil contra el sistema financiero mundial. Es el equivalente a lanzar un ataque nuclear al mismísimo corazón de Washington DC.

Pero de eso se trata, ¿no? Porque para llevar a cabo el Gran Reinicio del Foro Económico Mundial es necesario terminar con la hegemonía del dólar.

En otros tiempos, esto hubiera sido el detonante de una tercera guerra mundial. Pero, como habrás podido comprobar, la noticia ha pasado prácticamente inadvertida para los medios de comunicación de masas, que siguen distrayendo a la población con vídeos cada vez más sensacionalistas de matanzas horrorosas. Eso sí, todas provenientes del ejército ruso. Pero no te dejes engañar por la propaganda emitida por la televisión, puesto que Zalenski tiene las manos tan manchadas de sangre como Putin, ya que en las guerras no hay malos y menos malos y todos cometen las mismas atrocidades.

A ver si nos enteramos de una vez de que Putin no es ni mejor ni peor que Zalenski, Biden, Macron, Boris Jhonson, Pedro Sánchez, etc. Es simplemente otro político más a las órdenes del poder global del dinero.

Lo que tienes que pensar es que si esto no estuviera pactado -teniendo en cuenta, como así ha sido siempre, que EEUU no se dejaría arrebatar de ninguna de las maneras la hegemonía de su dólar- la OTAN ya habría declarado la guerra a Rusia.

Los últimos que se atrevieron a desafiar la hegemonía del dólar fueron  Sadam Husein y Muamar el Gadafi. ¿Y qué pasó? Pues que tanto Iraq como Libia fueron invadidos y Husein y Gadafi eliminados.

Todo lo que estamos viendo no es más que la preparación para un cambio drástico de paradigma. Un cambio que empezará con un nuevo sistema monetario, basado en la cadena de bloques (blockchain), cuyas consecuencias y ramificaciones son actualmente impredecibles y, sobre todo, incomprensibles para el “populacho”. En otras palabras, estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo orden económico mundial integral del que no sabemos nada. Pero antes hay que eliminar el viejo sistema. Y en eso estamos.

Como es natural, no tienes por qué creer lo que acabas de leer aquí. En un mundo saturado de propaganda, donde la información veraz brilla por su ausencia, es muy fácil manipular a la gente. Por eso, investiga y saca tus propias conclusiones, porque, al final, esas conclusiones serán o no acertadas, pero serán las tuyas.