Se acercan las
elecciones europeas y esta vez he decidido hacer campaña electoral.
La postura que yo
defiendo, por supuesto, no es el voto para ningún partido político, ni siquiera
para el partido Escaños en Blanco o el voto en blanco. Mi campaña es a favor de
“urnas vacías” es decir, no votar; mejor dicho, no volver a votar jamás.
Hay mil razones para no
votar, pero me ceñiré únicamente a hablar de la clase política.
Hoy en día, los
políticos no tienen ninguna relevancia real en absoluto para hacer funcionar
nuestro mundo y nuestra sociedad. Además, no son precisamente los políticos los
que pueden solucionar los problemas. Y no pueden solucionar los problemas
sencillamente porque no tiene la capacidad técnica ni la formación necesaria
para ello. Los que verdaderamente solucionan los problemas son los técnicos.
Los técnicos son los
que han creado las centrales que producen electricidad que consumes. Los que
hacen posible que tengas toda clase de electrodomésticos. Los que han creado vehículos
motorizados para desplazarte de un lado a otro más rápido que a pié. Los que
han conseguido que puedas volar como las aves. Los que te calientan la casa en
invierno y te la refrigeran en verano. Los que han hecho posible que puedas
hablar en tiempo real de Saigón a Chicago mediante un teléfono móvil. Los que
han inventado el marcapasos, las piernas ortopédicas, las válvulas artificiales
para el corazón, las gafas, la tele y el ordenador. Y también los que hacen
posible que la comida llegue cada día a tu mesa. En definitiva, es la
tecnología la que resuelve los problemas y nos proporciona calidad de vida, no
la política. Como he dicho antes, los
políticos no pueden resolver problemas debido a que no tiene la formación
necesaria para ello.
Muy pocas personas hoy
en día se han detenido a pensar que es lo que en realidad ha mejorado sus
vidas. ¿Ha sido el dinero? Obviamente no. El dinero no se come ni sirve para
nada; es simplemente el invento de unos tíos listos para controlar a muchos tontos,
pero nada más. Entonces, ¿ha sido la política? Tampoco. Todo lo que los
políticos pueden hacer -y de hecho hacen- es crear leyes (la mayoría
prohibiciones), hacer presupuestos y declarar guerras y, para más “inri”, ni
siquiera son capaces de hacerlo solos, ya que necesitan de un montón de
asesores (técnicos, por supuesto)
El verdadero poder o,
mejor dicho, el verdadero don que tenemos los seres humanos y que ha sido el
responsable de todo lo que ha mejorado nuestras vidas es la creatividad o, lo
que es lo mismo, la tecnología, pero nunca la política.
¿Por qué en vez de
poner políticos a solucionar problemas no hemos puesto científicos a hacerlo?
¿Por qué nunca les hemos propuesto a los científicos el problema de cómo
diseñar una nueva sociedad que elimine los trabajos aburridos y monótonos, que
elimine los accidentes de tráfico, que elimine los venenos de nuestros
alimentos, que nos proporcionen otras fuentes de energía que sean limpias y
eficientes, que erradiquen de una vez nuestras enfermedades, en definitiva, que
permita a la gente un alto nivel de vida? ¿Por qué no lo hemos hecho? Pues
sencillamente porque los políticos nunca lo han querido así. Y no lo han
querido así porque nos habríamos dado cuenta lo inútiles y dañinos que, para
nuestra sociedad, son los políticos.
Construir
otro mundo y otra sociedad sin políticos es posible y, sin duda, resultaría
mucho mejor. Así que no sé qué hacemos manteniendo a toda esta caterva de
“paniaguados” que no sirven absolutamente para nada. Por eso yo –una persona
que no he votado ni votaré nunca, dado que la democracia me parece un insulto a
la inteligencia- te pido que hagas lo mismo. Sólo así tendremos un poco de
esperanza de que algo cambie.
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