El domingo día 3 de
abril de 2016 nos sorprendieron los medios de comunicación con uno de los
mayores escándalos económicos acaecidos en los últimos años: los “Papeles de
Panamá”.
Según se cuenta, el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas
en inglés) ha conseguido 11,5 millones de documentos -del despacho de abogados
panameño Mossack Fonseca- en el que figura información sobre la constitución de
sociedades mercantiles “offshore” de hasta 12 jefes de Estado, 128 políticos y
cargos públicos de diferentes países y numerosas personalidades de ámbito
cultural, deportivo y toda clase de
gente adinerada.
Como no podría ser
de otra manera, enseguida ha surgido la indignación de la población al ver a
personalidades conocidas -y algunas de ellas carismáticas- como Putin, Messi,
Almodovar, Macri o la hermana del Rey emérito Juan Carlos, figurar en esos
papeles.
Ahora escucharemos
a la gente decir que se les castigue con toda el peso de la ley y alabar la
gran tarea periodística realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas
de Investigación (ICIJ). Incluso habrá una gran cantidad de majaderos –en los
diferentes medios de comunicación- que nos venderán la moto de que el “mundo
está cambiando” y nos dirán que los
ricos y las élites están empezando a ser perseguidos y que la
justicia está haciendo su trabajo.
De todos es sabido
–o debería ser sabido- que los medios de comunicación nos venden sólo aquello
que sus dueños les dicen; pero la realidad es bien distinta.
Desmontando esta farsa
¿Alguien se ha
preguntado por qué en esos 11,5 millones de documentos no ha aparecido, a día
de hoy, ninguna figura prominente de EEUU?
¿A nadie le parece
sospechoso que uno de los principales financiadores del Consorcio Internacional
de Periodistas de Investigación (ICIJ) sea la Open Society, propiedad del magnate americano George Soros?
Lo primero de todo
vamos a ver quién es ese despacho de abogados, que ha filtrado toda esta
información, para entender mejor de qué estamos hablando.
El despacho de
abogados de Mossack Fonseca (nombre de los 2 socios cofundadores) es
considerado uno de las cinco mayores firmas en el mundo de las “offshore”.
Cuenta con más de 500 empleados y colaboradores en más de 40 oficinas en todo
el mundo, incluyendo tres en Suiza y ocho en China. Mossack Fonseca también
está presente en el comercio de diamantes en África y en el mercado
internacional del arte, entre otras cosas. En 2013 tuvo una facturación de más
de 42 millones de dólares.
¿Pero quién es Jurgen
Mossack –uno de los socios cofundadores- con ese apellido tan sospechoso?:
Según los archivos de inteligencia del ejército de los EEUU –obtenidos por el
ICIJ- la familia de Jurgen Mossack llegó a Panamá en la década de los 60.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su padre había servido en las Waffen-SS
nazis. Una vez en Panamá, el viejo Mossack se ofreció a la CIA para espiar a
los comunistas en Cuba. ¿Entiendes mejor ahora de lo que estamos hablando? Porque,
digo yo: con estos antecedentes no veo claro que se hayan descuidado para que
se filtren a la prensa nada más y nada menos que 11,5 millones de documentos ¿o
no?
Como siempre, y para
descubrir la verdad, no hay más que mirar si hay detrás intereses económicos.
Pasemos entonces a
ver seguidamente si hay alguien interesado en el escándalo de los “Papeles de
Panamá” y si hay intereses económicos de por medio.
Desde la derogación
del patrón oro, por parte de Nixon en 1971, y recientemente con la más que posible
pérdida de la supremacía del petrodólar, los EEUU están perdiendo hegemonía en
el mundo. La nueva economía financiera –con los derivados a la cabeza- está
trastocando todo el tejido económico-político-social del siglo XX,
encaminándonos irremediablemente hacia un mundo globalizado. El dinero –que no
olvidemos es miedoso por naturaleza- busca refugio en sitios cada vez más
seguros y de ahí la relevancia que han tomado los paraísos fiscales.
Los EEUU no son
ajenos a esta nueva realidad y, por supuesto, han tomado cartas en el asunto. Resulta
especialmente insultante e indignante que los EEUU, después de tantos años de
presionar a otros países para perseguir a los estadounidenses ricos que evadían
su dinero en paraísos fiscales, se haya transformado precisamente en un paraíso
fiscal. Nevada, junto con Wyoming y Dakota del Sur, se han convertido en el
Nuevo Paraíso Fiscal Mundial, dentro de los propios EEUU.
Todo el mundo,
desde abogados Londinenses hasta sociedades fiduciarias suizas, está ayudando
en estos momentos a los multimillonarios a mover sus cuentas desde lugares como
Bahamas o las Islas Vírgenes Británicas, hacia Nevada, Wyoming y Dakota del
Sur.
¿Y quién ha sido y
es el mayor promotor de la creación del paraíso fiscal en EEUU? Pues ni más ni
menos que el todopoderoso grupo financiero Rothschild –dueño de la FED- que,
mediante su director general, Andrew Penney, aseguró que los EEUU son actualmente el mayor paraíso fiscal del
mundo (fuente: El País 3 de febrero de 2016).
Así que ya lo
tenemos: los EEUU no quieren competencia y se han puesto manos a la obra. Al
igual que hicieron en los acuerdos de Bretton Woods, estableciendo el dólar
como moneda de referencia internacional, y posteriormente, después de la
derogación del patrón oro, con la creación del petrodólar, los EEUU han hecho
otra gran jugada para mantener su hegemonía mundial. Con este escándalo
pretenden acabar de una vez por todas con paraísos fiscales como Panamá,
Bermudas, etc., con el objetivo de convertir a EEUU en el único paraíso fiscal
real del mundo.
No seamos ingenuos.
Lo que estamos viendo no es precisamente una investigación periodística para
destapar chanchullos fiscales, sino una maniobra de determinadas élites para reconfigurar
muchos aspectos de la nueva economía mundial.
Nos encontramos de
lleno en la transición hacia el nuevo paradigma económico-político-social y, para
realizar este cambio, se sacrificarán muchas figuras que se creían intocables,
y que en realidad no son relevantes en este nuevo tablero de ajedrez. Probablemente
en el transcurso de esta transición veremos rodar cabezas de personajes destacados
de la política, las finanzas, la cultura, etc., que ejercerán de “cabezas de
turco” para justificar las bases del nuevo paradigma que se avecina. Lo que es
seguro es que en esos documentos no aparecerán nombres tan destacados como: Rothschild,
Rockefeller, Morgan, Warburg, Lazard, Mosés Israel Seif, Kuhn Loeb, Lehman
Brothers, Goldman Sachs y otros muchos más.
Como ya he dicho en infinidad de ocasiones la nueva economía fue creada
para ser predecible, previsible y manipulable, así que nada en materia económica
es por casualidad o se deja al azar.
Si alguien creé que las
élites financieras están siendo perseguidas y que su poder está siendo
amenazado, que deje de ver tanta televisión y vuelva a la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario