El mundo se ha convertido en un lugar lleno de cretinos. Esto no
supondría ningún problema si no existiera eso que llaman democracia, que hace
que esta mayoría sea quien verdaderamente va a decidir sobre nuestras vidas.
¿Entiendes ahora por qué ese empeño en democratizar a todos los países del
mundo?
La mayoría de los acontecimientos que vemos diariamente en los medios
de comunicación masivos no son por casualidad. Son noticias dirigidas hacia
toda esa masa de cretinos que luego revierten en la sociedad de la manera
esperada.
¿Alguien cree que la violencia en el Europeo de fútbol de Francia es
consecuencia del fútbol? ¿Qué los grupos encapuchados radicales anti sistema,
que revientan las manifestaciones, existen por casualidad? ¿Qué el terrorismo
nació de la mano de cuatro chiflados descontentos?
El mundo se ha transformado en un lugar en el que, según Henry Giroux, -autor del libro “América en
guerra consigo misma”- la violencia es la única forma de placer. Esto quiere
decir que el mundo está saturado de violencia, llegando a ser en algunas
culturas -caso de las “maras” de Honduras- más importante que la religión.
La violencia hoy en día es el principio
fundamental por el que se rige la sociedad civil en todas sus manifestaciones,
ya sean sociales, políticas, religiosas, deportivas, espectáculos, cine,
juegos, etc.
La violencia ha pasado a ser el mediador
definitivo a través del cual resolvemos todos nuestros problemas: violencia
mediante la guerra, violencia policial, violencia callejera, violencia verbal, violencia
emocional, violencia de género, etc.
Aunque bien es verdad que siempre ha existido
violencia, esta no viene de fábrica incorporada en nuestros genes. La violencia
ha sido, desde siempre, muy sutilmente inculcada en nosotros desde la más
tierna infancia. Pero es ahora, en nuestras sociedades modernas, donde se ha
convertido en el arma fundamental utilizada por las élites para nuestro propio
control y sometimiento.
Creámoslo o no, hoy en día los grupos de poder
están utilizando la violencia para dirigir a la sociedad hacia donde ellos
quieren. Se trata de hechos violentos que, aunque no se pueda demostrar que
hayan sido orquestados por estos grupos de poder, apestan a operación de “falsa
bandera” (Wikipedia: operación encubierta llevada a cabo por gobiernos,
corporaciones y otras organizaciones, diseñada para aparecer como si fuera
realizada por otras entidades)
Un ejemplo claro fue la famosa “Operación
Gladio”, descubierta el 24 de octubre de 1990 por, entre otros, Giulio
Andreotti. Gladio fue una organización terrorista anticomunista secreta
desarrollada en Europa Occidental y apoyada y financiada por la CIA. Si hace 40
años nos hubieran dicho que los brutales atentados terroristas que azotaban
Europa, y que eran achacados sistemáticamente a anarquistas y comunistas, en
realidad eran realizados por una alianza de grupos de extrema derecha,
gobiernos al servicio de la OTAN, la CIA y una logia masónica vinculada al
vaticano, no lo hubiéramos creído. Durante la “Operación Gladio” fueron realizados
diferentes atentados de “falsa bandera” -como el de la estación de Bolonia, en
Italia- para desacreditar la imagen pública de partidos políticos al señalarlos
falsamente como los autores del ataque.
A lo largo de nuestra historia más reciente, son
múltiples los casos documentados y comprobados de “falsa bandera” como, por
ejemplo, los cuatro que cito a continuación:
La masacre de Katyn: En 1940 Stalin ordenó a
su policía secreta que ejecutara a 22.000 ciudadanos polacos, entre ellos
oficiales del ejército polaco, policías, intelectuales y otros civiles, para
falsamente culpar de ello a los nazis. El actual presidente ruso, Vladimir
Putin, el ex líder soviético, Mijaíl Gorbachov y el Parlamento ruso, lo admitieron
públicamente.
Gaddaffi terrorista: Un agente del Mossad
admitió que, en 1984, el Mossad colocó un transmisor de radio en el complejo de
Gaddafi en Trípoli, Libia, que transmitió comunicaciones terroristas falsas,
registradas por el Mossad, con el fin de mostrar a Gaddaffi como partidario del
terrorismo. Ronald Reagan bombardeó Libia inmediatamente después.
Guerra de Irak: Altos funcionarios del
gobierno de Estados Unidos admiten ahora que la guerra de Irak fue realmente provocada
por el petróleo y no por las armas de destrucción masiva, que nunca se
encontraron.
Guerra de Siria: Fuentes estadounidenses de
alto nivel reconocieron que el gobierno turco, un país miembro de la OTAN,
llevó a cabo los ataques con armas químicas de los que se culpó al gobierno
sirio de Bashar al Assad.
Pues bien. Después de haber visto todo esto yo
me pregunto: ¿es acaso un acto de “falsa bandera” el asesinato de la parlamentaria laborista
británica, Jo Cox? Deberíamos hacernos una serie de preguntas al respecto como,
por ejemplo: ¿Quién ha asesinado a esta mujer? ¿Por qué? ¿Alguien se beneficia
de ello? ¿Hay dinero de por medio?
Es muy sospechoso que en medio de la campaña
del referéndum sobre el Brexit (en el que las encuestas dan como ganador a los
partidarios de salir de la UE) se asesine a una parlamentaria “dulce y tierna” defensora
de los refugiados y, lo más importante, favorable a ultranza de seguir en la
UE.
La noticia ha sido muy impactante a nivel
emocional. El hecho de que el autor sea un tipo relacionado con la extrema
derecha radical, que ataca con violencia a una dulce mujer
pacifista defensora de la permanencia del Reino Unido en la UE, da que pensar.
Si a esto le unimos la inadmisible violencia desplegada por los hooligans –según
dicen radicales de extrema derecha- en Francia, durante la Eurocopa de fútbol,
con los cuales se podría relacionar al agresor, tenemos la conjuración perfecta
para manipular a las masas británicas. De esta manera, ese porcentaje de
indecisos votarían a favor de la permanencia, ya que de hacer lo contrario
sentirían un tremendo sentimiento de culpa, pensando que votan lo mismo que ese
asesino o los hooligans de extrema derecha con los que se le relaciona.
Bueno, pues, si esto es así, parece que
empieza a dar sus frutos. Al día siguiente del asesinato de Jo Cox, las
encuestas, como por arte de magia, se dieron la vuelta y ahora dan como ganador
a los partidarios de seguir en la UE.
Todos sabemos que hay ciertas etiquetas que
cuando te las colocan quedas desprestigiado y pierdes toda credibilidad. Me
refiero a etiquetas tales como radical de extrema derecha o de extrema
izquierda, conspirador, anti sistema, etc.
No seamos ingenuos. Que los británicos estén o
no en la UE sólo les interesa a los de siempre, que no son otros que los
especuladores de derivados, con Goldman Sachs a la cabeza. A los ciudadanos de
a pie europeos y, por supuesto, a los del resto del mundo, se la trae al pairo.
Entre otras cosas porque los británicos actualmente “están” pero “no están” en
la UE (no forman parte, por ejemplo, del Espacio Schengen ni del Euro)
No hay lugar a dudas de que la violencia se ha
convertido en un arma muy eficaz. Probablemente –como en tantas y tantas
ocasiones- esto nunca se pueda demostrar, pero al final siempre es lo mismo: intereses
económicos-geopolíticos, que terminan convirtiéndose en dinero y, como
consecuencia, en poder.
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