“Si no tienes nada que ocultar no tienes nada
que temer”.
Esta frase se ha convertido en un mantra
que escuchamos habitualmente cuando cuestionamos por qué somos espiados. Y si
no fuera suficiente para tranquilizarnos, entonces se utiliza el estúpido
argumento de que es por nuestra propia seguridad.
Se dice que si un producto es gratuito, al
final, el producto eres tú.
Todos nuestros mensajes de correo electrónico,
WhatsApp, llamadas telefónicas, transacciones comerciales, pagos realizados con
tarjeta de crédito, msn, conversaciones en redes sociales, registros GPS del
teléfono móvil y tantos y tantos centenares de datos, que están siendo recogidos
de nosotros en cada momento, forman parte de una gigantesca base de datos que
contiene una versión digital de prácticamente cada persona que habita el
planeta. ¿Sorprendente verdad? Pues es real.
En el año 2004 la Universidad de Purdue, en
EEUU, desarrolló un software llamado Synthetic Environment for Analysis and Simulations
(SEAS). Este software fue creado para ayudar a las principales compañías de
EEUU a llevar a cabo una planificación estratégica; es decir: analizar los
gustos del consumidor y preparar una estrategia comercial para venderle lo que
sea.
Con el tiempo, la tecnología ha ido avanzando
casi de manera exponencial, y con la llegada de los nuevos ordenadores
cuánticos y el desarrollo de la Inteligencia Artificial, el SEAS ha dado paso a
un nuevo software de simulación, a escala planetaria, llamado Sentient World
Simulation (SWS); que traducido al español podría ser algo así como: Sensible
Simulación Mundial.
Pues bien. Según parece este simulador es un
fiel reflejo del mundo real y puede predecir y evaluar cualquier acontecimiento.
O lo que es lo mismo: es capaz de simular por completo el funcionamiento de
todo el planeta, con sus 7 mil millones de personas, ante cualquier evento
presente y futuro.
Este software está capacitado para simular,
por ejemplo, una pandemia a escala planetaria, la tercera guerra mundial, crisis
financieras, colapsos económicos, catástrofes naturales, etc., y conocer con
total precisión, y de antemano, los efectos y el comportamiento de las personas
ante tales acontecimientos.
Esto dicho así parece un “cuento chino” sacado
de cualquier teoría conspiranoica, pero no lo dudes, es una realidad a día de
hoy y podría dar respuesta, entre otras cosas, a preguntas como estas:
¿Es posible que las noticias que vemos a
diario, en todos los medios de comunicación, al unísono, sean diseñadas por
este simulador para conducirnos hacia un pensamiento o una actitud determinada?
¿Las políticas neoliberales, llevadas a cabo
en todo el mundo, podrían haber sido programadas por este simulador?
¿Son realmente una estrategia del simulador
los complejos productos financieros que mueven y condicionan la economía
mundial?
¿Y si esa base de datos estuviera siendo
utilizada por los gobiernos de los países más desarrollados para llevar a la
población a un estado de sumisión total?
Es curioso, pero toda esta serie de tecnología
siempre se desarrolla en EEUU. ¿Casualidad? Pues no, ya que EEUU ha sido el
país elegido por las élites para ser el ejecutor de sus planes de globalización
y control del mundo.
Verdaderamente no sabemos qué tecnología hay
detrás de esto y cuan fiable es. Pero hay un montón de acontecimientos,
produciéndose por todo el mundo, corroborando la puesta en marcha de este
fabuloso simulador, que bien podría haberse convertido en el programador de
nuestro futuro.
A estas alturas nadie duda de que nos
encontramos inmersos en pleno programa de globalización. Para ello, entre otras
cosas, se han creado tres grandes mercados en América, Europa y Asia -a través
de los diferentes tratados de libre comercio- que posteriormente serán
integrados en un bloque comercial único, creando así un solo mercado compuesto
de trabajadores-consumidores a nivel mundial.
No sé si somos conscientes de ello, pero esta
revolución tecnológica ha facilitado la expansión de los valores culturales norteamericanos
por todo el mundo, con Hollywood como principal promotor. Nuestro planeta se
está convirtiendo lentamente en los “Estados Unidos”. Países y grupos enteros
de personas están siendo lentamente despojados de su cultura e impulsados a
creer que no existe una manera mejor y más segura de convivencia que no sea la
promovida por el modelo norteamericano.
El mundo cada día es más conformista: nadie lo
duda. Las técnicas de sometimiento de masas están dando sus frutos y no se
tardará mucho en conseguir el tan ansiado “mundo feliz”; es decir, la humanidad
sometida, bajo su propia voluntad, a los designios de unos pocos.
Nuestro grado de mansedumbre cada día se
acrecienta más y más. Hemos pasado, en tan solo unos pocos años, a perder
muchos de los derechos laborales y sociales logrados en el transcurso de siglos
de lucha. Del mismo modo nuestro poder adquisitivo ha mermado entre 15-30% en
tan sólo 5 años. Y lo preocupante es que lo hemos aceptado con la más absoluta resignación.
Hay un dato que circula por Internet que no sé
si será real: En el año 1937 hubo en EEUU un total de 4.740 huelgas y, sin
embargo, en 2007 sólo se produjeron 21. Por supuesto, estamos hablando de
huelgas no de manifestaciones. ¿Tendrá algo que ver el SWS en todo esto?
A consecuencia de la masificación del planeta,
está totalmente demostrado que la mayoría de los ciudadanos del mundo viven
actualmente peor que en cualquier otro momento de la historia. Los recursos
materiales y avances tecnológicos no llegan más que a una minoría de la
población, con lo cual, la vida de la mayoría de los seres humanos no ha
mejorado; al contrario, ha empeorado.
Vivimos en una sociedad cada vez más oprimida
y esclavizada, llena de leyes y prohibiciones. El control total y absoluto de
nuestras vidas es inminente y lo más curioso es que no somos conscientes de
ello.
La gente todavía goza de un nivel básico de
libertad personal, entre otras cosas, porque aun dispone de dinero en metálico.
Pero en el momento en que se consiga implantar el dinero electrónico, digital o
como lo quieran llamar, estaremos perdidos.
Después de alcanzado el objetivo de acabar con
el dinero en metálico, se pasará a una nueva fase en la que todo nuestro
dinero, datos personales, financieros, historial médico, etc., serán
introducidos en los diferentes dispositivos electrónicos que portaremos cada
uno de nosotros (teléfonos móviles, pulseras, tarjetas, etc.). Por último
desaparecerán de nuestras vidas todos los dispositivos electrónicos para
incorporar toda la información a un microchip que será implantado en nuestro propio
cuerpo.
Evidentemente, con los conocimientos científicos
en neurociencias, al tener un pequeño microchip implantado dentro de nuestro
cuerpo, podremos ser regulados y manipulados a nivel emocional, lo que dará
origen a un nuevo individuo cuyos únicos pensamientos serán los de trabajar, consumir,
procrear, comer y dormir, aunque no sé si este individuo ha nacido ya. Y aquí
lo tenemos: el sueño de las élites hecho realidad. Bienvenido “mundo feliz”.
Sí. Este es el futuro que nos espera y, como
ya te habrás dado cuenta, el SWS -o el que reemplace a este- será fundamental
para llevarlo a cabo.
Es indudable que si no dejamos que se nos
implante el microchip, esto no sucederá. De la misma manera que todo este
proceso se puede retrasar si no desaparece el dinero en metálico. ¿Te das
cuenta, entonces, de lo importante que es no caer en la trampa de permitir la
desaparición del dinero en efectivo?
Me temo que la implantación del dinero
electrónico y la desaparición de efectivo es prácticamente ya una realidad. Actualmente
España ha pasado de poder realizar pagos en metálico de no más que 2.500 € a sólo
1.000 €, con la escusa de acabar con el fraude fiscal. Y esto mismo está
ocurriendo en todo el mundo, con el beneplácito de la gente que está encantada
de poder pagar con el móvil que, por cierto, se ha convertido en el administrador
de nuestra vida.
Sin darnos cuenta somos nosotros, con nuestra
forma de actuar, los que estamos llevando este proceso adelante. Si queremos retrasarlo
y disfrutar de la poca y maltrecha libertad que aun nos queda deberíamos
intentar, en la medida de lo posible, retrasar la desaparición del dinero en
efectivo y, por supuesto, dejar de lado el móvil, cosa que se me antoja
imposible de realizar.
Ya sé que nadie se va a tomar esto en serio y,
además, probablemente no serviría para nada.
En los próximos 60 años, la Inteligencia
Artificial y la Ingeniería Genética serán determinantes en nuestras vidas.
En el siglo XX los gobiernos invertían en el
estado del bienestar porque necesitaban a la gente: había un montón de cosas
por hacer y la única manera de hacerlo era a base de tener trabajando a mucha
gente. Pero en este siglo XXI la gente cada día es menos necesaria: ¿entiendes
ahora los recortes en el estado del bienestar?
Con la llegada de la Inteligencia Artificial,
y avances tecnológicos como el SWS, la sociedad futura estará compuesta por una élite de
super-humanos, que tendrá acceso a los más sofisticados avances, y una gran
masa, dominada por esa élite, que será utilizada como “klines” de usar y tirar.
Por otra parte, políticos y economistas –que ahora son “la creme de la creme”
de nuestra sociedad- van a ser prescindibles, les guste o no les guste, ya que probablemente
el mundo del futuro se autorregulará solo; bueno, con la inestimable ayuda de
la Inteligencia Artificial.
Una cosa es cierta. Todo este proceso se está
llevando a cabo poco a poco, paso a paso, y nada ni nadie lo va a detener,
salvo un cataclismo a nivel mundial.
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