Imaginemos un club de fútbol como el Real
Madrid con 90.000 socios (España).
Imaginemos que una séptima parte de esos
socios, 12.800, se sienten, digamos, especiales (Cataluña).
Un tercio de esos socios especiales, 4.280, piensa
que la directiva del Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, les roba.
Con esa escusa, y otros patéticos argumentos
históricos, deciden hacer un referéndum -en el que sólo participan ellos- para
separarse del club y quedarse con parte del estadio, además de jugadores como
Ronaldo, Benzemá, Isco, Danilo, Marco Asensio, etc. (empresas españolas
ubicadas en Cataluña).
Una vez realizado el referéndum -sin “supuestamente”
el consentimiento del club- los cabecillas (digamos 5 personas) amparándose en
el resultado del referéndum, proclaman la salida del club.
Ahora ya no son el Real Madrid. Ahora son el
“Real Chumurrús Club de Fútbol”; pero eso sí, pretenden seguir utilizando el
Santiago Bernabeu y jugar con los mejores jugadores del club.
Ante este nuevo escenario, es lógico que
jugadores como Ronaldo, Benzemá, Isco, etc., quieran seguir perteneciendo al
Real Madrid y no al “Real Chumurrús Club de Fútbol”. También es de esperar que el
resto de equipos de la liga no reconozca ese nuevo club, y que los socios del
Real Madrid se sientan indignados, al ver cómo una minoría quiere arrebatarles
medio campo de fútbol y a sus mejores jugadores que, no olvidemos, pertenecen a
todo el club.
Bueno, pues este “símil futbolero” explica de
una manera didáctica lo que ha pasado en Cataluña. ¡Surrealista! ¿Verdad?
¿Pero a quién pretenden engañar?
Tanto el independentismo vasco (con ETA a la
cabeza) como el catalán, han sido utilizados históricamente por las oligarquías
y sus políticos paniaguados en este país a su conveniencia.
El grave error de base, cometido por políticos
y medios de comunicación (por supuesto con toda la intencionalidad del mundo),
ha sido el de tratar a Cataluña como un “ente” ajeno a España, al hablar
constantemente del “encaje de Cataluña en España”.
Porque digo yo: si Cataluña no es España, sino
Cataluña; si el País Vasco no es España, sino el País Vasco y si en Navarra,
Aragón, Asturias, etc. ocurre lo mismo, entonces, ¿quién y qué es España?
Evidentemente todo el mundo dirá que España es
el conjunto de todo eso, por lo tanto, es absurdo buscar un encaje a algo que
ya está dentro, puesto que Cataluña ya es España como lo son Madrid, la Rioja,
Murcia o Extremadura. Otra cosa es la defensa de la idiosincrasia de cada
región.
Políticos, medios de comunicación y toda clase
de “salva patrias” no hacen más que inventar ridículos razonamientos en aras a
no sé qué derecho a decidir unilateralmente la soberanía de los pueblos.
Y yo me pregunto: ¿qué pueblos? ¿El pueblo fenicio,
romano, visigodo, árabe,...? ¿Pueblos como el español, francés, alemán,
italiano,...? ¿Como el catalán, asturiano, navarro, andaluz,...? ¿O pueblos
como Torrelodones, San Vicente de la Barquera o Matalascañas?
Por otra parte, tratar de utilizar argumentos
históricos para reivindicar soberanismos es cuanto menos poco razonable. Porque
vamos a ver ¿por dónde hacemos el corte? ¿Nos remontamos 100 años, 300 años,
500, 1.000…..?
¿Pero qué nos están contando? ¿Cómo podemos
ser tan estúpidos de entrar en este juego?
La realidad, para quien tenga un mínimo de
sentido común, es que Cataluña, Navarra, Asturias,…., etc., son España y
pertenecen a todos los españoles (tanto si viven allí como si no).
Cataluña es hoy lo que es porque millones de
españoles, en el transcurso de los tiempos, lo han hecho posible. Y lo saben.
Las infraestructuras catalanas como las
empresas catalanas no son tal; son infraestructuras españolas y empresas
españolas, hechas por españoles y ubicadas en Cataluña, al igual que otras
infraestructuras y empresas están ubicadas en otros territorios españoles. Y lo
saben.
Todo este proceso (consentido) está fuera de
la legalidad desde el primer minuto. Y lo saben.
Esta no es una revolución de abajo a arriba,
como se nos quiere hacer creer; al contrario, es una revolución de arriba
abajo. Y lo saben.
Por lo tanto, 70 personas no pueden decidir
unilateralmente quedarse con un territorio que es tanto suyo como del resto de
españoles. Y lo saben.
Del mismo modo, la aplicación del artículo 155
de la Constitución no es más que una escusa para enquistar el llamado “problema
catalán”. Y lo saben
Las elecciones del 21D no sólo no van a
solucionar nada, sino que van a dilatar el “Procés”. Y lo saben.
Meter en la cárcel a todo el cesado gobierno
de la Generalitat no va a hacer otra cosa que crear mártires políticos, con el
consecuente agravamiento de la situación. Y lo saben. Si realmente se les
quiere castigar, que se les confisque dinero y propiedades. Luego que empiecen
de cero -como todo hijo de vecino- a buscar un puesto de trabajo para poder
subsistir, cuyo sueldo –por mandato judicial- no exceda del salario mínimo
interprofesional. Eso sí sería un castigo que, por cierto, es lo que tiene el
30% de españoles. Y lo saben.
La verdadera incógnita para nosotros es saber
quién está realmente intentando desestabilizar España y por qué.
Está claro que uno de los más interesados es Mariano
Rajoy. Con el "monotema catalán", la corrupción de su partido está pasando
desapercibida. Además, quiere llegar con
este asunto vivo a las elecciones generales, que muy probablemente se
adelantarán a 2018. El enquistamiento del “Procés” le garantiza como mínimo una
gobernabilidad con el apoyo de Ciudadanos, quien también está encantado con el
asunto pues le reportará más votos. Aunque lo más probable –en este país de
descerebrados- es que el PP alcance de nuevo la mayoría absoluta.
¿Pero y si el objetivo de todo lo que estamos viendo
es otro? ¿Y si todo esto, aparte de no ir de democracia ni de justicia, no va
ni siquiera de soberanismo?
Continuará.
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