Desde que el ser humano empezó a vivir en sociedad siempre ha habido
unos cuantos “tíos listos” gobernando a todos los demás. Estos “tíos listos”
son los que han creado este Sistema –hecho a su medida en función de sus
intereses- decidiendo por todos nosotros cómo debemos vivir, pensar y actuar. En
la actualidad, esta oligarquía privilegiada es, además, inmensamente rica y
posee la mayoría de los recursos del planeta, lo que supone que, tanto si nos
gusta como si no, su poder sobre nosotros es inconmensurable. A este tipo de
gente se le denomina “plutocracia”.
Hoy en día disponemos (eso sí, unos más que otros) de una fascinante
tecnología avanzada que nos ha permitido un desarrollo muy rápido. Esta
tecnología nos ha proporcionado muchas cosas buenas, pero la otra cara de la
moneda es que también tiene el potencial de ser utilizada por la plutocracia
para imponer una tiranía a escala mundial, tal y como estamos viendo.
Los dueños del mundo son unos fanáticos del control y llevan décadas
diciendo que el planeta está sobrepoblado. El futuro que tienen pensado y
diseñado para nosotros es ir acabando poco a poco con la “población sobrante” y
al resto dividirla en dos grupos: los intelectualmente útiles y los esclavos idiotas
y sumisos que harán los trabajos más desagradables (esto ya es una realidad).
El control de la salud a nivel mundial (con la inoculación de “vacunas”
a diestro y siniestro) y las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC)
serán las herramientas principales para llevar a buen puerto su plan.
La consolidación del poder de la plutocracia sobre todo el mundo
civilizado es un hecho. Nadie en la historia de la humanidad había logrado tal
hazaña. Para ello se han servido de la banca, de la propaganda y de la nación
más poderosa del mundo, los EEUU. Por cierto, hay que aclarar que cada vez que
oímos que los EEUU han invadido algún lugar o dictaminado sanciones económicas contra
tal o cual país, no se trata de la decisión del pueblo americano, sino de la
plutocracia, que utiliza a ese país como brazo ejecutor de su diabólico programa
de dominación.
La plutocracia tiene infiltrados a sus esbirros en los cinco continentes además de bases militares estadounidenses: no hay país occidental importante que no tenga al ejército de EEUU dentro de su territorio.
También controla todas esas instituciones supranacionales como la ONU,
la OTAN, la OMS, el FEM, la FED, el BCE, el BM, el Consejo de Relaciones
Exteriores, el Club de Roma, el Grupo Bilderberg y un larguísimo etcétera.
Con todo este inconmensurable poder hacen y deshacen a su antojo sin
que nada ni nadie se interponga en su camino. Por lo tanto, si han decidido
reestructurar el mundo de arriba abajo lo harán. No te quepa la menor duda.
En 2020 comenzó la remodelación del ser humano más ambiciosa de la
historia. Muchas de las cosas que vimos durante la falsa pandemia perseguían
un objetivo claro que nada tenía que ver con la salud: la reeducación de las
masas.
Estamos asistiendo a unos cambios radicales extremadamente preocupantes
para todos aquellos que valoramos la libertad. Desafortunadamente, la mayoría
de la gente ni siquiera es consciente, ya que la televisión (único medio que
utilizan para informarse) no habla de ello y sólo da estúpidas “noticias”
banales que sirven para desviar la atención de lo que realmente está sucediendo
y de paso entretener y asustar a la población.
Es evidente que los niños son el futuro. Pues bien. Millones de padres
no tienen ni idea de lo que está pasando en los colegios con la educación de
sus hijos. El hundimiento de la educación es un hecho, ya que las nuevas
ideologías disfrazadas de solidarias, incluyentes, sostenibles y tolerantes
están haciendo de nuestros hijos una panda de analfabetos descerebrados sumisos
y obedientes. Es tan evidente, que hasta se ha eliminado el latín y la filosofía
del programa educativo: asignaturas básicas para desarrollar un pensamiento
propio.
Por otro lado, han creado toda una nueva clase social de parásitos
subvencionados, que serán utilizados en su momento para crear el caos que la
plutocracia necesita para imponer su Nuevo Orden Mundial.
También se están implementando las herramientas precisas para el control
de toda la humanidad a un ritmo vertiginoso.
La Unión Europea ya ha anunciado que quiere imponer este año una identidad
digital obligatoria para ciudadanos y empresas como parte del “eIDAS 2.0” (Servicios Electrónicos
de Identificación, Autenticación y Confianza). Con ello quieren garantizar que
todos los estados miembros ofrezcan una billetera de identidad digital para, según
la Comisión Europea, que al menos el 80 % de los ciudadanos puedan utilizar una
solución de identificación digital para acceder a servicios públicos clave para
2030.
No hay que ser muy listo que digamos para darse cuenta de que esta
identificación digital será la base sobre la que la OMS impondrá su certificado
de salud, los bancos centrales las CBDC y el gobierno el control personal de la
huella de carbono y el carnet de crédito social. En definitiva, nuestra
esclavitud digital.
Nos encaminamos a toda velocidad a una tecnocracia anclada en el
cientificismo. He de aclarar que el cientifismo nada tiene que ver con la
ciencia, ya que la ciencia explora el mundo utilizando el método científico,
mientras que el cientificismo no es más que una visión especulativa del mundo.
Los colosales avances tecnológicos se están utilizando contra nosotros
para construir un mundo distópico, transhumanista y tecnocrático. Si seguimos mirando
hacia otro lado, como si no pasara nada, y callando ante la injusticia, la
corrupción o la tiranía, estos dementes se saldrán con la suya.
Una vez conseguida nuestra esclavitud digital, sólo les quedará crear
el oportuno caos para que aceptemos de buen grado el control absoluto de la
humanidad.
Probablemente, los últimos acontecimientos de Francia sean el principio
del caos necesario para la consolidación definitiva del Nuevo Orden Mundial.
Pensar que los políticos franceses son idiotas, y no son conscientes del
problema que iban a generar con una inmigración desmesurada de magrebíes y
africanos, es una ingenuidad. Y eso mismo está pasando prácticamente en toda
Europa. Además, ese “multiculturalismo”, del que hablan nuestros políticos, nunca
existió. Ciudades como Londres, París o Nueva York tienen barrios específicos habitados
por personas de diferentes culturas que no se integran (ni quieren integrarse).
Eso por no hablar de los guetos que existen en la periferia de la mayoría de
las grandes ciudades.
La política del “buenismo” es algo que se lleva aplicando desde hace
décadas en Occidente y tiene un objetivo: desestabilizar los Estados Nación,
con el fin de imponer el Nuevo Orden Mundial que, según sus promotores, llegará
a través del caos.
La tan manida estrategia “problema, reacción, solución” se repite. Ya
sabes: ellos crean el problema (energético, económico, climático, sanitario, migratorio,
vandálico, etc.), nosotros reaccionamos y demandamos medidas urgentes para
paliar la situación (subvenciones, vacunas, restricciones de todo tipo, más
estado policial y control) y ellos “pasan el rodillo”, a modo de solución, que
previamente nosotros hemos demandado. Así de sencillo.
Tener el control absoluto sobre la humanidad es el fin del Nuevo Orden Mundial. Si bien nada parece detener a la plutocracia, hay, sin embargo, varios de los llamados “conspiradores” o “negacionistas” que han dado la voz de alarma intentando despertar a la población y así ralentizar lo máximo posible la implantación definitiva del NOM. Pero, la pregunta clave es: ¿conseguiremos detenerlo?
A la pregunta final... esperemos que SI, con la ayuda de "renegados" tragacionistas que ya no le ven tanto la gracia al asunto. Por otro lado muy certero el final del quinto fragmento y comienzo del sexto, donde a mí me ha evocado la base de GUANTANAMO y todo lo Cuba conlleva como experimento social durante ¿ Un SIGLO? ¿Qué tú piensas? Como dicen por allá ...SALUDOS
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