La élite globalista está empeñada en aniquilar el viejo mundo para
implementar su Nuevo Orden Mundial. Las evidencias son irrefutables. Estamos
viendo, constantemente, como prácticamente todos los gobiernos del mundo trabajan
conjuntamente para sabotear la economía y empobrecer deliberadamente a sus
propias poblaciones.
Que el “populacho” siempre ha sido engañado, esclavizado y vilipendiado
por el poder no es ninguna novedad. Ahora bien, en estos momentos creo que
hemos cruzado todas las líneas rojas de lo humanamente soportable.
La falsificación de la realidad, retransmitida por los corruptos medios
de comunicación, se ha vuelto tan odiosa, grosera e insoportable que es imposible
seguir viviendo en esta mentira permanente disfrazada de verdad.
Una de las mayores mentiras, repetida hasta la saciedad, es que las
cosas son como son por el eterno enfrentamiento entre dos bandos rivales irreconciliables capitaneados
respectivamente por Rusia y EEUU. Pero esa confrontación no es real y solo
existe en la cabecita del “populacho” ignorante. Si así fuera, la cosa hace
tiempo que habría pasado a mayores. ¿Has visto acaso un enfrentamiento directo
entre ambas potencias o que cualquier presidente de Rusia o EEUU haya sido
eliminado como sí lo fueron Muamar el Gadafi o Saddam Hussein?
Como habrás podido comprobar, durante la falsa pandemia ambos bandos contaron
las mismas mentiras, promovieron las mismas restricciones e inocularon –y
siguen haciéndolo- un veneno a su población. Y lo más relevante: ambos bandos son
igualmente seguidores de la Agenda 2030, el Gran Reinicio y la Cuarta
Revolución Industrial. Así que, al margen de las
rencillas personales que puedan existir entre sus líderes, no hay conflicto real
entre ellos.
Los ideólogos del Gran Reinicio ya no ocultan que el mundo
que tratan de imponer no cuenta con la mayoría de nosotros. Deshacerse, como
pretenden, de más del 70% de una población de 8.000 millones no es tarea fácil.
Sin embargo, hoy en día cuentan con herramientas impensables hace solo unas
décadas.
La ciencia y la tecnología han avanzado en la creación de armas silenciosas
biológicas, psicotrónicas y climáticas. Si todavía no están del todo
perfeccionadas –cosa que no sabemos- es solo cuestión de tiempo para que lo
estén. Y cuando estén listas, no te quepa la menor duda de que serán utilizadas
contra la humanidad, al igual que se han utilizado históricamente todas las
armas creadas por el hombre. La única diferencia con las armas convencionales,
es que estas serán bien recibidas por los estúpidos que, evidentemente, ni se
imaginan que serán utilizadas contra ellos.
En el informe “Biotechnology, Weapons and Humanity II” se advierte de que
la construcción de armas genéticas cada día está más cerca. Estas “bombas
genéticas” podrían contener cualquier sustancia para ser activada solo cuando
los genes indiquen que la persona infectada pertenece a un grupo determinado.
¡Increíble! ¿Verdad? Si esto es así, no es descabellado pensar que la
misma tecnología de las vacunas podría utilizarse también con estos fines. Y
claro está, mirando a nuestro alrededor, ahora entendemos mejor ese empeño por
vacunar con varias dosis de por vida a toda la población mundial.
Por otro lado, el impactante hallazgo de muchos investigadores, entre
los que se encuentra el Dr. Robert O. Young, confirma que las llamadas
“vacunas” contra el Covid-19 están llenas de materiales, que no deberían estar
ahí, como el óxido de grafeno, óxido ferroso y a saber cuántas cosas más.
En la actualidad, hay cientos de artículos publicados donde se ha
identificado el 5G como el verdadero causante de la supuesta pandemia, ya que en
la actualidad no ha habido ninguna agencia gubernamental que haya proporcionado
el aislamiento y purificación del famoso virus Sars-Cov-2.
Si hacemos memoria, veremos que todo comenzó en la ciudad china de
Wuhan, donde, curiosamente, fue activada la red 5G por primera vez en el mundo,
que, de nuevo curiosamente, coincidió con que su población acababa de ser vacunada
contra la gripe. Bueno, pues según estos estudios, la tecnología 5G tiene
el potencial de proporcionar suficientes niveles ionizantes de energía que
podrían suprimir el sistema inmunológico, dejando al cuerpo en riesgo de
contraer cualquier enfermedad.
Aunque a día de hoy hay suficientes evidencias sobre estas teorías, no
obstante sigue siendo todo muy confuso y solo el tiempo pondrá las cosas en su
sitio.
Lo que sí está claro es que la Agenda 2030 sigue adelante, así que de
nosotros depende seguir dormidos o afrontar de una vez el urgente compromiso
cívico que nos obliga a revelarnos ante esta tiranía. Y lo que es más
importante: la responsabilidad que tenemos ante nuestros hijos de garantizar su
futuro.
Es hora de despertar, de apagar la televisión y levantar el culo del
sofá para decir ¡BASTA! El tiempo se acaba y no es ninguna broma.
No te dejes engañar. Esto no es una teoría de la conspiración, está
pasando y es real. El crecimiento poblacional está en clara desaceleración, y
es real (prueba inequívoca de que el plan de reducción de la población mundial
va en serio). Nuestro poder adquisitivo se está yendo por el retrete, y también
es real. Los precios de productos básicos para vivir, como los alimentos y la
electricidad, ya son inasequibles para más de un tercio de la población
mundial, y, por desgracia, es tan real
como la vida misma. ¿Quieres que siga o ya lo pillas?
Lo que se pretende es cambiar el mundo de arriba abajo (sin siquiera
habernos consultado) y, sobre todo, ir acabando poco a poco con la mayoría de nosotros.
Y los que queden –los más sumisos-, solo serán un puto código QR.
¿Es eso lo que quieres? Si tu respuesta es NO, es hora de despertar y
actuar. Ahora bien. Si eres tan estúpido como para no darte cuenta de lo que
nos están haciendo, porque estás abducido por la televisión, todo te parecerá
bien y lo aplaudirás, como en su día aplaudiste a las 8 de la tarde.
Para comprobar si eres uno de esos que se dejan influenciar por la
televisión, no tienes más que preguntarte si has pasado de odiar con todas tus
fuerzas a los no “vacunados” a odiar a Putin. Si la respuesta es afirmativa, no
lo dudes, eres uno de ellos.
Siempre se dijo que la religión es el opio del pueblo. Bueno, pues ya
no. Ahora el opio del pueblo es la puta televisión.
La televisión ha hecho a la gente estúpida. Todo lo que no sale en ese
medio no existe para los estúpidos teleadictos. Cuando les demuestras con razonamientos,
datos, informes científicos o hechos probados y documentados que, por ejemplo,
la pandemia o el calentamiento global antropogénico son inventos de la
televisión, no lo creen. Y no digamos si les dices que han sido unos insensatos
al dejarse inocular una sustancia que no se la ha prescrito ningún médico, que
no saben lo que contiene, que no se les ha ofrecido el consentimiento informado
y de la que nadie se hace responsable. Son tan estúpidos que todavía no se han
enterado de que la “vacuna” también se la prescribió la televisión.
¿Pero qué les pasa a esas personas? ¿Cómo han podido caer es ese delirio
colectivo? ¿Es que ya no son capaces de utilizar la razón y el sentido común?
Resumiendo. Si no conseguimos despertar a esa legión de estúpidos teleadictos –y no lo tenemos fácil- estamos condenados. Así de triste.
Releamos el sexto párrafo=
ResponderEliminarLos ideólogos del Gran Reinicio ya no ocultan que el mundo que tratan de imponer no cuenta con la mayoría de nosotros. Deshacerse, como pretenden, de más del 70% de una población de 8.000 millones no es tarea fácil. Sin embargo, hoy en día cuentan con herramientas impensables hace solo unas décadas. ( fin de la cita, que decía el otro)...
la pregunta para mi es, ¿que velocidad de crucero tienen proyectada en esta travesía YA COMENZADA.?
Saludos