jueves, 4 de abril de 2013

BITCOIN ¿UN GRAN SALTO O MÁS DE LO MISMO?


Para entender lo que está pasando con nuestra economía a nivel mundial hay que conocer primero cómo funciona nuestro sistema monetario.
Está claro que nuestro sistema monetario es intrínsecamente inflacionario por lo que esto siempre beneficiará a los ricos y perjudicará a los pobres. Si seguimos utilizando este sistema tendremos que seguir creciendo continuamente hasta el infinito y en una sociedad que vive de recursos limitados esto es absolutamente inviable.  
Analicemos ahora la historia del dinero desde sus orígenes.
Primero se creó el dinero: monedas de oro y plata cuyo valor era el valor intrínseco de esa moneda de oro o plata.
Después se creó el dinero fiduciario: que no se respalda por metales preciosos ni nada que no sea una promesa de pago por parte de la entidad emisora.  Este es el modelo monetario que manejamos actualmente en el mundo, y ese dinero es el Dólar, el Euro, el Yen y todas las otras monedas creadas por los bancos centrales. Esta tendencia comenzó cuando el Nixon en 1971 decidió unilateralmente cancelar los acuerdos de Bretton Woods con la derogación del patrón oro y el fin de la convertibilidad directa del dólar americano con respecto al oro.
Por último se creó el Dinero "fiat": dinero de las mismas características que el dinero fiduciario pero con la salvedad de que su uso es obligatorio en una jurisdicción o país por imposición de una ley de curso forzoso por parte de la autoridad competente.
Visto cómo ha ido evolucionando el dinero y, a consecuencia de que Nixon dejó de responsabilizarse del respaldo del dólar por oro, el dinero hace tiempo que pasó a ser virtual y absolutamente todo el dinero que existe en el mundo –a excepción de un 3% que coexiste en moneda-  es virtual, o sea, inventado. Este dinero virtual, que no existe en papel moneda, únicamente está reflejado en los discos duros de los ordenadores de las corporaciones financieras. Tal es esta realidad que Canadá ya se ha planteado dejar de imprimir moneda.
Ahora bien. Este dinero inventado ha sido y es creado mediante una deuda y esta deuda hay que devolverla con intereses. Intereses cuyo dinero no ha sido creado, con lo cual hay que seguir creando más dinero, de más deuda, para seguir pagando esos intereses cuyo dinero sigue sin haberse creado  y así sucesivamente hasta el infinito.
Es de esta manera como la inflación aumenta al igual que la deuda y alguien tiene que pagar las consecuencias de este sistema perverso, y ese alguien; pues ya sabes quién va a ser, tú, puesto que tu dinero cada vez vale menos.
Para compensar la inflación de nuestro sistema monetario alguien ha tenido una idea; crear una nueva moneda “online” deflacionaria, llamada Bitcoin,         (http://es.wikipedia.org/wiki/Bitcoin#Satoshi_Nakamoto) que coexista con las monedas actuales y así compensar los dos sistemas. Ese alguien es Satoshi Nakamoto
Satoshi Nakamoto es el seudónimo de la persona o el grupo de personas que diseñaron el protocolo Bitcoin en 2008, y que crearon la red en 2009, desde cuya fecha está funcionando. Lo que en sus inicios fue visto como una prueba de concepto ya es aceptado por comercios online y negocios, al tiempo que los servicios de intercambio de moneda que trabajan con la moneda virtual están moviendo millones mensualmente.
Bitcoin es básicamente una economía abierta e independiente que no depende de la política, de los bancos ni de los gobiernos, permitiendo la concentración de la riqueza en un mercado libre y sin impuestos, haciendo posible una economía sin dinero ficticio y sin posible intervención fiscal estatal.
Bitcoin es una moneda electrónica descentralizada, basada en criptografía asimétrica, que reside en una plataforma distribuida P2P en Internet no controlada por ningún gobierno ni banqueros. Concebida y desarrollada como proyecto open source por Satoshi Nakamoto en 2009, se caracteriza por facilitar las transacciones por Internet sin intermediarios. Bitcoin no está controlada por ninguna autoridad central y su diseño, gracias a la criptografía, garantiza aspectos básicos como la irreversibilidad, no falsificación y no reutilización de las transacciones. Toma ya, Ahí queda eso.
Bueno, parece que lo que pretende Bitcoin es descentralizar e impedir la manipulación directa del mercado, evitando los engaños y los castillos de naipes financieros, que tanto le gustan a los gobiernos y los bancos centrales, para salir en falso de los atolladeros reales en los que incurren.
De momento ya lleva circulando más de 3 años y, como todo, tiene sus adeptos y detractores. Existen en la actualidad más de 2.000 empresas y organizaciones que aceptan ya el pago en esta moneda, que sirve igualmente para pedir una pizza, alquilar un coche o incluso negocios con las drogas, según el periodista especializado Daniel Eckert.
En fin, ya veremos con el tiempo si prospera o no esta idea. De momento el principal inconveniente para su difusión e implantación es que es muy compleja de entender para la mayoría de la gente que no está familiarizada con la informática y las nuevas tecnologías.