miércoles, 30 de septiembre de 2020

SIN OBEDIENCIA LA GOBERNANZA NO EXISTE

Creo sinceramente que la población, en general, no se entera de lo que nos están haciendo; no es consciente de las graves lesiones físicas y mentales que esta nueva normalidad ha provocado; no es conocedora de que nos están empobreciendo con toda la intencionalidad del mundo y creo, también, que no sabe que el coronavirus es el menor de nuestros problemas ahora mismo.

En 1948 la OMS definió la salud de la siguiente manera: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad u otro impedimento físico". Por lo tanto, la salud es un compendio amplio que va más allá de lo físico y que también tiene que ver con el bienestar emocional y social. ¿Ha quedado claro?

Desde el inicio de esta falsa pandemia no ha habido una sola medida coherente ni una sola verdad salvo los muertos, aunque no todos consecuencia directa del coronavirus.

La avalancha de ancianos fallecidos no la provocó el Covid-19, sino la falta de atención. Los miles de afectados son el resultado de los polémicos test PCR que dan falsos positivos. Se han diagnosticado miles de casos telefónicamente, algo inaudito, anticientífico y contrario al más mínimo rigor médico. La draconiana manipulación y machacona información sobre la pandemia raya en la paranoia. Y así podríamos seguir denunciando mentiras, despropósitos y falsedades. ¡Ah! y para terminar de rematar la sarta de mentiras, ahora la OMS acaba de confirmar que el coronavirus fue creado en un laboratorio (esto ya lo dijo hace 6 meses la viróloga Judy Mikovits y fue calumniada, además de censurada, en todos los medios de comunicación incluido Youtube).

Todo esto ha sido posible gracias a la complicidad de los medios de comunicación de masas, que han sido los verdaderos creadores de esta falsa pandemia. Pandemia, por otra parte, que la OMS deseaba ardientemente declarar desde hace años cuando empezaron a aterrorizar al mundo con el sida, el ébola la gripe porcina, la gripe A, etc.

Zbigniew Brzezinski (político estadounidense de origen polaco que fue Consejero de Seguridad Nacional en el Gobierno de Jimmy Carter) a finales de los años 70, dijo: “En breve la gente será incapaz de razonar o pensar por sí misma. Solo serán capaces de parlotear las noticias que les dio la televisión la noche anterior.” Y no se equivocó ni un pelo.

Los medios de comunicación de masas, al servicio del Gobierno, nos están tomando el pelo. Nos están tomando el pelo con el coronavirus. Nos están tomando el pelo con los confinamientos selectivos, la distancia de seguridad, el uso obligatorio de mascarillas y la reducción de aforos. Nos están tomando el pelo con toda la parafernalia montada en los colegios para que no se contagien los niños. Nos están tomando el pelo con los datos y nos están tomando el pelo con tanta desinformación y manipulación.

¿Quieres saber la realidad?

Si alguien sabe verdaderamente de qué va todo esto son los dueños del dinero, o sea, los bancos. Peter Hooper, director global de investigación económica del Deutsche Bank, dijo en un informe sobre perspectivas mundiales: “Estimamos que el nivel del producto interior bruto mundial está aproximadamente a la mitad de su nivel anterior al virus”. Hooper espera que el virus deje secuelas mucho más duraderas, como puede ser un duro golpe en la industria hotelera (o sea, la destrucción del turismo de masas) y la automatización de puestos de trabajo que eliminará empleos para siempre. Según Hooper, esto significa que la recuperación total de la economía a niveles antes de COVID-19 puede que nunca se produzca.

Pues aquí lo tienes. Esta gente no da puntada sin hilo, y cuando dice que algo puede suceder es que verdaderamente sucederá.

Desde siempre el poder nos ha manejado a su antojo. Y lo ha hecho por una sencilla razón, porque puede. Ellos lo tienen todo y nosotros no tenemos nada. Además,  ellos no cargan con la pesada mochila que llevamos encima. Nuestra mochila está llena de amor, empatía, sentimientos, respeto, tolerancia, equidad, honradez, responsabilidad, lealtad, etc., pero la suya está vacía. A ellos lo único que les preocupa es lograr lo que se proponen. Y si para ello tienen que joder a la mitad del planeta lo harán. Y no es nada personal ni ideológico, son simplemente negocios. De hecho, lo personal y la ideología les importan una mierda.

Ahora toca un cambio de ciclo socio-económico y se producirá sí o sí. Evidentemente, las personas que deciden este tipo de cosas no tienen la más mínima empatía hacia nosotros, por lo que si somos una molestia para lograr sus objetivos no dudarán ni por un instante en eliminarnos. Siempre ha sido así y, de momento, sigue siendo así.

Esta falsa pandemia ha traído un nuevo estado policial sin precedentes. Pero no es temporal, sino una nueva forma de gobierno que ha venido para quedarse. Esta nueva forma de gobierno se basa en la sensación permanente  de “crisis” (terrorista, económica, sanitaria,….) para justificar la vigilancia constante de la población: lo vimos con los atentados del 11-S, con la crisis económica de 2008 y ahora con el Covid-19.

Nos espera un futuro (que ya es presente) nada halagüeño. Cada instante de nuestra vida será monitorizado y controlado. Nuestra capacidad para comprar, viajar, trabajar, socializar y hacer negocios, entre otras cosas, será dictada y restringida por el Estado en función de lo que estime oportuno como ya estamos viendo.

No te confundas. El Covid-19 no es más que otra enfermedad similar a la gripe que, evidentemente, también ocasiona muertes. Toda esta mentira se sostiene gracias a unas pruebas PCR que no son resolutivas de nada y que los verdaderos expertos están cansados de denunciar. Además, ya hay demasiadas evidencias de que las cifras de positivos, hospitalizaciones, ingresos en UCI y defunciones son sistemáticamente infladas y utilizadas para sostener la campaña de miedo.

Ahora se está haciendo una recopilación masiva de test para proporcionar nuevos “contagios” y justificar la denominada "Segunda Oleada". El fin no es otro que el de mantener el bloqueo económico y hacer cumplir todas esas medidas draconianas e irracionales como el uso obligatorio de mascarillas, el distanciamiento social, la reducción de aforos, los confinamientos, etc.

Definitivamente esto no es una pandemia, esto es una reducción de derechos y libertades para conseguir la sumisión total del “populacho”.

Porque vamos a ver. ¿Alguien en su sano juicio cree en serio que todo lo que están haciendo con nosotros es para protegernos de un “bicho”? ¿De verdad lo cree?

Pues si no lo creemos, ¿por qué nos comportarnos como auténticos gilipollas?

Ya está bien de ponernos un bozal cada vez que salimos de casa. Ya está bien de dejar de ver a nuestros amigos y familiares y de renunciar a acudir a restaurantes, bares, museos, cines y teatros. Ya está bien de guardar la odiosa distancia de seguridad, de cerrar negocios y de tener miedo. En definitiva, ya está bien de ser obedientes. Todo esto es enfermizo. Hay que dejar de obedecer y volver a la auténtica normalidad. Sin nuestra obediencia la gobernanza sencillamente no existe.

Si no hacemos nada, esto no va a parar. Habrá rebrotes, hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes por doquier. Esta vez los políticos, vendidos a sus amos, han llegado demasiado lejos y no van a dar un solo paso atrás.

De nosotros depende. Hay infinidad de evidencias que prueban que estamos siendo sometidos al mayor engaño de la historia de la humanidad.

Porque vamos a ver. Si somos el país de Europa que ha tomado las medidas sociales más drásticas, donde hemos sufrido un confinamiento total del país durante tres largos meses, donde llevamos 4 meses con la obligación de usar mascarilla, distancia de seguridad y reducción de aforos hasta en las playas, ¿cómo es posible que seamos el país de Europa con los peores datos?

Evidentemente, algo no funciona: o las medidas de seguridad (mascarillas, distanciamiento social, etc.) no sirven de nada y producen el efecto contrario, o las pruebas masivas PCR están llenando el país de falsos positivos. Esta evidencia, ha puesto en alerta a los que controlan todo este “tinglao”  y se han dicho:

-¡Esto no puede ser! Se nos caen los palos del sombrajo que sustentan la pandemia.

-Vamos a mirar que seguramente alguien está haciendo las cosas mal.

-¡Ah! ya lo tenemos. La culpa es de los jóvenes que hacen botellón.

Ahora lo entiendo, los jóvenes hacen botellón y aparecen los ancianos de las residencias todos contagiados, claro, claro…, cómo no se me había ocurrido antes.  

Si seguimos colaborando en mantener esta locura lo vamos a pagar muy caro. El Covid-19 va a ser una hermanita de la caridad al lado de lo que se nos viene encima. Y el tiempo corre en nuestra contra.

¡DESOBEDIENCIA, YA!

Mensaje a los políticos

Arreglen nuestro desastroso sistema sanitario y dejen en echar la culpa de su ineptitud a la gente.

martes, 22 de septiembre de 2020

MIEDO A CONOCER LA VERDAD: DISONANCIA COGNITIVA

 Cuando se pierde esa sensación de seguridad que nos da nuestra zona de confort, y aparece el miedo, es que algo está pasando en nuestro cerebro.

Cada uno de nosotros tenemos una visión del mundo. Esa visión nos viene dada por la cultura en la que nacemos y crecemos. Cuando vivimos situaciones nuevas o escuchamos algún tipo de información que contradice nuestra visión del mundo aparece la ansiedad, la inseguridad y el miedo.

Si empiezas a percibir que tu Gobierno miente, que las supuestas fuerzas de seguridad de tu país no te protegen a ti sino que van contra ti y cuando ves, escuchas y lees en los medios de comunicación mentiras que solo van encaminadas a generar miedo y no eres capaz de asimilarlo, no te alarmes, ya que tiene una explicación psicológica muy sencilla: se llama disonancia cognitiva.

Generalmente, la opinión del “populacho” sobre los diferentes sucesos es la transmitida por los medios de comunicación de masas, con la influyente televisión a la cabeza. Paradójicamente, aunque detectemos errores, contradicciones y sinsentidos en la opinión transmitida por los medios de comunicación, la tendencia generalizada no es indagar para descubrir la verdad, sino mirar hacia otro lado y seguir con nuestras vidas como si nada hubiera pasado.

Por suerte, cuando las versiones oficiales de los sucesos están llenas de incongruencias, falsedades y errores siempre hay investigadores que descubren la verdad. Lo que suele suceder, es que esa verdad es una verdad incómoda que se sale de nuestra zona de creencias, dando lugar a la aparición de la disonancia cognitiva: por una parte la verdad es más razonable que la versión oficial, pero, sin embargo, nos resistimos a dar credibilidad a esa información puesto que va en contra de nuestras creencias.

Y la pregunta es: ¿Por qué nos resistimos, ya no a creer, que también, a escuchar tan siquiera esa información? La respuesta es muy sencilla.

Cuando se produce la disonancia cognitiva, entran en acción nuestras defensas psicológicas que intentan protegernos de esas inusuales emociones. La más importante de ellas es la negación, por eso la mayoría se niega a reconocer la evidencia y mira hacia otro lado, para recuperar cuanto antes el equilibrio de sus antiguas emociones.

Así pues, cuando alguien trata de decirnos que existe otra información, y esta no concuerda con nuestra visión de las cosas, no le queremos escuchar, le ignoramos e incluso le insultamos y le pedimos que se calle. No podemos soportar la evidencia que nos presenta, dado que está en conflicto con nuestra visión del mundo. En definitiva, lo que queremos es que no perturbe nuestra pequeña burbuja, nuestra zona de confort y nuestra visión de cómo son las cosas. Por eso nos negamos en rotundo a aceptar cualquier información que nos ocasione disonancia cognitiva.

Dicho esto, analicemos ahora dos sucesos recientes.

En los últimos 20 años se han producido dos acontecimientos que han cambiado el mundo: uno, los atentados del 11-S de 2001 y dos, la aparición del Covid-19 en 2020.

Ambos acontecimientos están llenos de contradicciones, de errores científicos y de un ocultismo fuera de lo habitual.

Ante tales incongruencias, multitud de investigadores han dado otras versiones de lo sucedido amparándose en datos, en la ciencia, la tecnología y el sentido común. Los hechos, minuciosamente estudiados, han sido expuestos en rigurosos informes que, evidentemente, no han sido dados a conocer por los medios de comunicación de masas.

Pero, como siempre, la verdad está ahí. Lo triste es que la gente ni siquiera quiere informarse. Ha aceptado de buen grado la versión oficial y no quiere saber nada más.

La tozuda realidad siempre se termina imponiendo.

De los atentados del 11-S hay montones de informes que demuestran que fueron atentados de falsa bandera. Eso sí, gracias a ellos se implementaron en todo el mundo unas medidas de control a la población como si todos fuéramos terroristas en potencia. Y lo más importante, el 11-S sirvió como pretexto para desestabilizar países como Afganistán, Siria, Egipto, Libia, Túnez, etc. (por filtraciones de informes sabemos que todo ello formó parte de los planes de la élite)

El Covid-19 es más de lo mismo: una falsa pandemia para avanzar en sus planes de control sobre la humanidad. La nueva “anormalidad” nos está matando poco a poco. La depresión y la ansiedad están aumentando de una forma alarmante y la sensación de miedo va in crescendo a pasos agigantados por el temor al “bicho”, a la dictadura totalitaria y a las sanciones y represiones que estamos padeciendo. Pero la gente, en general, ni lo ve ni lo quiere ver.

En estos tiempos que corren las personas hemos perdido toda noción sobre lo que son nuestros derechos y libertades. No somos conscientes de que ni pueden encerrarnos ni negarnos el derecho a ganarnos la vida ni prohibirnos tener contacto con otros seres humanos, simplemente porque una autoridad dictamine tales órdenes. Además, estos derechos no pueden ser abolidos ni siquiera en situación de excepción que pusiera en peligro la vida de la nación (así figura en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Siracusa).

¿Pero cómo nos dejamos hacer esto? ¿Por qué no hay reacción? ¿Dónde están ahora los movimientos antisistema? ¿Dónde está esa izquierda tan crítica con el poder y el totalitarismo? ¿Dónde la derecha tan preocupada por la economía? Y los medios de comunicación supuestamente independientes, ¿dónde están?

La conspiración que se está llevando a cabo a través de la falsa pandemia es literalmente espeluznante. Es, con mucho, la más peligrosa llevada a cabo hasta la fecha y el impacto que está teniendo en nuestra mente es demoledor. Ni que decir tiene que el virus, como tal, es la parte menos peligrosa de toda esta trama. Probablemente, el “populacho” tenga miedo a conocer la verdad, pero el poder no tiene ninguno en hacer lo que está haciendo: un genocidio en toda regla.

jueves, 17 de septiembre de 2020

¿ES EL COVID-19 LA MAYOR ESTAFA SANITARIA DE LA HISTORIA?

 Un artículo de “La Tribuna del País Vasco” dice que centenares de médicos y profesionales de la salud de todo el mundo firman un comunicado alertando de que el Covid 19 es la mayor estafa sanitaria del siglo XXI.

Estos profesionales de la salud, entre otras cosas, niegan la mayor: “Es absolutamente falso que el Covid-19 sea mucho más mortal que otros virus”.

Piden a los Gobiernos que levanten todas las restricciones como los confinamientos, el uso obligatorio de mascarillas y el distanciamiento social porque, según ellos, son medidas dictatoriales estúpidas que nada tienen que ver con la medicina o la salud pública.

Estas demenciales medidas dictatoriales, que se han tomado en todo el mundo, están causando catastróficas consecuencias como: suicidios, desarrollo de patologías psiquiátricas, paralización de la educación, desatención de otras enfermedades (especialmente coronarias) con el aumento de su mortalidad, aumento espectacular de la violencia doméstica, desempleo, cierre de negocios, desconfianza, odio, miedo,….

En otro artículo de “Periodista Digital” se denuncia que el Banco Mundial exportó instrumental de prueba diagnostico Covid-19 en los años 2017 y 2018/: un escándalo como la copa de un pino que, sin embargo, ha pasado inadvertido para los medios de comunicación oficialistas.

En el documento del Banco Mundial filtrado, de sesenta páginas, titulado “Programa de respuesta y preparación estratégica Covid-19”, que lleva la etiqueta “Solo para uso oficial”, se adjuntan los registros de exportación de instrumental y aparatos de prueba de diagnóstico de Covid-19 a diferentes países. Lo alarmante de esto es que estas exportaciones tienen fecha de 2017 y 2018. Es decir, antes de haberse producido los primeros casos en China; antes de que la OMS decretara la pandemia y antes de que se hiciese público el nombre de Covid-19.

Aquí tienes los datos que venían en la web del BM “Kit de Test para el Covid-19 importados por España en el año 2017.es” que, evidentemente, ya se han apresurado a cambiarlo por esta “Importaciones de España de pruebas médicas en 2017.0” argumentando que todo ha sido un error informático.

Después de tantas mentiras, contradicciones y sinsentidos, yo me pregunto: ¿qué nos tenemos que creer?

Todo va encajando. Ahora resulta que Li-Meng Yan, la viróloga que trabajaba en Hong Kong y que huyó a EEUU para librase de la persecución del Gobierno Chino, dice que va a proporcionar pruebas que demostrarán que el coronavirus se fabricó en el laboratorio de Wuhan/, de hecho, ya las presentó en la televisión británica. Pruebas aquí_.

Después de tanta información la pregunta inmediata que salta a la mente es: ¿Se trata, entonces, de de una pandemia programada?

Voy a adjuntar algunos datos para ver si el grado de alarma creado es proporcional a la incidencia del virus y que cada uno saque sus propias conclusiones.

Datos de las muertes producidas en el mundo por diferentes causas en lo que va de año publicadas en la web Worldometer (12/09/2020)

921.150 Muertes por Covid-19 (oficiales que, probablemente, no reales)

9.092.769 Muertes por enfermedades infecciosas

5.323.997 Muertes de niños por pobreza < 5 años

29.803.337 Abortos

216.494 Madres muertas durante el parto

1.177.465 Muertes causadas por HIV/SIDA

5.752.568 Muertes causadas por cáncer

687.039 Muertes por malaria

3.501.467 Muertes causadas por el tabaco

1.751.838 Muertes causadas por el alcohol

751.103 Suicidios 

945.507 Muertos por accidentes de tráfico

Datos de las muertes producidas en el mundo por diferentes causas en el día de hoy publicadas en la web Worldometer (12/09/2020)

2.053 Muertes por Covid-19 (oficiales que, probablemente, no reales)

26.066 Muertes por enfermedades infecciosas

15.262 Muertes de niños por pobreza < 5 años

85.508 Abortos

621 Madres muertas durante el parto

3.375 Muertes causadas por HIV/SIDA

16.491 Muertes causadas por cáncer

1.970 Muertes por malaria

10.038 Muertes causadas por el tabaco

5.022 Muertes causadas por el alcohol

2.153 Suicidios

2.710 Muertos por accidentes de tráfico

Por otra parte, según datos del Ministerio de Sanidad del 4 al 10 de septiembre de 2020 (7 días), murieron en España 238 personas de Covid-19. Si lo comparamos con cualquier otra semana de otro año, al azar, veremos que las muertes por Covid son las más bajas, tal y como se muestra en el siguiente gráfico.

Entonces, ¿dónde está la alarma?

Como podrás observar, las muertes diarias producidas por Covid son, con mucho, las más bajas con relación a las provocadas por otras causas como el cáncer, el sida, el tabaco, el alcohol, los suicidios, los accidentes de tráfico y el resto de enfermedades infecciosas. Solo la malaria estaría por debajo. Por lo tanto, deberías preguntarte si todas las medidas dictatoriales que estamos padeciendo son proporcionales a la gravedad de la enfermedad, ¿no crees?

Definitivamente, esto no va de un “bicho” ni de una pandemia; esto va de otra cosa que, por supuesto, tiene que ver con el dinero.

En los últimos 50 años hemos visto a los globalistas acabar con el trabajo y la fabricación y producción de bienes en occidente. Nos han llevado a una economía de servicios y a una “sociedad pelele” de consumo y entretenimiento.

Puede que a algunos les guste esto. Pero se equivocan, ya que el dinero que antes se ganaba con los trabajos de fabricación y manufacturación no se gana hoy en el sector servicios. Nuestras economías se han convertido en lo que han dado en llamar “economía de casino especulativa” a la que solo tienen acceso algunos privilegiados.

Cada día es más evidente que los globalistas  están utilizando el coronavirus única y exclusivamente para impulsar la despoblación, el control absoluto sobre toda la humanidad y el reseteo económico-financiero-monetario.

Los planes que tengan pensado para nosotros se van a llevar a cabo sí o sí, salvo que alguien con el suficiente poder para interferir en los medios de comunicación de masas dé la cara y termine con este sufrimiento inútil.

MIENTRAS LA TELE NO DIGA QUE ESTO SE ACABÓ, NO HAY NADA QUE HACER.


sábado, 12 de septiembre de 2020

MANIFIESTO CONTRA LA FALSA PANDEMIA

Los abajo firmantes creemos que esto es una falsa pandemia. 
Es por esto que incluyo este manifiesto en mi blog.
Manifiesto
No han aislado ni purificado el virus SARS-Cov2, pero afirman su existencia sin ninguna evidencia científica y hasta prometen vacunas imposibles.
Todas las estadísticas oficiales son falsas. Diagnostican una supuesta enfermedad -con síntomas análogos a otras muy comunes, como la gripe o la neumonía- simplemente con un test PCR inespecífico que no es ninguna prueba diagnóstica.
El PCR detecta indiscriminadamente cientos de virus, bacterias y microorganismos, detecta todos los tipos de coronavirus, incluso el de la gripe común, puedes dar positivo si tienes una mera gripe.
Los test de PCR hacen una secuenciación de un material genético que tiene que transformar previamente ARN a ADN y luego hacer la lectura de la secuencia de nucleótidos y que coincida con lo que se supone pertenece al virus, pero el problema es que la PCR sólo analiza unos 200 nucleótidos mientras que la secuencia genómica del virus tiene cerca de 30.000, luego el fragmento para comparar es muy pequeño.
Prohíben las autopsias para ocultar pruebas de sus falsos diagnósticos. Ningún médico forense ha encontrado jamás ni un solo virus del SARS-Cov2 en el cadáver de nadie. No hay una sola autopsia en el mundo que diga lo contrario.
Casi todos los fallecidos habían sido previamente vacunados contra la gripe común según un estudio científico del Hospital de Barbastro. La tasa de fallecimiento en los vacunados contra la gripe cuadruplica la de los no vacunados. Los vacunados contra la gripe mueren más a causa de la "Interferencia inmunológica entre el POLISORBATO 80 de la vacuna antigripal adyuvada y el SARS-CoV-2" según el informe.
Censuran información relevante, incluso sobre tratamientos eficaces y baratos, porque perjudica a las multinacionales farmacéuticas.
Te cuentan que mueren por neumonía hasta que médicos italianos descubren que el problema son los trombos y que basta una simple aspirina para evitar que te enchufen a un respirador (el 80% murieron en el intento). Confinan a los sanos en contra de toda lógica científica, siempre se ha aislado a los enfermos.
Sin ninguna evidencia científica hablan de enfermos asintomáticos, lo que es contradictorio porque el enfermo es el que tiene síntomas de enfermedad. Incluso llegan a decir que los asintomáticos son transmisores. Los asintomáticos no son enfermos, no pueden contagiar a nadie porque no tienen carga viral aunque estén incubando un virus.
Para combatir una supuesta enfermedad respiratoria te obligan a taparte la boca y la nariz con una mascarilla -que no protege del virus- incluso en el exterior, aunque estemos a 42 grados a la sombra, lo que no te permite respirar y oxigenarte.
Una nota de prensa del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, publicada el 26 de febrero de 2020, decía literalmente: “Las mascarillas no sirven de nada al aire libre”.
La propia OMS y el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades desaconsejan la mascarilla en población sana. Consulte el documento de la OMS con fecha de 6 de Abril de 2020 y el documento que ratifica la postura oficial del organismo, con fecha de 5 de Junio de 2020. Sólo se recomienda su uso para médicos, enfermos y cuidadores, en entornos de más contagiosidad como los hospitales.
Para colmo amenazan con una vacunación forzosa y obligatoria con una pseudovacuna (de una multinacional privada) de nueva generación que modificará tu ADN convirtiéndote en un producto transgénico. Y te hará dependiente de esa vacuna para toda la vida.
Nos dicen que tomaron las decisiones consultando primero a un “Comité de Expertos”. Luego nos enteramos de que no existe y nunca existió.
Lo cierto es que hace 12 años esto no sería una pandemia. La OMS cambió su definición de "pandemia" en mayo de 2009. El criterio médico basado en la gravedad fue sustituido por el criterio político basado en la cantidad de países afectados. Antes era necesario que las cifras de muertos y contagiados fueran mucho más elevadas para declarar la pandemia, ahora solo es necesario que muchos países tengan infectados, aunque haya un solo caso en cada país.
No es un virus mortal. El 93% de la población que ha fallecido en España tenía más de 70 años y solo el 5% de ellos fueron tratados en UCI. Es un virus no letal por sí mismo. Solo mata a quienes tienen patologías previas y un sistema inmune deprimido. Es el caso de los 20.000 ancianos que han muerto en residencias, donde no hubo atención médica adecuada. Quedaron aislados, sin Sol y sin ver a sus seres queridos durante 3 meses. Murieron en soledad. Hay mucho que investigar sobre lo que ocurrió en las residencias de mayores en España, muchas de ellas privatizadas y gestionadas por los “Fondos Buitre” de los bancos.
El confinamiento y la distancia social matan. ¿Sabías que es la primera vez en la historia que se decreta un confinamiento de población sana? Lo normal según todos los epidemiólogos y médicos serios es confinar exclusivamente a los enfermos. Durante el confinamiento se nos impide estar en contacto con la naturaleza, con nuestros seres queridos en muchos casos y nuestras amistades (recordemos que somos seres sociales). Todo ello provoca una caída de nuestras defensas y nuestra inmunidad natural, haciendo más fácil que caigamos enfermos.
Según la OMS, una muerte de Covid se define como “un fallecimiento resultante de una enfermedad clínicamente compatible en un caso probable o confirmado, a menos que exista una clara causa alternativa de muerte que no pueda relacionarse con la enfermedad”. Blanco y en botella, no hace falta que tengas el virus para que te incluyan en la lista oficial, la de la OMS, como muerto de Covid. Basta con que "probablemente" tengas el virus. Sin necesidad de hacer el test. Porque yo lo digo. Y punto. O que puedas tenerlo según una prueba falsa del PCR, que no es un test diagnóstico ni específico, aunque seas un falso positivo y no tengas ni un solo síntoma.
El problema no es el virus, es el test PCR y sus falsos positivos. Lo demostró el presidente de Tanzania. Mandó muestras de una cabra, un pájaro, una papaya... Y dieron positivo. ¿Qué hacen para justificar esto? ¿Retiran los falsos test PCR? ¿Piden disculpas por haberse equivocado? No, siguen adelante con sus mentiras y engaños, con su locura. Han sacrificado 92.000 visones en una granja de Teruel porque dicen que daban positivo en sus falsos test.
El relato oficial sobre la falsa pandemia se basa en la supuesta eficacia diagnóstica del test PCR. La estadística oficial de enfermos y de fallecidos se confecciona en base a una prueba falsa, inespecífica. Dar positivo en el PCR no significa de ninguna manera que estés enfermo de Covid. Sólo significa que puedes tener algún virus inespecífico, alguna bacteria o cualquier microorganismo de los muchos que detecta el PCR. Pero eso no es raro, todos tenemos millones de virus y bacterias en cada gota de sudor, en cada gota de sangre, en cada lágrima. Los que afirman que, como dice el relato oficial, estamos contagiados porque lo dice el PCR, están negando la evidencia científica. La desprecian. Son anticientíficos, son negacionistas del paradigma científico.
Lo del personal sanitario es de traca. Primero dicen que hay 52.000 que han dado positivo en PCR, pero resulta que solo han fallecido 32, menos del 0,1%. O sea que si llevas una bata blanca te mueres 10 o 20 veces menos que los demás. Ahora resulta que le hacen el test PCR a más de 8.000 sanitarios y solo dan positivo 45, o sea menos del 0,1%. A la sazón, si solo están contagiados el 0,1% y de ellos solo se mueren el 0,1%, si eres personal sanitario es más fácil que te toque el euromillón que morir de Covid. Entonces, ¿de qué tienen miedo?
Si después de ser falsamente diagnosticado te mueres de un infarto, o de cáncer, te incluirán en la absurda lista oficial del Covid19.
La eficacia del PCR no es más que eso, una burda mentira oficial, un bulo. Y si dices lo contrario te censuran a ti por difundir bulos. Pero la verdad es obstinada, está pandemia es tan falsa como los test PCR cuyo inventor, un premio Nobel de Química, se hartó de explicar que el PCR no es válido para la detección de virus específicos.
Están matando moscas a cañonazos. El arresto domiciliario decretado por el gobierno no solo es ilegal y una atrocidad social que ha arruinado a millones de familias, sino que "no sirve para nada" como han demostrado muchos médicos, virólogos y premios Nobel.
En Alemania, una comisión extra parlamentaria ha puesto en evidencia la desproporción de las medidas del gobierno y los efectos colaterales de la falsa pandemia.
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, reconoció que la mayoría, de las duras medidas de confinamiento que estableció en el país quizás no eran imprescindibles: "¿Era necesario cerrar las escuelas?", le preguntaron a la mandataria, a lo que ella respondió: "Tal vez no".
La OMS es una institución corrupta y privatizada en la que ya no podemos confiar porque está financiada por el cártel criminal de las multinacionales quimico-farmacéuticas fabricantes de pseudo vacunas que no son seguras ni necesarias.
Nos aterrorizan con el Covid mientras nos matan con el hambre y la tele nos lo oculta. Un 10% de la población mundial pasa hambre y está desnutrida.
Según la ONU después del verano morirán 300.000 personas de hambre cada día, tres millones cada 10 días, 30 millones cada 100 días. ¿Y nos tenemos que preocupar del Covid que solo mata ancianos o personas con otras patologías previas y que mata menos que la gripe común?
Dicen que las medidas de confinamiento son para salvarnos la vida. Pero es mentira, la vacuna contra el hambre existe, se llama comida, ¿por qué no hacen nada para salvar la vida de los que van a morir de hambre?
Sin ninguna prueba diagnóstica seria ni evidencia científica te despojan de tus derechos fundamentales y tus derechos humanos y te someten a arresto domiciliario ¡Incluso si das negativo en su falso test PCR!
Para el decano del Colegio Oficial de Biólogos de Canarias: "No existe ninguna razón biológica o epidemiológica que justifique la alarma desmedida y el miedo injustificado a esta enfermedad que, si bien es nueva en nuestro territorio, no supone en ningún caso un riesgo grave para la población. Se transmite por contacto muy directo y continuado, y no es una enfermedad grave".
No se cumple ninguno de los postulados de Koch, requisito necesario para declarar una pandemia.
Para el decano del Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi: "no se tiene claro a ciencia cierta si el SARS-CoV-2 se ha aislado correctamente, se puede confundir el virus de ARN con vesículas extracelulares o exosomas que contienen proteínas y ARN, que se pueden confundir con un virus habiendo sido necesario que ese aislamiento se hubiese ajustado a los postulados de Koch, lo cual, según dijo la misma OMS, no llegó a cumplirse. La única prueba que se ha presentado es la secuenciación de nucleótidos en base a bibliotecas genómicas".
Según el Doctor en bioquímica y farmacia Marcelo Peretta: “La PCR es una maravillosa herramienta de la biología molecular cuyo uso es para la clonación de material genético, no para la detección de virus. Por lo tanto todas las estadísticas mundiales y locales sobre contagiados, enfermos y muertos con el virus mediático son completamente falsas.
El Comisario Jefe de Policía en Dortmund, Alemania, dijo: "No hay pandemia, no vamos a multar más. Todos los oficiales que aún hagan cumplir aquellas medidas serán arrestados. Únanse a la población y detendremos este gran fraude".
Las medidas de confinamiento, aislamiento social y uso de mascarillas en todo momento y lugar son medidas injustificadas y equivocadas, provocan muchos más males que los que presuntamente podrían evitar.
En realidad, los enfermos de Covid solo representan un 0,6% de la ocupación hospitalaria en España y el 80% de ellos no son nuevos ingresos, llevan meses en el hospital.
Se ha detectado el virus en muestras de las aguas residuales de Barcelona de 2019. Si el Covid19 ya estaba circulando en España y en el mundo desde hace más de un año significa que el año pasado ya hubo coronavirus, probablemente igual que este año, pero no pasó nada relevante porque la OMS no declaró la Pandemia, no se desató el pánico, la gente no tuvo miedo al virus, los gobiernos no declararon el confinamiento, nadie usaba mascarillas, no se suspendieron operaciones y tratamientos, no se mató a miles de ancianos intentando ponerle un respirador que no hubieran necesitado si se les trata correctamente y no se destruyó el empleo y la economía doméstica de millones de familias.
El científico Michael Levitt aseguró que "el verdadero virus fue el del pánico". Y añadió: "Creo que el confinamiento no salvó vidas", afirma este profesor de la Universidad de Stanford, agregando que, en su opinión, incluso pudo "haber costado vidas".
Más que el virus, lo que mata es el miedo que inyectan los medios y la falsa pandemia declarada por la OMS. Tal vez el año que viene, si la OMS no declara la pandemia y los medios no inyectan terror en nuestros cerebros, no pase nada relevante, como el año pasado. ¿Vamos a dejar que los grandes medios y la OMS financiados ambos por los banqueros internacionales y sus multinacionales, provoquen otra hecatombe social el año que viene?
La gente muere, es verdad, sobre todo los ancianos, pero no están claras las causas, casi todos tenían patologías previas, un sistema inmune debilitado y estaban vacunados de la gripe común. Tampoco se pueden esclarecer: no hay autopsias.
Existen multitud de documentos que prueban que muchos fallecidos en los hospitales, en las residencias, o en sus domicilios, durante los primeros meses, en realidad murieron por otras causas completamente ajenas. Se abandonó a los enfermos de otras patologías, se suspendieron tratamientos, se suspendieron operaciones previstas, se enviaron enfermos dependientes a su casa, mucha gente dejó de acudir al médico o a urgencias por miedo a ser contagiado o encerrado, se suspendió la atención primaria, se impidió la atención médica, incluso se prohibieron los cuidados de familiares y amigos con la excusa de la cuarentena.
La mayoría de la gente no muere por la falsa pandemia, muere por sus efectos colaterales. Según un estudio, los efectos colaterales de la "pandemia" decretada por la OMS incluyen 1,4 millones más de muertes de tuberculosis en todo el mundo causados por los encierros y restricciones del coronavirus. ¿La OMS no calculó esto? ¿O es un genocidio premeditado?
En una gráfica reciente de la OMS se reconoce que en abril y mayo prácticamente no hubo casos de gripe común o Influenza en el mundo. Claro, todos fueron etiquetados como Covid-19 gracias a los falsos test PCR. ¿Encuentran alguna otra explicación?
Tampoco se muere casi nadie de gripe común es España, en abril y mayo no hubo casi fallecidos según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad (Sistema Centinela), y no es que no hubiera, es que fueron incluidos en la lista oficial de muertos por Covid.
El Índice Nacional de Defunciones, a fecha de 29 de julio de 2020, indica que la mortalidad este año no es superior a la del año pasado o el otro, antes al contrario. En esa fecha habían fallecido en España 181.777 personas, frente a las 418.317 que fallecieron en 2019.
Y toda esta falsa pandemia parece que tiene como finalidad inyectar masivamente a la población una pseudo vacuna que provocará alteraciones irreversibles en nuestro ADN y esterilidad. La vacuna podría causar la esterilización masiva de la población según la Junta Argentina para la Revisión Científica.
Dice sin ruborizarse la principal representante de la OMS que "hemos creado un mundo dependiente de las vacunas", justo lo que quería el cártel criminal de las multinacionales farmacéuticas. La Pandemia es su negocio. Es precisamente de esa dependencia de la que tenemos que salir, las vacunas no son seguras y causan a menudo graves daños a la salud. Tampoco son siempre necesarias y de ninguna manera pueden ser obligatorias.
Nadie tiene derecho a atentar contra tu integridad física y moral obligándome por la fuerza, con el ejército si hace falta, a inyectar en tu cuerpo sustancias tóxicas peligrosas cuando ni siquiera nos dicen de qué sustancias se trata, qué efectos adversos tienen y si pueden modificar tu ADN.
La OMS y el estamento científico están haciendo un estrepitoso ridículo, mientras sigan al servicio de los Bancos usureros y sus multinacionales no tendrán credibilidad. La ciencia debe ponerse del otro lado de la barricada, de parte de los ciudadanos y de la verdad.
Por último, nunca olvides que la verdad tiene tres fases, en la primera te niegan todo o te ignoran, en la segunda te insultan o te ridiculizan, en la tercera aceptan. Estamos ahora en la fase dos, pronto aceptará todo el mundo que esto es una falsa pandemia.
Firmado:
Esteban Cabal, escritor y ecologista, Natalia Prego, Asociación de Médicos por la Verdad, Josep Pamies, agricultor, Dulce Revolución, Bárbara Allende (Ouka Lele), poeta y fotógrafa, Carmen París, cantante, Inmaculada Torme, profesora, Francisco Girbau, economista, Carmen Cullot, psicóloga, Amador Brahojos, escultor, Isabel Mayoral, bióloga, Marcela Caldumbide, abogada, Mª Isabel Trujillo, trabajadora social, Ascensión Domínguez, enfermera, Carmen Ruisenoi, enfermera, Roberto Hernánez, investigador, N. Kennedy, profesor, Manuel Garrido, médico, José Ramón Lobo, terapeuta, Alfredo Matute, médico odontólogo, Suzanne Powel, escritora, Olga Martínez, Regidora TV. Gorka López, bioconstructor. Pablo Hernández, enfermero, Amina El Hataf, médico odontólogo, Manuel R. Moreno, fisioterapeuta, Sara de Mingo, escritora, Esperanza González, farmacéutica, Alberto Catalá, químico, Ana Torío, aux. de clínica, Violant Clop, periodista, Cemco Iglesias, experto en salud pública, Claudia Reig, profesora, Begoña Pérez, aux. enfermería, Juan Manuel Díaz, músico, Jesús Burguillo, bombero, Carlos Montiel, carpintero, Rogelio López Garrido, profesor, Teresa Yáñez, pianista, Tania García, maestra, Fernando Cabal, editor, Miguel Ángel Rozas, funcionario y presidente de Planeta Verde, Walter Obregón, abogado, Carlos Ortega, violinista, Pilar Feijoo, profesora, Ruben Carles, compositor, Silvia Ramírez, psicóloga, Isaac Ridó, fisioterapeuta, Antonia Moras, funcionaria Sanidad, Pilar Marín, auxiliar enfermería, Loban Jhotam, jurista, Marta Moreno, maestra, Rosa de las Nieves, periodista, José Luis López, fisioterapeuta, Beth Pormia, aux. enfermería, M. Luisa Salamanca, actriz, Gloria Rojas, técnico de enfermería, Ana Asenjo, arquitecta, Manuel Gons, profesor, Blas Guevara, autónomo, Jesús Aledro, ingeniero, Laura Aragón, educadora social, Mª Cruz García, modista, Belén Núñez, ingeniero agrónomo, Sergio Torrentes, conserje, Rosa Rodríguez, periodista, Oscar Echarte, procurador, Mª Pilar Balmaseda, maestra Fernando Cortés, arquitecto, Víctor M. Muñiz, bombero, Celia Lura, enfermera, Trinidad Sánchez, docente, Leire Lozano, terapéuta, Jesús Díaz, fisioterapéuta, Antonio Gallego, conductor, Alfredo Parra, ingeniero, Luisa Moreno, osteópata, Francisco Segura, mecánico, Carmen Jiménez, psicóloga, Carlos López, psicólogo, Antonia Galván, terapeuta, Clara Eugenia Gregororio, escritora, Ida Karlsson, profesora, Pilar Baselga, profesora, Nati Márquez, profesora, Mª Ángeles Linares, maestra, Anato Capdevila, aux. griatría, Francisca Bartolomé, decoradora, Mª Gena Domínguez, profesora de yoga, Malva Esquerre, maestra, Marta López, artista, Yolada Álvarez, actriz, Mª Consuelo Fernández, escritora, Jesús García, profesor, Mª José Grobas, bombero, Juan Ramón Espinosa, funcionario, Armando López, jubilado, Cristina Paz, pedagoga, Mª Carmen Rodríguez, funcionaria, Iván Soler Sorolla, artesano, Yolanda Guirao, desempleada, José Luengo, geofísico... y seguro que cientos, miles o millones de personas más.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

¿HASTA CUÁNDO VAMOS A SEGUIR SOPORTÁNDOLO?

Desde que el mundo es mundo, jamás ha habido un intento más osado y descarado de bloquear el planeta y esclavizar a toda su población. Nunca se ha dado un plan tan coordinado, a la vez que incoherente y absurdo,  para arruinar la economía mundial. Pero la verdad es que lo han conseguido, al menos en nuestro país.
El “estado profundo”, junto con los poderes fácticos a su servicio, nunca demostraron un grado tan elevado de arrogancia y descaro. Pero, ¿se saldrán con la suya?
Prácticamente la totalidad de los españoles está obsesionado con la falsa pandemia atribuida al coronavirus. Pero lo preocupante no debería ser el Covid-19, ya que se ha comprobado que, hasta la fecha, su tasa de mortandad es inferior a la de la gripe estacional, si quitamos a todos los ancianos asesinados y a la gente que ha muerto por otras patologías y han sido ingresados en la lista de víctimas de Covid. Lo preocupante son sus consecuencias, y no me estoy refiriendo a las sanitarias.
El coronavirus está siendo utilizado como la herramienta perfecta para:
-Inculcarnos miedo, temor y pánico que bloquea nuestra mente.
-Ordenarnos y controlarnos.
-Decidir por nosotros sobre lo que podemos y no podemos hacer y lo que debemos o no debemos ser.
-Llevar a cabo el “reseteo” del sistema económico-financiero.
Hoy día para dominar el mundo la mejor estrategia no siempre requiere de arsenales nucleares y sistemas sofisticados de control mental, que también, sino de abrir la puerta a los instintos humanos más básicos como son el miedo y el odio.
Hay un panfleto que circula por las redes sociales, si es que realmente se les puede llamar sociales:
"Quien no esté de acuerdo con seguir las normas y no quiera llevar mascarilla, confinarse y usar hidrogel, que firme y se niegue a un respirador (éste no se ha enterado aún de los muertos que ocasionaron los respiradores) o al ingreso hospitalario si cae enfermo de Covid-19. Los que cumplimos las normas no tenemos por qué enfermar porque unos insensatos descerebrados nos contagien. ¿Creéis que esto es broma? ¿Que es conspiración? Decírselo a personas como yo, que hemos perdido amigos y tenemos otros tantos contagiados. ¡Id a los hospitales si tenéis cojones! ¡¡¡Sois un@s egoístas!!!".
Está claro que éste no se ha enterado de nada.
Por desgracia, este lamentable alegato es la opinión de toda esa masa que no tiene pensamiento propio y se deja comer el tarro diariamente por la televisión. Este tipo de argumento, no solo es patético, sino que carece del más mínimo sentido de la realidad.
A este tipo de gente, como siempre, solo le interesa salvar su culo, por eso a todo aquel que tiene un pensamiento diferente le llaman ¡egoísta!, cuando verdaderamente los egoístas son ellos.
La realidad es que a esta gente, tan preocupada por que el resto no le contagiemos, no le importa en absoluto que se cierren miles de pequeños negocios que dejarán sin sustento a sus dueños y empleados. No le importa la hambruna que esta falsa pandemia provocará y que matará a muchísima más gente que el Covid-19 (según David Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, los problemas de desnutrición y de hambruna agravados por el impacto económico de la pandemia del coronavirus podrían alcanzar "proporciones bíblicas”. Según sus cálculos, después del verano morirán 300.000 personas de hambre cada día, 3 millones cada 10 días, 30 millones cada 100 días.). Y, por supuesto, tampoco le importa que los ancianos vivan aterrorizados los últimos días de su vida y que los niños crezcan traumatizados. ¿Quién es el egoísta?
Salvo raras honrosas excepciones, la inmensa mayoría de los españoles cree a pies juntillas lo que dicen sus gobiernos corruptos y los medios de comunicación que los sustentan.
TV1, La 2, Antena 3, La cuatro, Telecinco, La Sexta y toda la retahíla de televisiones, periódicos y portales como Newtral o Maldita.es, son una caterva de paniaguados vendedores y verificadores de noticias, que callan sistemáticamente ante las mentiras del Gobierno. Sin los Ferreras, Pastor, Inda, Maruenda y compañía esta farsa no se sostendría.
Históricamente, España siempre ha estado muy polarizada política, social y económicamente hablando. Es tal el odio que se profesan estas dos irreconciliables facciones, que no son capaces de ver que ambas están a merced del mismo poder.
El español medio ha sido castrado intelectualmente por los cada vez más pueriles sistemas educativos. Se ha convertido en un “pelele”, sin opinión propia, que solo repite las mentiras y sandeces que escucha y ve en la puta televisión.
Esta circunstancia hace que España sea de los primeros países en aceptar las vacunas (el gobierno ya ha comprado 30 millones de dosis), la tecnología 5G y eliminar el pago en metálico. Por eso es imprescindible mantener al “populacho” amedrentado con la falsa pandemia, para que acepte de buen grado los cambios que le esclavizarán hasta niveles insospechados.
Para mantener este “delirio”, necesitan de las pruebas PCR indiscriminadas que den falsos positivos; de las hospitalizaciones absurdas; de los nuevos muertos que no sabemos realmente de que mueren; de los confinamientos selectivos y de la vuelta a las fases 1 y 2 de la anterior desescalada. Y, lo más importante, de la vuelta de los niños a las aulas, para crear aún más pánico y confusión, ya que en 15 ó 20 días estarán todos de vuelta en casa. Y todo en aras a mantener una falsa pandemia que, la mires por donde la mires, no se sostiene.
La mentira sale a la luz pero los “massmedia” callan hipócritamente
Es vergonzoso que los medios de comunicación de masas no se hagan eco de noticias como estas:
Según informan GreenMedInfo y GatewayPundit, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) ha revisado sus cifras de muertes por Covid-19 en EEUU: “desde el 2 de enero de 2020 al 26 de agosto de 2020, solo el 6% de las muertes provocadas por la pandemia (unas 10.000 personas) fueron ocasionadas por el Covid-19. El resto, fueron producidas por otras afecciones o causas, además de Covid-19”.
Aquí está el informe del CDC con los datos de Covid-19 del 1/02/2020 al 26/08/2020m si quieres comprobarlo.
Otra noticia, no menor, es la que ha publicado el New York Times, diciendo que la prueba PCR puede provocar falsos positivos l.
En la editorial se dice: “Los funcionarios del Wadsworth Center, el laboratorio estatal de Nueva York, tienen acceso a los valores de CT de las pruebas que han procesado y analizaron sus números a petición de The Times. En julio, el laboratorio identificó 794 pruebas positivas, según un umbral de 40 ciclos.
Con un límite de 35, aproximadamente la mitad de esas pruebas ya no calificarían como positivas. Alrededor del 70 por ciento ya no se consideraría positivo si los ciclos se limitaran a 30”.
Y otro informe, del 13 de julio de 2020, del Centers for Disease Control and Prevention Division of Viral Diseases 1600 Clifton Rd NE Atlanta GA 30329, en que el CDC admite claramente que no se aisló el virus y que los test PCR son inespecíficos para detectar nada. A continuación te dejo el enlace en inglés. https://www.fda.gov/media/134922/download
La prueba definitiva que no se quiere hacer
Una cosa es lo que dice la televisión y otra muy distinta el rigor científico.
La sintomatología de Covid-19 es la misma que la de muchas afecciones tradicionales: infecciones pulmonares, tuberculosis, catarro común, gripe, neumonía, etc.
Decir que hay millones de personas infectadas con un nuevo virus es muy fácil; demostrarlo es otra cosa.  Del mismo modo, afirmar que los laboratorios de todo el mundo han "secuenciado el virus", refiriéndose a ocho o diez fotos de microscopio electrónico de ocho o diez muestras de tejido de pacientes, no es un estudio serio que demuestre nada. Entonces, la pregunta es: ¿por qué no se ha hecho un estudio a gran escala para salir de dudas?
La cosa no es tan complicada. Solo hay que escoger a miles de infectados (esos que dan positivo en la prueba de PCR), extraerles muestras de tejido y colocar ese material bajo el microscopio electrónico para tomar las fotos pertinentes. Una vez las tengamos, examinemos las miles de fotos a ver si encontramos muchas partículas del mismo virus “único” que nunca antes se vio en cada uno de los pacientes. Si en todas estas personas aparece el mismo virus nuevo, estamos en lo correcto. Ahora bien, si no es así, ¿de qué pandemia estamos hablando?
Si esos investigadores están tan seguros de que su “secuenciación de la estructura genética del virus” es la prueba de que el nuevo virus existe, ¿por qué no hacen  el estudio a gran escala? Es más, otros investigadores deberían hacer otros tres o cuatro estudios tan grandes y verificar si se repiten los hallazgos. A esto se le llama el método científico. Lo demás, cantos de sirenas.
Con la que está cayendo, ¿no crees que noticias como estas son de una importancia extraordinaria?
Entonces, ¿por qué se ocultan? ¿Por qué los massmedia callan como putas?
¡Despierta, coño!
Mira, por si todavía no te has dado cuenta, al Gobierno tu salud y tu vida le importan una mierda (con perdón). Tampoco le importa si comes o no comes, si tienes empleo o no lo tienes, si vives en una  casa o en la puta calle. Lo único que le importa al Gobierno es que votes; a quien sea, pero que votes, ya que con tu voto legitimas locuras como esta.
¿No estás viendo como el Covid-19 está arruinando a pequeñas empresas mientras enriquece obscenamente a supermercados, grandes superficies y multinacionales como Amazon?
¿No te parece sospechoso que la gente no se contagie en Mercadona, Carrefour o Alcampo y, sin embargo, cierren la frutería, la zapatería o el bar de tu calle por temor a nuevos contagios?
¿Hasta cuándo vas a soportar tanta humillación y vejación? ¿Es que quieres seguir el resto de tu vida con un bozal en la boca?
¿Cuándo vas a darte cuenta de que la televisión está acabando con tus neuronas?  ¡SIN TELEVISIÓN NO HAY PANDEMIA QUE VALGA!
¿Alguien en su sano juicio cree honestamente en este “cuento chino” –nunca mejor dicho- en el que se ha atacado sistemáticamente al más elemental sentido común, haciéndonos tragar infinidad de contradicciones, sinsentidos e incongruencias?
¿Somos conscientes de que tanto los “covidianos” como los “anticovidianos” estamos colaborando, sin saberlo, con el Nuevo Orden Mundial?
Las consecuencias de esta falsa pandemia son obvias: acabar con el Estado de Derecho para dar paso a una “sociedad orwelliana”. No hay más.
Esto no es ninguna teoría de la conspiración. Los hechos están ahí para todo aquel que  quiera quitarse la venda de los ojos y mirar donde tiene que mirar.
Estamos en un punto de inflexión donde el mundo que conocíamos está desapareciendo a pasos agigantados. Salvo que se produzca un milagroso despertar de la población, por el hartazgo de estar sometidos a estas medidas draconianas terriblemente injustas de confinamientos selectivos, bozales y represión policial, el futuro que nos espera es este: una sociedad orwelliana en la que seremos vacunados, controlados y esclavizados como nunca lo fuimos a lo largo de la historia de la humanidad.