Se dice popularmente que no hay más ciego que
el que no quiere ver.
En prácticamente todo el mundo occidental,
fuerzas plutocráticas globalistas están desarrollando nuevas estrategias con el
claro fin de poner en marcha cuanto antes su famoso Nuevo Orden Mundial.
La llegada a Francia del “macronismo” no ha
sido por casualidad, al igual que la moción de censura a Mariano Rajoy tampoco.
Y, evidentemente, ambos acontecimientos están relacionados.
La destitución de Mariano Rajoy, con la consecuente
caída de todo su Gobierno en menos de una semana, ha sido una jugada maestra
por parte del poder global del dinero.
Ni que decir tiene que un cambio de Gobierno;
es decir, la salida de un gabinete y la composición de otro, no se produce tan
rápido si no ha habido previamente -durante al menos un medio-largo periodo de
tiempo- conversaciones y acuerdos con todos los actores implicados (no cuela que
todo este “tinglao” se haya resuelto en tan solo 18 días).
Decía Franklin D. Roosevelt: "En
política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se
puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera."
Según amenazaban los “mass-media” más
conservadores de este país, si prosperaba la moción de censura España se
hundiría: se incrementaría el paro, bajarían las inversiones, subiría la prima
de riesgo, etc. Sin embargo, nada de eso ha ocurrido. ¿Y por qué? Pues porque el
poder global del dinero ya tenía previsto este nuevo escenario.
¿Crees que la elección de un Gobierno formado
por 11 mujeres, un astronauta y dos gays, entre otros, ha sido cosa exclusiva de
Sánchez? Y lo más alucinante ¿De verdad piensas que este Gobierno se ha hecho a
gusto de la mismísima Ana Patricia Botín? Lo digo porque se ha deshecho en elogios
hacia el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, y eso si que es raro de narices.
Pero qué curioso. Buscando en el “baúl de los
recuerdos”, vemos que la señora Botín es asidua del club Bilderberg. Y ¡oh, sorpresa!
Resulta que Pedro Sánchez acudió a las reuniones de 2015 y 2016, así como
Albert Rivera y Sáenz de Santamaría han acudido en 2018.
El resurgimiento de Sánchez, después de ser
defenestrado por su propio partido, se produjo –milagrosamente- después de que
hubiese asistido a las reuniones del famoso club. Además, él mismo iba diciendo
por ahí que sería el siguiente Presidente de Gobierno: ¿casualidad o ya lo
sabía?
Así que no te quepa la menor duda de que este
Gobierno formado por europeístas, federalistas, feministas y globalistas, será
el encargado de llevar a España hacia el “macronismo”.
En un principio, parecía que Ciudadanos había
sido el elegido para la implantación del “macronismo” en España. Pero que va. Ahora
vemos que Albert Rivera no tiene la exclusiva. Todo parece indicar que el PSOE
e incluso el nuevo PP, que saldrá de su congreso extraordinario, también
formarán parte del mismo orden de cosas. O sea, lo de siempre: la clase
política a las órdenes del gran capital.
Lo que está ocurriendo, para todo aquel que lo
quiera ver, es lo mismo que sucedió en los años 80 del siglo pasado, cuando
Margaret Thatcher y Ronald Reagan implementaron el neoliberalismo en
prácticamente todo el mundo. Ahora se quiere dar un paso más con el “macronismo”,
para seguir avanzando en la implantación de ese Nuevo Orden Mundial.
Todo lo que vemos, oímos y leemos en los medios
de comunicación, como esas noticias relacionadas con la Ideología de Género, el
Movimiento LGTBI, feministas, y un largo etc., no son más que los nuevos
valores a inculcar a la población, por parte de los diseñadores del Nuevo Orden
Mundial, para construir la sociedad que ellos han diseñado para nosotros.
Dicho esto, es obvio que la moción de censura
a Mariano Rajoy no es más que la misma pantomima de siempre para seguir
engañando a incautos. O lo que es lo mismo: “cambiar” para no cambiar nada en
absoluto. Y así llevamos siglos y siglos.
Porque ¡señores! La triste realidad es que por
más igualdad de género, más gobiernos paritarios y otras “ocurrencias” de la
clase política, la igualdad entre seres humanos nunca se producirá mientras existan
ricos y pobres.
Ese es el principal reto de la humanidad que, desde
luego, no se quiere acometer por parte del poder global del dinero y toda la
casta política que lo sustenta. Así de claro.
Lo demás, no son más que cantos de sirenas.