Está bien esto de la nueva tecnología de las
comunicaciones si no fuera porque son usadas por todo el mundo sin la más
mínima privacidad.
La mayoría de la gente no sabe que cada vez
que utilizamos las redes sociales o el whatsapp todo queda grabado para
siempre, aunque tú lo borres, en los servidores de google, facebook, etc.
Incluso los que lo saben están encantados y no ven el peligro real de usar el
correo electrónico, las redes sociales y el whatsapp, sin la más mínima
garantía de privacidad. Ellos creen que como mantienen conversaciones
intranscendentes, no relevantes, pasarán inadvertidas y no tendrán ningún
interés para nadie. Pues se equivocan. Nada más lejos de la realidad. Son
relevantes e importantísimas para las élites dominantes. Ellos estudian
minuciosamente todos esos mensajes. ¿Y para qué?, os preguntaréis, pues para
llegar a conocernos mejor que nos conocemos nosotros mismos.
¿Y qué utilidad tiene?, te volverás a
preguntar. Pues muchas.
Al conocer nuestros gustos, costumbres, forma
de vida, relaciones personales, pensamiento, tendencia política y religiosa,
etc., pueden diseñar nuestras vidas y, por si aun no te has enterado, es lo que
están haciendo.
Al conocernos, por ejemplo, diseñan las
noticias de los telediarios en función de a dónde nos quieran dirigir en ese
momento, y ¡¡zass!! No falla, reaccionamos inmediatamente todos a la vez al
estímulo. Y es de esta manera como han conseguido crear el pensamiento único.
Ya no existen pensadores, ni pensamiento
crítico (salvo algunas excepciones, y no me estoy refiriendo a los
tertulianos de derechas e izquierdas de la TV)
Todas nuestras reflexiones verdaderamente no
son nuestras, nos las han vendido enlatadas, listas para ser consumidas y ya
está.
Es de esta manera cómo se
ha llegado a esclavizar a la humanidad como jamás antes, en ningún momento de
su historia, ha estado y, además, sin que nos hayamos dado cuenta, es más; la
mayoría de la gente no sólo es que no se de cuenta, sino que lo negará
rotundamente.