viernes, 7 de noviembre de 2014

CORRUPCIÓN EN EL SISTEMA O SISTEMA CORRUPTO

Que el sistema en el que vivimos está corrompido, en todas partes del mundo, nadie lo duda. Pero lo que mucha gente ignora es que el sistema es corrupto por tener como médula espinal el sistema monetario -causante de todos los males- pues es la estafa más ingeniosa y mejor montada de todos los tiempos, ya que, como he dicho en muchas ocasiones, nuestro actual sistema financiero ha sido diseñado para ser previsible, predecible y manipulable.
Actualmente el dinero es deuda. Se crea de la nada y se expande a través de la red de bancos comerciales, sin el más mínimo control por parte de los gobiernos.

Generalmente, cuanto más dinero tiene un país, mayor es su deuda y, si no, no tenemos más que mirar el ranking de los 20 países con más deuda externa del mundo, en el año 2012, expresada en dólares. Observarás que los que ocupan las cinco primeras posiciones –si quitamos de la lista a la UE- son: EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón. Y, sin embargo, no aparecen países como Zambia (país más pobre del mundo) Zimbawe, Haití, Liberia y Mozambique, que son países tan pobres que, por no tener, no tienen ni deuda.

Ranking de los 20 países del mundo con más deuda externa

En la economía real, o sea, la economía de las personas de a pie, cuando un individuo tiene una enorme deuda lo normal es que esté arruinado y sea desahuciado y desprovisto de todas sus propiedades, pero no ocurre así con los estados y las grandes corporaciones.
En nuestro mundo actual todo se reduce a esto: Unas cuantas familias en el mundo se han apoderado de los recursos del planeta (recursos que, esos sí, son necesarios para vivir y no el dinero) Les han puesto un precio monetario –dinero que ellos controlan y crean a su antojo-  y nos han forzado al resto a esclavizarnos de por vida, para conseguir una pequeña porción de ese dinero que nos permita tener acceso a parte de los recursos necesarios para nuestra subsistencia.
Toda la corrupción que estamos viendo en los últimos tiempos –tanto aquí como en otros lugares del mundo- no es más que lo que ha existido siempre, pero que ahora aflora a la opinión pública debido, en gran medida, a las nuevas tecnologías en comunicación. Y, es así, porque la corrupción es inherente al sistema monetario.
Verdaderamente si alguien se cree que cambiando de gobierno –sea del signo que sea- cambiando de banqueros o cambiando de empresas (eléctricas, de telefonía, de alimentación, etc.) se van a resolver nuestros problemas, es que vive en los mundos de Yupi.
Es el propio sistema el problema. Así que si es el propio sistema el que causa el problema, por muchas correcciones que hagamos en el sistema, jamás se solucionarán los problemas; de manera que, para remediarlo, el sistema en sí debe ser reemplazado. Y mientras la gran mayoría de ciudadanos ignoren cómo funciona el sistema monetario (por ejemplo: la creación del dinero como deuda, la expansión del mismo y la incongruencia del pago de intereses, mediante un dinero que no ha sido creado)  esto no va a cambiar, por muchos “Podemos” que aparezcan en el mundo.  Y, mira, que ya me gustaría, ya.

sábado, 1 de noviembre de 2014

DERECHO A DECIDIR

Todo parece indicar que el día 9 de noviembre de 2014 se celebrará en Cataluña el famoso referéndum, consulta o como lo quieran llamar. Al menos eso es lo que dice, un día sí y al otro también, la “prensa canallesca” que no deja de bombardearnos constantemente con el “derecho a decidir” que tan rimbombantemente lleva anunciando a bombo y platillo Artur Mas, del que, personalmente, dudo mucho que quiera la independencia de Cataluña.  
Pero vayamos por partes. Qué milonga nos están contando.
En primer lugar: ¿Qué es eso del “derecho a decidir”? ¿Qué tomadura de pelo es esa? ¿Desde cuándo un político ha otorgado el derecho a decidir sobre algo al pueblo?
Cuando se hace la farsa de algún referéndum es simplemente porque se tiene la certeza de que el resultado va a ser el que espera quien lo convoca. Para ello no hace falta más que realizar la pregunta oportuna –capciosa, por supuesto- y ya está. Además, siempre les quedará el recurso de hacerlo vinculante o no, pero, claro está, en función de sus intereses, nunca de los intereses del pueblo, al que jamás se ha tenido en cuenta para nada y no va a ser precisamente ahora el momento de tenerlo en cuenta.
En segundo lugar: “Derecho a decidir”, sobre qué. Porque si el derecho a decidir es sobre algo que sólo afecta al que lo decide, cojonudo. Pero si el derecho a decidir es sobre algo que no sólo atañe al que decide, sino que también concierne a terceros, entonces la decisión debería ser de todos los afectados y no sólo de unos cuentos.
En tercer lugar: ¿Es que Cataluña no es España? O lo que es lo mismo ¿Es que un andaluz, asturiano o manchego no es tan Español como un catalán?
Porque aquí no se está decidiendo sobre algo que sólo afecta a Cataluña; aquí se está decidiendo algo que afecta también al resto de España. Y lo que es más importante bajo mi punto de vista. Aquí se está decidiendo sobre un territorio que es de todos los españoles. ¿A santo de qué unos cuantos compatriotas se quieren apoderar de un territorio, que también es nuestro, sin nuestro consentimiento? Porque en definitiva es eso. Cuando unos socios del Barça no quieren seguir siéndolo, no se quedan con parte del club y dejan fuera a los demás socios, simplemente se van y punto. El club sigue perteneciendo a los socios. Pues lo mismo debería ser en este caso. Si no quieres ser español te vas de España y punto que, además, no serías el primero ni serás el último; y no lo digo en tono peyorativo, ya que tus razones tendrás.
En cuarto lugar, y para terminar esta reflexión, el derecho a decidir sobre independizarse o no, ¿con qué criterio se toma?: histórico, de libertades de los pueblos a decidir sobre su soberanía, por diferentes singularidades de idioma, raza, etc. Porque también pudiera ocurrir que dentro de Cataluña hubiera poblaciones que no quisieran ser ni españolas ni catalanas, sino que también quisieran independizarse de ambas y, dentro de estas existir otros pequeños núcleos que quisieran hacer lo mismo.
Entonces yo me pregunto: Utilizando el mismo argumento que se está esgrimiendo para esta consulta ellos también deberían tener derecho a decidir ¿o no? Así, podría darse el caso de una Cataluña independiente de España, una Girona independiente de Cataluña y una Figueres independiente de Girona.
En fin. Yo creo que es de una ingenuidad supina que la mayoría de catalanes hayan caído en esta trampa y no vean más delante de sus narices. ¿Pero es que no se dan cuenta que le están haciendo el trabajo a los políticos corruptos de su autonomía? ¿No se dan cuenta de que es una huída hacia delante?
Resumiendo. Unos cuantos unilateralmente no pueden decidir sobre algo que nos afecta a todos o, al menos, así debería ser. Otra cosa muy distinta es querer saber que opinan los catalanes sobre independizarse de España y, si eso es lo que quieren, digo yo que tendrán que pedirnos al reto de españoles que les cedamos ese territorio -que no es suyo, es de todos los españoles, vivamos o no en Cataluña- o sea, que si algún día se diera el caso –que no se dará- que se le otorgara al pueblo ese “derecho a decidir”, ese derecho ha de ser de todos y no sólo de unos cuantos.