jueves, 28 de diciembre de 2017

IOTA Y EL INTERNET DE LAS COSAS

Probablemente algunas personas habrán oído hablar del “Internet de las cosas”, aunque para la mayoría de la población es aún un término desconocido, como lo son también las criptodivisas.
¿Pero a qué se refiere ese término?
Como su nombre indica, el "Internet de las cosas" o “IoT” (por sus siglas en Inglés “Internet of Things”), se refiere a todas aquellas cosas conectadas a la red para ser manipuladas desde Internet.
¿Y qué cosas van a estar conectadas a Internet aparte del ordenador o el teléfono móvil? Pues la respuesta es TODO.
En un futuro no muy lejano estará prácticamente todo conectado a Internet: coche, lavadora, frigorífico, agua, luz, etc. Y es que la integración de Internet a todo tipo de objetos, desde maquinaria industrial hasta los electrodomésticos más cotidianos, será una realidad y una necesidad dentro de muy poco.
Según IBM, para el año 2025 habrá más de 30 billones de objetos conectados a Internet.
Nos guste o no, el IoT cambiará el mundo tal y como lo conocemos: casas y coches inteligentes serán una realidad y funcionarán a nuestra voluntad a través de Internet.
Con el IoT nos comunicaremos de una manera global. Podremos poner la calefacción de nuestra casa, subir o bajar las persianas y regar las plantas de interior -aunque estemos al otro lado del globo- mediante nuestro teléfono móvil.
También podremos dar instrucciones a nuestro automóvil para que nos recoja –él solito- en el aeropuerto a una hora determinada.
Y lo más importante. El dinero tal y como lo conocemos desaparecerá, dando paso a un nuevo sistema monetario en el que todos los pagos se realizarán a través de Internet.
Y aquí es donde entra IOTA: una innovadora tecnología de contabilidad distribuida, concebida para funcionar como la columna vertebral del “Internet de las cosas”.
Hace tan sólo 9 años que llegó la tecnología Blockchain (cadena de bloques) y su criptodivisa Bitcoin, y en tan sólo este corto periodo de tiempo está siendo una verdadera revolución.
Bitcoin y su cadena de bloques son una fantástica tecnología, aunque con algunos inconvenientes que, eso sí, están siendo solventados por otras criptodivisas más avanzadas.
La evolución de las criptodivisas está sufriendo un proceso muy rápido.
La primera generación fue Bitcoin: una criptodivisa (unidad de cuenta) registrada en un libro mayor llamado cadena de bloques.
La segunda generación ha dado algunos pasos adelante, aunque con la misma tecnología Blockchain. Un ejemplo es Ethereum: tecnología mejorada de Bitcoin que además permite todo tipo de contratos inteligentes en la red.
Y ahora acaba de llegar IOTA: una criptovivisa de tercera generación más avanzada que las dos anteriores.
La evolución sustancial es que tanto Ethereum como Bitcoin necesitan de los mineros para poder subsistir. Sin embargo, IOTA no tiene minería, ni comisiones, ni cadena de bloques. Eso sí, las tres tienen en común que  son descentralizadas y de código abierto, lo que quiere decir que cualquiera puede utilizar el protocolo que es público y transparente.
Las diferencias más notables entre la tecnología Blockchain y la tecnología IOTA (Tangle) son:
-IOTA Ofrece resistencia cuántica (los ordenadores cuánticos no podrán piratearla)
-IOTA No tiene cadena de bloques, ni minería, ni dificultad. Por lo tanto, al no tener comisiones permite hacer micro pagos (con Bitcoin la comisión de los mineros es mayor que el micro pago)
-IOTA es escalable hasta el infinito mientras más usuarios y dispositivos la utilicen.
-IOTA admite alrededor de 500 transacciones por segundo, mientras que Ethereum admite 20 y Bitcoin entre 3 y 7.
-A diferencia de los 21 millones de Bitcoins que se van creando poco a poco y donde el último se minará en el año 2140, IOTA ya ha creado el total de sus monedas, que son aproximadamente 2.700 billones, no creándose ninguna más.
-El inventor de Bitcoin se esconde detrás del pseudónimo Satoshi Nakamoto. No así los fundadores de IOTA que tienen nombre y apellido: David Sonstebo, Sergey Ivancheglo, Serguei Popov y Dominik Schiener. Todos ellos provenientes de la tecnología Blockchain.
Veamos ahora la utilidad de IOTA.
Dado que en un futuro no muy lejano la mayoría de las cosas estarán conectadas a Internet, la comunicación global entre ellas será una realidad.
Así, por ejemplo, imaginemos que nuestro frigorífico detecta que las latas de refresco o las cervezas se están agotando. El mismo frigorífico automáticamente se conectará con el proveedor para hacerle el correspondiente pedido, el cual será enviado por mediación de un Dron a nuestro domicilio, siendo el propio frigorífico el que realizará el pago mediante la tecnología IOTA.
Otra utilidad, por ejemplo, es que cuando lavemos nuestro coche, entremos en un parking o pasemos por un peaje, nuestro automóvil (que no nosotros) realizará el pago automáticamente, mediante esta tecnología, sin tener que detenerse.
En definitiva, se trata de que las cosas estén conectadas entre sí y sean ellas mismas las que realicen, previa instrucción nuestra, todo tipo de acciones y comercio.
En un mundo que está cambiando a pasos agigantados, y donde el actual paradigma se está quedando totalmente obsoleto, es más que evidente la importancia de esta nueva tecnología.
Los gobiernos hablan mucho de la necesidad de llevar a cabo reformas, pero lo único que saben hacer es NADA. Así que cuanto antes nos demos cuenta de que en el mundo que se nos viene encima los políticos no son la solución, sino el problema, mejor.
Llegará el día en que la gente mayoritariamente perderá la confianza en sus gobiernos y en el sistema financiero amparado en el dinero FIAT. Y el día que esto ocurra, ya no habrá marcha atrás.
Gracias a esta tecnología, es muy probable que dentro de unos años el 50 ó 60% de la población disponga de 300 mil, 600 mil o un millón de euros, dólares, yuanes, etc., en criptodivisas, guardadas en un monedero electrónico propio, con el que mover su economía. Si esto ocurriera –que lo dudo- ¿Crees que esa gente cumplirá las absurdas leyes de los gobiernos cuando dispone de una economía totalmente independiente?
Lo que está claro es que esta nueva tecnología está atrayendo cada día a más gente inteligente. Y no me refiero sólo a los pequeños inversores, que también. Me refiero a todas esas personas que están desarrollando esta tecnología como alternativa al perverso y corrupto sistema monetario actual.
Gente inteligente es la que hace falta para afrontar los retos del futuro y no políticos inútiles trasnochados que no saben distinguir un Euro de lo que hay detrás de un Bitcoin, Ether o IOTA.
Lo que ha ocurrido, para quien tenga la capacidad de verlo, es que ha llegado un nuevo invento que cambiará el mundo de arriba  abajo.
Esta nueva tecnología supone:
-Una revolución del sistema monetario, con la consiguiente posible “desaparición” de bancos e intermediarios.
-Una reserva de valor, puesto que el dinero FIAT no vale nada y terminará desapareciendo.
-Un avance tecnológico que requerirá de un esfuerzo, por parte de la gente, para entenderlo, que servirá para abrir sus mentes.
Ahora bien. También pudiera ser todo lo contrario.
Personalmente me cuesta mucho creer que la banca se deje arrebatar el poder y el control del dinero. Por esta razón me pregunto: ¿Y si todo lo que estamos viendo, con relación a las criptodivisas, ha sido programado para sustituir el actual sistema monetario por otro completamente digital?
O dicho de otra manera: ¿y si esto es el famoso “reset” del que tanto habla el FMI? 
Pudiera ser que Bitcoin haya sido lanzado como un “globo sonda” para que la gente se familiarice con este nuevo sistema. Una vez depositada su confianza en él, se creará una criptodivisa mundial que, por supuesto, esa sí dejará de estar descentralizada. De esta manera la banca se hará la dueña de todo el dinero mundial. Y aquí lo tenemos: el sueño de todo banquero hecho realidad.

Bueno, pues ahora que cada uno saque sus conclusiones.

lunes, 4 de diciembre de 2017

BITCOIN: QUÉ ES, CÓMO FUNCIONA Y UN SEDUCTOR ACTIVO FINANCIERO ALTERNATIVO

Las crisis económicas que venimos padeciendo, en los últimos cuarenta años, no son más que la consecuencia  que trajo la ruptura del patrón oro. Está desregularización ha liberado las manos de los bancos centrales que, desde entonces, no hacen otra cosa que adoptar políticas monetarias “imprudentes”, por decirlo de una manera suave. Entre otras cosas, han permitido crear un endeudamiento masivo de la economía y, además, ese endeudamiento se ha canalizado fundamentalmente hacia la generación de burbujas, esencialmente de activos financieros. 
Actualmente, los bancos se han convertido en verdaderas mafias que, en su afán de hacer negocio, violan sistemáticamente todas las reglas mediante innumerables chanchullos financieros.
Hoy en día, prácticamente todos nuestros pagos y transacciones las efectuamos mediante dispositivos electrónicos y tarjetas de crédito, a través de una entidad bancaria, que, indudablemente, saca tajada de las diferentes operaciones quedándose con parte de nuestro dinero.
¿Pero y si una “innovación tecnológica” permitiera que cualquiera fuera dueño de su propio banco y dinero, libre de impuestos y comisiones bancarias?
¿Te imaginas hacer pagos, inversiones, préstamos, apuestas, depósitos y todo tipo de contratos sin intermediarios, y, además, de una manera global, casi instantánea y gratuita? Y lo más importante: ¿te imaginas que una criptodivisa pudiera ser un valor refugio como lo es el oro o una obra de arte?
Efectivamente parece demasiado bueno para ser real, así que la cuestión es si esto es una fantasía o el futuro del dinero y del comercio.
Y aquí es donde entra el descubrimiento de Bitcoin: uno de los inventos más importantes de la humanidad, según algunos, y una burbuja de “dinero mágico”, según otros.
Tim Draper, conocido inversor en capital de riesgo estadounidense, aseguró: “esta es la mejor tecnología desde Internet y una transformación sociológica”. En la misma dirección se pronunció Bill Gates: “Bitcoin es un “tour de force” tecnológico”.
Otros, sin embargo, como Warren Buffett, dicen: “Bitcoin es un espejismo”. De idéntica manera de pensar es Alan Grisman (expresidente de la FED), que cuando le preguntaron si Bitcoin podría ser el nuevo oro, respondió: “por supuesto que no. Hay que tener mucha imaginación para deducir cuál es el valor intrínseco de Bitcoin”.
¿Pero qué es Bitcoin?
Bitcoin no es más que un protocolo de software, de código abierto, muy parecido al código utilizado para sostener Internet o el correo electrónico (código abierto significa que cualquiera puede usar el protocolo, que ninguna persona o empresa puede controlarlo y que todo cambio en el software es público, abierto y transparente).
Bitcoin es una moneda digital y un software de ordenador. A diferencia de los dólares, libras, yuanes, etc. virtuales creados de la nada por la banca, los bitcoins son creados matemáticamente mediante una red global de ordenadores conectados a Internet.
Pero la pregunta que se hace la gente es: ¿verdaderamente Bitcoin reúne los requisitos del dinero? Definitivamente sí: Bitcoin es una moneda duradera, transportable, divisible, homogénea y de oferta limitada.
A diferencia de los bancos centrales, que mediante la flexibilización cuantitativa inundan el mercado de nuevo dinero, haciendo que se devalúe el dinero ya existente, con Bitcoin esto no ocurre, ya que nadie pueden cambiar las reglas matemáticas ni incrementar el número de bitcoins, que tiene un tope de 21 millones. Esta cifra se alcanzará en el año 2140.
La mayoría de los expertos apuntan a que Bitcoin representa para el dinero lo mismo que representó Internet para la información.
Desde su nacimiento, en 2009, Bitcoin no ha parado de subir, salvo las lógicas fluctuaciones puntuales de algo novedoso que todavía no es estable y está en vías de desarrollo. Aunque bien es verdad que nadie sabe a ciencia cierta cómo evolucionará.  
Lo primero que debemos aclarar es que cualquier cosa tiene el valor que nosotros le demos y Bitcoin no iba a ser menos. Así que si la gente lo demanda tendrá valor, de lo contrario, no.
Veamos ahora cómo funciona Bitcoin.
Bitcoin es una moneda digital, creada en un ordenador. Ahora bien. Si esto es así, la pregunta básica es: ¿si todos los ficheros generados en un ordenador pueden ser copiados infinitamente, por qué con Bitcoin no se puede hacer lo mismo? Pues porque Bitcoin no es un fichero, sino una unidad de cuenta digital descentralizada que no se puede copiar ni replicar infinitamente. Este problema lo resolvió Satoshi Nakamoto (inventor de Bitcoin). Por eso Bitcoin es a día de hoy imposible de falsificar.
Bitcoin utiliza una red P2P “entre iguales” (“peer to peer”) que no comparte ficheros, sino que registra el intercambio de una unidad de cuenta (Bitcoin) en un “libro contable” descentralizado llamado cadena de bloques. Una particularidad de Bitcoin es que la contabilidad siempre cuadra y no se pierde ni un solo Bitcoin, ya que jamás salen de la cadena de bloques.
¿Y quién se encarga de realizar el registro en la cadena de bloques? Pues los llamados “mineros”: personas que con un ordenador y un software crean bitcoins matemáticamente y son recompensados por su trabajo con nuevos bitcoins.
Naturalmente el minado de bitcoins se ha convertido en un negocio muy rentable, por lo que han proliferado las llamadas “granjas Bitcoin”, compuestas por centenares de ordenadores trabajando día y noche.
A modo de curiosidad diré que China dispone de la mayor concentración de “granjas Bitcoin”, aunque es Islandia el país que reúne las mejores condiciones para este tipo de “granjas”: por el frío, el bajo coste de la electricidad y la excelente velocidad de conexión a Internet.
¿Pero qué significa minar bitcoins?
Minar bitcoins no es más que ir añadiendo transacciones a la cadena de bloques, mediante un procedimiento establecido de antemano llamado protocolo Bitcoin, que consiste en la inscripción de transacciones descentralizadas y su validación.
Cada vez que un “minero” completa un bloque correctamente, y es validado por la comunidad de “mineros”, este pasará a formar parte de parte de la cadena de bloques.
Para hacerlo, el “minero” tendrá que adivinar el “Nonce” (número que resuelve el problema matemático particular en cada caso) y así crear una firma digital única que corresponderá a una sola entrada particular.
La firma se consigue mediante una función “hash” (ecuación matemática que toma cualquier entrada dada y crea una única salida, aparentemente al azar) que siempre va a corresponder a esa entrada en particular.

La función criptográfica de “hash” es unidireccional y hace que sea prácticamente imposible deducir el contenido de la entrada leyendo el valor “hash”.


Ejemplo de función “hash” (fuente Wikipedia)

La función “hash” utilizada en Bitcion se denomina “SHA256”. Usando esta función puedes crear una firma digital única para una determinada entrada. Por ejemplo, para la entrada “pepe luengo”, obtenemos la siguiente firma:
4857bd249316d5923a810bb91462905fb70663e5d0dbd98051135c164c03b3bb
Puedes hacerlo tú mismo entrando en una calculadora de “hash” online y verás que el resultado para la entrada “pepe luengo” es la misma.
Ahora bien. Esto sería muy sencillo para los “mineros”, así que, ¿cómo complicamos la cosa? La solución está en pedir una firma que sea difícil de generar rápidamente; es decir, pedir un valor “hash” específico de salida, que empiece con un determinado número de ceros como, por ejemplo, este:
“00000000000000xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx…..”
Estadísticamente es improbable esa larga fila de ceros al comienzo del valor “hash” de salida. Sin embargo, hay una particular combinación de entradas para una salida de “hash” que comience con todos esos ceros. Y aquí es donde entra en escena el “Nonce”: un número aleatorio particular que los mineros tendrán que adivinar, y poner al final de la entrada, para crear ese valor “hash” específico que empiece por un número determinados de ceros con el que validar un bloque y añadirlo a la cadena de bloques.
Tiempo de minado.
Inicialmente, minar bitcoins era relativamente rápido, pero cuanto más nos vamos acercando a la cifra tope de 21 millones su creación es más lenta. Así, en el periodo de un año, comprendido entre julio de 2010 y julio de 2011, se minaron 3,5 millones de Bitcoins, alcanzando la cifra de 6.721.200 bitcoins totales. Sin embargo, después de transcurridos 5 años, durante el mismo periodo de tiempo de un año, esta vez comprendido entre julio de 2016 y julio de 2017, se minaron solamente 700 mil bitcoins, alcanzando un total de 16.424.300 bitcoins. Esto significa que después de 5 años, en el mismo periodo de tiempo de un año, se han minado 5 veces menos bitcoins.
Recompensa para los “mineros”.
Cada vez que un “minero” completa un nuevo bloque (compuesto por unas 2000 transacciones) y lo añade a la cadena de bloques, tiene permiso del protocolo para llevarse una recompensa de nuevos bitcoins, llamada transacción coinbase. Esa recompensa comenzó siendo de 50 bitcoins por bloque. Cada cuatro años el protocolo se ajusta reduciendo la recompensa a la mitad (25, 12.5,…..., etc). Como vemos, con el tiempo la recompensa será muy pequeña, aunque está previsto que los mineros también puedan ser recompensados a través de la percepción de tasas voluntarias de los usuarios que solicitan las transacciones.
Parece muy complicado ¿verdad? Pues igualmente complicado fue Internet, el correo electrónico o WhatsApp, por poner unos ejemplos, y ahí están.
Y ahora viene lo interesante del actual momento Bitcoin.
Evidentemente, pensar que los mineros van a seguir trabajando cada vez más por menos no es de sentido común. Así que, dado que  para que exista Bitcoin es necesario que existan también los “mineros”, si estos no encuentran un incentivo adecuado abandonarán y, como ya he dicho, sin “mineros” no hay Bitcoin.
Pero no hay que alarmarse, ya que este escenario está previsto en el protocolo Bitcoin. Si baja el número de “mineros”, también bajará la dificultad para adivinar el “Nonce”, creando así un nuevo aliciente.
En mi modesta opinión, si los “mineros” han de seguir siendo incentivados para que no abandonen y si la gente cada vez está más interesada en Bitcoin -del que sólo se van a crear 21 millones-, a Bitcoin no le queda otro remedio que seguir subiendo –al menos a corto y medio plazo-, por lo que pienso que tiene todas las papeletas a su favor para convertirse en un activo financiero alternativo de inversión.
¡Ojo al dato! En el último año Bitcoin ha subido un 950%. Esto quiere decir que una inversión de 100 € en Bitcoin habría rentado 950 € al año. Actualmente la rentabilidad media de los depósitos bancarios con garantías es del 0,2% anual, lo que significa que para obtener una rentabilidad de 950 €, habría que hacer un depósito de 475.000 €, que estarían retenidos por el banco durante un año. Es como para pensárselo ¿verdad?
Además, hay un hecho importante que pocas personas saben o tienen en cuenta. Cuando haces un depósito en un banco, no estás guardando tu dinero a modo de una caja fuerte en la que puedes sacarlo cuando quieras. Lo que estás haciendo, verdaderamente, es dar un crédito al banco, y este te lo devolverá siempre que sea solvente. Pues bien, los bancos –todos- son insolventes. Es fácil de comprobar. Si todos los clientes de un banco intentasen retirar sus depósitos al mismo tiempo, ningún banco podría devolver dicha cantidad (es lo que se denomina “insolvencia técnica”).  Y esa es la gran diferencia con Bitcoin, donde tú eres tu propio banco y el único dueño de tu dinero.
Muchos aseguran que Bitcoin es una burbuja, y probablemente no les falte razón, pero no debemos olvidar que la gente se hace rica con las burbujas.
Aunque la mayor de las incógnitas no está en si Bitcoin es o no una burbuja, sino en cómo afrontarán los poderes fácticos esta innovación.
Actualmente Bitcoin no es legal ni tampoco ilegal, es alegal; es decir, no existe legislación sobre él. Así que puede ser que de la noche a la mañana “nuestros dueños” decidan ilegalizarlo, dando por terminada “la fiesta”.
Ahora bien. Si tenemos en cuenta los últimos acontecimientos, parece poco probable, ya que el gestor del mayor mercado de derivados y futuros del mundo, CME Group, ha anunciado que sacará al mercado contratos de futuros sobre Bitcoin a partir del 18 de diciembre de 2017. La creación de un mercado de futuros abre la puerta a los ETF (siglas en inglés de los fondos cotizados en bolsa) de Bitcoin, lo que introducirá a las criptodivisas en la industria financiera.
Y ahora viene la “pregunta del millón”: ¿es verdaderamente Bitcoin una realidad o un espejismo?
A día de hoy, parece que nadie ha dado respuesta a este dilema. El mismo Satoshi Nakamoto, inventor de Bitcoin, dijo: “Estoy seguro de que dentro de veinte años habrá un gran volumen de transacciones en bitcoins, o ninguna”.
Pues si lo dijo Satoshi, no voy a ser yo quien le desmienta.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

JUSTICIA: UNA FANTASÍA DEL SER HUMANO

Todo lo que estamos viendo en estos días –unos políticos imputados en delitos de rebelión, sedición y malversación ingresando en prisión preventiva; otros, imputados por los mismos delitos, evitando la prisión y campando a sus anchas por Bruselas y otros, eludiendo la prisión preventiva pagando una ridícula fianza- no son más que las consecuencias de aplicar eso que llamamos justicia.
Si hay una palabra “desgastada” de tanto usarla es la palabra justicia, ya que es, sin duda, el vocablo más utilizado en todo el planeta.
Pero qué es la justicia. La palabra justicia proviene del latín “iustitia” que significa justo, y deriva del vocablo “ius”.Ius” es un término del derecho romano. Su definición hoy en día podemos equipararla a la del derecho objetivo: se refiere al conjunto de reglas y normas que conforman un ordenamiento jurídico. Según se define, la justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse el Estado y la sociedad. Estos valores son: el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
Estas ostentosas y bonitas palabras, sin embargo, no tienen nada que ver con la realidad.
Veamos en esencia qué significan y si realmente son lo que parecen:
-Respeto. La RAE de la lengua ya lo dice en su definición: “consideración, acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona o una cosa….” Es evidente que el respeto, en una sociedad estructurada en clases sociales, mayoritariamente se ha convertido en sumisión.
-Equidad. “Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones. O también: “cualidad que consiste en no favorecer en el trato a una persona perjudicando a otra”. ¿De verdad hay equidad en nuestra sociedad? Más bien brilla por su ausencia.
-Igualdad. Para que hubiese igualdad tendríamos que ser iguales. Si esa premisa no se da, es más que evidente que tampoco somos tratados como iguales.
-Libertad. En una sociedad llena de normas y prohibiciones ¿dónde está la libertad? No existe, es simplemente una falacia.
Así que ni una sola de estas cuatro palabras, en las que se basa los valores de la justicia, son lo que representan. Por lo tanto, la justicia es una entelequia.
Pero lo peor no es que sea una entelequia, que lo es, sino que además está totalmente corrompida, como corresponde a un sistema socio-económico asentado en el dinero, la competencia y el ánimo de lucro.
No seamos ingenuos. La justicia universal está prostituida. Su único objetivo es proteger y amparar a toda esa caterva de delincuentes distinguidos de guante blanco, además de estar en connivencia con la corrupción institucional, el crimen organizado y, por supuesto, la banca.
Veamos algunos datos que lo corroboran:
-Solamente las mafias italianas concentran un PIB superior a los de países como Uruguay, Guatemala o Bulgaria. Naturalmente, la mafia albanesa, turca, rusa, las triadas chinas, las yakuzas japonesas y la Cosa Nostra de EE UU, entre las mafias más notorias del mundo, no le van a la zaga.
-Para que nos hagamos una idea del grado de corrupción y la connivencia que existe entre la justicia, la banca y el crimen organizado,  decir que entre 2004 y 2007 el banco estadounidense Wachovia (Wells Fargo) blanqueó 378 mil millones de dólares (equivalente a un tercio del PIB de España), solamente del tráfico de cocaína del cártel de Sinaloa.
-En la primera edición del libro “Narcotráfico, SA”, de 1978, se documenta al detalle cómo el negocio ilícito de las drogas -el más grande y lucrativo del mundo- está completamente controlado por los bancos británicos y de Wall Street.
¿Alguien ha visto alguna vez que se luche en serio contra políticos y banqueros corruptos, mafias, cárteles y crimen organizado? Evidentemente no. Únicamente cae algún “cabeza de turco”, de vez en cuando, para hacer creíble el sistema judicial.
En el mundo actual, todo, absolutamente todo, gira en torno al control, el robo y el poder que ejercen unos seres humanos sobre otros. Si verdaderamente hubiera un mínimo de justicia esto no se produciría.
La gente no se da cuenta de que eso que llama justicia no es más que un arma de control y represión de quien verdaderamente ejerce el poder contra el “populacho”.
El doble rasero de la Justicia en el plano financiero, económico y político es más que evidente. Por lo tanto, los privilegios que disfrutan políticos, oligarcas y grandes corporaciones son de lo más escandaloso.
Mientras que el “populacho” vive atrincherado en su “gueto” y tiene que cumplir con las leyes, los impuestos y las disposiciones del sistema Judicial, para esta banda de delincuentes privilegiados no existe tal cosa. La élite, aparte de contar con su propio sistema bancario, financiero y fiscal paralelo, no tiene fronteras y pueden moverse libremente por donde le plazca. Así que, evidentemente, no cumple las leyes, no paga impuestos y, sobre todo, no tiene que responder ante la justicia.
No te dejes engañar. La justicia no existe, nunca ha existido y jamás existirá. El ser humano siempre ha pretendido vivir en una sociedad justa, pero simplemente no puede resolver esa entelequia. Así que, definitivamente, la justicia es una fantasía del ser humano y nada más.

domingo, 12 de noviembre de 2017

¿POR QUÉ SE ESTÁ INTENTANDO DESESTABILIZAR ESPAÑA? (2ª parte)

La primera parte de este artículo finalizaba con las siguientes preguntas:
¿Pero y si el objetivo de todo lo que estamos viendo es otro? ¿Y si todo esto, aparte de no ir de democracia ni de justicia, no va ni siquiera de soberanismo?
Personalmente, no me puedo creer que esos políticos, a los que se les llena la boca de soberanismo e independentismo, quieran deshacerse del “yugo opresor” de Madrid y, sin embargo, se desvivan por seguir con el “yugo opresor” de Bruselas (no se cual de los dos será peor)
Resulta, cuanto menos chocante, que “Junts Pel Sí”, la plataforma secesionista e independentista, apueste en su programa por la permanencia de Cataluña en la dictadura tecnócrata de la UE y la zona Euro. ¡Manda huevos! ¿Pero qué parte de eso que llamamos independencia no entienden? Qué pasa: ¿es que el día que lo explicaron en clase no fueron al cole?
¿Y los de la CUP? Estos se autoproclaman “anti-sistema”: no sé qué clase de “anti-sistema” se puede ser participando activamente del sistema y sus instituciones (me parece que estos tampoco fueron a clase el día que lo explicaron)
Lo triste de todo este asunto es que están jugando con los sentimientos de las personas, ya que han ilusionado a más de dos millones de catalanes que creen ingenuamente que una independencia de Cataluña es posible. Lo siento por ellos.
Hay que ser muy ingenuo e idealista para pensar que España va a prescindir de un territorio de 38.108 km2 que le reporta el 20% de su PIB. Otra cosa es que, quien realmente manda, le obligue a hacerlo.
¿Quieres saber para qué está sirviendo verdaderamente este “Procés”? Pues, entre otras cosas que desconozco, para esconder debajo de la alfombra lo siguiente:
-La deuda pública de este país es superior al 100% del PIB (impagable) y va a tener a varias generaciones endeudadas.
-En estos 40 años de “Democracia” se ha expoliado nuestro patrimonio privatizando nuestras mejores empresas.
-España es un país con un paro galopante y lejos de la mentira de disminuir está aumentando, según dice la propia EPA.
-Nuestros jóvenes simplemente no tienen futuro, así que huelga decir que jamás van a cobrar una pensión.
-La deslocalización de empresas españolas ha sido bestial, con nuestra empresa insignia, INDITEX, a la cabeza.
-La hucha de las pensiones ha sido fagotizada por este gobierno.
-Nuestras empresas del IBEX 35 tienen más de cien sociedades “offshore” en paraísos fiscales.
-El dinero del recate a los bancos, sacado de la hucha de las pensiones, nunca lo vamos a recuperar (el Gobierno ya lo ha dado por perdido).
-El tratado de libre comercio con Canadá (CETA) ha sido aprobado en estos días, por la “puerta de atrás”, mientras estábamos distraídos con el “Procés”.
-El turismo, nuestra mejor industria (en mi opinión pan para hoy  y hambre para mañana), genera empleo temporal de nefasta calidad y paupérrimos salarios (ese es el empleo del Gobierno).
-Los casos de corrupción (Gürtel, Rato, Lezo, Palma Arena, del 3%, etc.) están pasando inadvertidos y son manipulados a conveniencia.
-El Gobierno, mientras estamos entretenidos con el llamado “conflicto catalán”, ha anunciado con total impunidad nuevos recortes en educación, sanidad, protección social y otra nueva pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, impuestos desde Bruselas.
Y la pregunta es: ¿Cuánto puede aguantar este país así?
La realidad es que aquí estamos todos engañados: catalanes, madrileños, vascos, gallegos, andaluces, cántabros, etc.
Quienes verdaderamente deciden este tipo de cosas -que, por supuesto, no son ni los Rajoys ni los Puigdemones de turno-, sabrán por qué quieren desestabilizar España.
¿Será para llevar a cabo una reforma de la constitución y hacer de España un Estado Federal? ¿Un primer paso para hacer de Europa un Estado Federal e ir hacia un estado único? ¿Para desmembrar Europa? No lo sé, no dispongo de información suficiente para dar una respuesta.
Pero lo que no me trago, es que de la noche a la mañana el “populacho” haya decidido -él solito- salir a la calle para reivindicar que quiere ser independiente. ¿Independiente de qué? Si verdaderamente lo hubiese pensado él solito, se habría dado cuenta de que esa falsa independencia no va  a cambiar nada su vida: va a tener que seguir trabajando para pagar impuestos y seguirá estando sometido a un gobierno y sus leyes. Entonces, ¿de qué independencia estamos hablando?
Los que saben de estas cosas, han calculado que no son más de ocho mil personas las que controlan el mundo, y lo hacen mediante el sistema financiero (o sea, el dinero) de la siguiente manera:
En la cúspide del escalafón del poder del dinero está el Banco de Pagos Internacional (BPI), ubicado en Basilea, Suiza (¡ojo! pertenece a unos ocho mil fondos de inversión privados). Seguidamente se encuentra el Banco Mundial (BM) y el Fondo monetario Internacional (FMI): estos reciben órdenes directas del BPI. En tercer lugar tenemos los bancos centrales; es decir, el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (FED), el Banco de Inglaterra, etc. En cuarto lugar están el resto de bancos comerciales. Y, por último, los gobiernos, que endeudándose sirven a los intereses de todos los anteriores.
Una vez aclarado como se distribuye el escalafón del poder mediante el dinero, veamos lo siguiente.
La UE ha anunciado que quiere poner en marcha el llamado Fondo Monetario Europeo que, según Donald Tusk, Presidente del Consejo de la UE, entrará en vigor en junio de 2018.
La creación de este organismo significará que una institución “paneuropea”, como es el Banco de Pagos Internacional (que será el encargado de llevarlo a cabo), tendrá el control sobre todos los Estados miembros.
Estamos hablando de que este organismo fiscalizará las políticas monetarias de cada país, con lo cual, lo controlará todo, incluido los servicios de inteligencia, la policía y las fuerzas armadas. ¡Ah! Y, por supuesto, todo se gestionará desde Bruselas. De esta manera conseguirán hacer de la UE el primer “modelo avanzado” para la creación de un solo estado a nivel mundial: “nuevo orden mundial”.
Es más que sospechoso que Luis de Guindos, Soraya Sáez de Santamaría, Mª Dolores de Cospedal, José Manuel García Margallo, Albert Ribera y Pedro Sánchez (asistentes todos ellos a reuniones del Club Bildelberg), curiosamente estén demandando hacer de España un Estado Federal como solución al “conflicto catalán”. Por lo tanto, no sería de extrañar que utilicen estrategias como la del “Procés” para conseguirlo.
Ya lo he dicho en multitud de ocasiones: no podemos ni debemos seguir soportando y aceptando este grado de manipulación.
Pero no se trata de tirarnos a la calle a protestar, eso es lo que quiere y tiene previsto el sistema.
La verdad es que no es tan difícil.

Si consiguiéramos que el “populacho” (eso es lo que somos para la élite) tomara conciencia y fuera capad de hacer tres simples gestos, como dejar de ver televisión, no votar y sacar mensualmente el dinero de la nómina o pensión de los bancos, no te imaginas el daño que supondría para el sistema. Puede que entonces nos tomaran en serio. Aunque me temo que lo de “no es tan difícil” es una ilusión mía.

sábado, 11 de noviembre de 2017

¿POR QUÉ SE ESTÁ INTENTANDO DESESTABILIZAR ESPAÑA? (1ª parte)

Imaginemos un club de fútbol como el Real Madrid con 90.000 socios (España).
Imaginemos que una séptima parte de esos socios, 12.800, se sienten, digamos, especiales (Cataluña).
Un tercio de esos socios especiales, 4.280, piensa que la directiva del Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, les roba.
Con esa escusa, y otros patéticos argumentos históricos, deciden hacer un referéndum -en el que sólo participan ellos- para separarse del club y quedarse con parte del estadio, además de jugadores como Ronaldo, Benzemá, Isco, Danilo, Marco Asensio, etc. (empresas españolas ubicadas en Cataluña).
Una vez realizado el referéndum -sin “supuestamente” el consentimiento del club- los cabecillas (digamos 5 personas) amparándose en el resultado del referéndum, proclaman la salida del club.
Ahora ya no son el Real Madrid. Ahora son el “Real Chumurrús Club de Fútbol”; pero eso sí, pretenden seguir utilizando el Santiago Bernabeu y jugar con los mejores jugadores del club.
Ante este nuevo escenario, es lógico que jugadores como Ronaldo, Benzemá, Isco, etc., quieran seguir perteneciendo al Real Madrid y no al “Real Chumurrús Club de Fútbol”. También es de esperar que el resto de equipos de la liga no reconozca ese nuevo club, y que los socios del Real Madrid se sientan indignados, al ver cómo una minoría quiere arrebatarles medio campo de fútbol y a sus mejores jugadores que, no olvidemos, pertenecen a todo el club.
Bueno, pues este “símil futbolero” explica de una manera didáctica lo que ha pasado en Cataluña. ¡Surrealista! ¿Verdad?
¿Pero a quién pretenden engañar?
Tanto el independentismo vasco (con ETA a la cabeza) como el catalán, han sido utilizados históricamente por las oligarquías y sus políticos paniaguados en este país a su conveniencia.
El grave error de base, cometido por políticos y medios de comunicación (por supuesto con toda la intencionalidad del mundo), ha sido el de tratar a Cataluña como un “ente” ajeno a España, al hablar constantemente del “encaje de Cataluña en España”.
Porque digo yo: si Cataluña no es España, sino Cataluña; si el País Vasco no es España, sino el País Vasco y si en Navarra, Aragón, Asturias, etc. ocurre lo mismo, entonces, ¿quién y qué es España?
Evidentemente todo el mundo dirá que España es el conjunto de todo eso, por lo tanto, es absurdo buscar un encaje a algo que ya está dentro, puesto que Cataluña ya es España como lo son Madrid, la Rioja, Murcia o Extremadura. Otra cosa es la defensa de la idiosincrasia de cada región.
Políticos, medios de comunicación y toda clase de “salva patrias” no hacen más que inventar ridículos razonamientos en aras a no sé qué derecho a decidir unilateralmente la soberanía de los pueblos.
Y yo me pregunto: ¿qué pueblos? ¿El pueblo fenicio, romano, visigodo, árabe,...? ¿Pueblos como el español, francés, alemán, italiano,...? ¿Como el catalán, asturiano, navarro, andaluz,...? ¿O pueblos como Torrelodones, San Vicente de la Barquera o Matalascañas?
Por otra parte, tratar de utilizar argumentos históricos para reivindicar soberanismos es cuanto menos poco razonable. Porque vamos a ver ¿por dónde hacemos el corte? ¿Nos remontamos 100 años, 300 años, 500, 1.000…..?
¿Pero qué nos están contando? ¿Cómo podemos ser tan estúpidos de entrar en este juego?
La realidad, para quien tenga un mínimo de sentido común, es que Cataluña, Navarra, Asturias,…., etc., son España y pertenecen a todos los españoles (tanto si viven allí como si no).
Cataluña es hoy lo que es porque millones de españoles, en el transcurso de los tiempos, lo han hecho posible. Y lo saben.
Las infraestructuras catalanas como las empresas catalanas no son tal; son infraestructuras españolas y empresas españolas, hechas por españoles y ubicadas en Cataluña, al igual que otras infraestructuras y empresas están ubicadas en otros territorios españoles. Y lo saben.
Todo este proceso (consentido) está fuera de la legalidad desde el primer minuto. Y lo saben.
Esta no es una revolución de abajo a arriba, como se nos quiere hacer creer; al contrario, es una revolución de arriba abajo. Y lo saben.
Por lo tanto, 70 personas no pueden decidir unilateralmente quedarse con un territorio que es tanto suyo como del resto de españoles. Y lo saben.
Del mismo modo, la aplicación del artículo 155 de la Constitución no es más que una escusa para enquistar el llamado “problema catalán”. Y lo saben
Las elecciones del 21D no sólo no van a solucionar nada, sino que van a dilatar el “Procés”. Y lo saben.
Meter en la cárcel a todo el cesado gobierno de la Generalitat no va a hacer otra cosa que crear mártires políticos, con el consecuente agravamiento de la situación. Y lo saben. Si realmente se les quiere castigar, que se les confisque dinero y propiedades. Luego que empiecen de cero -como todo hijo de vecino- a buscar un puesto de trabajo para poder subsistir, cuyo sueldo –por mandato judicial- no exceda del salario mínimo interprofesional. Eso sí sería un castigo que, por cierto, es lo que tiene el 30% de españoles. Y lo saben.
La verdadera incógnita para nosotros es saber quién está realmente intentando desestabilizar España y por qué.
Está claro que uno de los más interesados es Mariano Rajoy. Con el "monotema catalán", la corrupción de su partido está pasando desapercibida. Además,  quiere llegar con este asunto vivo a las elecciones generales, que muy probablemente se adelantarán a 2018. El enquistamiento del “Procés” le garantiza como mínimo una gobernabilidad con el apoyo de Ciudadanos, quien también está encantado con el asunto pues le reportará más votos. Aunque lo más probable –en este país de descerebrados- es que el PP alcance de nuevo la mayoría absoluta.
¿Pero y si el objetivo de todo lo que estamos viendo es otro? ¿Y si todo esto, aparte de no ir de democracia ni de justicia, no va ni siquiera de soberanismo?

Continuará.

viernes, 3 de noviembre de 2017

LA INGENIERÍA SOCIAL LO CONTROLA TODO

Dentro de lo que podríamos considerar populacho; o sea, la masa, el bajísimo nivel intelectual, promovido por la paupérrima educación, unido a la falta de lectura y la ausencia de diálogo inteligente, ha fomentado el nuevo analfabetismo: gente que sabe hablar, leer y escribir, pero que no sabe lo que dice, no entiende lo que lee y, por supuesto, no escribe.
La actual incapacidad de la masa, para elaborar pensamientos propios, ha llevado a la gente a repetir una y otra vez todos los preceptos que recibe a través de los medios que ejercen los poderes de manipulación: televisión, radio, prensa, Internet, redes sociales, campañas electorales, etc.
Si a esto le sumamos la omnipresencia de deportes para descerebrados como el fútbol, las macro producciones de estúpidos héroes de Hollywood y el resto de la industria del entretenimiento basura (entre los que se encuentra el turismo de masas), tenemos una sociedad con una multitud de individuos acomodados que no son capaces de realizar ningún movimiento por sí mismos.
Esto no sería preocupante si no fuera porque toda esa masa vota y, como de todos es sabido, en democracia todos los votos son iguales; por lo tanto, toda esa masa, fácilmente manipulable, inclina la balanza siempre en el sentido que al poder le conviene.
Nunca tan sabias palabras fueron pronunciadas sobre las democracias, como las que plasmó en su libro “El Hombre Mediocre”, en 1913, José Ingenieros, las cuales siguen vigentes a día de hoy: “Las pretendidas democracias de todos los tiempos han sido confabulaciones de profesionales para aprovecharse de las masas y excluir a los hombres eminentes… La premisa de su mentira fue la existencia de un “pueblo” capaz de asumir la soberanía del Estado. No hay tal: las masas de pobres e ignorantes no han tenido, hasta hoy, aptitud para gobernarse: cambiaron de pastores.”
Pues bien. Todo esto ha sido posible gracias a los avances en Ingeniería Social, que tiene prácticamente programada y paralizada a la gran mayoría de la sociedad.
Pero qué es la Ingeniería Social. “La Ingeniería Social es el cambio planificado, sostenible y solapado del comportamiento. Se trata de modificar definitivamente la naturaleza de una cosa, de manera irreversible, para que se mantenga en el tiempo. Esto es lo que distingue a la Ingeniería Social de la propaganda y de la manipulación, cuyos impactos son puntuales y reversibles”.
En definitiva, se trata de persuadir a la gente para influir en sus pensamientos, acciones y comportamiento. En otras palabras, se manipula a las personas para llevarlas a ejecutar determinadas acciones y conducirlas hacia una manera de pensar única.
Los avances en Ingeniería Social, han propiciado que las clases dirigentes se hayan hecho con el control absoluto de todo.
Desde que el mundo es mundo, el poder siempre se ha conseguido de la misma manera: centralizando la autoridad en torno a una minoría y esparciendo el caos, la miseria y la desigualdad entre el populacho, quedando reducido éste a una masa de individuos en estado permanente de pánico.
Tradicionalmente, las élites se hacían obedecer por el pueblo a cambio de  mejorar sus condiciones laborales, económicas y sociales, o bien por la fuerza bruta. Pero esto ha cambiado drásticamente. Actualmente ya no es necesario todo este derroche de “generosidad”. Ahora, mediante la Ingeniería Social, han desarrollado un “estado permanente del caos” como el método más eficaz de gobierno para mantener el poder. De ahí que todas las noticias siempre sean negativas.
Esto les ha permitido dejar de asumir responsabilidades con los ciudadanos. De hecho, hoy en día el caos les permite justificar lo injustificable: caos financiero para concentrar el poder en los grandes bancos; atentados terroristas para ejercer una monitorización absoluta sobre las personas y unas deplorables condiciones laborales y sociales para mantener a la población constantemente asustada. Así que, paradójicamente, el caos que simulan combatir es su principal estrategia de control.
Esto no lo digo yo.
Si hay alguien nada sospechoso de ser conspiranoico es Jacques Attali, economista, político, ensayista y escritor francés -de origen judío- y amigo personal de Raymond Barre, Jacques Delors, Philippe Séguin, Jean-Luc Lagardère, Antoine Riboud, y Michel Serres, entre otros, y que, según se dice, fue el creador de Macron. Pues bien. Jacques Attali lo ha dicho claramente, por activa y por pasiva, en sus escritos y conferencias: “Los dirigentes persiguen dos propósitos: el primero crear un gobierno mundial; el segundo, proteger ese gobierno de cualquier atisbo de derrocamiento, a través de un sistema de vigilancia generalizado basado en la total trazabilidad de personas y cosas”. Pues ese sistema de vigilancia generalizado ha sido desarrollado por la Ingeniería Social.
Las masas no son todavía conscientes, pero todo lo que estamos viendo –crisis financieras, desestabilización de países, atentados terroristas, guerras, revoluciones de color y, por supuesto, el “procés catalán”- forma parte del guión escrito desde hace años por esta élite para conseguir su objetivo, que no es otro que el de unificar el mundo.

Esto es lo que ha consiguiendo la Ingeniería Social: mantener a la mayoría de la población en un estado de ansiedad permanente, convirtiéndola en dócil y sumisa, para que actúe y piense de una manera programada sin que ellos mismos sean conscientes.

miércoles, 25 de octubre de 2017

¿DESPLAZARÁN LAS CRIPTODIVISAS AL ACTUAL SISTEMA MONETARIO?

La falta de credibilidad a nivel mundial en nuestro actual sistema se está haciendo poco a poco más patente. La población de los países desarrollados cada día es más escéptica.
Una parte de personas -aun insuficiente- ha perdido la confianza en sus gobiernos y sus instituciones; no se fía de la clase política; duda de la honestidad de su Iglesia; no cree lo que dicen los medios de comunicación; no tiene ninguna fe en la justicia ni en el sistema educativo y, por supuesto, tampoco tiene confianza en la banca y en el sistema monetario.
Pues bien. Estas personas desean conectar con otras que piensen de la misma manera que ellas, independientemente de si residen en su mismo país o no, y quieren buscar una alternativa para una vida mejor. Saben que el sistema monetario actual tiene los días contados y pretenden ponerse a salvo de la volatilidad del dinero fiduciario. Por eso, y no por otra razón, están ilusionadas con las criptodivisas tales como el Bitcoin.
La inminente aparición de Bitcoin, seguida de la consiguiente irrupción en masa de las criptodivisas (actualmente más de 800), han propiciado el cuestionamiento de nuestro actual sistema monetario. Sin embargo, aparentemente el sistema trata de mantener el actual dominio de las monedas FIAT.
Jamie Dimon, Director Ejecutivo de JP Morgan Chase, tachó a las criptodivisas como una moda aun más destructiva y especulativa que la “Tulipomanía” (un período del siglo XVII, que se dio en los Países Bajos, donde se produjo la primera burbuja especulativa con el precio de los tulipanes).
¿Hay que hacerle caso a Jamie Dimon? Lo digo porque curiosamente es la misma todopoderosa banca la que está adoptando la tecnología de la cadena de bloques de Bitcoin y avanzando a pasos agigantados en la creación de su propia criptodivisa.
La incógnita sigue siendo quién está realmente detrás de esta tecnología: Satoshi Nakamoto (pseudónimo del supuesto creador de Bitcoin) o la misma banca.
La verdad es que las criptodivisas llevan muy poco tiempo con nosotros: apenas 9 años. Hasta hace poco, nadie se preocupaba de ellas; es más, aun hoy la mayoría de la gente no sabe prácticamente nada acerca de su funcionamiento.
En un principio, ni los políticos ni supuestamente la banca le dieron demasiada importancia. Según ellos, ofrecen pocos beneficios como moneda; no son una reserva de valor; son mínimamente aceptadas como medio de pago y, además, no han resultado ser tan seguras como se decía.
Verdaderamente todos estos argumentos esgrimidos por políticos y supuestamente por banqueros son una majadería, ya que lo mismo, o algo parecido, podríamos decir del actual dinero FIAT: está respaldado simplemente en la confianza; es altamente devaluable; también es un dinero digital y el dueño del dinero de tu cuenta bancaria no eres tú, sino tu banco.
Así que defender las bondades o destacar los defectos de ambos sistemas monetarios no resuelve nada, ya que está claro que ninguno de los dos ofrece garantías.
Pero a medida que la popularidad de las criptodivisas ha ido creciendo, se plantea lo siguiente incógnita: ¿verdaderamente las criptodivisas son una oportunidad o una burbuja? 
Evidentemente hay división de opiniones. Ya sabemos lo que opina Jamie Dimon, que asegura que la nueva divisa no va a funcionar, mientras que otros como Kay Van-Petersen, estratega global de Saxo Bank, apuestan porque llegará fácilmente a los 100.000 dólares en menos de una década o incluso pudiera superar esa cantidad.
La autoridad reguladora de los mercados tampoco se pone de acuerdo. China ha prohibido las operaciones mediante Bitcoin como método de financiación entre pequeñas empresas y start-ups, aunque bien es verdad que se está replanteando restablecerlas; eso sí, con una normativa más restrictiva.
Algunos bancos, como el de Inglaterra, también han advirtió sobre el riesgo de estos movimientos. Sin embargo, en países como Venezuela muchas personas lo ven como una salida a la crisis monetaria de su país para salvaguardar sus ahorros.
Un mercado de criptodivisas sin bancos, sin apenas comisiones, sin intereses ni tasas y con un dinero que supuestamente sólo te pertenece a ti, parece surrealista; aunque no por eso deja de ser muy interesante y atractivo.
Si lo comparamos con el actual sistema monetario, en el cual dependemos de un tercero (la banca) que además de ser dueño y señor de nuestro dinero, cobrarnos comisiones a diestro y siniestro y portarse como vulgar usurero, la elección no tiene duda.
Parece demasiado bueno para ser real. Por eso, algo así es un atisbo de esperanza en este mundo de capitalismo deshumanizado.
Conviene recordar que históricamente siempre que ha llegado un nuevo cambio a nuestras vidas ha habido a priori una reticencia a aceptarlo.
Voy a citar cinco razones por las que creo que las criptodivisas han venido para quedarse:
-Los primeros automóviles fueron acusados de romper las carreteras y ser más peligrosos que los carros tirados por caballos. Se promulgaron leyes muy duras para hacer desistir a la población de su uso, pero al final dominaron el mundo del transporte.
-El uso de la imprenta estuvo en su día perseguido, puesto que a los poderes fácticos no le interesaba que se difundiera de manera masiva la información: evidentemente fracasó.
-Cuando llegó Internet nadie creyó que con el tiempo se hicieran negocios y se pudiera comprar a través de la red: hoy en día se ha convertido en el mercado más grande del mundo.
-Actualmente son más de 2.500 millones de personas las que no disponen de una cuenta bancaria, por lo tanto, no pueden hacer ningún tipo de transacción financiera. Sin embargo, disponiendo de un teléfono móvil y una conexión a Internet, las criptodivisas le dan esa posibilidad.
-Y lo más importante. La gente joven es la más predispuesta a apoyar mayoritariamente esta tecnología, así que ellos serán los encargados de implementarlas, una vez que se produzca el relevo generacional.
La historia nos demuestra que al final los cambios, cuando son innovadores, se acaban imponiendo. Por lo tanto, en mi modesta opinión, las criptodivisas tienen noventa y nueve de cien papeletas para quedarse y reemplazar al actual sistema monetario. Aunque, como es lógico, también me puedo equivocar.
Otra cosa es cómo evolucionarán y si alguien las llegará a controlar.