martes, 31 de diciembre de 2013

AMENAZA REAL PARA LA CLASE TRABAJADORA POCO CUALIFICADA

Últimamente, cada día nos levantamos con la noticia de que ha cerrado otra gran empresa o que se ha despedido a un número importante de trabajadores.
Nos dicen que todo esto es consecuencia de “la crisis” y que tarde o temprano las aguas retornarán a su cauce y se volverá a crear empleo. Y no es verdad.
Lo que ocurre es que el trabajo que se destruye cada día, en todo el mundo, está siendo reemplazado por máquinas, robot y ordenadores. En definitiva, todos esos puestos de trabajo están siendo sustituidos por la tecnología. Esto lo podemos comprobar en nuestra vida cotidiana cuando vamos al banco y utilizamos un cajero automático o cuando vamos al supermercado y le pagamos a una máquina o facturamos electrónicamente en un aeropuerto sin que intervenga ninguna persona en cada uno de estos procesos.
Sí, esto es así, y negar la evidencia no nos va a sacar de este atolladero. La tecnología está acabando con la clase trabajadora poco cualificada en todo el planeta y, sin embargo, paradójicamente, las empresas de vanguardia tienen verdadera dificultad para encontrar trabajadores altamente cualificados.
Según un estudio realizado en la Universidad de Oxford por los economistas Carl Frey y Michael Osborne,  cerca de la mitad de los empleos, en los Estados Unidos, están en peligro de ser automatizados. En concreto, de los 702 tipos de puestos de trabajo que los economistas analizaron, prácticamente la mitad corre el riesgo de ser totalmente sustituido por máquinas. Y, ya se sabe. Lo que ocurre en Estados Unidos, tarde o temprano nos termina afectando.
Las innovaciones tecnológicas de fabricación durante el siglo XIX sustituyeron gran parte de la mano de obra cualificada en industrias como la textil o la producción de herramientas. A continuación, la revolución informática del siglo XX provocó la eliminación de puestos de trabajo con ingresos medios, tales como secretarias, delineantes, administrativos, etc. La próxima generación de ordenadores y nuevas máquinas sustituirá, durante las próximas décadas, a los empleados de bajos ingresos, aquellos poco cualificados. Entonces, ¿qué puestos de trabajo no van a desaparecer o se van a crear? Pues  prácticamente aquellos que requieren de inteligencia creativa, como la ciencia y la ingeniería, o los que exigen una inteligencia social, como es la atención sanitaria, la educación, el arte y la cultura.
Todo lo que está sucediendo, y que a nadie parece importarle, no es más que el final de un modelo “económico-social” que, más o menos, ha funcionado hasta ahora, pero que la tecnología lo ha dejado totalmente obsoleto.
La situación actual no deja de ser paradójica.
Hoy en día la productividad está en niveles de récord. Jamás en la historia de la humanidad hemos tenido la capacidad de producir más de lo que somos capaces de consumir. Al mismo tiempo, la innovación nunca ha crecido tan rápidamente como ahora.
Sin embargo, por otra parte, cada día no hacen más que desaparecer puestos de trabajo y los salarios de la clase trabajadora, que aun dispone de un empleo, están cayendo empicados. En definitiva. Las personas se están quedando fuera del sistema porque la tecnología avanza demasiado rápido (cosa que no hace las humanidades) y no estamos haciendo bien las cosas para asumir el cambio.
Pensar que dentro del sistema actual puede sustituirse al trabajador remunerado, cuya vida depende exclusivamente de eso, por una máquina, sin que existan consecuencias inmediatas, es no tener los pies en el suelo. Y si a esto le sumamos que ya somos 7.000 millones de seres humanos, lo que resulta es  una mezcla altamente explosiva. Y claro está. La consecuencia –según han decidido nuestros “dueños”- no va a ser otra que la de acometer una drástica reducción de la población mundial.
Esta reducción de la población mundial no necesariamente se llevará a cabo de inmediato. Más bien, lo que se hará –mejor dicho, ya se está haciendo- es empobrecer y marginar a toda esa clase trabajadora que, por otra parte, ya no es necesaria, para arrinconarla en guetos, no dándole opción a tener acceso a la mayoría de los recursos del planeta, hasta que poco a poco vayan desapareciendo del globo terráqueo. En definitiva. Nuestros “dueños” quieren una población mundial diseñada a la carta.
Nos guste o no, este es el futuro que nos espera en las próximas décadas, salvo que nos tomemos estos temas de una vez en serio y no dejemos que sean otros los que decidan por nosotros.

viernes, 13 de diciembre de 2013

¿CATACLISMO ECONÓMICO MUNDIAL?

Según los acontecimientos acaecidos en los últimos años, todo parece indicar que nos dirigimos a un evento programado que no es otro que un cataclismo económico mundial.
¿Será verdad? ¿Serán capaces de hacerlo?
Todo parece indicar que sí, y de llevarse a cabo, creo que no tardaremos mucho en verlo. Con este cataclismo económico lo que se pretende conseguir es que sean los propios ciudadanos los que demanden a las autoridades un mayor control y mano dura, para así imponernos definitivamente el llamado “nuevo orden mundial”.
No hay más que analizar lo que ha sucedido en los últimos años y lo que está ocurriendo ahora.
En los últimos años, con las políticas neoliberales aplicadas en prácticamente todo el mundo, se ha empobrecido a las clases medias y aniquilando la mayoría de sus derechos, aunque parece ser que no lo suficiente. Por eso, ahora, se va a dar el salto definitivo provocando un cataclismo económico mundial sin precedentes.
Y, ¿en qué me baso para decir esto? Pues en algunos indicios económicos que han aparecido en los últimos meses y que invitan a pensar que se va a producir un colapso masivo de la economía mundial no tardando mucho.
La fluctuación diaria de las bolsas, con picos de sierra (subidas y bajadas) antes nunca vistos en periodos tan cortos de tiempo, no son precisamente síntomas de una estabilidad económica. Y, lo que es más preocupante. El índice Dow Jones está alcanzando altas cotas que no se veían desde hace muchos años (y eso que estamos inmersos en una crisis mundial) y sin embargo, la mayoría de los grandes inversionistas que, por si no lo sabes, disponen de información privilegiada, están vendiendo masivamente sus acciones, mientras que, por otra parte, la gran banca está empujando a los pequeños ahorradores a invertir sus capitales en bolsa, dado que los clásicos depósitos de renta fija, utilizados hasta ahora por los ahorradores, dan una mierda de rentabilidad que a duras penas te llegan para comprar un puto bolígrafo. Y claro está, si eres un poco observador, y seguidor de los acontecimientos, te darás cuenta de que esto es precisamente lo que suele ocurrir antes del estallido de las grandes burbujas económicas.
Otro gran indicador es el aumento de las reservas de oro por parte de los grandes países, puesto que se está produciendo una masiva compra de oro a través de sus bancos centrales. Uno de los principales países que está comprando oro en grandes cantidades es China. Y digo yo. ¿Para qué coños quieren el oro si ya fue derogado el patrón oro de los acuerdos de Bretton Wood? Ah!! Ahora caigo. Es que probablemente el oro les vendrá muy bien si se produce un cataclismo económico ¿verdad?
Y ¿qué decir de la economía europea? Aquí en Europa las tensiones económicas aumentan a velocidad de vértigo. Cada día se aprueban nuevas medidas, cada vez más agresivas, que van en contra de lo que sería una política de ayuda a la economía. La deuda de los países crece y crece y a nadie parece importarle que jamás se va a poder pagar ¿Y por qué y para qué? Pues a mí sólo me encaja una cosa. Que se la quieren cargar. Y me estoy refiriendo, por supuesto, a la economía.
El mundo que la élite está diseñando para el futuro del planeta no cuenta con la mayoría de la gente. Están preparando un mundo únicamente para un 20% de la población mundial. Según ellos, los mejores. Por eso quiere deshacerse de todos los borregos, gañanes y analfabetos. En definitiva, de todos aquellos “estómagos vacios” que decía Henry Kissinger.
El “nuevo orden mundial” no es que vaya a venir, es que ya está aquí. Y como he dicho no cuentan ni contigo ni conmigo, y si a nosotros no nos importa, pues imagínate a ellos. Están encantadísimos, porque el cataclismo económico del que te hablo, a ellos, no les va a afectar.
La mayoría de la gente sigue esperanzada en que la crisis se va a resolver. Por supuesto que se va a resolver, en eso no les falta razón. Pero lo que ellos creen es que se va a volver a los estadios que tuvimos antes de la crisis, y eso si que no se va a producir.
Por otra parte, claro que es verdad que en el mundo se necesita un cambio, dado que el actual paradigma económico se ha quedado totalmente obsoleto debido a los avances tecnológicos, pero el cambio que necesita el mundo no es, bajo mi punto de vista, este “apaño” que se está llevando a cabo sin que nosotros participemos.
Bueno, ante esta perspectiva sólo podemos hacer dos cosas. Una quedarnos a esperar a ver qué pasa (que es lo que estamos haciendo) con el riesgo de que lo que pase no sea al final de nuestro agrado, y, otra, tomar nosotros la iniciativa y no dejar que sean los de siempre los que decidan nuestro futuro y el de nuestros hijos.

martes, 29 de octubre de 2013

LA ECONOMÍA MUNDIAL EN UN FUTURO NO MUY LEJANO

Cada día que pasa el actual sistema económico-monetario está más en entredicho.
Las trampas de este sistema injusto, perverso y especulador son de tal calado que ya es muy difícil sostenerlo. La confianza en el sistema está quebrada, la economía va cada día de mal en peor y, lo que es más importante, las nuevas generaciones no muestran ningún interés en continuar con esta farsa.
A nadie se le escapa ya que el mal reparto de la riqueza en el mundo es la causa de todos nuestros males y este sistema no hace más que agravar la situación.
Vivimos en un mundo tecnológico con unas posibilidades inmensas de solucionar, de una vez por todas, la mayoría de nuestros problemas, pero si seguimos atrapados en el sistema económico-monetario actual no lo conseguiremos.
En el mundo ya hay varias iniciativas que utilizan otro tipo de economía, para el intercambio de bienes y servicios, sin que medie para ello el dinero.
Hablaremos ahora de algunas de ellas.
La primera de estas economías, ya utilizada anteriormente por nuestros ancestros, es el trueque. No es de extrañar que en los próximos años, localmente focalizadas, sigan expandiéndose iniciativas de economías basadas en el trueque o en monedas que son sólo utilizadas en pequeñas zonas, las cuales permiten una buena alternativa ante la coacción y desproporcionada subida de impuestos, por parte de los Estados, y los abusos de los bancos en  momentos de tensión económica.
Otra manera de economía es la basada en el tiempo. Este tipo de economía toma como unidad de intercambio de bienes y servicios las “horas-hombre”, o mejor dicho, el tiempo que tarda un ser humano en realizar una determinada tarea de forma efectiva y completa.
Diferentes enfoques proponen una economía basada en el tiempo para una sociedad orientada al servicio, donde las horas de servicio entregadas por un individuo pueden ser cambiadas para recibir otros servicios. Por ejemplo: las horas que un individuo ha dedicado a la confección de un circuito electrónico, pueden ser cambiadas por otros servicios, como clases de guitarra, comida en un restaurante, etc. Los "bancos de tiempo" se basan en este mecanismo y cuentan con una creciente aceptación en EEUU, Nueva Zelanda y Australia.
Otro tipo de economía es la basada en criptomonedas. Es un nuevo tipo de economía que ha emergido de la sociedad cibernética. El poder de Internet brinda la oportunidad de permitir el intercambio de bienes y servicios, mediante criptomonedas, para realizar prácticamente cualquier operación sin la intervención de bancos, gobiernos o algún otro órgano regulador.
Las criptomonedas son monedas virtuales encriptadas, de modo que no se puede conocer la identidad real del emisor ni el receptor de éstas (a menos que estos así lo quieran) y, además, no se pueden utilizar más de una vez por un mismo individuo.
La divisa que inició esta revolución se llama “Bitcoin” y ha recibido diversas amenazas por parte de varios gobiernos. También ha sido acusada de permitir el blanqueo de dinero del narcotráfico y del tráfico de armas, entre otras cosas, de lo cual es absolutamente culpable, pero no más culpable que cualquier otra moneda oficial. El ataque masivo por parte de los estados a esta moneda es sencillamente porque no pueden tener el control sobre ella.
Una de las economías más polémicas, pero a la vez más esperanzadora, es la economía popularizada por el ingeniero social Jaque Fresco y el Movimiento “Zeitgeist” que propone un sistema global donde no exista el dinero y todos los bienes sean comunes. Es una economía basada en los recursos (EBR) la tecnología y el método científico.
En la EBR las decisiones se toman mediante el método científico en vez de permitir que unos pocos individuos decidan por el resto de la humanidad. De esta manera se puede llegar a soluciones reales para los problemas de los individuos, a la vez que se impide actuar por intereses económicos personales egoístas.
Se trata de un sistema complejo que dice que es capaz de garantizar la alimentación, el cobijo y la buena salud de todas las personas. Para ello se sirve de la completa liberación del poder tecnológico. Gracias a la tecnología actual es fácil producir alimentos para dar de comer al 100% de la población mundial y darles todo lo que necesitan para tener un buen nivel de vida. La automatización de la mayoría de trabajos y la liberación de todos los conocimientos son la base de este nuevo sistema. Si ambos aspectos se expandieran por todo el mundo, el sistema monetario dejaría de tener sentido y se podría garantizar el acceso universal a un buen nivel de vida, sin la necesidad de establecer relaciones de servidumbre, como el trabajo forzado al que actualmente gran parte de la humanidad se ve sometido para poder subsistir. Es por ello que en la EBR la humanidad puede llegar a prosperar más justamente.
Por último está lo que Nicolás Sarcozy dio en llamar la “refundación del capitalismo”, que llamaremos Nuevo Capitalismo, en el cual estamos inmersos de lleno y es el sistema al que nos dirigimos actualmente.
La economía del siglo XXI intenta dar un aire fresco al capitalismo incorporando nuevos elementos de control. Propone un panorama donde los consensos “oficiales” determinan diversas formas para controlar el flujo económico a través de sus preceptos, que no son otros que los preceptos del neoliberalismo.
Una de estas iniciativas actualmente se desarrolla en el marco medioambiental-económico y es la de impulsar el impuesto al carbono, donde las empresas con menos emisiones de las permitidas generan créditos que son vendidos a otras entidades que sobrepasaron su límite. Este movimiento político basado en el burdo “consenso científico” del cambio climático emula -en forma de impuestos- los créditos de energía propuestos por el movimiento tecnocrático norteamericano del siglo pasado, el cual idealizó la integración global a través de grandes estados continentales que basarían los valores de su economía en la energía necesaria para producir bienes
Este sistema ha sido implementado parcialmente al día de hoy en lugares tales como Australia, Estados Unidos, China, la Unión Europea y Sudáfrica. Se espera que para el año 2014 este mercado sea aprobado por prácticamente todo el mundo. Pero, ¡oh!, ¡sorpresa! ¿Quién se ha hecho con el monopolio del carbono? Pues alguien tan “desconocido” como la familia Rothschild, por lo que la desconfianza en esta iniciativa es total, incluso hay voces científicas que claramente ya desmienten el tan afamado cambio climático.
La nueva cara del Nuevo Capitalismo también pretende impulsar la creación de una moneda global y la conversión de la Reserva Federal (FED) de EE.UU. en un organismo supranacional bancario, para crear así un único banco central mundial y una única moneda para toda la humanidad que, por si aun no te has enterado,  te diré que forma parte del programa para la creación de lo que se ha dado en llamar “nuevo orden mundial”.
Esta economía es la que está posicionada más fuertemente en la actualidad y es la que se pretende que predomine en los próximos años pero, por nuestro bien, esperemos que su auge tenga una duración corta y limitada, dado que su impopularidad se hace cada día más evidente, ya que favorece claramente a los más ricos en detrimento de los más pobres.
Como conclusión final diré que lo más probable y deseable es que varios tipos de economía (no sólo estos aquí mencionados, sino otros) puedan confluir perfectamente en armonía y no sea necesario posicionar alguno de ellos como una institución totalitaria, como se viene haciendo hasta ahora. De ser así, y sobre todo si triunfa el Nuevo Capitalismo, estaríamos hablando de una economía que tarde o temprano colapsará y llevará el caos y la miseria a todo el planeta.
Como quiera que la tecnología poco a poco se va imponiendo como el principal medio de control sobre la humanidad, de nosotros depende -y sólo de nosotros- no aceptar la homogenización de una nueva economía global, sino permitir una mayor diversificación y libertad de economías en todo el mundo. Sólo así podremos escapar del yugo opresor que nos impone el actual sistema económico-monetario.

lunes, 30 de septiembre de 2013

LA GRAN MENTIRA SOBRE LA INSOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA ACTUAL DE PENSIONES

Desde los medios de comunicación no hacen más que bombardearnos diariamente con que el actual sistema de pensiones es insostenible.
Para ello esgrimen el siguiente argumento.
Según los “expertos” para que el sistema funcione tiene que haber como mínimo 2 personas produciendo y cotizando por cada pensionista que no produce, pero sí consume; ese es el límite. Si ese número de personas produciendo baja, el sistema es insostenible. Eso es lo que asegura la “comisión de sabios” que el gobierno ha puesto a trabajar en la nueva ley de la reforma de las pensiones, que nos van a aplicar a partir del 1 de enero de 2014 y que básicamente tiene dos objetivos: el primero, asegurarse por ley que nunca más van a subir las pensiones (no consideremos subida ese ridículo e insultante 0,25%) y en segundo lugar, y objetivo principal, obligar a la mayoría de los futuros pensionistas, que se lo puedan costear, a invertir en fondos privados de pensiones.
Analicemos ahora el principal argumento –según los “expertos”- para el funcionamiento del sistema de pensiones y posteriormente los dos objetivos que se pretenden conseguir aplicando esta nueva ley.
Ligar la producción de 2 personas para mantener a un pensionista es absurdo, y me explico. No se trata del número de personas, sino de la producción en sí, es decir; ¿si 10 personas producen 20 kilos de tomates 2 personas producen 4 kilos? No necesariamente. Una sola persona puede producir 20 ó 40 kilos de tomates, con los medios y tecnología adecuada para hacerlo. Entonces, no es válido que tenga que haber 2 personas produciendo por cada pensionista dado que, hoy en día, una sola persona produciendo puede acarrear los costes de 2 o más pensionistas. Pero, ojo. No nos dejemos confundir. Los empresarios y grandes corporaciones también son personas que producen, y mucho. Lo que sucede es que estos no cotizan lo que debieran y de ahí el déficit en el sistema. Si echamos la vista atrás veremos que hace 50 años el número de personas para producir cualquier bien era infinitamente superior al actual ¿verdad? Pues bien. Dicho esto, queda desmontado el patético argumento de los “expertos” y su mágica fórmula del “2 x 1”.
En cuanto a los objetivos que se pretende conseguir con la nueva reforma de las pensiones, están muy claros. Al desvincular la subida de las pensiones al IPC, garantizando una subida mínima del 0,25%, y con la deuda pública actual que tiene España (92% del PIB) está claro que jamás se van a revalorizar las pensiones, por lo que en 4-5 años el poder adquisitivo de los pensionistas sufrirá una merma del 25-30%, y en el transcurso de otros 4-5 años otro 25-30%. Y así hasta que sean eliminadas del sistema.
¿Y todo para qué? Y aquí es donde viene el principal objetivo. Pretenden, en definitiva, privatizar las pensiones mediante la contratación de planes de pensiones privados, por parte de los trabajadores, que están viendo como se desmorona el actual sistema estatal de pensiones.

Este, y no otro, es el “gran botín” que quieren llevarse, y detrás de ello están –como no podría ser de otra manera- las grandes aseguradoras europeas, entre ellas las aseguradoras alemanas y francesas, los fondos de inversión anglosajones -dominados por los grandes fondos americanos- y, en menor medida, nuestros grandes bancos.

jueves, 15 de agosto de 2013

LAS REDES SOCIALES, EL WHATSAPP Y EL SURSUM CORDA….

Está bien esto de la nueva tecnología de las comunicaciones si no fuera porque son usadas por todo el mundo sin la más mínima privacidad.
La mayoría de la gente no sabe que cada vez que utilizamos las redes sociales o el whatsapp todo queda grabado para siempre, aunque tú lo borres, en los servidores de google, facebook, etc. Incluso los que lo saben están encantados y no ven el peligro real de usar el correo electrónico, las redes sociales y el whatsapp, sin la más mínima garantía de privacidad. Ellos creen que como mantienen conversaciones intranscendentes, no relevantes, pasarán inadvertidas y no tendrán ningún interés para nadie. Pues se equivocan. Nada más lejos de la realidad. Son relevantes e importantísimas para las élites dominantes. Ellos estudian minuciosamente todos esos mensajes. ¿Y para qué?, os preguntaréis, pues para llegar a conocernos mejor que nos conocemos nosotros mismos.
¿Y qué utilidad tiene?, te volverás a preguntar. Pues muchas.
Al conocer nuestros gustos, costumbres, forma de vida, relaciones personales, pensamiento, tendencia política y religiosa, etc., pueden diseñar nuestras vidas y, por si aun no te has enterado, es lo que están haciendo.
Al conocernos, por ejemplo, diseñan las noticias de los telediarios en función de a dónde nos quieran dirigir en ese momento, y ¡¡zass!! No falla, reaccionamos inmediatamente todos a la vez al estímulo. Y es de esta manera como han conseguido crear el pensamiento único.
Ya no existen pensadores, ni pensamiento crítico (salvo algunas excepciones, y no me estoy refiriendo a los tertulianos de derechas e izquierdas de la TV)
Todas nuestras reflexiones verdaderamente no son nuestras, nos las han vendido enlatadas, listas para ser consumidas y ya está.
Es de esta manera cómo se ha llegado a esclavizar a la humanidad como jamás antes, en ningún momento de su historia, ha estado y, además, sin que nos hayamos dado cuenta, es más; la mayoría de la gente no sólo es que no se de cuenta, sino que lo negará rotundamente.

miércoles, 14 de agosto de 2013

NOS EMPOBRECEN, LUEGO NOS MATAN

Según estudios realizados a finales del siglo XX, en este siglo XXI, el 20% de la población activa bastará para mantener en marcha la economía mundial. No se necesitará más fuerza de trabajo (y eso que no se quiere incorporar toda la mecanización y tecnología de la que disponemos)
Ese 20% será únicamente quien participará, por tanto, activamente en la vida, el beneficio y el consumo, no importa en qué país. A este 20% se le puede añadir un 1 ó 2% más, por ejemplo, contando a los herederos acomodados que dispongan de fortunas suficientes para vivir sin dar un palo al agua. Esto quiere decir que, como mínimo, el 78% de la población no va a tener manera de ganarse la vida, con lo cual, la población mundial quedará reducida a 1.500 millones de personas, que es la cifra que estiman los promotores del nuevo orden mundial.
En 2010 había en el mundo 300 millones de parados y más de 1.500 millones de personas con un empleo precario o temporal (empleos, por otra parte, no necesarios, ya que no aportan nada a la sociedad y únicamente se mantienen para la subsistencia de esa población)
Con estos datos está claro que el mundo está entrando en una zona altamente explosiva.
¿Entiendes ahora el por qué de “la crisis”?
Están empobreciendo a la población utilizando para ello la economía:
"Los procesos de los mercados financieros se desarrollan a una velocidad y en unas magnitudes que los sitúan totalmente al margen de los gobiernos e instituciones internacionales" (J. Mayor abril/95). "No se debe permitir a los mercados socavar la política financiera de todo un país" (L. Dini). A Chirac todo el gremio financiero le parecía repugnante, una vez llamó a esa casta de negociantes, "sida de la economía mundial".
Está claro que cada día que pasa se da una nueva vuelta de tuerca con más ajustes y recortes -no sólo aquí en España, sino en todo el mundo- para empobrecer más y más a la población más desfavorecida y así deshacerse de ella.
Un ejemplo de esto, que se está aplicando aquí y ahora en España, al igual que en el resto del mundo, delante de nuestras narices, sin que parezca que nadie sea capaz de darse cuenta, es la planificación que se está llevando a cabo para deshacerse de las personas mayores que disponen de menos rentas.
La gente mayor ha trabajado y cotizado toda su vida, e incluso ahorrado algún dinero, para llevar una vida holgada a la hora de su jubilación. Pues bien. Les han recortado sus pensiones -y todavía lo harán más- se les está privando de su derecho a una sanidad pública y de calidad y, para colmo, están acabando con sus ahorros, ya que a los que todavía no les han robado su dinero –vía preferentes, etc.- lo que están haciendo ahora es poner un interés ridículo a sus depósitos, de tal manera que, con la inflación, en cinco o diez años el poder adquisitivo de sus ahorros se habrá quedado raquítico. Ante esta situación, están impulsando que el ahorro de las familias se traslade a las bolsas y cuando ellos lo consideren oportuno provocarán un Crack y adiós dinero. ¿Y cuál va a ser la consecuencia de esto? Pues que acortarán sus vidas entorno a 8-10 años.
Esto el público en general no lo cree, sobre todo aquellos que acaban de jubilarse con una buena pensión y dispone de algunos ahorros. Les parece que a ellos no les va a afectar. Pues ya veremos.
Tienen tal control sobre nosotros que va a ser muy, pero que muy difícil, al menos a corto y medio plazo, poder detener esta drástica reducción de la población mundial, aunque al ritmo que van las cosas en 20-40 años ya lo habrán conseguido.

domingo, 2 de junio de 2013

EL PARADIGMA TECNOLÓGICO ATRAPADO EN EL SISTEMA MONETARIO

Llevamos ya más de 5 años de crisis y nada ha mejorado, más bien las cosas han empeorado.
Cada día se abre aun más la brecha entre ricos y pobres. Además, la deuda de los países crece y crece y el paro está llegando a límites insostenibles.
¿Y todo esto por qué? Pues por seguir utilizando el sistema monetario en una era tecnológica.
Nada, absolutamente nada de lo que se nos cuenta sobre la crisis es verdad. El problema no es el dinero. Los verdaderos problemas de la humanidad son el hambre, la pobreza, las guerras, el crimen, las enfermedades, el medio ambiente, las desigualdades sociales, etc.; en fin, todo aquello que atañe a la calidad de vida de las personas.
Pues bien, todos estos problemas, hoy en día, son generados por el dinero.
La política lleva años intentando una y otra vez resolver estos problemas, pero nunca ha tenido éxito. Lo único que ha conseguido es poner parches o enmascarar los problemas para ir tirando, y nada más.
La razón por la cual no se resuelven todos estos problemas es bastante evidente, y no es otra que la de que nadie ha abordado jamás la causa fundamental de los problemas, y la causa es el sistema económico y monetario que es utilizado actualmente en todo el mundo.
Manejamos un sistema monetario para el intercambio de bienes y servicios. Este sistema tuvo su justificación en el pasado hasta la llegada de las primeras máquinas, pero con la incorporación de la tecnología se ha quedado totalmente obsoleto.
El sistema monetario requiere de dos componentes básicas para poder funcionar que son: la escasez (por la cual se fija el precio de las cosas) y el crecimiento. Estos dos factores están desapareciendo a gran velocidad hoy en día, puesto que la escasez ha sido eliminada por la tecnología.
En el mundo de hoy tenemos la capacidad de producir más de lo que podemos consumir y con la ausencia de escasez adiós al crecimiento, y sin crecimiento, pues ya se sabe, colapso del sistema económico-financiero.
¿Entiendes ahora el por qué de la crisis? Pues no es ni más ni menos que para volver a producir escasez y así alargar la permanencia de este sistema.
El hombre desde sus orígenes ha pasado por varias etapas y cada etapa ha requerido un cambio fundamental en su modus vivendi. Al principio vivía en cavernas y estaba más preocupado de que no le comieran que de comer. Después se hizo cazador y recolector y, por supuesto, abandonó las cavernas. Luego descubrió la agricultura haciéndose sedentario e instalándose en ciudades, hasta que llego la revolución industrial con la que consiguió liberarse de parte del trabajo que había realizado desde sus orígenes.
Pues bien. Hasta aquí el sistema monetario tuvo su razón de ser dado que había escasez y margen para el crecimiento, pero actualmente estamos inmersos en una etapa tecnológica como jamás ha alcanzado nunca la humanidad.
Tenemos que cambiar el “chip” para dejar de relacionar todo con el dinero y sobre todo terminar, de una vez por todas, el cambiar trabajo por salario para sobrevivir. Hoy en día no es necesario, para eso está la tecnología y las máquinas.
Cada uno de nosotros podríamos perfectamente aportar (que no trabajar) 2 ó 3 horas al día de nuestro tiempo al desarrollo y funcionamiento de la sociedad, ya que las máquinas harían el 75% del trabajo rutinario e ingrato por nosotros, y a cambio tendríamos garantizados comida, cobijo, educación, energía, transporte, sanidad, etc.; es decir, todo aquello que hace que la vida sea digna de ser vivida. El resto de nuestro tiempo lo podríamos dedicar a estudiar, investigar, viajar, cultivar nuestras dotes culturales (pintura, escultura, música, literatura,...) y también, como no, a mejorar las relaciones humanas.
¿Tenemos la tecnología y los recursos suficientes para llevarlo a cabo? La respuesta es: SI. ¿Entonces, qué nos impide hacerlo? Y ahí chocamos con lo de siempre: porque nuestros dueños no quieren.
¿Y qué herramienta utilizan para impedírnoslo? Pues está claro: el dinero.
El sistema monetario tiene secuestrada la tecnología al igual que el conocimiento. Las grandes multinacionales de las diferentes industrias; ya sabes, la industria energética, farmacéutica, alimentaria, etc., disponen de patentes tecnológicas avanzadas que no salen a la luz por meros intereses económicos. Lo mismo ocurre con el conocimiento, no es igual la formación que recibe un estudiante en la universidad de Murcia a la que recibe en Harvard. Así que mientras exista el dinero esto no va a cambiar.
No le des más vueltas. No es verdad que tengamos que hacer recortes en educación, sanidad, bajar salarios y pensiones, etc. Todas estas medidas, que están enfocadas a ahorrar dinero, son un camelo. Ellos saben que la tecnología va a acabar con su estatus privilegiado y por eso quieren preservar este modelo a toda costa.
Esta es la verdadera realidad y, aunque parezca una secuencia sacada de una película de suspense en la que todos estamos esperando a ver cómo termina, no es ninguna broma, pues va a causar el sufrimiento y la muerte de millones de personas.
Como he dicho siempre, el cambio hacia un sistema más justo y equitativo se va a producir tarde o temprano, pero de nosotros depende el hacerlo cuanto antes para ahorrarnos este sufrimiento inútil.

jueves, 4 de abril de 2013

BITCOIN ¿UN GRAN SALTO O MÁS DE LO MISMO?


Para entender lo que está pasando con nuestra economía a nivel mundial hay que conocer primero cómo funciona nuestro sistema monetario.
Está claro que nuestro sistema monetario es intrínsecamente inflacionario por lo que esto siempre beneficiará a los ricos y perjudicará a los pobres. Si seguimos utilizando este sistema tendremos que seguir creciendo continuamente hasta el infinito y en una sociedad que vive de recursos limitados esto es absolutamente inviable.  
Analicemos ahora la historia del dinero desde sus orígenes.
Primero se creó el dinero: monedas de oro y plata cuyo valor era el valor intrínseco de esa moneda de oro o plata.
Después se creó el dinero fiduciario: que no se respalda por metales preciosos ni nada que no sea una promesa de pago por parte de la entidad emisora.  Este es el modelo monetario que manejamos actualmente en el mundo, y ese dinero es el Dólar, el Euro, el Yen y todas las otras monedas creadas por los bancos centrales. Esta tendencia comenzó cuando el Nixon en 1971 decidió unilateralmente cancelar los acuerdos de Bretton Woods con la derogación del patrón oro y el fin de la convertibilidad directa del dólar americano con respecto al oro.
Por último se creó el Dinero "fiat": dinero de las mismas características que el dinero fiduciario pero con la salvedad de que su uso es obligatorio en una jurisdicción o país por imposición de una ley de curso forzoso por parte de la autoridad competente.
Visto cómo ha ido evolucionando el dinero y, a consecuencia de que Nixon dejó de responsabilizarse del respaldo del dólar por oro, el dinero hace tiempo que pasó a ser virtual y absolutamente todo el dinero que existe en el mundo –a excepción de un 3% que coexiste en moneda-  es virtual, o sea, inventado. Este dinero virtual, que no existe en papel moneda, únicamente está reflejado en los discos duros de los ordenadores de las corporaciones financieras. Tal es esta realidad que Canadá ya se ha planteado dejar de imprimir moneda.
Ahora bien. Este dinero inventado ha sido y es creado mediante una deuda y esta deuda hay que devolverla con intereses. Intereses cuyo dinero no ha sido creado, con lo cual hay que seguir creando más dinero, de más deuda, para seguir pagando esos intereses cuyo dinero sigue sin haberse creado  y así sucesivamente hasta el infinito.
Es de esta manera como la inflación aumenta al igual que la deuda y alguien tiene que pagar las consecuencias de este sistema perverso, y ese alguien; pues ya sabes quién va a ser, tú, puesto que tu dinero cada vez vale menos.
Para compensar la inflación de nuestro sistema monetario alguien ha tenido una idea; crear una nueva moneda “online” deflacionaria, llamada Bitcoin,         (http://es.wikipedia.org/wiki/Bitcoin#Satoshi_Nakamoto) que coexista con las monedas actuales y así compensar los dos sistemas. Ese alguien es Satoshi Nakamoto
Satoshi Nakamoto es el seudónimo de la persona o el grupo de personas que diseñaron el protocolo Bitcoin en 2008, y que crearon la red en 2009, desde cuya fecha está funcionando. Lo que en sus inicios fue visto como una prueba de concepto ya es aceptado por comercios online y negocios, al tiempo que los servicios de intercambio de moneda que trabajan con la moneda virtual están moviendo millones mensualmente.
Bitcoin es básicamente una economía abierta e independiente que no depende de la política, de los bancos ni de los gobiernos, permitiendo la concentración de la riqueza en un mercado libre y sin impuestos, haciendo posible una economía sin dinero ficticio y sin posible intervención fiscal estatal.
Bitcoin es una moneda electrónica descentralizada, basada en criptografía asimétrica, que reside en una plataforma distribuida P2P en Internet no controlada por ningún gobierno ni banqueros. Concebida y desarrollada como proyecto open source por Satoshi Nakamoto en 2009, se caracteriza por facilitar las transacciones por Internet sin intermediarios. Bitcoin no está controlada por ninguna autoridad central y su diseño, gracias a la criptografía, garantiza aspectos básicos como la irreversibilidad, no falsificación y no reutilización de las transacciones. Toma ya, Ahí queda eso.
Bueno, parece que lo que pretende Bitcoin es descentralizar e impedir la manipulación directa del mercado, evitando los engaños y los castillos de naipes financieros, que tanto le gustan a los gobiernos y los bancos centrales, para salir en falso de los atolladeros reales en los que incurren.
De momento ya lleva circulando más de 3 años y, como todo, tiene sus adeptos y detractores. Existen en la actualidad más de 2.000 empresas y organizaciones que aceptan ya el pago en esta moneda, que sirve igualmente para pedir una pizza, alquilar un coche o incluso negocios con las drogas, según el periodista especializado Daniel Eckert.
En fin, ya veremos con el tiempo si prospera o no esta idea. De momento el principal inconveniente para su difusión e implantación es que es muy compleja de entender para la mayoría de la gente que no está familiarizada con la informática y las nuevas tecnologías.

miércoles, 3 de abril de 2013

REDUCCIÓN DEMOGRÁFICA MUNDIAL


¿Pero es que de verdad nadie se da cuenta de lo que están haciendo con nosotros? ¿Es que nadie lo ve?
Resulta muy triste y frustrante ver la ignorancia, desidia y pasividad en la que vive sumida la mayor parte de la humanidad. Esta ignorancia, desidia y pasividad no es exclusiva de los países del tercer mundo, sino también de los países desarrollados. Pero mucho más frustrante es ver como miles de millones de padres permiten y colaboran, con la actual oligarquía en el poder, para adoctrinar y manipular a sus propios hijos -como hicieron con ellos- además de ir arrastrándoles, poco a poco, a un pozo sin fondo, utilizando para ello una muy bien planificada crisis mundial que costará la vida de miles de millones de personas, si no le ponemos freno inmediatamente.
Hace ya varias décadas que empezó la cuenta atrás en la que la élite que posé toda la riqueza está trastocando el actual sistema económico-financiero mundial con el objetivo de deshacerse del mayor número posible de borregos y parásitos mayores de 50 años, que ellos estiman en más de 3.000 millones de personas. Todo aquel que crea que esto es el fruto de las malas praxis de unos banqueros insaciables o de un fallo en el sistema, es un ingenuo. Nada, absolutamente nada, en cuestión de economía, se deja al azar. La economía actual está diseñada para ser previsible, predecible y manipulable. Todo está perfectamente planificado. Tenemos, además, el precedente del Crack del 29 -que también fue provocado- pero esa vez el objetivo no era matar a la gente, sino hacerse con las grandes corporaciones americanas por parte de unos cuantos.
Si hacemos memoria nos daremos cuenta de que no hace mucho tiempo que comenzaron a vendernos muy sutilmente primero la recesión, después la crisis, posteriormente los rescates y ahora, lo que parecía que nunca podría ocurrir en Europa, los corralitos, empezando por España con las preferentes y siguiendo en Chipre con la quita de los depósitos, así que es fácil adivinar lo que vendrá después: pobreza, hambre, enfermedades, revueltas, guerras y, por supuesto, la muerte paulatina de miles de millones de personas.
Para llevar sus planes a cabo necesitaban el control absoluto sobre la inmensa mayoría de la humanidad y parece ser que ya lo han conseguido.
Existen en la actualidad cuatro todo-poderosas industrias fundamentales, controladas por el poder económico, que sustentan nuestra sociedad hoy en día, tal y como la conocemos, que son: la industria energética, la industria alimentaria, la industria farmacéutica y la industria de las telecomunicaciones y medios de comunicación.
Estos cuatro pilares son de vital importancia para la vida actual y su control, por parte de la élite, hace que el resto de la humanidad estemos totalmente a su merced.
Cada día se hace más evidente el fin que pretende está “élite” que toma las decisiones, que no es otro que el de imponer un sistema autoritario a toda la humanidad, eso que han dado en llamar “nuevo orden mundial”. Pero ojo, ese “nuevo orden mundial” no es para todos, es solamente para un número determinado de personas, las que sobrevivan al plan de exterminio que ellos han diseñado y que llevan aplicando hace más de 3 décadas.
Cuando llegó Margaret Thatcher al poder en el Reino Unido, en 1979, el 1% más rico tenía el 6% de los ingresos, en la actualidad tras las reformas estructurales neoliberales acapara el 50% de los ingresos. Además, la pobreza se disparó del 9% al 24% de la población cuando abandonó el poder en 1990.
Los supuestos “planes de ayuda” o reformas estructurales han arruinando a millones de personas y a decenas de países que un día fueron soberanos y autosuficientes: México, Venezuela, Brasil, Argentina, Corea, Indonesia, Rusia, Tailandia, Etiopía, Somalia, etc. Y, ahora, pretenden hacer lo mismo en Europa con España, Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, Chipre y demás. Los mal llamados “planes de ayuda”, o lo que es lo mismo: someter, dominar y hacer dependientes a poblaciones y Estados soberanos, que eran independientes, por medio de los intereses de una  “deuda ilegitima” creada por la conjunción de los intereses privados de las élites dominantes, está dando sus frutos.
Las supuestas ayudas y reformas – aplicadas con coacciones y amenazas – que prometían el crecimiento han hecho a los países pobres de África infinitamente más desdichados y sumamente endeudados: desde los años 80 a la actualidad la deuda ha pasado de 60 billones a 250 billones. Pues bien. Eso mismo se está haciendo ahora en Europa.
Dicho esto. ¿Has visto que haya mejorado algo, en algún sitio, después de aplicar las supuestamente medidas correctoras para salir de la crisis? Al contrario, han empeorado y seguirán haciéndolo.
¿Necesitas aun más pruebas para darte cuenta de que les importamos una mierda y quieren deshacerse de nosotros?
Enumeraré a continuación, entre otras, algunas de las cosas que se están haciendo y saca tú mismo la conclusión de si estas medidas van encaminadas a beneficiar a las personas o, como todo apunta, a acabar con las clases más desfavorecidas e ignorantes del planeta:
-Empobrecimiento  general en los países desarrollados de las clases medias y robo del dinero de los ahorradores (sobre todo de la gente mayor) a través la deuda creada con la actual crisis mundial. La pobreza mata, provoca más muertes al año que el cáncer, el tabaquismo, los infartos y los accidentes de tráfico juntos.
Precarización en la educación de las clases medias. Es más fácil someter y manipular a un pueblo ignorante que a un pueblo formado. No nos engañemos, los universitarios de hoy son los obreros del mañana dado que las clases no cualificadas no tendrán cabida en el mundo que está por venir y precisamente esas clases no cualificadas son parte de la población de la que se quiere prescindir.
-Desestabilización de los países islámicos. Lo que pretenden con esto es crear el caos en esos países para, a ser posible, terminar en guerras civiles y después democratizarlos al estilo de occidente, para luego poder adoctrinarlos y manipularlos al igual que hacen con nosotros.  En estos momentos están desestabilizando, entre otros, Gaza, Jerusalén, Egipto, Libia, Argelia, Túnez, Yemen, Afganistán, Paquistán, Chipre, Siria, Líbano, Sudan, Jordania, Irán, Chechenia..
-Exportar a todo occidente el modelo Chino; es decir: trabajar jornadas maratonianas por sueldos raquíticos. Se habla de que en un futuro no muy lejano estaremos todos en manos de los chinos y probablemente tengan razón pero, ojo, no seamos ingenuos, los BRICS no van por su cuenta, también forman parte del “nuevo orden mundial”
-Cambio radical en la Iglesia Católica, dado que sus decisiones son seguidas sin rechistar por millones de personas. El nuevo Papa, que ha tomado el nombre de Francisco, es el primer Jesuita que lidera la Iglesia. La organización de los Jesuitas está estructurada conforme a un modelo estrictamente militar de acuerdo con su estado mayor general situado en el Vaticano, cuyo máximo representante “el Papa negro” ha sido, hasta ahora, Peter Hans Kolvenbach, al que ellos denominan XXIX General de la Compañía de Jesús. ¿Y por qué este cambio de Papa en la Iglesia Católica? Pues sencillamente porque los jesuitas son fieles seguidores del “nuevo orden mundial”.
Por último, no debemos descartar la posibilidad de una tercera guerra mundial. Corea del Norte sigue estando ahí al igual que Irán y el resto de países árabes, y si se les provoca, pues eso, que no es descabellado una tercera guerra mundial, la cual aceleraría el proceso de reducción drástica de la población.
Todo esto suena a conspiración de película de ciencia-ficción ¿verdad? Pues no, no lo es. Yo no estoy hablando de conspiración. Estoy hablando de que unos señores -los dueños del mundo, nuestros dueños- que son los que deciden cómo vivimos, hayan dispuesto cómo y quién vivirá de aquí en adelante. En su percepción de cómo tiene que funcionar el mundo, no digo yo que, probablemente, hubiera algún punto en el que yo pudiera coincidir con ellos pero, en lo que no puedo estar de acuerdo es en cómo se han repartido las riquezas del planeta y cómo están diseñando nuestro futuro sin contar con nosotros.
Me gustaría equivocarme y que todo esto fuera el fruto de mi mente calenturienta. Pero bueno, ya veremos dentro de 5 ó 10 años. Bajo mi punto de vista seremos más pobres, más esclavos, menos libres y ya se habrá empezado a producir el descenso de la población mundial.
Esto sucederá, claro está, si no hacemos nosotros algo pronto para remediarlo. Nos guste o no, y seamos o no conscientes de ello, todo se reduce a una cosa; son ellos o nosotros. De aquí no vamos a salir con diálogos, negociaciones, acuerdos o zarandajas de esas con las que nos distraen. Esto sólo puede acabar de una manera; con vencedores y vencidos y, de momento, son ellos quienes están ganando. Pero no perdamos la esperanza. Parece que una pequeña parte de la población está despertando. Lo que hace falta es que esa semilla se extienda por todo el mundo, a ser posible cuanto antes, para frenar de una vez por todas la codicia  de esa minoría con la que hay que acabar.

jueves, 21 de marzo de 2013

EL CORRALITO DE CHIPRE


Siempre pasa igual.
Estoy harto de decirlo. Las crisis no existen, se provocan, y cada día van saliendo a la luz más casos en los que se ve claramente que todo es y ha sido provocado.
El último caso es el ejemplo chipriota. Otro caso claro de la utilización de la deuda contraída por un país para arrebatarle sus recursos naturales.
Mira por donde resulta que Chipre acaba de descubrir que tiene uno de los yacimientos de gas más grandes encontrados en los últimos años.
Pues sí. El yacimiento de gas 'Afrodita' situado en la plataforma continental de Chipre es el más grande de los descubiertos en la última década. En otoño de 2012 las autoridades chipriotas anunciaron que las reservas de gas equivalían a 1,7 billones de metros cúbicos y se evaluaban en unos dos billones de euros, pero en enero de 2013 el embajador de Chipre en Grecia precisó que las reservas eran dos veces mayores, es decir, 3,4 billones de metros cúbicos de gas y 235 millones de toneladas de petróleo. Fuente: Guenadi Mélnik, RIA Novosti
Dicho esto, que me explique alguien por qué un país con unas reservas de hidrocarburos, de ese calado, necesita un rescate de 10.000 millones de euros y, lo más sangrante, por qué necesita hacer una quita de los depósitos de los ahorradores.
¿No será que quieren distraer nuestra atención, y sobre todo la de los chipriotas, para vender (espoliar, diría yo) sus recursos de hidrocarburos, a precio de saldo, a las sanguijuelas de la industria energética, sin que prácticamente nadie se de cuenta? Por supuesto esto se haría con la connivencia del gobierno, como es habitual en estos casos.
Cerca de treinta empresas de quince países han presentado ya sus solicitudes para participar en el concurso público para hacerse con las concesiones, de modo que la lucha promete ser intensa para ver al final quién se queda con el pastel.
Y mira por donde tirando y tirando del hilo resulta que nos encontramos con que Grecia podría convertirse en el país número quince a nivel mundial en cuanto a reservas disponibles de gas natural: de acuerdo con las autoridades del país, en la plataforma continental al sur de Creta se han descubierto yacimientos de gas, capaces de proporcionar a la economía nacional 427 millones de euros, solucionando tanto los problemas energéticos como los financieros de Atenas. También se sigue intentando localizar en los mares Egeo y Jónico yacimientos de petróleo que, en opinión de los geólogos, también podrían ser considerables. Fuente: Guenadi Mélnik, RIA Novosti
Si esto es así, ahora se comprende mejor el rescate a Grecia ¿verdad? Que, por cierto, está siendo vendida, isla a isla, a algunos magnates árabes, entre otros.



jueves, 14 de marzo de 2013

ECONOMÍA DE HOY Y TECNOLOGÍA DE MAÑANA (6 razones para acabar con el sistema monetario)


Hoy en día la humanidad vive inmersa en dos sistemas de administración diametralmente antagónicos. Estamos hablando de la economía de mercado con su sistema monetario y de la tecnología y avance científico, en el que el desarrollo galopante del primero no deja crecer lo suficiente al segundo.
La consecuencia de mantener estos dos sistemas tan dispares el uno del otro, es lo que está produciendo una desestabilización social cada vez mayor y, como resultado, un continuo declive de la salud tanto física como mental de la población.
Veamos  qué es eso de la economía de mercado y el sistema monetario.
La economía, para Aristóteles, es la ciencia que se ocupa de la manera en que se administran unos recursos con el fin de satisfacer las necesidades que tienen las personas. Economizar también significa incrementar la eficiencia y reducir el desperdicio. Entonces, ¿por qué la economía de hoy no lo cumple? Es decir, ¿por qué la economía de hoy no satisface las necesidades de las personas, sino que las esclaviza, es ineficiente y promueve el despilfarro?
La misma definición de economía de mercado dice: Por economía de mercado se entiende la organización y asignación de la producción y el consumo de bienes y servicios que surge del juego entre la oferta y la demanda en una situación de competencia imperfecta.
Analicemos ahora la eficiencia de la economía de mercado frente a la eficiencia técnica, utilizando para ello seis parámetros económicos en los que se pone de manifiesto la incompatibilidad de los dos sistemas.
  1. Consumo y crecimiento: en una economía de mercado todo se basa en el constante incremento del consumo y perpetuo crecimiento, entre otras cosas, para mantener el empleo, pero si vivimos en un mundo de recursos limitados –la tierra es un sistema finito- esto es simple y llanamente una locura. Sin embargo, en una economía basada en la tecnología lo que se hace es optimizar los recursos, regularlos y no malgastarlos.
  2. Competencia: una economía de mercado está basada en la competencia personal, mientras que una economía tecnológica está  basada en la cooperación, más eficiente que la competencia. Si compites no puedes cooperar.
  3. Derecho a la propiedad privada: lo que entendemos por propiedad no es más que una palabra inventada que nos permite la restricción controlada, por algunos, de recursos y bienes hacia otros. La idea de que cada uno tenga un bien de todo tipo –ya sea material o intelectual- en propiedad para él solo, es absurdo. La economía basada en la tecnología no tiene nada en propiedad, todo se comparte y se intercambia.
  4. Obsolescencia: tanto si es intrínseca del producto como si es programada, es una aberración. No se pueden fabricar artículos de escasa calidad y poca duración sólo por el mero hecho de mantener una industria que necesita de la realización de compras reiteradas para conseguir mantenerse. Esto a la larga acabará con los recursos. En una economía basada en la tecnología esto no se produce ya que se busca obtener productos de la mayor calidad y duración y, además, productos diseñados para ser reciclados.
  5. Trabajo a cambio de dinero: en una economía de mercado la supervivencia del hombre depende inevitablemente de la habilidad de cada individuo para obtener un empleo remunerado. Este, y no otro, es tu derecho a la vida. ¿Qué significa esto para nuestro desarrollo en ciencia y tecnología? Pues que la llegada de la automatización y mecanización está haciendo que el empleo humano sea cada vez más escaso y, además, se esté quedando completamente obsoleto, dado que la mecanización es más productiva y eficiente que el trabajo humano. Este punto pone de manifiesto lo antagónico de los dos sistemas, donde la aplicación de uno de ellos es irremediablemente incompatible con el otro.
  6. Escasez e inseguridad: contrariamente a lo que la mayoría de la gente cree el dinero que genera la economía de consumo está directamente basado en la inseguridad y la ineficiencia; es decir, está basado en una anti-economía. La pobreza que vemos y el desequilibrio social no es sólo el resultado de la codicia de algunos seres humanos, que también, sino que es inherente al sistema. Con el sistema monetario actual para que unos ganen tiene que haber muchos que pierdan y, además, debe ser ineficiente, de otra manera no funcionaría. Una economía basada en la tecnología puede producir abundancia y seguridad, por lo que es infinitamente más ventajosa para la salud de las personas pero, evidentemente, es incompatible con el sistema monetario.
Una vez analizado y puesto de manifiesto la incongruencia de una economía de mercado, basada en la máxima de obtener el mayor beneficio monetario en el plazo de tiempo más corto posible (todo está supeditado a esto) frente a una economía basada en la tecnología, veamos ahora qué potencial social tenemos, lo que somos capaces de hacer, lo que nos espera si no lo hacemos y cómo podemos salir de este sistema que se ha quedado obsoleto para afrontar los retos de la humanidad en el siglo XXI, antes de que se produzca el colapso del mismo.
Existen una serie de problemas sociales que pueden verse a diario en los medios de comunicación: pobreza, desempleo, desestabilización, colapso de la deuda, contaminación, etc. Todos estos conceptos están completa y técnicamente obsoletos. Sí, esto es así, no te sorprendas. Ninguno de ellos debería existir en absoluto. Como mínimo podrían ser reducidos a un nivel muy básico. Eliminar las ineficiencias medioambientales y sociológicas inherentes a una economía de mercado se soluciona simplemente aplicando los conocimientos científicos modernos que resolverían o reducirían ampliamente todos estos problemas.
Ese es nuestro potencial, pero dado que lamentablemente no lo estamos desarrollando (por el marco económico en que nos encontramos) nos enfrentamos, si esto sigue así, inevitablemente ante un colapso de la sociedad, del cual no se habla lo suficiente y que, además, a nadie parece importarle.
En la sociedad actual, con una economía de mercado y un sistema monetario acaparando todas las facetas de nuestras vidas hay, por lo menos, cuatro aspectos del sistema abocados al fracaso que harán inevitable el colapso, que son:
  • El desempleo: Por cómo están yendo las cosas y lo eficiente de la mecanización de muchos puestos de trabajo, no volveremos a ver niveles de empleo como hemos visto en el pasado, eso se acabó. Y como, en este sistema, todos nosotros necesitamos un trabajo remunerado para subsistir, entonces,  ¿qué va a pasar con la gente desempleada? ¿van a vivir gratis? ¿la vamos a eliminar? Este va ha ser -de hecho ya es- uno de los principales problemas que el actual sistema no tiene capacidad de resolver.
  • La energía: el costo de la energía va a ser cada vez mayor puesto que vivimos en una economía energética basada en el consumo de hidrocarburos –que es un recurso limitado- y, de momento, no existe ninguna otra alternativa a corto plazo que la sustituya. Por lo tanto, si el colapso energético se produce, las consecuencias para la vida, tal y como la conocemos actualmente, pueden ser nefastas.
  • Los residuos: una economía de usar y tirar aplicada a una población de siete mil millones de habitantes terminará minando la salud del planeta.
  • La deuda: ¿es que nadie es capaz de darse cuenta de que la deuda jamás se va a poder pagar? ¿cómo vamos a arreglar eso?
En fin, visto esto, está claro que necesitamos eliminar de nuestras vidas el sistema monetario (origen de todos nuestros males) y encaminarnos hacia una transición para lograr una sociedad tecnológica más justa y equitativa.
Dado que tenemos implantada una guerra de valores entre ambos sistemas, el monetario y el tecnológico, ¿qué podemos hacer para inspirar un cambio y crear una reforma social de calado que acabe de una vez con uno de los sistemas que, por supuesto, debe ser el sistema monetario?
Esa es la gran pregunta. Pero esta pregunta debemos hacérnosla a título personal. ¿Qué harías tú? ¿De qué manera lo harías? ¿Qué tipo de conciencia social habría que impulsar? ¿Qué papel crees que podrías jugar? ¿Harás sólo aquello que te beneficie  a ti? ¿O te darás cuenta que tu propio interés vale menos que el interés de la sociedad como conjunto y es más eficiente para que podamos sobrevivir?