¿Pero es
que de verdad nadie se da cuenta de lo que están haciendo con nosotros? ¿Es que
nadie lo ve?
Resulta
muy triste y frustrante ver la ignorancia, desidia y pasividad en la que vive
sumida la mayor parte de la humanidad. Esta ignorancia, desidia y pasividad no
es exclusiva de los países del tercer mundo, sino también de los países desarrollados.
Pero mucho más frustrante es ver como miles de millones de padres permiten y
colaboran, con la actual oligarquía en el poder, para adoctrinar y manipular a sus
propios hijos -como hicieron con ellos- además de ir arrastrándoles, poco a
poco, a un pozo sin fondo, utilizando para ello una muy bien planificada
crisis mundial que costará la vida de miles de millones de personas,
si no le ponemos freno inmediatamente.
Hace ya
varias décadas que empezó la cuenta atrás en la que la élite que posé toda la
riqueza está trastocando el actual sistema económico-financiero mundial con el
objetivo de deshacerse del mayor número posible de borregos y parásitos
mayores de 50 años, que ellos
estiman en más de 3.000 millones de personas. Todo aquel que crea que esto es
el fruto de las malas praxis de unos banqueros insaciables o de un fallo en el
sistema, es un ingenuo. Nada, absolutamente nada, en cuestión de economía, se
deja al azar. La economía actual está diseñada para ser previsible, predecible
y manipulable. Todo está perfectamente planificado. Tenemos, además, el
precedente del Crack del 29 -que también fue provocado- pero esa vez el objetivo
no era matar a la gente, sino hacerse con las grandes corporaciones americanas
por parte de unos cuantos.
Si hacemos
memoria nos daremos cuenta de que no hace mucho tiempo que comenzaron a
vendernos muy sutilmente primero la recesión, después la crisis,
posteriormente los rescates y ahora, lo que parecía que nunca
podría ocurrir en Europa, los corralitos, empezando por España con
las preferentes y siguiendo en Chipre con la quita de los depósitos, así que es
fácil adivinar lo que vendrá después: pobreza, hambre, enfermedades, revueltas, guerras y, por supuesto, la muerte
paulatina de miles de millones de personas.
Para
llevar sus planes a cabo necesitaban el control absoluto sobre la inmensa
mayoría de la humanidad y parece ser que ya lo han conseguido.
Existen en
la actualidad cuatro todo-poderosas industrias fundamentales, controladas por
el poder económico, que sustentan nuestra sociedad hoy en día, tal y como la
conocemos, que son: la industria energética, la industria alimentaria, la
industria farmacéutica y la industria de las telecomunicaciones y medios de
comunicación.
Estos cuatro
pilares son de vital importancia para la vida actual y su control, por parte de
la élite, hace que el resto de la humanidad estemos totalmente a su merced.
Cada día
se hace más evidente el fin que pretende está “élite” que toma las decisiones, que
no es otro que el de imponer un sistema autoritario a toda la humanidad, eso
que han dado en llamar “nuevo orden mundial”. Pero ojo, ese “nuevo orden
mundial” no es para todos, es solamente para un número determinado de personas,
las que sobrevivan al plan de exterminio que ellos han diseñado y que llevan
aplicando hace más de 3 décadas.
Cuando llegó Margaret
Thatcher al poder en el Reino Unido, en 1979, el 1% más rico tenía
el 6% de los ingresos, en la actualidad tras las reformas estructurales
neoliberales acapara el 50% de los ingresos. Además, la pobreza se disparó del 9% al 24% de
la población cuando abandonó el poder en 1990.
Los supuestos “planes de ayuda” o reformas estructurales han arruinando a millones de personas y a
decenas de países que un día fueron soberanos y autosuficientes: México,
Venezuela, Brasil, Argentina, Corea, Indonesia, Rusia, Tailandia, Etiopía,
Somalia, etc. Y, ahora, pretenden hacer lo mismo en Europa con
España, Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, Chipre y demás. Los mal llamados
“planes de ayuda”, o lo que es lo mismo:
someter, dominar y hacer dependientes a poblaciones y Estados
soberanos, que eran independientes, por medio de los intereses de una “deuda
ilegitima” creada por la conjunción de los intereses privados de las élites
dominantes, está dando sus frutos.
Las supuestas ayudas y reformas – aplicadas con coacciones y amenazas –
que prometían el crecimiento han hecho a los países pobres de África
infinitamente más desdichados y sumamente endeudados: desde los años 80 a la
actualidad la deuda ha pasado de 60 billones a 250 billones. Pues bien. Eso mismo se está haciendo
ahora en Europa.
Dicho esto.
¿Has visto que haya mejorado algo, en algún sitio, después de aplicar las
supuestamente medidas correctoras para salir de la crisis? Al contrario, han
empeorado y seguirán haciéndolo.
¿Necesitas
aun más pruebas para darte cuenta de que les importamos una mierda y quieren
deshacerse de nosotros?
Enumeraré
a continuación, entre otras, algunas de las cosas que se están haciendo y saca
tú mismo la conclusión de si estas medidas van encaminadas a beneficiar a las
personas o, como todo apunta, a acabar con las clases más desfavorecidas e
ignorantes del planeta:
-Empobrecimiento general en los países desarrollados de
las clases medias y robo del dinero de los ahorradores (sobre todo de la gente
mayor) a través la deuda creada con
la actual crisis mundial. La pobreza
mata, provoca más muertes al año que el cáncer, el tabaquismo, los infartos
y los accidentes de tráfico juntos.
Precarización en la educación de las clases
medias.
Es más fácil someter y manipular a un pueblo ignorante que a un pueblo formado.
No nos engañemos, los universitarios de hoy son los obreros del mañana dado que
las clases no cualificadas no tendrán cabida en el mundo que está por venir y
precisamente esas clases no cualificadas son parte de la población de la que se
quiere prescindir.
-Desestabilización de los países islámicos.
Lo que pretenden con esto es crear el caos en esos países para, a ser posible,
terminar en guerras civiles y después democratizarlos al estilo de occidente,
para luego poder adoctrinarlos y manipularlos al igual que hacen con nosotros. En estos momentos están desestabilizando,
entre otros, Gaza, Jerusalén, Egipto, Libia, Argelia, Túnez, Yemen, Afganistán,
Paquistán, Chipre, Siria, Líbano, Sudan, Jordania, Irán, Chechenia..
-Exportar a todo occidente el modelo Chino;
es decir: trabajar jornadas maratonianas por sueldos raquíticos. Se habla de
que en un futuro no muy lejano estaremos todos en manos de los chinos y
probablemente tengan razón pero, ojo, no seamos ingenuos, los BRICS no van por
su cuenta, también forman parte del “nuevo orden mundial”
-Cambio radical en la Iglesia Católica,
dado que sus decisiones son seguidas sin rechistar por millones de personas. El nuevo Papa, que ha tomado el nombre de
Francisco, es el primer Jesuita que lidera la Iglesia. La organización de los
Jesuitas está estructurada conforme a un modelo estrictamente militar de
acuerdo con su estado mayor general situado en el Vaticano, cuyo máximo
representante “el Papa negro” ha sido, hasta ahora, Peter
Hans Kolvenbach, al que ellos denominan XXIX General de la Compañía de Jesús. ¿Y por qué este cambio de Papa en la Iglesia Católica? Pues
sencillamente porque los jesuitas son fieles seguidores del “nuevo orden
mundial”.
Por último, no
debemos descartar la posibilidad de una tercera
guerra mundial. Corea del Norte sigue estando ahí al igual que Irán y el
resto de países árabes, y si se les provoca, pues eso, que no es descabellado
una tercera guerra mundial, la cual aceleraría el proceso de reducción drástica
de la población.
Todo esto suena a
conspiración de película de ciencia-ficción ¿verdad? Pues no, no lo es. Yo no
estoy hablando de conspiración. Estoy hablando de que unos señores -los dueños
del mundo, nuestros dueños- que son los que deciden cómo vivimos, hayan
dispuesto cómo y quién vivirá de aquí en adelante. En su percepción de cómo
tiene que funcionar el mundo, no digo yo que, probablemente, hubiera algún
punto en el que yo pudiera coincidir con ellos pero, en lo que no puedo estar
de acuerdo es en cómo se han repartido las riquezas del planeta y cómo están
diseñando nuestro futuro sin contar con nosotros.
Me gustaría
equivocarme y que todo esto fuera el fruto de mi mente calenturienta. Pero
bueno, ya veremos dentro de 5 ó 10 años. Bajo mi punto de vista seremos más
pobres, más esclavos, menos libres y ya se habrá empezado a producir el descenso
de la población mundial.
Esto sucederá,
claro está, si no hacemos nosotros algo pronto para remediarlo. Nos guste o no,
y seamos o no conscientes de ello, todo se reduce a una cosa; son ellos o nosotros. De aquí no vamos
a salir con diálogos, negociaciones, acuerdos o zarandajas de esas con las que
nos distraen. Esto sólo puede acabar de una manera; con vencedores y vencidos y, de momento, son ellos quienes están
ganando. Pero no perdamos la esperanza. Parece que una pequeña parte de la
población está despertando. Lo que hace falta es que esa semilla se extienda por
todo el mundo, a ser posible cuanto antes, para frenar de una vez por todas la
codicia de esa minoría con la que hay
que acabar.