Al menos 147 personas, la mayoría estudiantes, murieron
este jueves (2 de abril de 2015) en el ataque islamista del comando Al Shabab
en la Universidad de Garissa, en el este de Kenia, según un nuevo balance del
Centro de Gestión de Desastres Nacional (NDOC)
Este es el titular
de la noticia dada por el periódico de mayor tirada del país el viernes día 3
de abril de 2015. Pero esta editorial no era la cabecera del periódico, sino
que estaba incluida en mitad de la parrilla como una más de las noticias irrelevantes
que cada día publica este u otros medios de comunicación, dado que en el
segundo periódico de mayor tirada ocurría lo mismo.
El primer periódico,
la noticia que daba en cabecera era: “Alonso y Feijóo, los referentes del cambio en
el Partido Popular tras el 24-M” y el segundo: “Obama logra
el pacto nuclear con Irán” probablemente noticias mucho más importantes que
la muerte de 147 personas a manos de terroristas islámicos ¿verdad?
Pues bien, sin
embargo, el día 8 de enero de 2015, uno de estos periódicos publicaba en cabecera:
“El terror se apoderó ayer de Francia con
un bárbaro ataque contra el corazón de los valores de la República y de
Occidente en general. Al menos dos de los tres autores del atentado penetraron
a tiros a media mañana en la redacción del semanario satírico y
progresista Charlie Hebdo y
asesinaron a quemarropa a 12 personas,
la mayoría miembros de la redacción, incluido su director, Stéphane
Charbonnier, conocido como Charb”.
Como era de
esperar, el resto de los periódicos, canales de televisión, emisoras de radio;
en definitiva, todos los medios de comunicación del país, al unísono, se hacían
eco de la noticia y así estuvieron prácticamente durante 10 días.
Lo mismo sucedió
con el accidente aéreo de la compañía alemana Germanwings, ocurrido en Los Alpes, en el que perecieron 150
personas. Los telediarios han sido monotemáticos durante más de 5 días, además
de crear la historia más absurda para culpar a un muerto -que no se puede
defender- de ser el único responsable del trágico accidente.
Mi pregunta es: ¿es
que hay muertos de primera y muertos de segunda? Y la respuesta es, SÍ.
¿Cómo va ser lo
mismo 12 muertos blancos parisinos que 147 muertos negros Keniatas? Mira si
serán importantes los 12 muertos parisinos que se convocó una manifestación en
París y acudieron a ella más de 1,5 millones de personas y, ojo al dato, encabezaron
la manifestación el presidente francés, François Hollande, junto a casi 50
jefes de Estado y de Gobierno. ¿Y cuántos se han manifestado por los 147 asesinados
en kenia? Ninguno. Así que ya sabemos que los muertos no son todos iguales, incluso
aunque hayan sido asesinados por los mismos fanáticos. O lo que es lo mismo; el
terrorismo es más o menos censurable dependiendo de quién sufra las
consecuencias.
Vivimos en un mundo
en el que los medios de comunicación ocupan el primer poder. La élite mundial
hace ya mucho tiempo que se dio cuenta de ello y, por eso, son los dueños de
todos los medios de comunicación de mayor transcendencia del mundo.
Es alucinante como
nos manipulan día tras día, sin que nosotros seamos conscientes de ello, con
sus impactantes y trágicas noticias. O si no, hazte tu mismo la siguiente
pregunta ¿qué me impactó más: el atentado de París, el accidente aéreo o el
atentado de Kenia? Si eres sincero contigo mismo probablemente tu respuesta
será que el atentado de París y el accidente del avión te encogieron más el
corazón que el atentado de Kenia.
Pues ahora
analicémoslo objetivamente atendiendo a estos datos:
·
Ambos
atentados fueron perpetrados por terroristas islámicos disparando a diestro y
siniestro a todo aquello que se movía.
·
En
el atentado de París murieron 12 personas que trabajaban en una revista
satírica que, según los islamistas, habían ridiculizado la figura del profeta.
·
En
el atentado de Kenia murieron 147 personas por ir a estudiar a la universidad.
·
Accidentes
de aviación y de otro tipo ocurren todos los días en todas partes del mundo,
con tragedias iguales o superiores a la de Los Alpes, y los medios de
comunicación no les dedican 10 días.
Pues bien. Siendo
objetivo las tres tragedias deberían haber tenido el mismo trato mediático
moderado y afectarnos de igual manera, siempre que no estemos involucrados en
alguna de ellas.
Lo que ha ocurrido
es que tanto el atentado de París como el accidente aéreo –más próximos a
nosotros- han sido utilizados por los medios de comunicación para incrementar
nuestra condición emocional en detrimento de nuestra condición racional, que es
el objetivo principal de los mal llamados medios de comunicación y no el de
informar, como creemos nosotros. La utilización del registro emocional permite
abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar ideas, deseos, miedos
y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.
Sí, esto es así y lo
sufrimos día tras día. De manera que no es de extrañar que la gran mayoría de
la población nos hayamos convertido en una manada de borregos, de pensamiento
único y llenos de miedos, que nos impide salir de esta espiral incongruente de
tontuna, salvo raras excepciones.