jueves, 3 de abril de 2014

EL GOBIERNO

¿Qué significa ser gobernado?
Ser gobernado es ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, encasillado, adoctrinado, sermoneado, fiscalizado, estimado, apreciado, censurado, mandado por seres que no tienen ni título, ni ciencia, ni virtud. Ser gobernado significa, en cada operación, en cada transición, ser anotado, registrado, censado, tarifado, timbrado, tallado, cotizado, patentado, licenciado, autorizado, apostillado, amonestado, contenido, reformado, enmendado, corregido. Es, bajo pretexto de utilidad pública y en nombre del interés general, ser expuesto a contribución, ejercido, desollado, explotado, monopolizado, depredado, mistificado, robado; luego, a la menor resistencia, a la primera palabra de queja, reprimido, multado, vilipendiado, vejado, acosado, maltratado, aporreado, desarmado, agarrotado, encarcelado, fusilado, ametrallado, juzgado, condenado, deportado, sacrificado, vendido, traicionado y, para colmo, burlado, ridiculizado, ultrajado y deshonrado. ¡He aquí el gobierno, he aquí su moralidad, he aquí su justicia! (Sacado del libro “Política para Amador” de Fernando Savater)
Bueno. Pues esto, y no otra cosa, es lo que significa ser gobernado tanto en una dictadura como en democracia. Es, en definitiva, lo que estás aceptando con tu voto.
Hoy en día no existe en el mundo ningún lugar, llamado civilizado, que no tenga un gobierno de turno.
No sé qué miedo hay, por parte de la gente, a ser verdaderamente libre y no tener que ser gobernado, ordenado, dirigido, legislado, etc… y todo eso que menciona en su libro Savater. Ese miedo –que nos impide librarnos de ser gobernados- nos ha sido inculcado, a cada uno de nosotros, con el fin de preferir perder nuestra condición de seres libres a cambio de una “seguridad” que, por si aun no te has dado cuenta, no es tal. Esa seguridad sólo la tienen las clases que ocupan la cúspide de la pirámide de la sociedad; y la tienen, porque son los dueños del sistema monetario con el que han esclavizado al resto de la población, y, además, por si no fuera suficiente, también son los dueños de unas fuerzas represivas (policía y ejército) que interponen entre ellos y nosotros -para defenderse precisamente de nosotros- cuando lo creen necesario.

Mientras las clases dirigentes controlen el sistema monetario y las fuerzas armadas represivas, jamás, repito, jamás nada va a cambiar.

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