Ya sólo quedan
siete años para llegar al 2030, que es el año previsto por los globalistas para
alcanzar su supuesto “desarrollo sostenible”.
Siete años
son muy pocos, para lo que queda por hacer, y la ONU empieza a estar preocupada,
porque ve que no se están cumpliendo los plazos previstos de su Agenda 2030.
Por lo tanto, ha convocado una cumbre extraordinaria con el propósito de dar un
impulso a su patética “agenda verde”. Dicha Cumbre se celebrará en Nueva York,
los días 18 y 19 de septiembre, con la participación del Foro Económico Mundial
(FEM).
Los 17 puntos
de la Agenda 2030, que tratan de imponernos a toda costa los gobiernos de
Occidente, son una sarta de mentiras para enmascarar lo que verdaderamente
proyectan estos maniacos.
Lo que
pretenden es un nuevo mundo donde todo esté conectado. Es decir, cada
dispositivo, ordenador, tablet, móvil, reloj, frigorífico, vehículo, casa,
animal y persona, todo, absolutamente todo esté conectado a la red. Para eso
crearon el Internet de las cosas y el Internet de los cuerpos.
Quieren,
además, que vivamos en “ciudades 15 minutos”,
absortos en el metaverso, donde la Inteligencia Artificial lo controlará
todo: la actividad de cada uno de nosotros, los movimientos e incluso los
pensamientos.
“No poseerás
nada y serás feliz”, así reza el eslogan del “Gran Reinicio” del FEM. Pero no
tendrás nada tú, ellos sí. Porque no creo que los Windsor, Rothschild, Rockefeller,
Warburg, Kuhn Loeb, Gates, Soros y el resto de multimillonarios del mundo vayan
a desprenderse de sus fortunas para no tener nada y ser felices.
Con el
pretexto de ayudar a la Tierra a recuperarse de la “agresión del hombre”, se
están llevando a cabo mega proyectos -cada uno más extravagante que el
anterior- por todo el planeta. Estos mega proyectos, como la ciudad futurista
saudita de 170 kilómetros de largo, están justificados por los informes del
IPCC sobre el cambio climático. Sin embargo, no son más que cárceles
tecnológicas para el “populacho”, ya que ellos nunca vivirán ahí.
Los
impulsores de esta Agenda están distorsionando el mundo y de qué manera. Animan
a los niños a cambiar de género, convenciéndoles de que han nacido en un cuerpo
equivocado; abogan por que todo sea eléctrico, cuando ni siquiera podemos
sostener el nivel actual de necesidades de energía; manipulan el clima, para
convencernos del calentamiento global; están acabando con el sector primario,
para que comamos insectos y hamburguesas de laboratorio; prohíben limpiar los
montes (siendo esta la principal causa de los incendios) y destruyen presas y
embalses arruinando pueblos enteros.
En fin, ¿cómo
pueden tener la cara dura de hablar de sostenibilidad haciendo lo que están
haciendo? Pero esto no es lo grave, lo verdaderamente grave es por qué les
hacemos caso. O lo que es lo mismo, ¿por qué seguimos sus dictados sin la más
mínima objeción? ¿Es que todos nos hemos vuelto imbéciles?
Está claro
que a esta gente el planeta se la suda. Lo que le importa es la dominación y el
control férreo de cada uno de nosotros. Y no te quepa la menor duda que hará cualquier cosa para conseguirlo.
Ahora los
gobiernos nos están coaccionando para que dejemos de utilizar los combustibles
fósiles. Y todo para salvar un planeta que no necesita ser salvado. Porque, aunque
el clima esté cambiando (lo ha hecho siempre), no hay datos científicos que demuestren
que el cambio climático es antropogénico. Así lo avalan alrededor de 1.500
expertos de todo el mundo -todos ellos muy respetados en sus respectivas áreas-
que se han unido al Grupo de Inteligencia Climática Global (CLINTEL). Por lo
tanto, esa afirmación de que el hombre se está cargando el planeta no es más
que propaganda política.
La retórica
que toca ahora, y que todos los medios de comunicación siguen escrupulosamente,
es que el cambio climático está siendo provocado por el hombre y queda muy poco
tiempo para reaccionar.
Al igual que
con el Covid-19, estos titulares apocalípticos están destinados a aterrorizar a
las masas, para que aceptemos un sinfín de nuevas restricciones y la privación
de las pocas libertades que aún nos quedan.
Estamos en un
momento de nuestra civilización donde la tecnología de control mental es ya una
realidad, pudiendo manipular pensamientos, sentimientos y comportamientos. O si no,
¿Cómo crees que han conseguido persuadir a la gente a
tomar decisiones en contra de su propio instinto de supervivencia durante la
falsa pandemia?
Vivimos un
momento muy delicado donde nos lo jugamos todo.
Es evidente
que cada vez hay más personas que están dando la cara para desmentir las
afirmaciones supuestamente benévolas de la Agenda 2030, de ahí que sus
organizadores estén cada día más preocupados. Y si están preocupados, porque
sus planes se están ralentizando, no es por falta de esfuerzo, sino por el
hartazgo de mucha gente que ha perdido la confianza en los gobiernos y ya no se
traga las incesantes mentiras, las crisis fabricadas y la intolerancia a las
opiniones discrepantes.
Nos
enfrentamos a un futuro tecnócrata muy peligroso. Los nuevos dueños del mundo
tecnocrático sólo aman las máquinas y repudian todo aquello que huela a humanidad:
amor, compasión, ternura, etc. Tratan de imponer el caos social internacional,
provocado deliberadamente con sus desastrosas políticas, para luego ofrecernos
a modo de solución su dictadura totalitaria tecnócrata.
¿Lo
conseguirán? De nuestro despertar y nuestra unión depende.
Una última
reflexión.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que una insignificante minoría tenga subyugada a una aplastante mayoría? Muy sencillo, porque esa aplastante mayoría está asustada, empobrecida y dividida en mil pedazos, y así no se puede ganar ninguna batalla y menos aun una guerra.
JUNTO a "terapia liberal", Robert Martínez, Nauzet Morgade y otras hierbas....Eres uno de los IMPRESCINDIBLES...¡ANIMO!
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