lunes, 3 de julio de 2017

LAS PENSIONES QUE SOSTIENEN ESPAÑA

El Banco de España ha anunciado que el sistema público de pensiones es insostenible y pretende recortar la mayoría de las pensiones por debajo del salario mínimo, que actualmente está en 707 euros. Y, para ir preparando el terreno, el viernes 30 de junio, el Consejo de Ministros aprobó un crédito extraordinario de 10.192 millones de euros, para poder hacer frente a las dos pagas extra de las pensiones de este año.
Es indignante que después de que el Gobierno se haya gastado 60.600 millones de euros, de la hucha de las pensiones, en rescatar a la banca, ahora se pida un nuevo sacrificio a este colectivo que, por si aun no nos hemos dado cuenta, es quien verdaderamente sostiene a más de la mitad de los ciudadanos de este país.
La televisión no hace más que anunciar a bombo y platillo lo bien que le va a la economía española. Y la mayoría de la gente se lo cree.
El invento del crecimiento del empleo no es tal, sino una camuflada destrucción de puestos de trabajo decentes: desaparece un empleo de 3.000 euros y se crean tres de 700 euros precarios y/o temporales. De esta manera el Instituto Nacional de Estadística tiene margen de sobra para manipular los datos a su antojo.
La gente ya no se acuerda de cómo se vivía hace quince años, donde había contratos de trabajo indefinido mejor remunerados; donde el poder adquisitivo era un 30% superior al actual; donde la sanidad pública estaba considerada una de las mejores del mundo, etc. y así podríamos enumerar una larga lista del expolio que hemos sufrido en estos últimos años.
Como es lógico, este expolio no se ha hecho de la noche a la mañana: nos habríamos dado cuenta. Se ha ido haciendo “poquito a poquito”. Y, claro está; al final nos hemos adaptado.
Ahora nos parece de lo más normal que se cobren sueldos raquíticos; que la mayoría de los puestos de trabajo sean precarios y/o temporales y que los padres mantengan a sus hijos prácticamente de por vida. En definitiva, como se dice vulgarmente a una situación asumida: ¡es lo que hay!
A esto se le conoce como la estrategia de diferir; es decir, ir implementando poco a poco el modelo económico-social que se quiere imponer. De esta manera el “populacho” no se dará cuenta, ya que dispondrá de más tiempo para acostumbrarse y aceptarlo con resignación.
Este país en los últimos 50 años ha apostado sistemáticamente por la industria turística, en detrimento de la innovación y tecnología. Elemental mi querido watson, que diría  Sherlock Holmes: es más fácil alquilar camas o servir copas (no hay que hacer un gran esfuerzo mental) que desarrollar una tecnología que, por ejemplo, proporcione energía limpia e ilimitada. Como consecuencia, estamos lacerando nuestro país: hemos destrozado nuestro litoral; nos hemos cargado un montón de ecosistemas; hemos hecho insoportables los centros históricos de nuestras ciudades y soportamos ruidos, borracheras, vómitos y meadas por doquier.
Sí, esto es lo que ha traído el turismo, aparte de ese 11%-13% de PIB.
La paupérrima educación que reciben nuestros ciudadanos, unido a la poca inversión en I+D+I y el desmantelamiento de la industria que quedaba, nos ha convertido en un país de “camareros”. Y claro está, la oligarquía que controla el “cotarro” está encantada: ha fabricado una mayoría de “tolilis” sirvientes, que no se enteran de nada, y así ellos campan a sus anchas.
Y aquí es donde entra la importancia de las pensiones: como estos “tolilis” no tiene donde caerse muertos, son sus “viejos”, con sus pensiones, los que tienen al final que tirar del carro.
De una vez por todas dejemos de engañarnos a nosotros mismos.
En España nunca ha habido una democracia. Siempre ha sido y siempre será una dictadura que, en los últimos años, ha estado en manos de un dictador mariquita, un Rey putero, o un puñado de políticos ladrones robándonos el futuro.
Desde siempre, la oligarquía demente de este país, con la inestimable colaboración de la podrida, homófoba, machista y perversa Iglesia Católica (que no de sus fieles), ha llevado al pueblo español a un retraso mental que persiste a día de hoy. Y mi pregunta es: ¿Qué hubiera sido de nosotros, un pueblo ingenioso con talento e inventiva, si se nos hubiera permitido desarrollarnos?   
Una de las últimas cosas que le toca hacer al PP, antes de ser desbancado por la coalición PSOE-Podemos y vete a saber quien más, es el recorte de las pensiones.
¡Aviso a navegantes! Dicen los expertos en estos temas, que el imparable envejecimiento de la población hará obligatoria la revisión de las pensiones y una disminución de estas por debajo del salario mínimo interprofesional. O sea, nos están anunciando una bajada inminente de las pensiones, donde la gran mayoría de la gente cobrará por debajo de los 707 euros: ¡acojonante! ¿Verdad?
Pero no nos dejemos engañar. Las pensiones de insostenibles: nada. Lo insostenible es la banca, que ha inundado el mercado de derivados financieros y está técnicamente en quiebra. Por eso el Gobierno no hace más que darle nuestro dinero, quitándoselo, en este caso, a los pensionistas que es el colectivo más indefenso.
Si no fuera por las pensiones de nuestros mayores este país (y cuando digo este país me refiero a la gente corriente, no al IBEX 35) no aguantaría. Parados sin prestación, familias enteras con escasos recursos, pequeño comercio y todo lo relacionado con la economía real, está siendo mantenido gracias a las pensiones.
Si bajan las pensiones (y no dudes que bajarán) esto significará más pobreza; más indigencia; más prostitución; más camas calientes; más delincuencia; etc. Y todo por rescatar a la banca con el dinero de la hucha de las pensiones.

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