Desde siempre los virus han vivido con
nosotros y el resto de animales del planeta. Aunque no fueron descubiertos hasta
el siglo XX, no son nuevos y llevan ocultos millones de años evolucionando. Si bien la mayoría
son combatidos por nuestro sistema inmunológico, hay otros, sin embargo, que
ocasionan serias enfermedades e incluso pueden causar la muerte.
Pero, ¿qué es un virus?
Un virus es un agente patógeno infeccioso que está en el límite de lo que
consideramos un organismo vivo. Es una partícula mucho más pequeña que una
célula bacteriana, y consiste en un pequeño genoma de ADN o ARN rodeado por una
cubierta proteica. Se reproduce al colonizar una célula y utilizar su maquinaria para crear
más virus.
¿Y qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una gran familia de virus que causan desde resfriados
leves hasta neumonías mortales. Se denominan así porque su envoltura, vista al
microscopio electrónico, parece una corona. Afectan a numerosas especies animales
como gatos, perros, cerdos, vacas, aves, dromedarios, murciélagos, etc. Muchos
de ellos (incluido el descubierto ahora en China, llamado 2019-nCoV) pueden
afectar también a personas.
Como todo el mundo sabe, en enero de 2019 se
difundió en los medios de comunicación que en la ciudad china de Wuhan (de 11
millones de habitantes) había una epidemia provocada por un coronavirus. Se
dieron datos de infectados y fallecidos y, desde entonces, estas cifras no han
parado de subir. Aunque se ha declarado a la ciudad en cuarentena, el virus se
ha expandido por toda China y han aparecido casos en otros países.
Las imágenes que nos muestra la TV son casi
apocalípticas: ciudades desiertas, gente con mascarilla, personal sanitario
embutido en monos blancos y máscaras y un sinfín de noticias alarmantes en
todos los sentidos. Evidentemente, esto está teniendo un impacto en la población,
y dado el grado de estupidez que padecemos en estos tiempos, vete a saber qué
consecuencias tendrá.
Pero hay otras cosas que no se cuentan en los
medios de comunicación y que también deberíamos saber para tener mejor criterio
a la hora de analizar la situación.
Durante el año 2017, China construyó a 32 km
de la ciudad de Wuhan un laboratorio para estudiar cepas de coronavirus. Y la
pregunta inmediata es: ¿el coronavirus 2019 nCoV ha salido de ese laboratorio?
Según Francis Mojica, profesor titular del
Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de
Alicante, el coronavirus surgido en la ciudad china de Wuhan podría ser un
virus “mutado" escapado del laboratorio ubicado a 32 km de esa ciudad.
Pero vayamos a lo que de verdad le importa a
este Sistema: el dinero.
Teniendo en cuenta la máxima de que siguiendo
el rastro del dinero se llega a la verdad, analicemos ahora algunos datos
económicos.
Según un medio de información económico de
prestigio, las bolsas pueden corregir hasta un 13% si el coronavirus de China
imita el patrón de otras epidemias anteriores. ¿Y Qué significa esto? O lo que
es lo mismo, ¿a quién beneficia? Pues a los grandes fondos de inversión que pueden
recomprar a bajo precio y volver a inflar la bolsa.
Económicamente hablando, parece que farmacéuticas,
bolsa y coronavirus están íntimamente interrelacionados.
Es cuanto menos curioso que haya cepas de
coronavirus patentadas por farmacéuticas muchos años antes de que todo esto
sucediera.
Actualmente hay tres grandes farmacéuticas desarrollando la vacuna para el coronavirus
2019 nCoV: Inovio, Innova y Moderna Inc.
Evidentemente, detrás de estas compañías hay
accionistas. ¿Y quiénes son? Como era de esperar, en una oportunidad como esta
de negocio, sin dar un palo al agua, están los grupos de siempre: grandes
fondos de inversión como BlackRok, Vanguard Group, State Street y Morgan
Stanley, entre otros, que son los que controlan el mundo, económicamente
hablando, y, por tanto, tienen mucho poder a nivel mundial.
Para que nos hagamos una idea, las acciones de
Inovio, una de las farmacéuticas que está fabricando la vacuna para el
coronavirus aparecido en China, subieron más de un 20% nada más conocerse la
noticia.
Por otra parte, en octubre de 2019 el Centro
Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud en asociación con el Foro Económico
Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates organizaron en Nueva York el Evento
201: un ejercicio pandémico de alto nivel, justo dos meses antes de los
actuales acontecimientos. En él se habló de que una nueva cepa de
coronavirus se iba a expandir a través de animales a los seres humanos y que
acabaría matando a 85 millones de personas. También se dijo que se desplomarían
las reservas turísticas y bajaría la bolsa, entre otras cosas, y que serán
necesarias alianzas público-privadas durante la respuesta a esta pandemia
severa, para disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala.
Curiosamente, la Fundación Bill y Melinda
Gates, junto con la mismísima CIA, tienen patentes registradas de coronovirus
en humanos desde el año 2017; es decir, dos años antes de la aparición de esta “epidemia”.
Dicho esto, ahora se nos vienen encima un
montón de preguntas:
¿Es la actual pandemia de coronavirus
consecuencia de una negligencia humana en un laboratorio?
¿Ha surgido espontáneamente proveniente de un
animal contagiando a humanos o es un experimento fallido de arma química?
¿Será utilizado por la industria farmacéutica
para obligar a toda la población a ser vacunada?
¿Tendrá consecuencias económicas para China y
para sectores tan importantes, económicamente hablando, como el turismo?
¿Ayudará a implosionar el sistema financiero para
mantener la burbuja de dinero FIAT?
¿O es tal y como nos lo están contando y todo
lo demás no son más que meras conjeturas?
Evidentemente, no conozco la respuesta a estas
preguntas, pero hay un dicho popular que afirma: “cuando el río suena, agua
lleva”.
Es evidente que con nuestro grado de
imbecilidad a medida que aumente nuestra angustia exigiremos remedios más contundentes
que el aislamiento y las cuarentenas. Indudablemente, será una buena oportunidad
para los gobiernos de implementar medidas que de otra manera no podrían ser
llevadas a cabo (recuerda la estrategia más utilizada por el poder: problema,
reacción, solución).
En un mundo donde todo está relacionado con el
lucro es muy difícil creer en la honestidad de los estados, las instituciones,
los medios de comunicación y, en definitiva, de las personas. Por eso,
discernir entre una verdad y una mentira es cada vez más difícil.
Del mismo modo que el terrorismo ha sido utilizado
para ejercer un control casi absoluto sobre nosotros, una pandemia como esta
podría ser utilizada para restringir, por ejemplo, nuestra movilidad, ya que el
turismo de masas está produciendo un efecto devastador destrozando costas,
ciudades, parques naturales, ect. Aunque no lo creo, ya que nuestra estupidez
antepone el dinero a todo lo demás, y el turismo es la industria más lucrativa
de los últimos tiempos, llegando a generar más de 5.000 millones de dólares al
día.
Esto acaba de empezar. Lo que es evidente es
que no debe ser ninguna broma cuando los chinos se lo han tomado muy en serio
construyendo hospitales en tiempo record. Pero por el bien de todos, esperemos que reine la
cordura y se anteponga la vida al dinero. Ya veremos.
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