jueves, 31 de agosto de 2023

TEDROS Y EL PROGRAMA DE CONTROL Y DESPOBLACIÓN MUNDIAL

El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, puede llegar a convertirse, en el año 2024, en el hombre más poderoso del mundo; eso sí, con el beneplácito de la oligarquía dominante.

Tedros nació el 3 de marzo de 1965 en Asmara, hoy capital de Eritrea (independiente de Etiopía desde 1993). Estudió Biología en la Universidad de Asmara y posteriormente saco un doctorado en la Universidad de Nottingham. En 1991 se unió al comunista Frente de Liberación del Pueblo Tigrayano (TPLF): una organización que figura desde 1976 en la Base de Datos Mundial sobre Terrorismo. En 2005 fue Ministro de Salud de Etiopía, ministerio que dejó en 2012 para ocupar la cartera de Relaciones Exteriores, hasta que en 2017 fue nombrado Director General de la OMS, cargo que sigue ocupando actualmente.

Mientras presidía la cartera de Salud tuvo relaciones con personajes internacionales de dudosa honorabilidad como Bill Clinton, Bill Gates o Claus Schwab. Estas conexiones aclaran, de manera concluyente, cómo fue posible que un “pela espigas” (expresión popular para referirse a alguien irrelevante) fuera elegido Director General de la OMS y así convertirse en su marioneta.

Aunque para la mayoría de la población esté pasando inadvertido, los hechos delatan que las élites globalistas planean dar a Tedros el poder sobre los 194 Estados Miembros de la OMS, por lo tanto de todo el mundo.

Después de que la OMS aprobara recientemente el Sistema Mundial de Salud Digital, sólo le queda ratificar el nuevo Tratado de Pandemias que, si nadie lo remedia, tendrá lugar en la 77ª Asamblea Mundial de la Salud a celebrar en mayo de 2024. Por consiguiente, este Tratado, unido al Sistema Mundial de Salud Digital, otorgará a Tedros el liderato absoluto de la política sanitaria mundial.

La modificación del actual Reglamento Sanitario Internacional convertirá a la OMS, que hasta ahora era un órgano consultivo, en el nuevo “mandamás” mundial jurídicamente vinculante. En otras palabras: las recomendaciones de la OMS se convertirán en órdenes. Esto hará que en el caso de una supuesta emergencia inminente (de salud, climática, medioambiental etc.), Tedros pueda suprimir los derechos y las libertades fundamentales de todo el planeta. De hecho, podría hacer obligatoria la vacunación, las pruebas de diagnóstico o las cuarentenas, además de imponer un pasaporte sanitario imprescindible para viajar o trabajar.

Durante décadas, las élites globalistas han estado gestando un plan de despoblación y control. Para llevar a buen puerto sus planes, están utilizando diferentes estrategias como la siempre presente inestabilidad económica y las, a partir de ahora, cada vez más numerosas emergencias sanitarias o climáticas.

Las crisis económicas llevan décadas produciéndose, por cierto, dando unos excelentes resultados: desviar la riqueza del “populacho” hacia los bolsillos de los cleptócratas.

La emergencia sanitaría del Covid-19 consiguió la sumisión y humillación de prácticamente toda la población mundial y la preparó para lo que está por venir.

Con la puesta en escena del “calentamiento global”, renombrado a “cambio climático” y ahora incluso a “ebullición global” (así lo definió el Secretario General de Naciones Unidas en julio de 2023: “La era de la ebullición global ha llegado….”), el proceso se va a acelerar.

No es nada sorprendente que con la llegada de la Inteligencia Artificial el trabajo humano más básico y peor remunerado vaya a desaparecer. Esto significa que la fuerza laboral humana, que en su día fue indispensable, se transformará en prescindible.

Dicho esto, no sé si será coincidencia, pero en la actualidad se está produciendo un exceso de mortalidad por todas las causas en todo el mundo. Y, ¡qué “casualidad”! Resulta que hay un informe que habla de ello. Me estoy refiriendo al Informe Deagel, donde su pronóstico de reducción de la población comienza a causar cierta inquietud. (Deagel.com es una oscura entidad conocida por sus informes sobre capacidades militares).

La Agencia Deagel pronosticó en 2017 una disminución significativa de la población para el 2025 en varios países del mundo como, por ejemplo, Reino Unido un asombroso 77%, EEUU un 68,5%, Alemania un 65,1% o España un 41,4%, entre otros (ver lista completa de países).

¿Es este informe una premonición de la despoblación del planeta al igual que ocurrió con el Evento 201 y el Covid-19?

Con la ratificación del nuevo Tratado de Pandemias, la OMS tendrá carta blanca para aplicar todo tipo de protocolos que serán de obligado cumplimiento. Y he aquí que tenemos unos antecedentes nada satisfactorios con los protocolos que la OMS dispuso para el Covid-19. Esos protocolos indujeron al asesinato en masa de miles de ancianos en las residencias, provocaron miles de muertes en las UCI con las intubaciones y las medicaciones inadecuadas y envenenaron a gran parte de la población con varias dosis de “vacunas” cuasi obligatorias. Entonces, ¿no es una temeridad dejar nuestra vida en manos de la OMS y del terrorista Tedros?

¿Por qué tenemos que tragar todo esto si nosotros, el pueblo, somos legión y ellos sólo unos pocos? A ver si nos entra en la cabeza de una vez que nunca hemos necesitado a los poderes fácticos para que nos proteja ni para que imparta justicia, eso ha sido siempre una tomadura de pelo y ahora no es diferente. Desde siempre, el enemigo número uno del pueblo ha sido, y lo sigue siendo, su propio gobierno, además de los partidos políticos, los tribunales de justicia, las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, las fuerzas armadas y, por supuesto, la omnipresente “protectora” policía. En otras palabras, toda la clase dominante y los lacayos lameculos que ejecutan sus órdenes.

Y ahora vuelta a la eterna pregunta. ¿Por qué unos pocos nos tienen dominados? Pues porque desgraciadamente hemos sido adoctrinados por nuestros propios progenitores y educadores -falsas figuras de “autoridad”-, para hacernos creer que no se puede vivir sin normas ni leyes. Esto implica que dependeremos de la voluntad de los que hacen esas normas y leyes el resto de nuestra vida. Bueno, pues parece ser que a partir de 2024 las normas y leyes las impondrá Tedros. O lo que es lo mismo: Agenda 2030 directamente en vena.

¿De verdad esto no le importa a nadie? Es una lástima que por nuestra cobardía, ignorancia y necedad hayamos dejado este maravilloso planeta en manos de unos maniacos sin escrúpulos que, no lo dudes, acabarán con la mayoría de nosotros. 

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