domingo, 10 de junio de 2012

EL RESCATE


Bueno, pues ya está aquí. Llevo meses advirtiéndolo y, aunque siempre he tenido la esperanza de equivocarme, va ha ser que no, que tenía razón. Y no es que me considere más listo que los demás, simplemente he seguido los acontecimientos y estudiado un poco a la clase política y financiera. Son tan previsibles que, la verdad, no me ha resultado tan difícil. Ellos tienen un manual y lo siguen a rajatabla. Su manual dice: ante el dolor de cabeza tómese una aspirina, y es lo que aplican, ni siquiera se plantean utilizar paracetamol u otro analgésico similar. No, porque no está en el manual y punto.
Otra cosa es que tengan razón.
Ya he explicado hasta la saciedad que el sistema monetario es  una de las estafas de manipulación social más ingeniosa jamás creada por el hombre.
Si hacemos memoria, en este país hace unos años nadábamos en la abundancia, o eso decían los mismos que dicen hoy lo contrario. Teníamos superávit. Nuestra deuda pública no llegaba al 35 % del PIB y nuestra prima de riesgo tampoco alcanzaba los 100 puntos básicos. Pues bien. ¿Y cómo hemos llegado a ser rescatados? Pues para entenderlo hay que tener presente cómo se crea el dinero en nuestro sistema monetario.
El dinero se crea del endeudamiento a través de préstamos. Esos préstamos están apoyados en las reservas bancarias, y las reservas derivan de depósitos. Y mediante el Sistema de Reserva Fraccionaria, cualquier depósito puede producir nueve veces el valor original, y así es como se crea y se expande el dinero (esto se explica en el documento publicado por la FED “Mecánica Moderna del Dinero” donde se detalla la práctica institucionalizada de la creación del dinero, tal y como la utiliza la Reserva Federal y el resto de bancos centrales y la red de bancos comerciales que soporta). A su vez, devaluar la oferta de dinero aumenta los precios en la sociedad y, como todo el dinero es creado por el endeudamiento y circula al azar a través del comercio, las personas cada vez se van alejando más y más de su deuda original, creándose un desequilibrio donde las personas son forzadas a competir por un trabajo para poder sacar dinero suficiente de la oferta de dinero y cubrir sus necesidades de vida.
Tan disfuncional y retrógrado como esto pueda parecer, hay todavía una cosa que se ha omitido en la ecuación, que es un elemento estructural que revela la naturaleza realmente fraudulenta del sistema en sí mismo: La aplicación de intereses.
Cuando un gobierno pide prestado dinero, o cuando una persona le pide prestado a un banco, casi siempre lo tiene que devolver con un interés primario. En otras palabras, casi cada euro existente debe ser finalmente devuelto al banco con intereses. Pero, si todo el dinero es prestado por los bancos centrales  y se expande por los bancos comerciales a través de préstamos, sólo lo que denominamos el “principal” ha sido creado en la oferta de dinero. Así que entonces, ¿dónde está el dinero para cubrir todos los intereses cargados? En ningún sitio, simplemente no existe.
Las ramificaciones de esto son asombrosas, ya que la cantidad de dinero que se debe a los bancos siempre excederá a la cantidad de dinero que está disponible en circulación. Por eso la inflación es una constante en la economía. Porque siempre hace falta nuevo dinero para cubrir el perpetuo déficit inherente al sistema causado por la necesidad de pagar intereses.
Esto también significa que matemáticamente los impagos y las bancarrotas son literalmente parte integral del sistema y siempre existirán los pobres bolsillos de la sociedad que sufrirán la peor parte del mismo.
Bueno, pues dicho esto, está claro que esta vez nos ha tocado a nosotros ser los pobres bolsillos de la sociedad que vamos a sufrir las consecuencias de esta estafa.
Esto, además de estar de antemano planificado, se ha hecho con nocturnidad y alevosía ya que fijaros que curioso.
Este fin de semana empieza la Eurocopa, juega Nadal la final de Roland Garros y Alonso corre en Canadá y parece que tiene buen coche. Pues eso, que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, va el ministro de economía y, mientras la gente está pendiente de la puta tele, anuncia el rescate a España, aunque lo llama de otra manera  y dice que no es un rescate y que sólo le afectará a la banca y no a los ciudadanos. Está claro que este señor piensa (y creo que con razón) que nos hemos caído de su apellido.
La pregunta es: ¿pagaremos los ciudadanos el rescate?
Definitivamente sí. Y lo explicaré.
Ese dinero ingresará en las arcas del estado a través del FROB, pero no nos dejemos engañar, el FROB es el estado. El dinero computa como deuda, no como déficit. Y las entidades que reciban préstamos del FROB tendrán que devolver ese dinero al Estado español.
Pero esto no significa que el rescate sea gratuito para los ciudadanos. Desde este mismo año, los intereses que el Gobierno pague por esa deuda computarán como déficit, lo que significa que hará falta un nuevo ajuste para sacar más dinero y pagar esos intereses a Europa.
El tiempo será testigo, pero ni va a subir la bolsa, ni bajará la prima de riesgo y mucho me temo que jamás podremos pagar esta odiosa deuda que lo único que hará es hundirnos en la miseria.
Lo que nos espera es más subida de impuestos, empezando por el IVA, retraso en la edad de jubilación, bajada de las pensiones y prestación por desempleo, etc., etc.
Y mientras tanto los ciudadanos preocupados por defender la mierda de trabajo que tienen y encantados de haber comprado su casita de mierda, que les ha costado un ojo de la cara, y planificando dónde van a viajar  en las próximas vacaciones de mierda; en fin, haciendo todo eso para lo que han sido programados.
¡Ah!, y claro está, y diciendo que esto son gilipolleces, que no merece la pena preocuparse, o que no se puede hacer nada. Y así nos va, precisamente por no hacer nada.