viernes, 1 de junio de 2012

EL MIEDO A SALIR DEL EURO


No sé porque la gente, en general, tiene tanto miedo a salir del euro.
Últimamente se cierne sobre Grecia esa amenaza al igual que ahora sobre España. Paul Krugman, premio Nobel de Economía en 2008, no hace más que repetirlo.
Sinceramente no sé que será mejor. Si sufrir una ruina total del país vendiéndolo a trocitos y estar a expensas de lo que decida Alemania o salir del euro y de la unión europea y comenzar de nuevo.
Ambas cosas requerirán un gran sacrificio de los ciudadanos pero para mí, sin ninguna duda, lo mejor sería la segunda opción.
Pondré un ejemplo: Es como una pareja que lleva 20 años de matrimonio, en el que ya no hay amor, respeto ni cariño y que únicamente les une los hijos, la casa, las familias, etc., aunque todo es una ruina y la situación es cada vez peor. Pues bien. Tienen dos opciones. La primera es seguir con la farsa y aguantarse mutuamente hasta la muerte, llevando una vida indudablemente desdichada o, la segunda opción, que sería la de separarse y comenzar de nuevo.
Optar por la segunda opción siempre es más difícil ya que el hombre es un animal de costumbres y reacio por lo general a los cambios pero, según todos los estudios y encuestas referidos a este tema, se ha comprobado que prácticamente siempre es mejor empezar de nuevo.
Si nos quedamos en el euro y se siguen aplicando las políticas neoliberales de la Sra. Merkel, estamos abocados a un empobrecimiento general de la población y a unos recortes sociales de tal envergadura que afectará a una o dos generaciones enteras, para después convertirnos en un país dominado por una minoría bien acomodada y el resto una masa aborregada y sumisa de gente trabajadora mal remunerada. De lo contrario, si salimos del euro, dejamos de pagar la “odiosa deuda” (que no olvidemos que nosotros no hemos generado) y empezamos de nuevo, probablemente nos llevará de 5 a 10 años levantar cabeza, pero al final seremos nosotros los protagonistas de nuestro propio destino.
Ya sé que las amenazas, si salimos del euro, son muchas; que si nadie nos va a financiar, que no tendremos dinero para comprar petróleo y otras materias primas, que no podremos salir solos de esta situación. Pues no, eso  simplemente es mentira. Es la utilización de la estrategia del miedo. La historia reciente está llena de ejemplos de países que se revelaron y salieron adelante.
Tenemos, como cualquier otro país, el mayor potencial que son nuestros 46 millones de personas (eso es mucha masa gris) además de nuestros recursos naturales, entre ellos el sol.
No voy a hacer aquí una tesis de cómo organizar un estado pero sí dar algunas pautas para que veáis que no es tan difícil; que otro mundo mejor es posible, aunque unos pocos afortunados, a los que les va bien, prefieran este.
Al salir del euro y vivir en un sistema monetario, lo primero que tendremos que hacer es crear nuestra propia moneda (ya sabes, inventada, como todas) con lo cual podremos fabricar todo el dinero que queramos y darle el valor que se nos antoje; eso sí, únicamente la usaremos como instrumento de intercambio de bienes y servicios entre nosotros, ya que internacionalmente, en principio, seguro que no la aceptarán. Pues bien. De esta manera pondremos a todo el mundo un salario digno y no abusivo por los servicios prestados a la sociedad (que no por el trabajo, tenemos que desechar ese término) de tal manera que todo el mundo tenga cubiertas sus necesidades con holgura (léase bien que he dicho necesidades y no lujos ni gilipolleces)
Sí, ya sé lo que estaréis pensando ¿y con qué dinero vamos a importar aquellos recursos de los que no disponemos? Pues, entre otras cosas con la moneda extranjera que recibiremos por nuestra principal fuente de ingresos que es el turismo y nuestras exportaciones, que pueden ser muchas.
Lo segundo y más importante es encauzar todo el esfuerzo posible en educar y formar con la mayor calidad a todo el mundo y utilizar el máximo recurso de masa gris (que la hay y mucha) en I+D+I.
En tercer lugar prescindir de la clase política y poner al frente del país a los mejores de cada sector, pero sin privilegios.
Todo lo demás, sanidad, energía, transporte, cultura, infraestructuras, alimentación, agricultura y ganadería, etc, etc… no supondría ningún problema, pues con un buen nivel intelectual de la población sabrían desarrollar cada sector.
Bueno, se me olvida lo más importante. Todo esto, o algo parecido a esto, sería posible siempre que nuestra voluntad fuera la de cambiar la forma actual de vivir y lo que eso conlleva. Es decir. Hacer un ser humano nuevo con valores nuevos y tomando conciencia de que somos parte de la naturaleza y no, como ahora, los exterminadores de ella.
Hacer un mundo diferente del actual no es tan difícil y menos aun con los medios de que disponemos hoy en día, lo que realmente es difícil es cambiar las ideas de la gente que está sumida en una gran mentira endémica.