Cada día se hace más perceptible el futuro que para la humanidad han
decidido y diseñado los verdaderos amos del mundo.
Robert Francis
Kennedy Jr. es un abogado y activista ambiental. Es hijo de Robert F. Kennedy y
sobrino del ex presidente John F. Kennedy. En unas recientes declaraciones, con
respecto a esta falsa pandemia, dijo: "Este virus ha sido esparcido
para entrenarnos hacia la nueva sumisión. Cada parte de nuestras vidas estará
sujeta a control. No podremos ir a ningún sitio sin permiso. Nos están
convirtiendo en unidades de producción y entidades consumidoras. Nos van a
robar no solo nuestra democracia y nuestras libertades, sino nuestras almas. Lo
que hemos de hacer es luchar contra ellos. Todos sabíamos que esto iba a
suceder, aunque yo nunca creí que sucedería en mi vida. Pero aquí está".
Según el
“filántropo”, Bill Gates, esta pandemia durará alrededor de 2 años: el tiempo
suficiente que necesitan para arruinar a miles de millones de personas y sembrar
el pánico para luego ofrecer su solución. Ya sabes, la tan manida estrategia:
“problema, reacción, solución”.
La nueva
flexibilización cuantitativa generará una deuda inasumible para todos los
países. Y aquí entran los “salvadores del mundo”. Se proclamará un Gobierno
Mundial provisional de emergencia (que luego será definitivo) para paliar la
crisis. Luego, el “reseteo económico” dará paso a un nuevo sistema de economía
mundial donde la Inteligencia Artificial y el Internet de las cosas lo
controlarán todo. Se unificará la educación, la religión el sistema monetario
(probablemente el dinero actual será sustituido por una criptodivisa) y todo,
absolutamente todo, será privatizado.
Ahora van encajando
todas las piezas.
El mundo que está
por venir no precisa de tanta gente; por eso necesitan deshacerse del 80% de la
población. Primero se desharán de los viejos (mediante el coronavirus u otras
enfermedades) y después de los pobres e ignorantes (a través del desempleo, la
pobreza y la miseria). Y lo harán por la sencilla razón de que estos colectivos
ni encajarán ni entenderán ese nuevo mundo. Así de simple. Pondré un ejemplo.
Bitcoin es el mejor sistema monetario jamás creado por el hombre. Sin embargo,
es utilizado por muy pocas personas solo por una razón: porque la mayoría no lo
entiende.
Las principales
instituciones supranacionales como el Council on Foreign Relations, el club Bilderberg
y la Comisión Trilateral, entre otras, son las que controlan
realmente gobiernos, ejércitos, dinero, medios de comunicación, educación y
toda la industria mundial.
Ellis Medavoy (es
su seudónimo), fue un maestro de la Propaganda y las Relaciones Públicas. Él mejor
que nadie sabe cómo se inventan historias falsas para distorsionar la realidad.
Su máxima era hacer creer a las masas que la libertad consiste en hacer lo que
otros han decidido que es lo “correcto”.
En una entrevista
concedida en 2015, dijo: “Supongamos que
durante el período previo a una crisis económica, planificada por cártel de
dinero, puedes distraer a todos con una epidemia falsa, provocada por el cártel
médico-farmacéutico. ¿Ves la manipulación? Ahora los líderes perciben una buena
razón para cooperar. Los planificadores cada día se vuelven más sutiles e
inteligentes. Llegan a través de líneas que nunca habrían alcanzado antes”.
Pues bien. Este
señor (una autoridad en la materia) dice clara y llanamente que todo es una
burda manipulación de la realidad y existen pruebas de ello.
Un documento del
Gobierno Norteamericano llamado “Informe Iron Mountain”, de 1967, habla sobre la
posibilidad y conveniencia de la paz. En él se analiza cuáles son las verdaderas funciones de la
guerra en las sociedades modernas y, en caso de que la guerra no existiera, qué
otras instituciones podrían cumplir con estas funciones.
Según dice el informe, estas instituciones deben aportar una amenaza externa
para que la sociedad acepte ser gobernada políticamente y no se desintegre.
Necesita siempre un “enemigo
alternativo” como, por ejemplo, la amenaza de la contaminación del medio
ambiente o una invasión alienígena (ahora esa amenaza se ha traducido en cambio
climático y coronavirus).
Hay un párrafo muy esclarecedor de este informe que, ¡ojo! no olvidemos
es del año 1967. Dice así: “El envenenamiento del aire, de las
principales fuentes de alimentos y del agua ya se encuentra bastante adelantado y
a primera vista podría representar una solución a este problema; constituye una
amenaza que solo puede abordarse a través de una adecuada organización social y
con poder político. Pero se estima que deberá pasar entre una generación y una
generación y media antes de que la contaminación ambiental, por más severa que
sea, se torne lo suficientemente amenazante a nivel global como para ofrecer
una posible base de solución”.
¡Increíble!
¿Verdad?
Evidentemente, nada
es lo que parece. El cambio climático, el coronavirus y los disturbios de EEUU
están intrínsecamente relacionados entre sí. Todos estos acontecimientos no han
surgido por casualidad (las casualidades no existen). Han sido minuciosamente organizados por la Ingeniería Social, cuyo
principal exponente es el Instituto Tavistock, creado en Londres en 1921 por la
Fundación Rockefeller.
Para que nos hagamos una idea de quién es el Instituto Tavistock, esta es
su declaración de principios: “La eficacia de una propaganda política y
religiosa depende esencialmente de los métodos empleados y no de la doctrina en
sí. Las doctrinas pueden ser verdaderas o falsas, pueden ser sanas o
perniciosas, eso no importa. Si el adoctrinamiento está bien conducido,
prácticamente todo el mundo puede ser convertido a lo que sea”.
¿Necesitas más pruebas para darte cuenta de
que vivimos en una continua mentira?
Pues ahora viene la prueba del algodón; ya
sabes: “el algodón no engaña”.
Por iniciativa del Departamento
del Ministerio del Interior alemán, llamado Unidad KM4, -que está a cargo la
Protección de las Infraestructuras Críticas-, se elaboró, entre el 25 de abril
al 27 de mayo de 2020, un Informe sobre el "Análisis de la gestión de la crisis del
Covid-19" . El
informe fue escrito por un panel científico compuesto por expertos médicos
externos de varias universidades alemanas.
Es esencialmente revelador ver que, aunque el informe ha sido filtrado,
los medios de comunicación del establishment no se han hecho eco de él. ¿Y por
qué? Pues porque en él se afirma que toda la amenaza del Covid-19 ha sido exagerada.
Algunos de los puntos clave del informe dicen lo siguiente:
·
La peligrosidad de Covid-19 fue sobreestimada:
probablemente en ningún momento el peligro planteado por el nuevo virus superó
el nivel normal.
·
Las personas que mueren de coronavirus son esencialmente
las que estadísticamente morirían este año, porque han llegado al final de sus
vidas y sus cuerpos debilitados ya no pueden hacer frente a ningún estrés
cotidiano al azar (incluidos los aproximadamente 150 virus actualmente en
circulación).
· En el primer cuarto de año, en todo el mundo no ha
habido más de 250.000 muertes por Covid-19, en comparación con los 1,5 millones
de muertes (25.100 en Alemania) durante la ola de influenza (virus de la gripe)
en la temporada 2017/18.
· El peligro, obviamente, no es mayor que el de muchos
otros virus. No hay evidencia de que esto sea una pandemia: no es más que una
falsa alarma.
· Podría haber un reproche en este sentido: durante la
crisis del coronavirus, el Estado ha demostrado ser uno de los mayores productores
de Fake News.
Por otra parte, Massimo Clementi, Director del Laboratorio del Hospital
de San Raffaele de Milán, ha asegurado, en una entrevista concedida al Diario
El Mundo, que la carga vírica de hoy es cien veces menor que en marzo.
A raíz de estas informaciones deberíamos hacernos algunas preguntas, ¿no
crees?
¿Por qué los gobiernos de todo el mundo siguen alimentando esta farsa?
¿Para qué nos obligan a ponernos una mascarilla y mantener una distancia
de seguridad?
¿Qué va a ser de nosotros cuando llegue la nueva normalidad?
¿Nos obligarán a ponernos la tan anunciada vacuna?
Y la pregunta del millón: ¿Por qué estamos aceptando esta locura que solo
nos lleva hacia nuestra propia esclavitud y control?
Como siempre, todos aquellos que discrepamos de la versión oficial de
determinados hechos somos considerados conspiranoicos. Pues bien. ¿La Unidad
KM4, del Ministerio del Interior alemán, los médicos expertos de las
universidades alemanas y Massimo Clementi también son conspiranoicos?
Piénsalo detenidamente. En condiciones normales, se encarcela y se aísla
a los delincuentes para proteger al resto de la sociedad y no se encarcela a
toda la sociedad para librarla de esa amenaza. Pues eso es lo que se ha hecho
ahora. Es de “genios”, la verdad.
Para terminar voy a añadir una cosa más.
No tienes por qué creerte lo que acabas de leer. Infórmate, consulta
otros medios alternativos, observa a diario en tu ciudad o tu pueblo lo que está
pasando, piensa y analiza por ti mismo y saca tus propias conclusiones. ¡Ah! y
deja de preocuparte si llegas a conclusiones que no son políticamente
correctas. No merece la pena.
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