Voy a contar una historia reciente.
Erase una vez el mercado de valores de Wall Street en el que Melvin Capital -un
todopoderoso fondo de inversión- hizo una posición en corto contra la conocida
cadena de tiendas de videojuegos GameStop.
Para quien no lo
sepa, una posición en corto está basada en coger prestadas acciones, venderlas
y cuando bajen volver a comprarlas y devolverlas. Si las vendes, por ejemplo, a
10 € y las compras cuando bajen a 6 €, obtienes una ganancia de 4 € por acción.
Evidentemente este suculento negocio –como toda la Bolsa- está dirigido a las
grandes “ballenas inversoras” y no al pequeño inversionista.
Todo empezó
cuando la cadena de tiendas de videojuegos, GameStop, no pasaba por un buen
momento y estaba a punto de desaparecer. Entonces, el fondo de inversión, Melvin
Capital, lo aprovechó para lanzar una posición en corto pensando que las
acciones se desplomarían. Y he aquí que los usuarios de wallstreetbets (unos
“mindundis” que se dedican a hacer trading) decidieron darle de su propia
medicina a una de las “grandes ballenas financieras” utilizando sus propias
armas.
Con un simple
ordenador, y la módica cantidad de 17 €, un grupo de jóvenes se coordinó para comprar a diestro y siniestro
acciones de GameStop. La compra en masa propició que las acciones subieran
hasta los 450 €, lo que supuso una pérdida para Melvin Capital del 53% de su
inversión.
Alguno dirá:
¡Estupendo! Por fin David ganó a Goliat. Pero ¡qué va!
Resulta que la
gente corriente que se dedica al trading lo hace a través de plataformas como
Robinhood o TD Ameritrade. Pues bien, con todo el morro, ambas plataformas
prohibieron la compra de valores de Gamestop para frenar su ascenso en bolsa y
así contrarrestar la pérdida de dinero de las ballenas financieras. Y mi pregunta es:
¿Dónde estaba el regulador de los mercados que ha permitido esto? Pues dónde va
a estar, donde siempre ha estado: agazapado detrás de las ballenas financieras,
ya que son lo mismo.
Bueno, pues lo que ha pasado en Wall Street se puede extrapolar a
cualquier faceta de la vida: política, economía, sanidad, etc.
Veamos ahora cómo se manipula la realidad.
Cualquiera que no viva en Marte se habrá
dado cuenta de que atravesamos una situación fuera de lo corriente. Esta
situación fue creada artificialmente por la OMS al declarar una pandemia
provocada por un virus que a día de hoy sigue sin demostrarse su existencia.
Evidentemente, esto ha sido posible gracias
a la participación de los diferentes gobiernos y medios de comunicación que,
manipulando la realidad, han creando un relato oficial aceptado
mayoritariamente por las masas mediocres miedosas.
Sin entrar en ello -pues llevo
denunciándolo en este blog desde el comienzo- hay señales por todas partes que
corroboran la mentira de la falsa pandemia. Pero lo importante de esta gran
mentira es que ha servido para que los gobiernos implementen medidas
desproporcionadas para atajar la supuesta crisis sanitaria. Medidas, por otra
parte, que no son más que la preparación de la población para lo que está por
venir: un régimen mundial totalitario y un nuevo paradigma
económico-político-social.
Si dejáramos de mirar tanta televisión, y
pusiéramos atención en lo que realmente está sucediendo, nos daríamos cuenta de
que estamos en un momento de cambio e incertidumbre, donde los banqueros
centrales tratan de mantener a flote el sistema que salió de Breton Wood
(actualmente agotado) hasta la introducción de uno nuevo que todavía no está
listo para funcionar. Y no le des más vueltas que no hay más.
La falsa pandemia no es más que el
detonante del nuevo paradigma que saldrá del Gran Reinicio acometido por el
Foro Económico Mundial.
Este año el Foro Económico Mundial
celebrará su reunión en dos fases: una virtual -ya celebrada- del 25 al 29 de
enero y otra presencial en Singapur del 13 al 16 de mayo.
Y lo que son las cosas.
Xi Jinping, presidente de la República
Popular de China, ha sido el invitado de honor en la 51ª Edición del Foro
Económico Mundial. Fue el encargado de inaugurar la cumbre virtual con un
discurso triunfalista y exigiendo al resto de países que hicieran sus “deberes”,
dado que China ya los hizo (ha sometido a toda su población a una
monitorización las 24 horas del día, ha puesto en marcha el sistema de crédito
social y ya dispone de un Yuan digital). Por eso China no tiene Covid: ya no lo
necesita. También ha presumido de ser la única economía que ha crecido en mitad de la
pandemia y ha asegurado que "el
mundo ya no será como antes". Y concluyó diciendo: “La senda a seguir es un nuevo
gobierno mundial en el que China
tendrá un gran peso”.
El fundador del Foro Económico
Mundial, Klaus Schwab, ha alabado a Xi Jinping por sus políticas
económicas y su gestión del coronavirus (esto último es para distraer a
ingenuos). Le dijo: "Tenemos que
comenzar una nueva era global y contamos con usted”.
Atención a lo que dice uno de los párrafos
de la Agenda de Davos 2021: "Un aspecto
positivo de la pandemia es que nos ha enseñado que podemos introducir cambios radicales en nuestro estilo de
vida con gran rapidez. Los ciudadanos han demostrado con creces que están dispuestos a hacer sacrificios por
el bien de la atención sanitaria y otros trabajadores esenciales y grupos de
población vulnerables, como los ancianos. Es evidente que existe una voluntad
de construir una sociedad mejor y debemos aprovecharla para garantizar
el Gran Reinicio que necesitamos con tanta urgencia". Y para corroborar
que esto va en serio, el mismísimo Klaus Schwab ha aseverado que "los
ciudadanos ya están preparados para afrontarlo”.
Por cierto, este año el Foro ha invitado
también al Secretario General de la ONU, Antonio
Guterres; al Director de la OMS, Tedros
Ghebreyesus y al polémico Anthony
Fauci, Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades
Infecciosas de EEUU. Y digo yo, ¿qué pintan estos tres aquí? Pues pintan,
porque son los tres máximos impulsores de la falsa pandemia indispensable para
acometer el Gran Reinicio.
¿Necesitas aún más pruebas para convencerte
de que el Nuevo Orden Mundial es una realidad y no una teoría de la
conspiración como pretenden algunos?
He repetido hasta la saciedad que nos
encaminamos hacia un mundo totalitario. Nos
están preparando para un futuro (que ya es presente) en el que competiremos
entre nosotros mismos para ver quién es más dócil, sumiso y obediente, y donde solo
los “tíos listos” (los verdaderos promotores de todo este tinglado) tendrán el
privilegio de disfrutar de esa libertad que nosotros les hemos entregado
voluntariamente a cambio de una supuesta seguridad.
Estos “tíos
listos” quieren seguir manteniendo sus privilegios y que el resto dejemos de campar
a nuestras anchas por el planeta. Con la escusa del cambio climático y de que
somos seres transmisores de enfermedades, han diseñado un mundo para nosotros
en el que no podremos viajar en avión (lo haremos en tren y en barco); dejaremos
de comer carne (comeremos plantas disfrazadas de carne); no tendremos
propiedades (recuerda su propaganda: “en 2030 no poseerás nada y serás feliz”)
y recibiremos una renta básica universal que nos hará dependientes de Papá
Estado. Así lo han afirmado en su reunión de este año sin que nadie haya puesto
la más mínima objeción.
Pues nada. A
seguir con el tapabocas y el quédate en casa contando muertos y contagiados.
Entre los "tios listos"...¿ no hay disensiones ni marchas atrás viendo la que están liando?
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