lunes, 8 de noviembre de 2021

DESTRUCCIÓN DELIBERADA DE LA ECONOMÍA

Si nos quitamos la venda de los ojos, dejamos de mirar donde no tenemos que mirar y ponemos nuestro foco de atención en lo que verdaderamente importa, entonces nos daremos cuenta de que estamos viviendo el mayor engaño jamás perpetrado en la historia de la humanidad.

Que en estos últimos 20 meses el mundo ha cambiado, nadie lo duda. Sin embargo, parece que muy poca gente es consciente de que se avecina una crisis de dimensiones desconocidas.

Hasta ahora, las últimas crisis han beneficiado a los grandes fondos de inversión y, sobre todo, a las tecnológicas, que se han convertido en las gestoras del bien más preciado que poseemos los humanos: nuestro tiempo. 

Entre las empresas tecnológicas digitales más grandes y poderosas del mundo se encuentran Apple, Google, Amazon, Microsoft y Facebook. Para tu información, te diré que el valor de mercado de estas cinco empresas representa la asombrosa cifra de 9,5 billones de dólares. A modo de comparación, y para que te hagas una idea del poderío de tan descomunal oligopolio, el PIB junto de Alemania, Francia e Italia es de 8,6 billones de dólares.

Entre los grandes fondos de inversión tenemos a BlackRock, Vanguard Group, State Street y Fidelity. Solo estos cuatro monstruos administran actualmente una cartera de 23 billones de dólares, muy superior a los 15,7 billones de dólares del PIB del año pasado de los 28 países miembros de UE.

Lo del enorme poder de los fondos de inversión no nos sorprende, pero, ¿cómo han llegado a ser tan poderosas las tecnológicas digitales? Pues porque controlan cientos de miles de empresas en el mundo, que les asegura un seguimiento permanente de su flujo de datos, y ya sabemos que hoy en día los datos son oro. De esta manera es como la industria digital se ha convertido en un “tumor cancerígeno” que, a lo largo de los años, ha extendido su metástasis por todas las ramas de la economía y el comercio mundial, los ha hecho dependientes y ahora los domina por completo.

De la asociación de un enorme poder económico con una base de datos de dimensiones inimaginables ha surgido un “gigantesco monstruo de 7 cabezas” muy poderoso: el Complejo Financiero Digital.

Para hacernos una idea de por dónde van los tiros, BlackRock cuenta con un sistema de análisis de datos que abarca más de 40 años. Por lo tanto, es la mayor base de datos de información financiera que el mundo haya visto jamás. El poderío de BlackRock es tan enorme, que incluso se permite el lujo de asesorar a los bancos centrales como son el caso de la Reserva Federal de EEUU o el Banco Central Europeo.

Visto lo visto, ahora es fácil adivinar quién depende de quién, quién da las órdenes y quién verdaderamente ejerce el poder, ¿no crees?

Teniendo en cuenta estos hechos, no se necesita ser muy listo para darse cuenta de que el Complejo Financiero Digital se ha convertido en el centro de poder global. Este poder se sitúa muy por encima de todos los Gobiernos del Planeta, por lo que está en condiciones de someterlos a su voluntad.

Actualmente, sin la aprobación de este gran “monstruo financiero digital” aquí no se mueve ni Dios. Por lo tanto, toda la trama de la falsa pandemia ha sido diseñada por este poder global, dándose una curiosa paradoja: los métodos utilizados por el Complejo Financiero Digital, durante la falsa pandemia, están socavando el Sistema del que él mismo se beneficia.

Porque si destruyen a las clases medias (como están haciendo), que son las que realmente pagan impuestos, tienen la mayor cantidad de puestos de trabajo y consumen; si provocan inflación y revientan la paz social, lo que verdaderamente están consiguiendo es acabar con la gallina de los huevos de oro que tantos beneficios les ha proporcionado. Entonces, ¿cómo se come esto?

En mi modesta opinión, y por muy extraño que nos parezca, el Complejo Financiero Digital no tiene más remedio que hacer precisamente lo que está haciendo si quiere “salvar su culo”.

Lo que estamos viviendo no es solo un robo de dinero a las clases medias, que también, sino un gigantesco gesto de desesperación, posiblemente el más grande que se haya experimentado jamás en la historia de la humanidad.

El Sistema al que debe su existencia el Complejo Financiero Digital ya no puede mantenerse en pie con las artimañas empleadas hasta ahora. Ya estuvo cerca de colapsar durante la crisis financiera de 2008, pero gracias a que los gobiernos movilizaron miles de millones de euros de los impuestos de los ciudadanos, para rescatar a los bancos, y a la inyección de enormes cantidades de dinero, por parte de los bancos centrales, el Sistema se dio un respiro, temporal, naturalmente. Lo que ha venido desde entonces es un incremento continuo de la oferta monetaria con una bajada de los tipos de interés hasta llegar a cero, lo que han hecho al Sistema cada vez más inestable. Y, claro está, esto no puede terminar bien. 

Es por esto que en la actual situación el Complejo Financiero Digital solo tiene dos alternativas: una, pactar con los agentes sociales la implementación de un nuevo Sistema más justo (solución descartada porque implicaría la pérdida de sus privilegios), y la otra, saquear el antiguo Sistema -ahora definitivamente condenado a muerte-, que es exactamente lo que se está llevando a cabo desde marzo del año pasado: la destrucción deliberada y consciente de la economía mundial, con el único propósito de implementar el nuevo Sistema confeccionado por el FEM y los bancos centrales. En definitiva, llevar a cabo el Gran Reinicio, que implica destrozarlo todo para cambiar radicalmente la sociedad y sus estructuras.

¿Y cómo va a ser el nuevo Sistema? Pues ya lo sabemos: completa desaparición del dinero en efectivo, el final los bancos tal y como los conocemos y la introducción de la moneda digital programable de los bancos centrales.

Esto permitirá al Estado monitorear todas nuestras transacciones, obligarnos a gastar nuestro dinero dentro de un período específico de tiempo o gastar solo en ciertos bienes y servicios. Pero sobre todo, permitirá al Estado ejercer el control absoluto sobre nuestro dinero, de tal manera que en cualquier momento le será posible desconectarnos económicamente.

Mi pregunta es: ¿tú quieres esto? Pues sigue callado obedeciendo y lo tendrás.

La moneda digital programable de los bancos centrales se va a convertir en el mecanismo de control social más eficaz que haya existido jamás en la historia de la humanidad. Es la dictadura perfecta del dinero.

¿Y cómo lo harán? Pues hundiendo la economía para provocar el caos. De esta forma, luego presentarán la nueva moneda digital –probablemente a modo de renta básica universal- como la única solución para resolver todos los problemas.

Se dice que no hay más ciego que el que no quiere ver. Pues bien. Ya sabemos que el Gran Reinicio está promovido por el FEM, por lo tanto, no es una mera coincidencia que los “Líderes Globales de hoy” recibieran formación por parte del mismísimo Foro Económico Mundial. Estas personas ocupan ahora mismo los puestos más relevantes del poder. En el sector digital tenemos, por ejemplo, a Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates (Microsoft) o Jack Ma Yun (Alibaba). En el de las finanzas a Larry Fink (BlackRock), Kristalina Georgiewa (FMI) o Mark Carney (exdirector del Banco de Inglaterra). Y en la política a Emmanuel Macron (Presidente de Francia), Sebastian Kurz (Ex Canciller de Austria) o Angela Merkel (Canciller de Alemania).

Por supuesto hay muchos más. Se trata, a groso modo, de una élite gobernante de unos 1.300 miembros que mueven los hilos en todo el planeta. A esta élite gobernante hay que añadirle unos 10.000 “moldeadores sociales globales”, menores de 30 años, que están ejerciendo su influencia en todo el mundo en la dirección que más les conviene al FEM: son los llamados “influencer”.

Para todo aquel que a estas alturas no sea consciente de que lo que hemos vivido, y seguimos viviendo, no es más que un plan para llevar a cabo una reestructuración total de la sociedad y, además, quiera saber cómo se va a organizar el mundo, debería echar un vistazo a los trabajos del fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, y verá la similitud con lo que está pasando. 

Este plan no es flor de un día, ya que lleva décadas implementándose. Pero es a raíz de los atentados del 11 de septiembre cuando empezaron las grandes mentiras oficiales y la persecución, difamación y ridiculización de los que buscan la verdad. Porque, seamos realistas. Todos aquellos científicos, médicos, periodistas, políticos, economistas, policías y testigos de primera línea que callan, es porque tienen un buen motivo para hacerlo: un trabajo estable, familia a la que proteger, una carrera que no desean que se acabe o simplemente conflicto de intereses. Saben que si hablan les espera un “acoso y derribo” que va desde la pérdida de empleo hasta la propia vida. Y no es una exageración. Así es como funciona esta gente: “o estás con ellos o contra de ellos”.

Que el mundo necesita un “Gran Reinicio” es evidente, pero no a la manera de Klaus Schwab y sus secuaces, que solo quieren seguir manteniendo sus privilegios a cambio de la esclavitud total de la humanidad. 

1 comentario:

  1. alguien dijo en el 90...el capitalismo a vencido al comunismo y ahora se devorará a si mismo.

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