Quiero aclarar una cosa.
A veces el lenguaje nos juega malas pasadas
y entendemos lo que nosotros queremos entender y no lo que el lenguaje quiere
decir.
Cuando yo hablo en este blog de falsa
pandemia, no estoy negando la existencia de una enfermedad llamada Covid-19, incluso
aunque no esté demostrado que el virus que la provoca, el Sars-cov-2, haya sido
aislado. Lo que yo niego es la existencia de una pandemia.
Según su propia definición, “una pandemia es una enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad
o región”. Es decir, que para que exista una pandemia lo primero que
tienen que haber es una epidemia.
¿Y cuál es la definición de epidemia?: Enfermedad que ataca a un gran número de personas o de animales
en un mismo lugar y durante un mismo período de tiempo.
Veamos entonces los datos en el mundo y en
España. Eso sí, me voy a tomar la licencia de exagerar mucho los datos
multiplicándolos por cinco.
Supongamos que en el mundo hubiera 500
millones de personas contagiadas (a día de hoy sobre 95 millones). Sabemos que
de las personas contagiadas el 80% son asintomáticos (o sea, no están enfermos)
con lo que tendríamos 100 millones de enfermos, lo que supone el 0,12% de la
población mundial afectada (recuerda que he exagerado los datos).
Ahora supongamos que en España hubiera 10
millones de personas contagiadas (actualmente sobre 2,3 millones). Descontando el
80% de asintomáticos tendríamos 2 millones de enfermos, lo que supondría que el
4% de la población española estaría afectada (ya sabes que he multiplicado por
cinco los datos).
Ahora bien. Una enfermedad que afecta al
0.12% de la población mundial y al 4% de la población española (0.024% real en
el mundo y 0.8% real en España), cuya mortandad real es del 0,002% en todo el planeta
y del 0.1% en España, ¿es verdaderamente una enfermedad que afecta a casi
todos los individuos de una localidad o región (según figura en la
definición de pandemia) como para declarar una pandemia a nivel global? O lo
que es peor: ¿es justificación suficiente como para parar el mundo?
Si es así, no sé por qué no se paró el
mundo por el Sida, el Sarampión, la Sífilis, la Viruela o la Varicela, entre
otras muchas enfermedades infecciosas, por no hablar del Cáncer y las
enfermedades coronarias, diez veces más mortales que el propio Covid-19.
Ahora se nos dice que los hospitales y las
UCIs están colapsados. Y digo yo ¿y cuándo no han estado colapsados en época de
gripe? Por cierto, deberíamos preguntarnos qué ha sido de la gripe. También se
nos da el número de muertes diarias; ¿qué pasa, que antes del Covid-19 no moría
nadie?
Es evidente que si un país tiene un
problema sanitario debe solucionarlo con medidas sanitarias y no colocando un
policía a cada ciudadano para que no transgreda los confinamientos, toques de
queda, etc. que, como ya te habrás dado cuenta, son las “mejores medidas
sanitarias”. No tienes más que ver lo que “hemos mejorado” después de casi un
año de restricciones de todo tipo.
Un seguimiento mediático a nivel global de
una enfermedad jamás se había llevado a cabo. Y mi pregunta es: ¿qué pasaría si
se hiciera lo mismo con otras enfermedades como, por ejemplo, el Cáncer? Pues que,
evidentemente, el pánico se extendería de igual manera que se está extendiendo
ahora.
Observa los siguientes gráficos. Son los datos que da el Instituto Carlos III-MoMo de las muertes acaecidas en España por todas las causas en las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, durante 2020.
Pues bien. De la 17 comunidades y 2 ciudades
autónomas, solamente cuatro (Castilla-León, Castilla-La Mancha, Cataluña y
Madrid) tienen un claro aumento de muertes en el año 2020 justo cuando se
confinó a la población. Este pico coincide con las muertes masivas en las
residencias de ancianos. Luego hay cinco (Aragón, C. Valenciana, Extremadura,
Navarra y País Vasco) que tienen una pequeña incidencia en el mismo periodo y
por las mismas causas. Y el resto (las otras diez) no tienen nada; es decir su
mortalidad fue la esperada en 2020.
La pregunta es: ¿de verdad podemos hablar
de una pandemia con estos datos?
Ahora olvida tu miedo y reacciona.
Lo primero que hay que hacer es investigar
qué paso en marzo de 2020 con las muertes en masa de los ancianos en las
residencias. Luego analizar cómo se está cambiando el mundo con la escusa de
esta falsa pandemia. Y, por último, exigir responsabilidades a los causantes de
tanto daño físico y económico.
Hay un dato muy preocupante: según aparece
en la revista Forbes, Bill Gates es el mayor poseedor de tierras agrícolas de
EEUU. Y digo yo, ¿no es sospechoso que este “filántropo” este metido a saco en
tres áreas imprescindibles para el mundo que se nos viene encima como son la
tecnología, la sanidad y la alimentación?
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