jueves, 1 de julio de 2021

LOS AMOS DEL MUNDO, QUE YA CONTROLAN “EL JUEGO DEL MONOPOLY”, AHORA EXPERIMENTAN CON NOSOTROS

Si eres un poquito despierto te habrás dado cuenta de que hay algo que no funciona ahí fuera.

Desde hace un año y medio millones de personas se están empobreciendo a pasos agigantados. Por si aún no te has percatado, estamos inmersos en la “madre de todas las crisis”; eso sí, provocada, obviamente. Si todavía no te ha afectado no es porque no exista, sino porque aún no te ha llegado, pero no te quepa la menor duda de que tarde o temprano te afectará.

Vivimos en un mundo distópico donde nada es lo que parece. A todos nos han hecho creer que vivimos en una sociedad con un mercado libre de acuerdo a las normas de la competencia, pero nada más lejos de la realidad.

Un manojo de grandes grupos de inversión dominan todos los aspectos de nuestras vidas. Puede parecer exagerado, pero no lo es. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, todos los servicios que utilizamos y las cosas que consumimos dependen en gran medida de esos grandes grupos.

Estoy hablando, evidentemente, de los grandes fondos de inversión que determinan el curso del dinero. Estos mastodónticos grupos son los verdaderos protagonistas de todo lo que sucede en el planeta.

Si nos fijamos en cualquier multinacional como, por ejemplo, Coca-Cola, veremos que todas aquellas otras grandes compañías del sector, que en teoría compiten entre sí, proceden de unas pocas fábricas que monopolizan el sector.

La industria de la alimentación está llena de marcas que se agrupan en otras marcas más grandes, que a su vez se vuelven a agrupar en otras aún mayores. Estas últimas son las que cotizan en bolsa. Y aquí es donde entran en juego los grandes inversores, ya que, como no podría ser de otra manera, son los que se sientan en sus consejos de administración.

En Internet tenemos un montón de páginas web sobre finanzas donde podemos consultar y ver información detallada de quiénes son esos inversores. Da igual la gran corporación que consultemos, pues veremos que los mayores accionistas son siempre los mismos: BlackRock, Vanguard Group, State Street, Bank of America, JP Morgan Chase, Morgan Stanley, Berkshire Hathaway,….

Estos nombres no solo están presentes en la industria alimentaria, sino que se repiten en todas partes: en las grandes empresas tecnológicas, en las grandes cadenas de ocio e información, en la industria energética, en la aeronáutica, en la textil, en la automovilística, armamentística, en la banca y, por supuesto, en la industria farmacéutica.

Todos estos grupos de inversión juntos forman una inmensa red, a modo de pirámide escalonada, donde los inversores más pequeños están en manos de los mayores y estos a su vez están en manos de otros superiores. Y en la cúspide de la pirámide aparecen los tres nombres más importantes: BlackRock, Vanguard Group y State Street, llamados comúnmente “The Big Three”.

El poder de estas tres sociedades supera con creces todo lo que podamos imaginar. No solo poseen una gran parte de las acciones de las grandes corporaciones, sino que poseen también las acciones de los inversores de dichas corporaciones. Lo que significa que son los que controlan el “juego del Monopoly” en que han convertido el planeta.

Evidentemente, detrás de esos grandes fondos de inversión hay personas. Esas personas pertenecen a las mismas familias que llevan ejerciendo el poder en la sombra durante siglos. Pero con el “despertar” de cierta parte, no tan ignorante, de la población, todas esas familias poderosas se han visto en la necesidad de esconderse detrás de fundaciones filantrópicas, que no son otra cosa que el nexo de unión entre las empresas, los gobiernos y los medios de comunicación. Y así es cómo hacen sus chanchullos y esconden los conflictos de intereses.

Las fundaciones sin ánimo de lucro son independientes de las naciones. No están obligadas a publicar los nombres de sus donantes y pueden invertir su dinero de la forma que quieran y donde quieran. ¡Ah! Y, por supuesto, no pagan impuestos siempre que “inviertan” en nuevos proyectos.

Las cuatro fundaciones más importantes que conectan toda la industria mundial son: la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Open Society de Soros y la Fundación Rockefeller y la Fundación Clinton.

Veamos el inmenso poder de estas cuatro fundaciones.

Según la web del Foro Económico Mundial, la Fundación Bill y Melinda Gates es la que aporta mayor financiación a la OMS, convirtiéndose en la fundación más influyente en lo que se refiere a nuestra salud. Esta fundación trabaja codo con codo con los laboratorios de Pficer, Astra Zeneca, J&J, etc., de rabiosa actualidad en este momento por las razones que todos conocemos.

Bill Gates fue el fundador de Microsoft, compañía con la que se hizo inmensamente rico. ¿Y sabes quiénes son los mayores accionistas de Microsoft? Pues sí, ¡acertaste!: Vanguard Group, BlackRock y Berkshire Hathaway.

Y lo mismo sucede con las otras tres fundaciones. Todos ellos forman parte del mismo entramado y son los responsables de la situación actual.

¿Y qué pasa con los medios de comunicación? Pues más de lo mismo.

El 90% de los medios de comunicación están en manos de un conglomerado de grupos mediáticos. Amazon, Netflix, Warner, Disney, Broadcast, Fox, Warner Bros, Viacom CBS, controlan el “ocio audiovisual” (documentales y películas) y los medios que difunden la información. Pues bien. Si miramos en el accionariado de estas empresas veremos que los mayores accionistas siguen siendo los mismos de siempre: Vanguard Group, BlackRock, State Street,…

Para corroborar que esto es real, solo tienes que mirar el informe de Oxfan Bloomberg, en el que dice que el 1% de la población mundial tiene más riqueza que el 99% restante. Y lo que es aún más grave: que el 85% de las ganancias, en 2017, fueron a parar a ese 1%.

Bueno, pues aquí lo tenemos. Si estos grupos controlan toda la industria, los medios de comunicación y los gobiernos, dado que los tienen en sus manos bajo el yugo de la deuda, en el mundo nadie mueve un solo dedo sin su consentimiento. Por lo tanto, todo lo que está sucediendo, incluido el experimento génico al que están sometiendo a toda la población mundial, no es cosa del azar. ¡Capisci! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario